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Crítica teatral: Marits i mullers, en La Villarroel

Si el público relaciona con algún medio a Woody Allen, este no es otro, qué duda cabe, que el del cine. Allen es uno de los directores más significativos e influyentes, con una carrera que se inicia como guionista en la década de los 50 y que se mantiene activa en la actualidad. Por eso puede sorprender al público que Allen aterrice en Barcelona sobre los escenarios, con una adaptación teatral de Maridos y mujeres (1992) dirigida por Àlex Rigola e interpretada por Andreu Benito, Joan Carreras, Mònica Glaenzel, Sandra Monclús, Lluís Villanueva y Mar Ulldemolins.

«Andreu, escritor y profesor de literatura, y su mujer Mónica, que trabaja en una revista de arte, no pueden creerse que sus mejores amigos, Sandra y Joan, aparentemente una pareja perfecta, hayan decidido separarse. A partir de esta noticia, ellos mismos empezarán a plantearse si su matrimonio se basa o no en una relación realmente sólida».

Como su título indica, la obra trata sobre el mundo de la pareja y las contracciones que se acumulan en ella con el paso del tiempo. No descubro nada nuevo si afirmo que no hay misterio mayor, en el plano emocional, que el funcionamiento de una pareja, ya supere esta los diferentes obstáculos que se le presentan en la vida o se vea afectada por crisis de subsistencia más o menos serias. No existe, pues, un planteamiento escénico más complicado que el que intenta analizar la naturaleza de la pareja, sea esta del tipo que sea.

De ahí que el resultado, escrito por Allen y adaptado por Rigola, sea eso, una propuesta enmarañada, esto es, un relato con escenas trazadas, giros, vericuetos y más de una sorpresa. Marits y mullers nos muestra el día a día de dos parejas, una que se mantiene y otra que se desintegra, a través de toda una serie de secuencias que se precipitan una detrás de otra, como la vida misma. Por esta razón, los actores siempre están sobre el escenario, ya sea interpretando a sus personajes o a la espera de incorporarse a la representación en cualquier momento.

La puesta en escena de la obra intenta potenciar la cercanía del espectador al recorrido emotivo de los personajes, por lo que sobre un escenario central veremos poco más que una mesa baja rodeada por varios sofás, ocupados indistintamente por los actores y los espectadores, hecho que favorece la intimidad de las situaciones que nos son mostradas. Una proximidad fomentada, además, por el hecho de que los personajes conservan en la representación los nombres de pila de los actores.

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En relación al reparto, el trabajo de casting ha sido mucho más que provechoso. A Andreu Benito, el alter ego de Woody Allen, Joan Carreras y Lluís Villanueva, todos en muy buena forma, se ha de sumar la interpretación de Mònica Glaenzel, Sandra Monclús y Mar Ulldemolins, que se dejan imbuir por los reflejos emocionales de los personajes femeninos a los que interpretan.

Aún así, y reconociendo el acierto del casting, la calidad de las interpretaciones y de la dirección, el contexto de la obra se nos hace algo lejano. Quiero decir con esto que se hace difícil para el espectador entender unos comportamientos y unas formas de ser tan lejanas y tan carismáticamente neoyorquinas como las que se nos muestran. De esta manera, y aún el esfuerzo que el director y los actores han invertido en la obra, algunos comportamientos no acaban de cuadrar con los actores que los interpretan, lo que provoca que el resultado final pierda algo de credibilidad.

Marits i Mullers representa, además, un trabajo laborioso de adaptación de un texto muy peculiar, que Rigola ya conoce, ya que él fue el responsable de una primera adaptación del guión de Allen para el Teatro de la Abadía de Madrid en el año 2013. De lo que se deriva que Rigola ha hecho el texto suyo, lo que le permite llevar a cabo una dirección precisa y envolvente de la obra, ayudado, claro está, por la interpretación destacada de unos actores y actrices que se sienten muy cómodos sobre el escenario.

Una obra recomendada, pues, para aquellos a los que les gusta analizar el mundo de la pareja, y para los que disfrutan con las historias escritas y dirigidas por Allen, una mirada muy personal que estará en cartelera en La Villarroel hasta el 10 de enero de 2016..

«Marits i Mullers» se representa en La Villarroel del 18 de septiembre al 29 de noviembre de 2015.

Basado en el guión de: Woody Allen
Dirección y adaptación: Àlex Rigola
Reparto: Andreu Benito, Joan Carreras, Mònica Glaenzel, Sandra Monclús, Lluís Villanueva y Mar Ulldemolins
Escenografía: Max Glaenzel
Vestuario: Silvia Delagneau
Iluminación: Maria Domènech
Realización de la escenografía: Teatro de La Abadía
Producción: Heartbreak Hotel, Teatro de La Abadía, Trànsit Projectes y La Villarroel

Horarios: de martes a viernes a las 20:30 horas; sábados a las 18:00 y a las 20:30 horas y domingos a las 18:00 horas
Precio: de 24 a 28 €
Duración: 1 hora y 30 minutos
Idioma: catalán

NOTA CULTURALIA: 8,5
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Caiguts del cel, en el Teatre Condal

Caiguts del cel_1A nadie se le escapa lo importante que es el dinero en la sociedad en la que vivimos, ni lo sorprendente que sería que halláramos cantidades ingentes de dinero en nuestro hogar sin una causa u origen aparente. Seguramente nuestro comportamiento y nuestros hábitos se verían seriamente afacetados por este inesperado hallazgo. Esta es la idea que subyace a Caiguts del cel, una comedia con toques de fantasía trágica que se representa en el Teatre Condal hasta el 22 de noviembre.

«La vida tranquila y feliz de una pareja pequeñoburguesa de mediana edad se ve trastornada bruscamente cuando, un buen día, sin motivo ni explicación aparente, empieza a aparecer dinero dentro del comedor de su casa. La situación se lía cuando se ven implicados la mujer de la limpieza de la pareja, que es extranjera, y un peculiar vecino muy inquietante. Y todo, para llegar a un final absolutamente inesperado».

Caiguts del cel es principalmente una comedia que parece escrita para ser interpretada por un un actor como Jordi Bosch. La propuesta posee de esta forma los ingredientes necesarios para hacer reír, y pasar un buen rato, al público: una situación que mezcla fantasía y misterio; el salón de una vivienda con su inexcusable sillón y una suma de situaciones y despropósitos relacionados con un dinero que comienza a aparecer enigmáticamente y que por supuesto afectará a las tranquilas existencias de los protagonistas.

La comedia pretende, además, hacernos reflexionar sobre nuestra capacidad para reaccionar ante situaciones inesperadas, y lo que es más importante aún, sobre cómo gestionamos nuestras emociones, sentimientos y egos en situaciones que nos superan y/o desequilibran. Y no creo que haya en elemento más desequilibrador en la vida de una persona que la aparición de grandes cantidades de dinero así, como por arte de magia. De esta forma Sébastien Thiéry, el autor de la obra, se explaya a sus anchas revolcándose, teatralmente hablando, en una situación poco usual pero con un gran potencial cómico y perturbador.

Caiguts del cel_2Si hasta aquí todo parece que camina hacía buen puerto, la materialización del proyecto no acaba de ser todo lo acertada que debería. Para empezar parece que el casting no es el más apropiado para la obra. Si Bosch consigue fácilmente hacerse creíble, como siempre, en un papel cómico, su pareja artística, Emma Vilarasau parece no estar en el tono correcto, lo que hace que la química entre los dos personajes se resienta. Los secundarios tienen un papel bastante reducido en el global de la obra, si bien Carles Martínez está uno o dos tonos de voz por arriba de lo que su personaje requiere, aunque su vis cómica se hace evidente a lo largo de la representación. Por último Anna Barrachina está más que correcta en su papel de «asistenta» rusa.

La obra intenta explotar, pues, ese miedo a lo desconocido que nos caracteriza a la mayoría de nosotros y nos provee de las excusas necesarias para reírnos de los aciertos y de las equivocaciones de los personajes ante una situación tan «bizarra» como la que se nos muestra sobre el escenario. Y yendo un poco más allá, nos permite reflexionar sobre qué haríamos nosotros en una situación similar y transgresora. ¿Seríamos codiciosos?

Una obra que además posee un final (tranquilos, no se los revelaré) que no creo que se ajuste demasiado al tono y la naturaleza de la representación, por lo que se convierte en un elemento no orgánico de la misma, y que por tanto les aseguro que les sorprenderá.

Caiguts del cel es una excusa para divertirnos viendo los problemas, de dinero, de los otros, No busquen mucho más, y saldrán de la representación satisfechos por haber pasado 1 hora y 45 minutos de una forma agradable, aunque, puede ser, que algo ilusoria también.

«Caiguts del cel» se representa en el Teatre Condal del 4 de septiembre al 22 de noviembre de 2015.

Autor: Sébastien Thiéry
Versión y dirección: Sergi Belbel
Reparto: Emma Vilarasau, Jordi Bosch, Carles Martínez y Anna Barrachina
Escenografía: Max Glaenzel
Iluminación: Kiko Planas (A.A.I.)
Vestuario: Mercè Paloma
Espacio sonoro: Jordi Bonet
Producción: Focus y Trasgo Producciones

NOTA CULTURALIA: 7
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Dies normals, en el versus Teatre

Dies normals_1 Iniciamos la nueva temporada de crítica teatral en Culturalia con la reseña de una obra que se estrenó el pasado mes de agosto, que se mantiene en cartelera hasta el próximo mes de noviembre y que no es otra que Dies normals, la adaptación que han llevado a cabo Ferran Guiu, Joan Comaposada y Marc Gòmez del musical Ordinary days de Adam Gwon, un espectáculo de pequeño formato marcado por la cotidianidad de las historias que nos narra y por el brillo artístico del reparto, que incluye a Gràcia Fernandez, Xavi Duch, Laura Daza y al propio Ferran Guiu.

«La historia tiene lugar en Nueva York. El argumento sigue la vida de cuatro personajes Claire (Gracia Fernández), Jason (Ferran Guiu), Warren (Xavi Duch) i Deb (Laura Daza) explorando cómo se conectan sus vidas ordinarias de manera casual pero a la vez de manera extraordinaria. Durante las 19 canciones de las que se compone el musical conoceremos las vidas de los protagonistas y veremos los lazos que los unen y los desunen, los puntos que tienen en común cada una de sus personalidades aunque de entrada parezcan muy diferentes».

Dies nornals es un musical joven de espíritu que apuesta por el frescor de la historia que nos narra, por la calidad artística del cuerpo técnico y por su joven reparto. Y como su título indica, se propone analizar lo normal y cotidiano en la vida y en las relaciones, tanto de amistad como de pareja, en el marco urbano de la Gran Manzana neoyorquina. La obra nos propone, así, dos historias que tienen su punto de contacto: la primera la de una pareja que debe dar un paso adelante al compartir piso, una experiencia a veces dramática y repleta de tensión. La segunda la de un chico y una chica que se conocen al perder ella su libreta con valiosos apuntes para su tesina.

Para hacernos una idea, podríamos comparar el ambiente que respira el musical con el existente en el éxito televisivo de la serie Friends, una comparación que nos permite captar rápidamente el estilo y la atmósfera vital que observaremos a lo largo de la obra, adaptado, claro está, a un espectáculo de pequeño formato en el cual la representación se realiza cantando, un aviso para todos aquellos a los que no les agrade demasiado el género.

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Dies normals
es, además, un espectáculo musical en el que el entorno, la ciudad de Nueva York, está muy presente, casi como un personaje más en la obra, hecho que provee de una magia y de una luz especial al espectáculo. Si bien es posible que a la obra le falte algo más de escenografía, un elemento que le podría dar una mayor presencia.

Por lo que respecta a las interpretaciones, el elenco parece estar en su salsa. Todos los actores y actrices hacen suyos a los personajes que encarnan, comenzando por Gràcia Fernandez y Xavi Duch y siguiendo por Laura Daza y Ferran Guiu, director que no se corta a la hora de interpretar, como cover, a uno de los protagonistas de la obra. No por otra, la amplia experiencia de Guiu en el mundo del teatro musical es una de las claves que explican la frescura y la consistencia de la propuesta.

Dies normals es de nuevo un acierto del Versus Teatre en su programación veraniega y, ahora, otoñal, y vuelve a hacer patente el hecho de que la voluntad y las ganas de hacer bien las cosas, activos que posee el musical, son la base del éxito. Una muy grata recomendación para todos aquellos a los que les guste el género musical y que no pudieron, por la razón que fuera, disfrutar del espectáculo durante el mes de agosto.

«Dies normals» se representa en el Versus Teatre hasta el 1 de noviembre de 2015.

Autor: Adam Gwon
Dirección: Ferran Guiu
Dirección musical:  Joan Comaposada
Adaptación del texto: Marc Gòmez
Reparto: Xavi Duch, Laura Daza, Gracia Fernández y Ferran Guiu
Piano: Joan Comaposada
Producción: TeatreOff en acuerdo con Rodgers & Hammerstein Theatricals

Precio y horarios:
Web Versus Teatre: http://versusteatre.com/es/dies-normals-ordinary-days/

Crítica teatral: Els mots i la cosa, en el Teatre Lliure

Este año, y como es normal, el Grec nos ha ilusionado con algunas de su propuestas, nos ha decepcionado, seguro, con otras que no han acabado de acariciar nuestra prestancia teatral y nos ha asombrado con pequeñas joyas como Els mots i la cosa, obra escrita por Jean-Claude Carrière, adaptada y traducida por Ricard Borràs y dirigida por Pep Antón Gomez, una pequeña joya que consigue aunar las artes escénicas y la filología.

“En escena, un lingüista y una dobladora de películas pornográficas se intercambian unas cartas de lo más explícitas en las que repasan con gran conocimiento de causa todas las formas de referirse a los órganos sexuales, masculinos y femeninos, al acto del amor y a las diversas maneras en que se practica. La obra nació de la mente de Jean-Claude Carrière, que colaboró con Luis Buñuel en algunas de sus películas más conocidas y con Peter Brook durante más de treinta años. El actor Ricard Borràs, asesorado por el profesor de literatura Anton M. Espadaler y por el autor y director de escena Pep Anton Gómez, se ha atrevido a versionarla y adaptarla, en un trabajo que se acerca más a la reescritura que a la simple traducción”.

Una pequeña joya que nos muestra el gran esfuerzo de creación y de adaptación que se ha requerido para su presentación en el Grec 2015, ya que la composición escénica y la compostura filológica necesaria para su representación y la delicadeza con la que se ha llevado a cabo, denota un arduo trabajo, en el que Borràs ha recibido la ayuda del profesor de literatura Antoni Espadaler. Por todo ello la obra se ha de valorar como un éxito rotundo, ya que se convierte en un viaje filológico, literario y teatral a través del sexo, es decir, a través de la multitud de palabras y nombres con los que los hombres y las mujeres, en el ámbito de la lengua catalana, se han referido a los órganos sexuales y a las diversas y múltiples prácticas realizadas con ellos.

els-mots-i-la-cosa_3La obra se estructura de forma epistolar, en la que una dobladora de películas pornográficas solicita ayuda a un lingüista especializado en terminología sexual, con el objetivo de mejorar la calidad del doblaje de los films en los que participa, demasiado descuidados en este aspecto. Sobre el escenario veremos cómo evoluciona la relación que se crea entre los dos protagonistas, y constataremos, al mismo tiempo, la riqueza de la lengua en el ámbito de las denominaciones sexuales.

Como indica la presentación de la obra, no se vayan a pensar que estamos ante un espectáculo banal, sino todo lo contario. El esfuerzo por adaptar el texto, o casi reescribirlo, ha dado como resultado un pequeño espectáculo que resplandece de forma tierna y sensible. A ello se suma un cuidado escenario que nos muestra el estudio de trabajo del lingüista; unas interpretaciones adaptadas a la perfección al cariz de la obra y una simbiosis impecable entre el texto y los diversos actos en que se divide la obra. Todo ello potenciado por la presencia de un hilo musical y de diversos audiovisuales que amplían la naturaleza poética del espectáculo.

De esta forma, asistimos a lo que podríamos considerar una elegante comedia filológica acerca del sexo, ya que son continuas las sonrisas y las carcajadas que se escuchan a medida que tanto Ricard Borràs como Elena García nos recitan las bellas palabras, y no tan bellas, con las que nos hemos referido y nos referimos al sexo.

Un acierto tal el de la composición y la representación de la obra, que me fuerza a considerarla la mejor propuesta que he visto este año en el Festival Grec, con la que aprenderemos algo más sobre el sexo, al menos sobre su uso lingüístico, y de la que saldremos con una sonrisa horizontal tras la hora y diez minutos que dura el espectáculo.

Els mots i la cosa” se representa en el Teatre Lliure del 23 al 26 de julio de 2015.

Autor: Jean-Claude Carrière
Dirección: Pep Anton Gómez
Traducción: Ricard Borràs
Adaptación: Ricard Borràs
Reparto: Ricard Borràs y Elena Garcia
Asesoramiento: Anton M. Espadaler
Diseño de iluminación: Jaume Ventura
Producción: Grec 2015 Festival de Barcelona y Produccions Variacions Enigmàtiques

Duración: 70 minutos
Idioma: catalán

NOTA CULTURALIA: 9
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Sócrates, juicio y muerte de un ciudadano, en el Teatre Romea

Como suele ser habitual, aquellos disfrutes de los que más esperamos son los que habitualmente más nos decepcionan. Y este es el caso de Sócrates, juicio y muerte de un ciudadano, la obra de teatro estrenada en el Teatre Romea el pasado 16 de julio en el marco del Festival Grec de Barcelona, escrita por Alberto Iglesias y Mario Gas, dirigida por este último e interpretada en su papel principal por Josep Maria Pou.

Parece, pues, así, que la expectación que uno tiene por el estreno de una obra, las más de las veces juega en su contra. En este caso, a un plantel de primera y una temática interesante, se le sumaba su paso por el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y una escenografía que, a simple vista, suscitaba grandes expectativas. Pero parece que el resultado final recorre un sendero que no es el que uno esperaba transitar.

«Sócrates será juzgado y condenado por sus conciudadanos tras haber denunciado la corrupción en Atenas y haber advertido sobre el papel supersticioso y manipulador de la religión oficial. Acusado de despreciar a los dioses y corromper a la juventud, se negó a huir, como le proponían sus discípulos, cuando fue condenado a ingerir una copa de cicuta. Y su muerte acabó convertida en una de las más famosas de la historia».

La obra de Gas e Iglesias se convierte en el panegírico de un personaje histórico que renace sobre el escenario para recordarnos los males de la antigua democracia griega, y como corolario, los achaques y perversiones que envenenan a la nuestra. Pero el fresco escénico resulta ser demasiado frío y distante en la recreación del personaje. Sócrates se nos mostrará tan perfecto que se nos queda demasiado lejos, hecho este que impide a los espectadores familiarizarse con el protagonista e incluso con sus reflexiones.

A la obra además, le falta algo de ritmo y de profundización en el contexto histórico al que hace referencia. Sócrates se nos aparece en solitario, con sus ideas y reflexiones, pero separado, en parte de la realidad que le hizo ser Sócrates. Es de imaginar que esto es debido a la voluntad de facilitar la comprensión del público y de convertirla en una reflexión mucho más actual.

Asimismo la obra minusvalora a la mayoría de los actores que aparecen sobre el escenario. Tal como se desarrolla la representación, con dos a tres actores el esfuerzo interpretativo hubiera quedado más que completo. Y por último, la obra infrautiliza también el escenario, esto es, la disposición de los asientos de un espacio de reunión que debería enmarcar, al menos, un duelo dialéctico entre los diferentes personajes. Algo que el texto no apoya, ya que lo que presenciaremos principalmente son los monólogos de Pou-Sócrates, que se acaban imponiendo sobre todo lo demás. Toda una serie de yerros en la creación y la dirección que atenúan las posibilidades de éxito del proyecto.

Si hasta aquí he hablado, según mi opinión, de lo que no funciona en la obra, me toca ahora hablar de lo que sí que lo hace. Y en una primera acotación ha de quedar bien claro que las interpretaciones están a un nivel mucho más que notable, aunque esto tan solo se pueda decir de algunos actores, ya que los secundarios actúan tan poco que es difícil valorar su interpretación. Aún así, en varias ocasiones la representación es más académica que teatral, lo que no le hace sumar positivos a la obra.

En lo que respecta a las escenas, es digno destacar la defensa que Sócrates hace de sí mismo ante el tribunal, en la que se ha sabido reflejar la forma de razonamiento característica del filósofo ateniense, y la escena que protagoniza Jantipa (Amparo Pamplona), la mujer del Sócrates, uno de los escasos momentos que nos acercará al aspecto más humano del pensador griego.

Como ven, Sócrates, juicio y muerte de un ciudadano no es lo que podría haber sido, sobre todo si tenemos en cuenta la valía de los profesionales que están encima y detrás del escenario. Aún así, la obra nos permite ser conscientes de que los problemas sociales, económicos y políticos a los que se enfrentaban los griegos de hace 2.500 años son, más o menos, los mismos a los que nos enfrentamos nosotros. Si bien, hemos de tener presente que Sócrates no solo culpaba a los políticos y a los codiciosos del mal gobierno de la ciudad, sino que acusaba a todos aquellos que consideraban la riqueza y la ostentación un objetivo vital superior que el de la búsqueda de la verdad, algo que, por desgracia, nos inculparía a la mayoría de nosotros en nuestra incapacidad para distinguir de forma egoísta, entre lo que es bueno para uno mismo y lo que es bueno para todos.

«Sócrates, juicio y muerte de un ciudadano» se representa en el Teatre Romea del 16 de julio al 2 de agosto de 2015.

Autor: Mario Gas y Alberto Iglesias
Dirección: Mario Gas
Reparto: Josep Maria Pou, Carles Canut, Amparo Pamplona, Pep Molina, Borja Espinosa, Ramon Pujol y Guillem Motos
Escenografía: Paco Azorín
Iluminación: Txema Orriols
Espacio sonoro: Àlex Polls
Sastrería: Rosario Macías
Producción: Grec 2015 Festival de Barcelona, Teatre Romea y Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida

Horarios: de martes a viernes a las 20:30 horas; sábados a las 18:30 y las 21:30 horas y domingos a las 18:30 horas.
Duración: 90 minutos
Idioma: catalán
Precio: 18-28 €

NOTA CULTURALIA: 6
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Nit de musicals: Una nit a Broadway, en el Teatre Grec

Nit de musicals - Teatre Grec
Uno sale pensando del teatro que ha presenciado una pequeña maravilla hecha de temas musicales made in Broadway, una noche diferente, mágica y repleta de emociones para todos aquellos a los que les guste, claro está, el teatro musical.

El espectáculo, dirigidos escénicamente por Elisenda Roca y musicalmente por Andreu Gallén, dura más o menos una hora y media, en los que podremos disfrutar de dieciocho temas de musicales como The Producers, The Phantom of the Opera, My Fair Lady, Funny Girl, West Side Story, Rent, Cabaret, Anything goes o A Little Night Music interpretados por la Banda Municipal de Barcelona, dirigida por Salvador Brotons; un gran número de actores y actrices de teatro musical como Àngels Gonyalons, Anna Moliner, Daniel Anglès, Diana Roig, Elena Gadel, Ivan Labanda, Joan Pera i Roger Pera, Mercè Arànega, Mercè Martínez, Miquel Fernández, Mone Teruel, Muntsa Rius, Sergi Albert, Xavi Duch y por los estudiantes de escuelas teatrales como Aules, Coco Comín, Eòlia, Dance Emotion, Luthier d’Arts musicals, Memory o el Taller de Músics. Una aglomeración de artistas sobre el escenario que hará las delicias de todos los asistentes.

El resultado es un producto redondo en el que, sin descanso alguno, ya que la representación encadena las interpretaciones musicales una detrás de otra, la velada se convierte en una sesión de fuegos artificiales musicales con una intensidad y una calidad artística fuera de toda duda. No por otra razón, las entradas se agotaron rápidamente y seguro que esta noche no cabrá ni un alfiler en la cavea del Teatre Grec.

La noche de la previa solo palideció debido a los problemas técnicos, en la que fallaron más de una vez los micrófonos inalámbricos, dejando la interpretación de algunas de las canciones, como las de West Side Story o Rem, a medias. Un problema que seguro quedará solucionado para la noche del estreno.

Así que ya lo sabes. Si te gustan los musicales y tienes la suerte de poseer una de las 1900 entradas de esta noche, prepárate para pasarlo de maravilla disfrutando de algunos de los temas más famosos de Broadway y acompañado por algunos de los actores y actrices de teatro musical catalán más reconocidos del género.

«Nit de musicals: Una nit a Broadway» se representa en el Teatre Grec el 21 de julio de 2015 a las 22:00 horas.

Dirección escénica: Elisenda Roca
Dirección musical: Andreu Gallén
Dirección de la banda municipal de Barcelona: Salvador Brotons
Interpretación musical: Àngels Gonyalons, Anna Moliner, Daniel Anglès, Diana Roig, Elena Gadel, Ivan Labanda, Joan Pera i Roger Pera, Mercè Arànega, Mercè Martínez, Miquel Fernández, Mone Teruel, Muntsa Rius, Sergi Albert y Xavi Duch
Colaboración al piano: Albert Guinovart
Escuelas: Escola Aules, Escola Coco Comín, Escola Eòlia, Escola Dance Emotion, Escola Luthier d’Arts Musicals – Luthier Dansa, Escola Memory y Taller de Músics
Diseño de sonido: Toni Vila
Diseño de luces: Dani Santamaría
Coreografías: Maria Bossy (Luthier Dansa), Eva Angüés (Dance Emotion) y David Pintó

NOTA CULTURALIA: 9
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Amor & Shakespeare en el Teatre Grec

amor i shakespeare_2El pasado jueves 16 de julio se estrenaba Amor & Shakespeare en el marco del Festival Grec, uno de los platos fuertes de la programación de este año por varias razones: porque es un Shakespeare, un valor seguro en lo que respecta al éxito teatral; porque se representa en el Teatre Grec, un espacio paradigmático del festival y porque en la obra participan figuras interpretativas del calibre de Ariadna Gil, Rosa Renom, Sílvia Bel, Àlex Casanovas, Joel Joan y Jordi Boixaderas, dirigidos todos ellos por la batuta teatral de Josep Maria Mestres.

La propuesta representa una amalgama de diversas obras del autor inglés, entre las que se encuentran Los dos hidalgos de Verona, Mucho ruido y pocas nueces y Trabajos de amor perdidos y realiza un recorrido a través de los lances amorosos que sufren sus personajes principales, esto es, Proteo, Julia, Valentino y Silvia; Benedicto, Beatriz, Claudio y Hero y algo más tangencialmente el rey de Navarra, Biron, Longaville, Dumain y Rosalinda, María y Catalina. Excusa esta que permite a Guillem-Jordi Graells en la dramaturgia y a Mestres en la dirección, de la mano de Joan Sellent, el traductor de los textos, jugar con los personajes y las obras de referencia a su gusto, eso sí, respetando su estructuración y su arreglo de personajes.

La obra se convierte, así, en la excusa perfecta para desgranar la naturaleza del amor y de la felicidad que este provoca, aunque también seremos testigos del desasosiego que ocasiona y ofrce a los actores y las actrices que encarnan a los diversos personajes una oportunidad para poner en valor sus dotes de comedia y, más concretamente, sus dotes shakesperianas.

El espectáculo, sin embargo, parte con un problema de diseño que ni la mano del director ni el buen hacer de las interpretaciones puede evitar. Y este no es otro que la misma composición de la obra. Sobre el escenario se representan tres historias (resumidas), dos principales, Los dos hidalgos de Verona y Mucho ruido y pocas nueces y una algo secundaria, Trabajos de amor perdidos. De este modo los actores y las actrices se relevan sobre el escenario a medida que una u otra obra se está escenificando. El resultado es que la representación no llega a alcanzar nunca un apogeo único y global, algo propio de cualquier comedia, sino que aspira tan solo a tres culminaciones menores, a lo que se ha de sumar que las tramas han sido abreviadas, hecho que priva al espectador de una parte sustancial del relato que debería conocer, al menos al parecer del propio Shakespeare.

amor i shakespeare_1A pesar de estos defectos de forma, el Festival Grec se ha convertido durante algunos días, y gracias a la representación de esta obra, en el lugar de celebración del amor. La gran baza de la propuesta no han sido otras que los textos de Shakespeare y los actores y las actrices que participan en la obra. La propuesta escénica nos ha permitido ver a Àlex Casanovas, Joel Joan, Jordi Boixaderas y a Aleix Albareda suspirando por el amor de sus bellas y perturbadoras damas y al nutrido grupo de actrices compuesto por Ariadna Gil, Rosa Renom, Sílvia Bel, Laura Aubert y Mercè Pons jugando a la par que jugadas por el amor de sus pretendientes. La obra en este aspecto es una delicia que eleva la propuesta a un nivel de Champions League teatral.

Por su estructuración se pueden imaginar que la obra es una suma coral de interpretaciones, donde cada uno de los actores y actrices sumará para alcanzar una sublimación que en algunos momentos es brillante. A esto se han de sumar un par de temas interpretados y cantados por Jordi Boixaderas y por Joel Joan que le dan un brillo especial a la representación y un vestuario que destaca por su originalidad. La pena es, como decía antes, que la propia estructuración de la obra no permite que el conjunto se alce tal y como debería hacerlo, y aunque los diversos ingredientes son de gran calidad, el plato resultante no acaba de alcanzar el acierto que merece.

Amor & Shakespeare se queda a medio camino, mejor dicho, a dos tercios de su camino, debido a su concepción, a pesar del derroche que muestra en lo que se refiere a interpretación, escenario y vestuario, algo que nos deja patente que para construir un producto excelente ningún aspecto puede ser inferior a los otros, y mucho menos cuando hablamos del legado shakesperiano.

«Amor & Shakespeare» se representa en el Teatre Grec del 16 al 19 de julio de 2015.

Auto: William Shakespeare
Traducción: Joan Sellent
Dramaturgia: Guillem-Jordi Graells
Dirección: Josep Maria Mestres
Intérpretes: Ariadna Gil, Laura Aubert, Mercè Pons, Sílvia Bel, Rosa Renom, Àlex Casanovas, Joel Joan, Jordi Boixaderas y Aleix Albareda
Dirección musical: Jordi Domènech
Interpretación musical: Núria Andorrà
Espacio escénico: Pep Duran
Vestuario: Maria Araujo
Caracterización: Toni Santos
Movimiento: Montse Colomé
Iluminación: Kiko Planas
Producción: Grec 2015 Festival de Barcelona y ANEXA

Idioma: catalán
Duración: 90 minutos

NOTA CULTURALIA: 7,5
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Las cosas que queremos, en el Versus Teatre

verkami_fb604af160567ea99fbcdc09c43ed845Que la vida es una prueba difícil, eso ya lo sabemos. Y que la juventud actual aún lo tiene más difícil a la hora de encontrar su espacio propio, eso cada vez está más claro. Y para recordárnoslo nunca está de más el teatro, que con Las cosas que queremos, estrenada el pasado 3 de julio en el Versus Teatre, nos aproxima a la realidad vivida por los jóvenes de una forma fresca y cómica.

«Las cosas que queremos cuenta la historia de Charlie, Sty y Eddie, tres hermanos cuyos padres se suicidaron siendo ellos muy jóvenes. Este hecho les dejó sin guía, sin referentes a los que acudir. Ni siquiera tienen algo por lo que luchar, sus vidas están vacías o llenas de ídolos falsos. Juntos buscarán salvación en el amor, las drogas, el alcohol, las terapias… lo que sea con tal de encontrar un camino a alguna parte y, con suerte, ser felices. La aparición de Stella será un detonante que les cambiará radicalmente a los tres».

La propuesta teatral escrita por Jonathan Marc Sherman y dirigida por David Pintó nos sitúa en un ambiente típicamente neoyorquino, en el que los jóvenes miembros de una familia desestructurada intentan seguir adelante con sus vidas. Eddie (Tony Corvillo) es un «ejecutivo» que participa de un negocio espiritual piramidal; Charlie (Juan Frendsa) acaba de abandonar sus estudios y a su novia en el mismo día y Sty (Sergio Sarrión) lleva demasiado tiempo bajo los efectos del alcohol y es adicto a las mujeres que participan en las reuniones de Alcohólicos Anónimos. Aunque será, justamente, una de ellas, Stella (Ann M. Perelló), la que transforme la realidad en la que viven los tres hermanos.

Las cosas que queremos es un espectáculo de pequeño formato que aunque no acaba de despegar totalmente, alcanza diversos momentos radiantes. El texto, bien trabado por Sherman, hace hincapié en la realidad social y emocional de un grupo de jóvenes, aunque tampoco tanto, para insistir en la liquidez de las relaciones que estos crean. Además, todo está en mutación, algo que dejan claro los dos actos en los que está dividida la obra, que en parte nos puede recordar el refulgir de alguna serie de televisión.

obra2El grupo de hermanos protagonistas de la historia está desorientado. A la pérdida de la guía paterna primero y materna después, se suma su incapacidad de plantearse unos objetivos firmes y generar toda una serie de compromisos que den sentido a unas vidas vacías.

Por lo que respecta a la representación, su ritmo parece desfallecer en algunos momentos. Los actores que encarnan a los tres hermanos parece que no acaban de creerse del todo sus respectivos papeles. Solo la irrupción de Ann M. Perelló proveerá a la obra del vigor necesario para alzar el vuelo. Así, pues, la dirección parece que no ha sabido hacer lucir en el reparto una capacidad que se intuye, por lo que la obra no acaba de brillar en la forma en que debería, teniendo en cuenta, claro está, que la historia que nos narra forma parte de un contexto que se nos queda algo alejado.

Aún así, Las cosas que queremos nos ofrece una visión fresca del mundo de los jóvenes (de estilo norteamericano) y su especial visión sobre la vida, en un momento, el actual, en el que al menos en las latitudes en las que vivimos, su papel activo en la sociedad tiende a ser cada vez más portentoso, aunque sus problemas para incorporarse a una vida que fluye demasiado deprisa, también lo son.

«Las cosas que queremos» se representa en el Versus Teatre del 3 de julio al 2 de agosto de 2015.

Dramaturgia: Jonathan Marc Sherman
Dirección: David Pintó
Reparto: Tony Corvillo, Juan Frendsa, Sergio Sarrión y Ann Perelló
Escenografía, vestuario y diseño de luces: Mariona Signes / Victor Fernádez Gil
Traducción: Sergio Sarrión / Anna Giménez
Producción: Cía Habitual

Horarios: de jueves a sábado a las 20:30 horas y domingo a las 18:00 horas
Precio: 20 €
Idioma: castellano

NOTA CULTURALIA: 6
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Digue’m la veritat, en el Museu d’Arqueologia de Catalunya

Un espacio de teatro no convencional ha de servir para narrarnos una historia no convencional. Esta es la acertada idea que subyace en Digue’m la veritat de la compañía Eòlia, que estos días se representa en el marco del Festival Grec, en el Museu d’Arqueologia de Catalunya.

«Todo comienza con una inofensiva cena. Cristina, una especialista en alimentación antigua, invita a un grupo de amigos, a los que no ve desde hace años, a una velada exclusiva con la que se inaugura un ciclo de cenas en el que los platos principales se basan en ingredientes prehistóricos. Felices de reencontrarse, recordarán su pasado común sin imaginar lo que está a punto de suceder. Porque… ¿quiénes son en realidad esos invitados? ¿Por qué han coincidido en esta velada una arqueóloga, una traductora del árabe, un ingeniero convertido en misionero, una cooperante de una ONG, una corresponsal, un fotógrafo de guerra y un piloto militar?»

La obra pretende, de la mano del tándem Pablo Ley y Josep Galindo, jugar con el público con un thriller que nos habla de las aspiraciones de la juventud, de la amistad y de las relaciones y que nos plantea si existen las casualidades o si todo está definido, de alguna forma, por un poder superior. De esta forma el avance de la trama transforma una apacible reunión de amigos en una historia de suspense que descoloca al espectador y en una situación escénica que romperá la cuarta pared para interactuar directamente con el público. Y es aquí donde está el acierto de la obra, en el juego que hace entre la ilusión teatral, su rotura y su resolución final.

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De este modo el público será testigo de dos obras diferentes que se entremezclan: una más convencional y placentera y otra más innovadora y angustiosa en la que casi nada es lo que parece y en la que el suspense se desarrolla en un inteligente in crescendo dramático. Por lo que respecta a la autoría y la dirección, se nota que Ley-Galindo conviven teatralmente desde hace tiempo, y que su obra posee una única visión. Poco es lo que sobra entre la fase de escritura y la de dirección, como si todo fuera obra de una misma persona. Las actuaciones de los jóvenes miembros de la compañía Eòlia están a la altura del proyecto, lo que hace que el resultado esté afinado a partir de una interpretación coral de un grupo de amigos disfrutando de una cena. El escenario se adapta perfectamente a lo que la trama necesita, esto es, crear la ilusión de asistir a una velada gastronómica en el Museo de Arqueología.

Sin embargo la obra falla en su resolución final, difícil de seguir por el público y demasiado mística para ser del todo creíble. Una conclusión que, aunque bien alcanzada a través del clímax que se ha ido creando durante la representación de la obra, no acaba de convencer del todo.

Digue’m la veritat alcanza una muy buena nota por la frescura de las temáticas que trata, entre las que podemos hallar la realidad global del mundo y la cada vez más agobiante presencia de la violencia terrorista en los medios de comunicación, y la forma en como las trata, y nos habla de los grupos de amigos, aquellos cuyo origen se pierde en el pasado pero que son, la mayoría de las veces, las realidades que estructuran las vidas de la mayoría de nosotros.

«Digue’m la veritat» se representa en el Museu d’Arqueologia de Catalunya del 14 al 18 de julio de 2015.

Autor: Pablo Ley
Dirección: Josep Galindo
Reparto: Tasio Acezat, Cristina Blanco Aloy, Rai Borrell, Sonia Espinosa, Eugènia Manzanares, Kathy Sey y Toni Soldevila
Escenografía y vestuario: Projecte Galilei
Diseño de iluminación: Anna Espunya
Concepción sonora: Javi Gamazo
Producción: Grec 2015 Festival de Barcelona, Eòlia Escola Superior d’Art Dramàtic y Projecte Galilei

Horario: 20:30 horas
Precio: 17 €
Idioma: catalán
Duración: 90 minutos

NOTA CULTURALIA: 8
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Jorge Pisa

Crítica teatral: El carrer Franklin, en el TNC

El Festival Grec ha programado este año diversos espectáculos de carácter reivindicativo, siguiendo una senda ya marcada el año pasado. Una de estas propuestas es El carrer Franklin en el TNC, una obra dirigida por Josep Maria Miró, con texto de Lluïsa Cunillé e interpretada por Xavier Albertí, Montse Esteve, Oriol Genís, Lina Lambert i Xavier Pujolràs.

«La calle de Franklin se está quedando desierta debido a la oleada de desahucios que afecta a la ciudad. Un vecino travestido que da clases de música y su marido, de profesión taxista, han sido las últimas víctimas de una fiebre que ni siquiera su cuñada y hermana, una activista que recorre una ciudad medio vacía megáfono en mano, ha podido detener. Mientras tanto, la vecina, una inglesa sobrina de la difunta Margaret Thatcher, acaba de recibir parte de sus cenizas… Nada falta en esta historia alocada y ácida, ni siquiera un gobernador del Banco de España a quien nadie escucha y que busca desesperadamente una carta perdida que puede traerle problemas».

El teatro de nuevo se pone a recorrer las calles para hablar de las injusticias que se producen en ella. Y en este caso lo hace a través de la comedia y la farsa. Lo primero que verán los espectadores que acudan al teatro son los tristes efectos de un desahucio, esto es, los bienes de una familia expuestos en la calle. Una vez llamada su atención a través de una realidad cada vez más habitual en los medios de comunicación, iremos conociendo a los afectados, que parecen unir en sus personas las contradicciones del mundo en el que vivimos: un hombre travestido; el presidente de una asociación de taxistas sin miembro alguno; la líder de una Ong sin socios que la respalden; una familiar de Margaret Thatcher venida a menos o el torpe gobernador del Banco de España.

Franklin_alta-2905La obra más que una historia nos presenta una situación en la que la realidad triste de un desahucio y sus funestas consecuencias, se mezclan con la sátira y la farsa que resulta de la suma de los protagonistas. Por tanto, lo que destaca más, junto a la escenografía, que nos muestra un tramo de calle ocupada por los muebles y las personas que antes formaban un hogar, son las interpretaciones de los actores y actrices.

Es por esta razón que el trabajo de los actores tiene un mayor peso específico en esta obra. En este marco interpretativo destaca Xavier Albertí, que da vida a el/la locuaz transvestido/a afectado/a por el desahucio, con dotes musicales con las que se gana la vida. Oriol Genís interpreta, con su tono habitual, a un presidente del Banco de España algo perdido y despistado y Xavier Pujolràs encarna a un taxista que tiene en su mano la oportunidad para variar su suerte. En el apartado femenino Lina Lambert da vida a una fría y distante familiar de la Dama de hierro británica en riesgo también de desahucio y Montse Esteve interpreta a la activista a la que la crisis ha dejado sin apoyo y, por lo tanto, sin eficacia.

La trama se traslada fácilmente a la realidad que viven muchos catalanes y españoles hoy en día, en una sociedad que le ha puesto precio a todo, incluso al hogar y a la vida misma, y en la que fracasar puede costar muy caro. Pero esta realidad la vemos deformada como a través de un caleidoscopio, ideado por Lluïsa Cunillé, en el que las formas aparecen desfiguradas y las imágenes acaban concretándose de forma extraña y sobre todo cómica, aunque la tragedia, como uno puede suponer al ver la temática de la que trata la obra, también está presente. Como también lo está la música, ya que de una forma igualmente caleidoscópica, la mayoría de los personajes interpretarán algún tema musical, como elemento que ayuda al público a definirlos.

El carrer Franklin es una oportunidad de reflexionar sobre un tema trágico de una forma cómica, o tragicómica, un esfuerzo casi titánico para su autora y para el director de la obra, Josep Maria Miró, que al menos puede servir de revancha, al permitir, al menos en la obra, que todos reciban su merecido ya sea en el interior de un frigorífico o tomando en la calle una reconfortable taza de té.

«El carrer Franklin» se representa en el TNC del 2 al 19 de julio de 2015

Autora: Lluïsa Cunillé
Dirección: Josep Maria Miró
Reparto: Xavier Albertí, Montse Esteve, Oriol Genís, Lina Lambert y Xavier Pujolràs
Escenografía: Enric Planas
Vestuario: Albert Pascual
Iluminación: David Bofarull (aai)
Sonido: Santi López
Caracterización: Lucho Soriano
Producción: Teatre Nacional de Catalunya y Grec 2015 Festival de Barcelona

Horarios: de miércoles a sábado a las 20:00 horas y domingo a las 18:00 horas
Precio: 11,5 a 23 €
Idioma: catalán
Duración: 1 hora y 10 minutos

NOTA CULTURALIA: 7
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Jorge Pisa