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Crítica teatro: Paraíso perdido, en el Teatre Grec

Llega el final del Festival Grec y con él una de sus cargas de profundidad con Paraíso perdido, obra que adapta y actualiza el poema épico de John Milton con dramaturgia de Helena Tornero y dirección de Andrés Lima, con un reparto que incluye a Pere Arquillué, Cristina Plazas, Lucía Juárez, Rubén de Eguia, Elena Tarrats y Laura Font.

“El poema épico publicado por John Milton en 1667 cuenta la tragedia de la caída del hombre, pero también narra la caída de Satán. Reivindicado por los románticos como el verdadero héroe, el Satán de Milton simboliza el rebelde que se subleva ante la tiranía del cielo. Porque antes de la caída del hombre está la historia del ángel caído. La historia de una rebelión fracasada y sus consecuencias, que condicionarán el destino del hombre y de la mujer”.

Paraíso perdido nos propone una relectura actualizada del poema de Milton en el que la naturaleza del bien, y por tanto del mal, está muy presente, al igual que la condición de la relación entre hombre y mujer o la ficción rebelde del teatro.

La obra sigue el relato del poema original, mostrándonos la caída de Satanás y sus compañeros rebeldes al infierno por obra de Dios, y las artimañas que a partir de ahí el mal llevará a cabo con el objetivo de acabar con el Paraíso que Dios ha creado para el hombre y la mujer. Un realto que sirve, además, para varias reflexiones que los autores ponen al alcance del público.

La primera y más esencial es el origen del bien y del mal y del poder. Dónde reside la clave para entender la evolución de la humanidad y de sus acciones, tanto particulares como en colectividad. ¿Es la propia creación la fuente de todo bien y por tanto, de todo mal? ¿Es por tanto, todo responsabilidad de Dios?

Paraiso perdido_1

La segunda reflexión que aparece en la obra es sobre el teatro y el actor (léase también, la actriz). El artificio que supone la ficción del teatro y su pretendida voluntad de provocar y hacer ver a los demás la realidad del momento con todo lo que ella comporta.

Por último, la relación entre el hombre (Adán) y su costilla (Eva), y las consecuencias que la dominación de la mujer por el hombre han comportado y comportan incluso en la actualidad. Como veis, unas reflexiones de calado que emergen acertadamente del texto de Milton.

La dirección y la puesta en escena están muy logradas. Tornero y Lima han sabido crear un ambiente escénico perfectamente adecuado al mito que nos narran, con momentos de gran belleza, como la presentación de Culpa y Muerte (Elena Tarrats y Laura Font) repleta de cánticos y sincronías que crean un espacio fuertemente onírico; la aparición de Adán y Eva y su evolución física o el alegato feminista de Eva al morder la manzana y conocer la realidad de su situación.

La interpretaciones también están muy pulidas, algo necesario en la adaptación de la obra de la que se trata. El duelo verbal y espiritual entre Dios (Arquillué) y Satanás (Plazas) mantiene la grandiosidad de los versos de Milton y, en algunos momentos, la ferocidad de una reflexión más actual. A ellos les acompañan Lucía Juárez y Rubén de Eguia, que interpretan en un plano secundario a Eva y Adán. Todo ello envuelto en un juego de luces y sonidos y en un conjunto de videopantallas que proveen a la obra de ese toque onírico y abisal que necesita la representación.

No queda otra, pues, que ver Paraíso perdido, por la calidad de la propuesta y por las reflexiones antiguas y modernas a las que no remite, no sin tener en cuenta que los mitos religiosos no hacen otra cosa que hablar sobre nosotros y nosotras mismas y sobre lo bueno y lo malo que hace que seamos humanos, como el buen teatro.

«Paraíso perdido» se representa en el Teatre Grec del 26 al 27 de julio de 2022.

Autoría: Helena Tornero (basado en el poema épico El Paraíso perdido de John Milton)
Dramaturgia: Helena Tornero, Andrés Lima
Dirección: Andrés Lima
Interpretación: Pere Arquillué, Cristina Plazas, Lucía Juárez, Rubén de Eguia, Elena Tarrats, Laura Font
Escenografía y vestuario: Beatriz San Juan
Iluminación: Valentín Álvarez (AAI)
Música original y espacio sonoro: Jaume Manresa
Caracterización: Cécile Kretschmar

Duración: 90 min
Idioma: Castellano
NOTA CULTURALIA: 8,5
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Jorge Pisa

Llega el Festival Grec de Barcelona adaptado a la «nueva realidad»

El Festival Grec de Barcelona se celebrará finalmente del 30 de junio al 15 de agosto y será uno de los pocos grandes festivales europeos que lo haga este verano. Ayudará de esta forma al sector escénico y a crear vida social y cultural en la ciudad.

El Grec, cuya programación se presentará en junio, tendrá una duración de dos semanas más de lo habitual con un total de unos 100 espectáculos, y se concentrará en los espacios teatrales de Montjuïc –Teatre Grec, Teatre Lliure, Mercat de les Flors– que abrirán a un tercio de su aforo o lo que la normativa sanitaria dictamine en ese momento.

El festival, que contará con 3,3 millones de euros de presupuesto para ayudar al tejido local, exhibirá fundamentalmente producción local y alguna perla internacional. El Lliure o el Mercat exhibirán obras pensadas para salas más pequeñas. Y será un Grec popular ya que las entradas costarán 15 € y 5€ en los espectáculos familiares.

Además del espacio central en Montjuïc, museos como MNAC, CCCB, Macba, Born y Marítim se suman para espectáculos de pequeño tamaño, y las televisiones y radios están ya dispuestas a retransmitir espectáculos para hacerlos llegar a más gente.

Crítica teatral: Les feres de Shakespeare, en el Teatre Condal

Llega, de nuevo, el Festival Grec, y con él una avalancha de estrenos y de actividad cultural. En Culturalia iniciamos la sección «festival Grec 2019» con la crítica de Les feres de Shakespeare, estrenada el pasado 4 de julio en el teatro Condal, una adaptación «libre y en femenino» de La fierecilla domada de William Shakespeare, producida por la compañía Els Pirates Teatre, dirigida por Adrià Aubert e interpretada por Laura Aubert, Lloll Bertran, Mariona Castillo, Ricard Farré, Laura Pau, Lluna Pindado, Arnau Puig i Jordi Vidal.

«Para poder romper con el papel que les ha tocado vivir en la Padua de 1594 y convertirse en lo que deciden ser, a las mujeres sólo les queda una opción: desplegar su furia. Una historia brutal sobre tres mujeres, Caterina, Bianca y Lucenza, que a través de su inteligencia, su valor y su determinación conseguirán transformar su destino. Lucenza se disfraza de hombre y llega a Padua para poder estudiar en la universidad. Bianca inicia un nuevo camino para descubrir su identidad. Catalina se rebela contra una boda forzada y emprende una lucha para liberarse de su verdugo».

Una propuesta que representa el primer espectáculo de gran formato producido por la compañía Els Pirates Teatre, a los que conocemos ya por otras comedias como “Somni d’una nit d’estiu” y “Nit de Reis (o el que vulgueu)“, basadas también en el repertorio de Shakespeare.

De nuevo una comedia del gran dramaturgo inglés que desde la lejanía del tiempo nos habla de la actualidad, no por otra es un clásico. Adrià Aubert y Ariadna Pastor han adaptado la comedia y la han liberalizado para hablarnos del papel de la mujer y de la individualidad en la sociedad actual. El concepto es más que válido por la vigencia del texto original y por la adaptación llevada a cabo, en la que las tramas y los personajes han sufrido profusas modificaciones.

El espectáculo nos habla de la voluntad de tres mujeres, Caterina, Bianca y Lucenza de luchar contra las limitaciones sociales de su época, el Renacimiento del siglo XVI, y vivir sus vidas centradas en ellas mismas y sus expectativas, algo cada vez más evidente y apuntalado en nuestro mundo actual y que confirma el acierto de la propuesta.

Les feres de Shakespeare_teatre condal

Bodas impuestas a las hermanas mayores con el objetivo de casar a las hermanas menores; pretendientes enamorados y aliados para obtener el amor de su bella dama; aristócratas arruinados que buscan solucionar sus problemas económicos consiguiendo una buena boda (con su buena dote respectiva); jóvenes escapadas del convento que quieren estudiar en la Universidad de Padua, intercambios de roles sexuales y travestismo, todo ello acompañado de diversas coreografías musicales para dar más vistosidad a la representación y de toda una serie de confusiones y engaños al estilo de la comedia clásica.

Y algo que no se puede olvidar, un texto, el de Shakespeare, colmado de bellísimas composiciones que danzan en los oídos del público asistente.

Aún así, el resultado no es todo lo extraordinario que debería ser. La escenografía no ayuda demasiado al avance del relato, ya que aunque impacta visualmente no se acaba de integrar plenamente en la representación. Por su parte, los temas musicales tampoco destacan por su brillantez o agilidad, cosa que le roba entusiamo a la propuesta.

Lo que sí está a la altura debida son las interpretaciones actorales y musicales del reparto, en las que destacan todos y todas: Laura Aubert como la «fierecillla a domar»; Mariona Castillo, que interpreta a la joven que llega a Padua para estudiar en su universidad y que se trasvestirá para acercarse a su amada; Laura Pau que da vida a la alocada y sincera amiga de Lucenza; Lluna Pindado, que interpreta a la bella Bianca y Lloll Bertrán, que encarna a la madre de las dos jóvenes casaderas. En el ámbito masculino también las interpretaciones están a la altura con los espléndidos Ricard Farré, Arnau Puig y Jordi Vidal que interpretan a los díscolos pretendientes.

Una obra que alegra, sin duda, la escena teatral barcelonesa pero que no acaba de dejar aquel tierno y delicado sabor de boca que uno puede esperar. Una propuesta, por otra parte, muy actual.

«Les feres de Shakespeare» se representa en el Teatre Condal del 4 al 28 de julio de 2019.

ENTRADAS: Ticketea (22% de descuento!!)

Autor: William Shakespeare
Adaptación y traducción: Ariadna Pastor
Dirección: Adrià Aubert
Reparto: Laura Aubert (Neus Pàmies, cover), Lloll Bertran (Maria Cirici, cover), Mariona Castillo, Ricard Farré, Laura Pau, Lluna Pindado, Arnau Puig y Jordi Vidal
Música: Ariadna Cabiró
Músicos: Ariadna Cabiró, Gemma Pujol, Marcel·lí Bayer / Jordi Santanach
Escenografía: Enric Romaní
Vestuario: Maria Albadalejo
Coreografía: Anna Romaní
Iluminación: Lluís Serra
Sonido: Jordi Ballbé
Producción: Els Pirates Teatre y Grec 2019 Festival de Barcelona

Horarios: de martes a viernes a las 20:00 horas; sábados a las 17:30 y  a las 20:30 horas y domingos a las 18:30 horas
Precio: A partir de 22€
Idioma: catalán
Duración: 2 horas
NOTA CULTURALIA: 8
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Jorge Pisa

ENTRADAS Les feres de Shakespeare en el Teatro Condal

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Crítica teatral: Filoctetes, en el Teatre Grec

El Festival Grec llegó y el Festival Grec, como cada año, se fue… En esta edición Culturalia ha asistido a la representación de tres obras. De dos de ellas ya hemos publicado la crítica, y de la última, un poco tarde, la publicamos ahora: Filoctetes, de Sófocles, adaptada por Jordi Casanovas, dirigida por Antonio Simón e interpretada por Pedro Casablanc, Félix Gómez, Pepe Viyuela y Samuel Viyuela.

«Explica la mitología que Filoctetes, uno de los héroes griegos que participaban en la expedición que debía destruir Troya, fue mordido por una serpiente. Y su herida infectada hedía hasta tal punto y sus gritos de dolor incomodaban tanto a sus compañeros de expedición que le dejaron abandonado en la isla desierta de Lemnos. Años después de esta traición, sus compañeros de viaje, entre ellos Ulises, incapaces de vencer la resistencia troyana, deciden ir a buscar a Filoctetes y hacerse con su arco, un arma mágica y definitiva que le había dado Heracles, hijo de Zeus. Intuyendo la resistencia de Filoctetes a los deseos de los compañeros que le traicionaron, Ulises se hace acompañar de Neoptólemo, hijo de Aquiles, que había sido el mejor amigo del guerrero abandonado. El joven aspira a formar parte de la élite por lo cual tendrá que arrebatar su arma a Filoctetes. Pero en esta operación tendrá que enfrentarse a sus propios escrúpulos».

Filoctetes nos habla de principios y de poder y de cómo los primeros se ven presionados y atormentados por el segundo. La última tragedia escrita por Sófocles nos permite reflexionar sobre cómo los principios de los ciudadanos de una polis o (de un país) pueden caer en saco roto ante los intereses de los poderosos. Los primeros están encarnados en la conducta de Neoptólemo (Félix Gómez), hijo de Aquiles y los segundos por el astuto y sin escrúpulos Ulises (Pepe Viyuela) que en sus ansias de vencer en la guerra recurrirá a una de sus argucias para hacerse con el arma que posee Filoctetes, implicando en ella al joven y bienintencionado Neoptólemo.

Filoctetes_teatre grecHe aquí la clave con la que Antonio Simón y Jordi Casanovas actualizan la trama de Filoctetes, interpelando al público sobre cuáles son los límites del poder y hasta qué grado los poderosos imponen su voluntad sobre los ciudadanos. Por tanto la figura clave la hallamos en Neoptólemo, cuya misión le hará dudar sobre lo correcto de su afán de hacerse con el arco de Hércules que está en posesión de Filoctetes y de si los fines justifican los medios.

La propuesta no acaba de acertar en todos los aspectos. Si por una parte las interpretaciones están a un buen nivel, en las que destacan por su centralidad las de Pedro Casablanc (Filoctetes) y Félix Gómez (Neoptólemo), la adaptación de Casanovas no acaba de ser del todo comprensible para un espectador actual. Por su parte la escenografía tampoco ayuda en demasía a esta comprensibilidad, pues se basa en un espacio de naufragio, que hace referencia al abandono de Filoctetes por parte del ejército griego (y posiblemente también a la tragedia de la migración actual en el mediterráneo)  y una iluminación algo escasa.

Es más interesante, por otra parte, la conceptualización del coro, que la obra mantiene pero que transforma conscientemente en femenino, y con el que Casanovas y Simón incorporan la crítica de género a la trama, haciendo constante referencia al comportamiento masculino y sus consecuencias para el ciudadano y la comunidad.

Filoctetes es, pues, otro intento de reflejarnos en los clásicos para observar a través de ellos la actualidad que nos rodea, si bien falla en su concepción como obra y en su relato. Una oportunidad, sin embargo, para ver a Pepe Viyuela en una faceta menos televisiva y para rememorar una tragedia de Sófocles menos conocida.

«Filoctetes» se representó en el Teatre Grec el 31 de julio de 2018.

Versión: Jordi Casanovas
Dramaturgia: Jordi Casanovas y Antonio Simón
Dirección: Antonio Simón
Reparto: Pedro Casablanc, Pepe Viyuela, Félix Gómez, Samuel Viyuela y la colaboración especial de Miguel Rellán
Coro: Arantxa Aranguren, Sandra Arpa, Marina Esteve, María Herrero, Sara Illán, Nahia Láiz y Mónica Portillo
Escenografía: Paco Azorín
Vestuario: Sandra Espinosa
Coreografía: Moreno Bernardi
Música: Lucas Ariel Vallejos
Iluminación: Pau Fullana
Caracterización: Lolita Gómez
Técnico de sonido: Fernando Díaz
Producción: Bitò y el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida

Idioma: castellano
Duración: 90 minutos

NOTA CULTURALIA: 7

Crítica teatral: Assaig sobre la lucidesa, en el Teatre Lliure

assaig.sobre.la.lucidesa_Teatre lliureEl Festival Grec va tocando ya a su fin este año, y en Culturalia nos disponemos a reseñar algunos de los últimos espectáculos programados. En esta ocasión analizamos Assaig sobre la lucidesa, obra de teatro basada en la novela de José Saramago, adaptada por Jumon Erra y que nos permite reflexionar sobre la relación del ser humano y la política y los derechos y obligaciones de la ciudadanía.

«En una ciudad se convocan elecciones y la mayor parte de la población decide votar en blanco. Este hecho, que se suma a un extraño episodio de ceguera que ya vivió la ciudad años atrás, sitúa a los políticos a la ofensiva con el objetivo de averiguar qué está pasando y quien es el culpable. Para ello no dejarán de recurrir a los métodos más arbitrarios, poniendo en riesgo los derechos e incluso la vida de los ciudadanos».

Assaig sobre la lucidesa posee dos valores principales. El primero no es otro que adaptar una obra de Saramago, algo ya de por sí meritorio, y que sigue la estela de la adaptación cinematográfica de Ensayo sobre la ceguera (A ciegas, Fernando Meirelles, 2008). El segundo es la reflexión que propone la obra, ya que indaga sobre la relación entre gobernados y gobernantes y sobre el desgaste de las democracias en el mundo actual.

Jumon Erra opta por un espectáculo de pequeño formato en el que concentrar toda la reflexión de Saramago. Cuenta con la base de un buen relato y con la complicidad de los cinco actores y actrices que integran el elenco: Elena Fortuny, Xavier Frau, Òscar Intente, Maria Ribera y Jacob Torres, que dan vida a los diferentes personajes de la historia. Una dirección de actores que si bien muestra una cierta premura en los inicios de la representación, se va consolidando a medida que pasan los minutos.

El resto es dejado a la imaginación del público, ya que aparte de mínimos elementos de atrezo y la utilización de rotuladores con el que se marca la acción sobre el escenario, el espacio escénico se mantiene vacío a lo largo de la representación.

Y el relato de la obra, que podemos hacer nuestro muy fácilmente, nos propone reflexionar sobre cómo la política y los políticos gestionan a los gobernados. Que la mayoría de la población de una ciudad se atreva a votar en blanco sin respeto a las leyes democráticas de convivencia, pondrá a los políticos de la ciudad y del país en una situación complicada, que les forzará a tomar medidas cada vez más drásticas para descubrir quién está al frente de la «revuelta» ciudadana.

Es aquí donde hallamos la pluma más afilada de Saramago, al proponer un inicio de crisis en el sistema y detallarnos cómo el propio sistema pretende solucionarlo, sin tener en cuenta las libertades y los derechos de los ciudadanos y las ciudadanas. Algo hacia lo que podría dirigirse la política mundial en un mundo de cambio y de pérdida de autoridad de los poderes establecidos.

La compañía La danesa da en el clavo con esta propuesta, que si bien casi entra más en el ámbito de la ciencia-ficción, como ya le paso en parte a Ensayo sobre la ceguera (en la que Saramago nos mostraba la violencia ejercida por la propia población en un momento de crisis) nos permite especular sobre cómo respondería la política y los políticos ante una revolución ciudadana.

«Assaig sobre la lucidesa» se representó en el Teatre Lliure el viernes 27 y el sábado 28 de julio de 2018.

Autoría: José Saramago
Versión / Adaptación: Jumon Erra
Interpretación: Elena Fortuny, Xavier Frau, Òscar Intente, Maria Ribera y Jacob Torres
Dirección escénica: Roger Julià
Dramaturgia: Jumon Erra, Roger Julià
Escenografía y vestuario: Clàudia Vilà
Espacio sonoro: Enric Monfort
Diseño de la iluminación: Sylvia Kuchinow
Producción ejecutiva: Cia. La Danesa, Elena Fortuny

Idioma: catalán
Duración: 80 minutos

NOTA CULTURALIA: 8
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Calígula, en el Teatre Grec

Este año BlogCulturalia ha estado algo ausente del Festival Grec, debido en parte a la programación y en parte a la fuerte carga de trabajo pendiente. Prueba de ello es que la crítica de Calígula, programada en el Teatre Grec los días 20 a 23 de julio, la publicamos el 23 de agosto (vaya, que tarde!!).

En esta ocasión, criticamos una obra con un claro adn culturalia, esto es, una pieza teatral ambientada en la Roma imperial, escrita por Albert Camús, dirigida por Mario Gas e interpretada, entre otros, por Pablo Derqui, Borja Espinosa, Pep Ferrer y Mónica López, y que reflexiona sobre el poder y  la tiranía.

Suetonio dejó para la posteridad un retrato del tercer emperador romano, Cayo Julio César Augusto Germánico, más conocido como, Calígula. El escritor Albert Camus, uno de los autores imprescindibles de la Francia del siglo XX y premio Nobel de Literatura en 1957, partió de este retrato para crear una pieza teatral que es, de hecho, un conjunto de obras integradas en una sola. Su protagonista se enfrenta al absurdo de la existencia (uno de los temas clave en la obra de Camus) tras la muerte de su hermana y amante, Drusila, y en un intento de demostrar la mortalidad e infelicidad humanas, somete a sus súbditos a todo tipo de horrores y persecuciones.

La versión de Calígula de Mario Gas tiene elementos a favor y elementos en contra. Entre los primeros está el envejecimiento del texto, una reflexión sobre la naturaleza humana y el poder que profundiza en estos temas posiblemente en demasía para los gustos del público actual. Camús analiza la figura del emperador Calígula, de la que extrae un caso sobre el que dilucidar el límite del poder y la naturaleza de la tiranía, en un contexto, el del Imperio romano, ejemplo por antonomasia del poder absoluto. Una reflexión plasmada sobre el escenario con un ritmo pesado, que a veces parece que más que avanzar se extiende en espiral, volviendo una y otra vez a las mismas reflexiones. Mario Gas no ha sabido, por tanto, insuflarle a la representación la vitalidad necesaria, lo que hace que la obra padezca por ello.

Calígula_Grec_2017Un elemento que tampoco ayuda demasiado es la escenografía, que representa en plano inclinado lo que podría ser la porción de la fachada de un coliseo o teatro romano. Si bien la apuesta sorprende inicialmente, provee a la representación de un grado de frialdad que contagia al espectáculo.

Por el contrario, en el ámbito de las interpretaciones la cosa mejora. Y en este apartado destaca la figura de Pablo Derqui, cuya fisonomía y capacidad interpretativa se amolda a la perfección a la del emperador romano loco por excelencia. Derqui afina su interpretación para dar vida a un emperador afectado por la muerte de su hermana Drusila, hecho este que afecta a su buen juicio y su capacidad para juzgar la realidad que le rodea, y que lo convierte en el tirano que el cine y las novelas, y la obra de Suetonio, nos han dado a conocer, que actuará con la intención de conocer el límite del poder y de la propia existencia humana.

A su lado el resto del reparto interpreta a los cortesanos cercanos a Calígula, entre ellos Pep Ferrer, Borja Espinosa y Mónica López, que dan vida a los principales personajes secundarios, destacando entre ellos la actuación de esta última como Cesonia, la última mujer de Calígula.

Y por fin, el elemento que más polémica y comentarios negativos ha generado en esta nueva versión del Calígula de Camús, y que no es otro que la inclusión de la música de David Bowie y de personajes cinematográficos como The Joker y La Máscara en la escena de la performance llevada a cabo por el propio Calígula y sus más allegados. Pues bien, esta es posiblemente la escena de la obra que más energía provee a la representación, acertada tanto en referencia a las fuentes antiguas, que ya nos hablan de las “actuaciones afeminadas” del emperador, como por la actualidad musical del momento, con la reciente muerte de David Bowie. Un claro acierto, sí señor, a pesar de las valoraciones negativas que ha recibido la apuesta.

Calígula es una obra que reflexiona sobre el poder y sus límites, pero que lo hace fuera de perspectiva, una apuesta atrevida en algunos momentos, pero que se hace demasiado lenta y sesuda para el público del siglo XXI, o al menos para una parte de él y que podremos volver a contemplar, aquellos que no han tenido la oportunidad durante este Festival Grec, a partir de l0 de noviembre en el teatre Romea.

«Calígula» se representó en el Teatre Grec en el marco del Festival Grec de Barcelona del 20 al 23 de julio de 2017.

Autor: Albert Camus
Traducción: Borja Sitjà
Dramaturgia y dirección: Mario Gas
Interpretación: Pablo Derqui, Borja Espinosa, Pep Ferrer, Mónica López, Pep Molina, Anabel Moreno, Ricardo Moya, Bernat Quintana y Xavier Ripoll
Escenografía: Paco Azorín
Iluminación: Quico Gutiérrez
Espacio sonoro y composiciones musicales: Orestes Gas

NOTA CULTURALIA: 7
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Esplendor, en el Teatre Romea

Como os decía en la anterior crítica, este año el Festival Grec posee un claro adn político, en un esfuerzo de acercar el teatro a la realidad que nos rodea y que a veces nos sobrecoge. Este también es el caso de Esplendor, de Abi Morgan, dirigida por Carme Portacelli, una obra interpretada por Míriam Iscla, Lluïsa Castell, Gabriela Flores i Laura Aubert que nos habla del final de un régimen y de una realidad que está justo a punto de desaparecer.

“En una sala opulenta del Palacio Presidencial de un tirano europeo cuatro mujeres mantienen una frágil capa de cordialidad civilizada mientras fuera, con un clima terrible, una guerra se va acercando cada vez más. Una fotógrafa corresponsal de guerra espera el retorno del tirano, del presidente. Ella ha venido para hacerle una foto. La mujer del presidente, su mejor amiga y una intérprete le esperan con ella. Zapatos de Prada, vasos de vodka… hacen pasar el tiempo de espera. Él llega tarde, muy tarde… Las cuatro mujeres tienen secretos y sospechas. Las cuatro están en peligro”.

Esplendor es una obra que, así a primeras, nos propone un título algo confuso, ya que más que mostrarnos un momento de apogeo de un régimen político, lo que evidencia es justamente lo contrario, es decir, el episodio de hundimiento final de una realidad política a través de cuatro mujeres relacionadas de alguna forma con el presidente al que se está a punto de derrocar. De ahí que la obra pretenda, en parte, reflexionar sobre el poder y sobre lo frágil que este puede llegar a ser, a veces. Una reflexión con un claro toque femenino, propio de Morgan, autora de guiones como Shame, Sufragistas o La Dama de Hierro.

Las cuatro mujeres (Míriam Iscla, Lluïsa Castell, Gabriela Flores y Laura Aubert) nos detallan lo que pasa en la sala del palacio presidencial a través de un relato narrativo que se irá enriqueciendo con las vivencias y las opiniones de cada una de ellas. De ahí que la confusión prevalezca a menos en los primeros momentos de representación, ya que el espectador será testigo de la misma escena en varias ocasiones, aunque relatada desde diversos puntos de vista, algo que le obligará a estar muy atento a lo que se hace y se dice sobre el escenario.

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Por lo que respecta a la puesta en escena, la acción se desarrolla en un espacio dominado por un piano cubierto por bebidas, vasos y copas, hecho este que nos permite confirmar lo privilegiado de su situación y que podremos corroborar al conocer la situación del país de la mano de las cuatro mujeres reunidas. Puede incluso, que estemos asistiendo al último festín organizado por el presidente de la nación.

Y el tema que pretende analizar la obra, que no es otro que el poder o el “final” del poder, queda algo difuso, primero porque nunca sabremos en qué país se desarrolla la acción y porque la reflexión se queda en la mayor parte en titulares, aquellos que acostumbramos, por desgracia, a ver en los informativos y que en pocas ocasiones van más allá de una simple exposición.

La directora, Carme Portacelli ya nos propuso una reflexión acerca del poder o del poder tirano en El president de Thomas Bernhard, estrenada en el TNC el año pasado. En aquel caso la configuración de la obra era en parte similar a la de Esplendor, si bien en este caso a la obra le falta algo más de profundidad y de espíritu combativo, con el cual capturar al espectador y llevarlo a meditar sobre la realidad política actual. Una lástima ya que la temática y la producción prometían, ciertamente,  algo más.

Por lo que respecta a las interpretaciones, todas las actrices están correctas, aunque parece que la trivialidad de la obra en general no les ayuda a elevar sus interpretaciones. El único momento en el que la emoción se desparrama sobre el escenario es hacia el término de la obra en el que la primera dama (Míriam Iscla) nos ofrece un acto final de valentía vital.

Esplendor es una obra compleja, posiblemente demasiado, en su desarrollo escénico e interesante en el tema que trata, que obliga al público a permanecer atento, si bien este es un esfuerzo del que no se extrae demasiado provecho, ya que el espectador abandona el teatro con la sensación de no haber obtenido impulso visceral o reflexivo alguno. Toda una lástima.

Esplendor” se representa en el Teatre Romea del 30 de junio al 17 de julio de 2016

Autora: Abi Morgan
Directora: Carme Portaceli
Traducción: Neus Bonilla Benages y Carme Camacho Pérez
Intérpretes: Míriam Iscla, Lluïsa Castell, Gabriela Flores y Laura Aubert
Espacio escénico: Anna Alcubierre
Banda sonora: Jordi Collet
Vestuario: Antonio Belart
Iluminación: Ignasi Camprodón

Horarios: de martes a sábado a las 21:00 horas y domingos a las 18:30 horas
Precio: 18 – 28 €
Duración: 1 hora y 40 minutos
Idioma: catalán

NOTA CULTURALIA: 6,5
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Els mots i la cosa, en el Teatre Lliure

Este año, y como es normal, el Grec nos ha ilusionado con algunas de su propuestas, nos ha decepcionado, seguro, con otras que no han acabado de acariciar nuestra prestancia teatral y nos ha asombrado con pequeñas joyas como Els mots i la cosa, obra escrita por Jean-Claude Carrière, adaptada y traducida por Ricard Borràs y dirigida por Pep Antón Gomez, una pequeña joya que consigue aunar las artes escénicas y la filología.

“En escena, un lingüista y una dobladora de películas pornográficas se intercambian unas cartas de lo más explícitas en las que repasan con gran conocimiento de causa todas las formas de referirse a los órganos sexuales, masculinos y femeninos, al acto del amor y a las diversas maneras en que se practica. La obra nació de la mente de Jean-Claude Carrière, que colaboró con Luis Buñuel en algunas de sus películas más conocidas y con Peter Brook durante más de treinta años. El actor Ricard Borràs, asesorado por el profesor de literatura Anton M. Espadaler y por el autor y director de escena Pep Anton Gómez, se ha atrevido a versionarla y adaptarla, en un trabajo que se acerca más a la reescritura que a la simple traducción”.

Una pequeña joya que nos muestra el gran esfuerzo de creación y de adaptación que se ha requerido para su presentación en el Grec 2015, ya que la composición escénica y la compostura filológica necesaria para su representación y la delicadeza con la que se ha llevado a cabo, denota un arduo trabajo, en el que Borràs ha recibido la ayuda del profesor de literatura Antoni Espadaler. Por todo ello la obra se ha de valorar como un éxito rotundo, ya que se convierte en un viaje filológico, literario y teatral a través del sexo, es decir, a través de la multitud de palabras y nombres con los que los hombres y las mujeres, en el ámbito de la lengua catalana, se han referido a los órganos sexuales y a las diversas y múltiples prácticas realizadas con ellos.

els-mots-i-la-cosa_3La obra se estructura de forma epistolar, en la que una dobladora de películas pornográficas solicita ayuda a un lingüista especializado en terminología sexual, con el objetivo de mejorar la calidad del doblaje de los films en los que participa, demasiado descuidados en este aspecto. Sobre el escenario veremos cómo evoluciona la relación que se crea entre los dos protagonistas, y constataremos, al mismo tiempo, la riqueza de la lengua en el ámbito de las denominaciones sexuales.

Como indica la presentación de la obra, no se vayan a pensar que estamos ante un espectáculo banal, sino todo lo contario. El esfuerzo por adaptar el texto, o casi reescribirlo, ha dado como resultado un pequeño espectáculo que resplandece de forma tierna y sensible. A ello se suma un cuidado escenario que nos muestra el estudio de trabajo del lingüista; unas interpretaciones adaptadas a la perfección al cariz de la obra y una simbiosis impecable entre el texto y los diversos actos en que se divide la obra. Todo ello potenciado por la presencia de un hilo musical y de diversos audiovisuales que amplían la naturaleza poética del espectáculo.

De esta forma, asistimos a lo que podríamos considerar una elegante comedia filológica acerca del sexo, ya que son continuas las sonrisas y las carcajadas que se escuchan a medida que tanto Ricard Borràs como Elena García nos recitan las bellas palabras, y no tan bellas, con las que nos hemos referido y nos referimos al sexo.

Un acierto tal el de la composición y la representación de la obra, que me fuerza a considerarla la mejor propuesta que he visto este año en el Festival Grec, con la que aprenderemos algo más sobre el sexo, al menos sobre su uso lingüístico, y de la que saldremos con una sonrisa horizontal tras la hora y diez minutos que dura el espectáculo.

Els mots i la cosa” se representa en el Teatre Lliure del 23 al 26 de julio de 2015.

Autor: Jean-Claude Carrière
Dirección: Pep Anton Gómez
Traducción: Ricard Borràs
Adaptación: Ricard Borràs
Reparto: Ricard Borràs y Elena Garcia
Asesoramiento: Anton M. Espadaler
Diseño de iluminación: Jaume Ventura
Producción: Grec 2015 Festival de Barcelona y Produccions Variacions Enigmàtiques

Duración: 70 minutos
Idioma: catalán

NOTA CULTURALIA: 9
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Amor & Shakespeare en el Teatre Grec

amor i shakespeare_2El pasado jueves 16 de julio se estrenaba Amor & Shakespeare en el marco del Festival Grec, uno de los platos fuertes de la programación de este año por varias razones: porque es un Shakespeare, un valor seguro en lo que respecta al éxito teatral; porque se representa en el Teatre Grec, un espacio paradigmático del festival y porque en la obra participan figuras interpretativas del calibre de Ariadna Gil, Rosa Renom, Sílvia Bel, Àlex Casanovas, Joel Joan y Jordi Boixaderas, dirigidos todos ellos por la batuta teatral de Josep Maria Mestres.

La propuesta representa una amalgama de diversas obras del autor inglés, entre las que se encuentran Los dos hidalgos de Verona, Mucho ruido y pocas nueces y Trabajos de amor perdidos y realiza un recorrido a través de los lances amorosos que sufren sus personajes principales, esto es, Proteo, Julia, Valentino y Silvia; Benedicto, Beatriz, Claudio y Hero y algo más tangencialmente el rey de Navarra, Biron, Longaville, Dumain y Rosalinda, María y Catalina. Excusa esta que permite a Guillem-Jordi Graells en la dramaturgia y a Mestres en la dirección, de la mano de Joan Sellent, el traductor de los textos, jugar con los personajes y las obras de referencia a su gusto, eso sí, respetando su estructuración y su arreglo de personajes.

La obra se convierte, así, en la excusa perfecta para desgranar la naturaleza del amor y de la felicidad que este provoca, aunque también seremos testigos del desasosiego que ocasiona y ofrce a los actores y las actrices que encarnan a los diversos personajes una oportunidad para poner en valor sus dotes de comedia y, más concretamente, sus dotes shakesperianas.

El espectáculo, sin embargo, parte con un problema de diseño que ni la mano del director ni el buen hacer de las interpretaciones puede evitar. Y este no es otro que la misma composición de la obra. Sobre el escenario se representan tres historias (resumidas), dos principales, Los dos hidalgos de Verona y Mucho ruido y pocas nueces y una algo secundaria, Trabajos de amor perdidos. De este modo los actores y las actrices se relevan sobre el escenario a medida que una u otra obra se está escenificando. El resultado es que la representación no llega a alcanzar nunca un apogeo único y global, algo propio de cualquier comedia, sino que aspira tan solo a tres culminaciones menores, a lo que se ha de sumar que las tramas han sido abreviadas, hecho que priva al espectador de una parte sustancial del relato que debería conocer, al menos al parecer del propio Shakespeare.

amor i shakespeare_1A pesar de estos defectos de forma, el Festival Grec se ha convertido durante algunos días, y gracias a la representación de esta obra, en el lugar de celebración del amor. La gran baza de la propuesta no han sido otras que los textos de Shakespeare y los actores y las actrices que participan en la obra. La propuesta escénica nos ha permitido ver a Àlex Casanovas, Joel Joan, Jordi Boixaderas y a Aleix Albareda suspirando por el amor de sus bellas y perturbadoras damas y al nutrido grupo de actrices compuesto por Ariadna Gil, Rosa Renom, Sílvia Bel, Laura Aubert y Mercè Pons jugando a la par que jugadas por el amor de sus pretendientes. La obra en este aspecto es una delicia que eleva la propuesta a un nivel de Champions League teatral.

Por su estructuración se pueden imaginar que la obra es una suma coral de interpretaciones, donde cada uno de los actores y actrices sumará para alcanzar una sublimación que en algunos momentos es brillante. A esto se han de sumar un par de temas interpretados y cantados por Jordi Boixaderas y por Joel Joan que le dan un brillo especial a la representación y un vestuario que destaca por su originalidad. La pena es, como decía antes, que la propia estructuración de la obra no permite que el conjunto se alce tal y como debería hacerlo, y aunque los diversos ingredientes son de gran calidad, el plato resultante no acaba de alcanzar el acierto que merece.

Amor & Shakespeare se queda a medio camino, mejor dicho, a dos tercios de su camino, debido a su concepción, a pesar del derroche que muestra en lo que se refiere a interpretación, escenario y vestuario, algo que nos deja patente que para construir un producto excelente ningún aspecto puede ser inferior a los otros, y mucho menos cuando hablamos del legado shakesperiano.

«Amor & Shakespeare» se representa en el Teatre Grec del 16 al 19 de julio de 2015.

Auto: William Shakespeare
Traducción: Joan Sellent
Dramaturgia: Guillem-Jordi Graells
Dirección: Josep Maria Mestres
Intérpretes: Ariadna Gil, Laura Aubert, Mercè Pons, Sílvia Bel, Rosa Renom, Àlex Casanovas, Joel Joan, Jordi Boixaderas y Aleix Albareda
Dirección musical: Jordi Domènech
Interpretación musical: Núria Andorrà
Espacio escénico: Pep Duran
Vestuario: Maria Araujo
Caracterización: Toni Santos
Movimiento: Montse Colomé
Iluminación: Kiko Planas
Producción: Grec 2015 Festival de Barcelona y ANEXA

Idioma: catalán
Duración: 90 minutos

NOTA CULTURALIA: 7,5
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Bangkok, en La Villarroel

Cartel_Bangkok_grecParece que los tiempos actuales no son los más favorables para los ciudadanos de a pie. La recesión económica; la crisis de valores (sociales y políticos) que arrecia a través de los medios de comunicación y los esfuerzos de la clase gobernante por hacer callar (y trabajar) a la población, ejemplo de lo cual es la aprobación por parte del gobierno del PP de la Ley mordaza, no podía pasar por alto al teatro y a sus profesionales, y el estreno de Bangkok es, también, un buen ejemplo de ello.

«En un aeropuerto vacío de la geografía española, aparece un misterioso anciano con un billete para volar a Bangkok. Allí se encuentra con la única persona que aún trabaja en esas instalaciones; un joven guardia de seguridad. Éste le informa de la imposibilidad de realizar el viaje que tenía planeado: En ese aeropuerto no hay aviones. Nunca los ha habido. Se trata de un aeródromo que a pesar de haber sido inaugurado, nunca ha estado operativo. Ante la incredulidad y la insistencia del viajero, el guardia le permite quedarse. A partir de ese momento se inicia entre los dos un diálogo en que no sólo se cuestionarán sus vidas, sus trabajos y la situación política, sino en el que también, poco a poco, se revelará la auténtica naturaleza de su encuentro».

Bangkok es una reflexión sobre la vida, de los personajes de la obra, y sobre sus actitudes ante esta, que fácilmente se extiende a la de la mayoría de los ciudadanos que han visto como en los últimos años su existencia ha mermado de la mano del contexto socioeconómico mundial, del que cada vez creemos conocer más aunque, en verdad, sepamos cada vez mucho menos. De esta forma, la obra se estructura como un duelo que no solo es dialectico e interpretativo, sino que va evolucionando y cambiando de forma a medida que avanza la obra y vamos conociendo a los personajes y sus verdaderas intenciones.

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El escenario escogido para ello no puede ser más sombrío: Las instalaciones de un aeropuerto fantasma, con claras reminiscencias al desolado aeropuerto de Castellón, sin servicio y custodiadas por dos vigilantes de seguridad (uno de ellos de nacionalidad china y al que nunca veremos). El encuentro entre un extraño viajero y el vigilante de seguridad nos permitirá conocer parte de su realidad como ejemplo de un contexto mucho más global: La situación de los jóvenes universitarios altamente preparados y resignados a trabajos basura; la perdida de los valores de antaño; la situación económica mundial; los poderes económicos en la sombra…

Todo ello lo conoceremos a través del fragor dialéctico que se producirá entre los dos personajes, un magnífico Carlos Álvarez-Novoa, que se lleva, sin duda, la parte del león en el éxito y la credibilidad de la obra y un Dafnis Balduz competente en su papel de guardia de seguridad y convencido campeón antisistema. Una disputa escénica que intenta hacernos ver como todo está interrelacionado y que nada de lo que hacemos es totalmente inocuo, sino todo lo contrario. Una lucha que nos permitirá ir descubriendo la cara auténtica de cada uno de los personajes y que irá perfilando un final revelador.

Todo en la representación está bien cuidado. De ahí que la obra escrita y dirigida de forma afilada e inquisitiva por Antonio Morcillo López haya ganado el XXII Premio SGAE 2013. Las interpretaciones y los actores están en su punto; el escenario encaja perfectamente con la historia que nos es narrada y el ritmo y la intensidad de la representación avanza en un in crescendo que tensiona las vísceras del público asistente.

Una propuesta que recuerda, al menos en su temática, al Bartolomé encadenado que se representó el año pasado también en el marco del Festival Grec. Si bien si aquella se quedaba en una simple salmodia de titulares periodísticos, Bangkok va más allá en su diseño y en su relato, permitiendo al espectador posicionarse a favor o en contra de los puntos de vista de uno de los dos personajes en liza, en una inquisición sobre los males de la sociedad en la que vivimos y de los que seguro que somos, al menos, co-responsables, al cerrar los ojos o al mirar a otro sitio mientras los problemas no nos afectaban a nosotros mismos y al resistirnos a desencadenarnos al sufrir el duro golpe en nuestras propias entrañas.

«Bangkok» se representa en La Villarroel del 1 de julio al 2 de agosto de 2015.

Autor y dirección: Antonio Morcillo López
Reparto: Carlos Álvarez-Nóvoa y Dafnis Balduz
Escenografía: Paco Azorín
Vestuario: Gimena González Busch
Iluminación: Kiko Planas
Espacio sonoro: Ramon Ciércoles
Caracterización: Toni Santos
Producción: Grec 2015 Festival de Barcelona, La Villarroel y el Centro Dramático Nacional

Horarios: de martes a viernes a las 21:00 horas; sábados a las 18:30 y a las 21:00 horas y domingos a las 18:30 horas
Precio: 24-28 €
Duración: 80 minutos
Idioma: castellano

NOTA CULTURALIA: 8,5
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Jorge Pisa