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Crítica teatro: Golfus de Roma, en el teatre Condal

El pasado 23 de septiembre se estrenaba Golfus de Roma, en el Teatre Condal, tras triunfar el año pasado en el Festival de Teatro Clásico de Mérida y hacer temporada en el Teatro La Latina de Madrid, un musical «made in Broadway» ambientado en la Roma antigua y capitaneado en esta ocasión por el actor Jordi Bosch.

«Pseudolus es un esclavo irreverente que intenta conseguir la libertad ayudando a Eros, el hijo de su amo, a ganarse el amor de Philia. Pero hay un problema… o dos: Philia pertenece a M. Lycus quien, a su vez, la ha vendido al general Miles Gloriosus. Y ninguno está dispuesto a renunciar a ella».

Pues sí, ya era hora de que Golfus de Roma llegara a Barcelona y de que Stephen Sondheim volviera a sonar sobre un escenario en estas latitudes. Y la ocasión se lo merece ya que Focus y el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida han conseguido revivir con gran acierto la Roma imperial en clave musical sobre el escenario.

Golfus de Roma_1

En esta ocasión el espectáculo ha sufrido una transfiguración al convertirse el espacio escénico en un circo, lo que potencia el elemento cómico de la representación, por lo que veremos la clásica trama creada por Burt Shevelone y Larry Gelbart y musicada por Stephen Sondheim en el año 1962, basada en las comedias del autor latino Plauto, en un contexto circense en el que los payasos y los clowns compartirán espacio con los actores y actrices cómicos.

Y entre ellos destaca, como no, la presencia de Jordi Bosch, que da vida al atrevido y resuelto Pseudolus en su ambición de alcanzar por fin la libertad. Y su esfuerzo se ve recompensado con buena nota, a la que no son ajenos el resto del reparto, en el que destacan Eloi Gómez, Meritxell Duró, Ana San Martín, Roger Julià, Víctor Arbelo, la incorporación de Mercè Martínez y, sobre todo, la fluidez cómica e interpretativa de Frank Capdet. Así mismo, la dirección de Daniel Anglès y Roger Julià, la dirección musical de Xavier Mestres y las coreografías de Oscar Reyes son sin duda otra de las claves para que el musical se haya podido llevar a cabo y con el resultado tan lustroso que presenta.

Dos elementos ayudan, finalmente, a alcanzar el objetivo requerido, el primero la música en directo y con un efecto muy envolvente, con los músicos apareciendo y desapareciendo en la platea e interpretando, a su vez, a diversos personajes secundarios y un escenario que provee al espectáculo de una gran lucidez.

Así, pues, Golfus de Roma es una merecida ocasión para revisitar el pasado romano en clave de comedia, disfrutar con las vicisitudes y peripecias vitales de Pseudolus, Hysterium, Eros, Lycus y Philia y deleitarse con un clásico del teatro musical de la mano de Stephen Sondheim, sin duda uno de los grandes compositores del género musical.

«Golfus de Roma» se representa en el Teatre Condal del 23 de septiembre de 2022 al 8 de enero de 2023.

Autoría: Stephen Sondheim
Dirección: Daniel Anglès y Roger Julià
Libreto: Burt Shevelove, Larry Gelbart
Adaptación: Daniel Anglès, Marc Gómez
Reparto: Jordi Bosch, Roger Julià, Roger Julià, Mercè Martinez, Eloi Gomez, Frank Capdet, Meritxell Duro, Ana San Martín, Víctor Arbelo
Dirección musical: Xavier Mestres
Escenografía: Montse Amenós
Iluminación: Xavier Costas
Sonido: Jordi Ballbé
Caracterización: Núria Llunell
Vestuario: Montse Amenós
Coreografía: Óscar Reyes

Horarios: de martes a viernes a las 20:00 horas; sábados a las 17:30 y a las 21:00 horas y domingos a las 18:00 horas.
Precio: a partir de 34€
Idioma: catalán
Duración: 2 horas y 35 minutos
NOTA CULTURALIA: 9
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Jorge Pisa

Critica teatral: A teatro con Eduardo, en el teatre Lliure

De Filippo regresa a Barcelona tras el éxito que representó el año pasado el estreno de L’Art de la Comedia en el TNC, y lo hace en esta ocasión en el Teatre Lliure, con una producción que reúne dos de sus obras, Uomo e galantuomo y La grande magia, una propuesta dirigida por Lluís Pasqual e interpretada en los papeles principales por Jordi Bosch y Ramon Madaula.

«Una noche de teatro con Eduardo de Filippo. Una velada compuesta por dos títulos: el primer acto de una pieza de juventud, Uomo e galantuomo, en el que vemos un ensayo de una compañía de teatro en un hotel. Y después La grande magia, cuyo primer acto transcurre en un hotel en el que los clientes se convierten en el público de un espectáculo de magia. La vida es como una función de teatro, sí, pero también como una caja china, o una muñeca rusa que en su interior contiene a otra, y a otra y a otra, como un infinito juego de ilusión… ¿Quién es el ilusionista que compone nuestras vidas? ¿Y a él, qué otro ilusionista le domina?»

El Lliure permite a Pasqual jugar con la magia teatral de De Filippo en una propuesta que de nuevo nos habla de los vínculos entre la realidad y la ficción, entre la vida misma y el teatro. Para ello Pasqual hace uso, de una forma poco comprensible, de dos de sus obras, el primer acto de Uomo e galantuomo y de la obra completa La grande magia. Una elección algo difícil de entender, ya que la selección deja desequilibrada la obra resultante, saliendo el espectador del teatro con la sensación de que la parte inicial de la obra pudiera sobrar.

Si no tenemos en cuenta estas disquisiciones, seremos conscientes de que hemos gozado de una obra que, como decía, nos hace dudar, a nosotros y a los protagonistas, de los límites que existen entre la realidad y la ficción. En este aspecto la representación (y más concretamente la segunda parte de la representación) es una delicia en la que Pasqual mueve sobre el escenario a diversos personajes en la estela de un De Filippo que juega y se ríe de ellos, y de nosotros mismos.

A teatro con Eduardo_1
De nuevo la escenografía es mínima, si bien en algún momento de la representación esta se convierte de la nada en un gran escenario teatral. Los límites de este se tapizan con una gran vista fotográfica de una ciudad mediterránea en la que situar las tramas que nos narra De Filippo a lo que se suma una ambientación musical amenizada con diversas canciones populares italianas, que son cantadas entre escena y escena.

Por lo que respecta a la trama, aunque sencilla, nos habla del teatro dentro del teatro, del teatro en la vida de cada uno, y de cómo nuestra configuración de la realidad puede componerse y descomponerse en cualquier momento. La representación está tachonada, asdemás, con el fino sentido del humor del autor napolitano.

Las actuaciones son otro de los aspectos que destacan de la obra, y en ellas, se distinguen con mucho las de Bosch y Madaula, no solo porque son dos actores, cada uno en su estilo, que se adaptan a la perfección a una obra de De Filippo, sino porque el texto está preparado para el lucimiento de sus dos figuras interpretativas. A ellos se suman toda una serie de secundarios de primera, como suele ser habitual en el Lliure, entre los que hallamos a Laura Aubert, Oriol Guinart, Teresa Lozano, Francesca Piñón, Albert Ribalta, Marc Rodríguez y Mercè Sampietro. Entre ellos sobresale con una luminosidad musical propia Robert Gonzalez, que canta las canciones que suenan a lo largo de la obra y que son ampliamente aplaudidas por el público.

A teatro con Eduardo es una flor teatral que no puede llegar a florecer completamente debido a su estructuración algo incomprensible, pero que nos permitirá disfrutar de dos horas de buen teatro, bien escrito, bien concebido, al menos en el segundo de sus actos, y magníficamente interpretado.

«A teatro con Eduardo» se representa en el Teatre Lliure hasta el 1 de mayo de 2016.

Autor: Eduardo de Filippo
Versión y dirección: Lluís Pasqual
Reparto: Laura Aubert, Jordi Bosch, Robert González, Oriol Guinart, Teresa Lozano, Ramon Madaula, Francesca Piñón, Albert Ribalta, Marc Rodríguez y Mercè Sampietro
Músicos: Laura Aubert, Robert González, Carles Pedragosa / Roman Gottwald y Pablo Martorelli
Música: Dani Espasa
Escenografía: Alejandro Andújar y Lluís Pasqual
Vestuario: Alejandro Andújar
Caracterización: Eva Fernández
Iluminación: Xavier Clot
Sonido: Roc Mateu
Producción: Teatre Lliure

Horarios: de martes a viernes a las 20:30 horas; sábados a las 21:00 horas y domingos a las 18:00 horas.
Precio: 20 – 29 €
Idioma: catalán
Duración: 2 horas sin pausa

NOTA CULTURALIA: 7.5
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Caiguts del cel, en el Teatre Condal

Caiguts del cel_1A nadie se le escapa lo importante que es el dinero en la sociedad en la que vivimos, ni lo sorprendente que sería que halláramos cantidades ingentes de dinero en nuestro hogar sin una causa u origen aparente. Seguramente nuestro comportamiento y nuestros hábitos se verían seriamente afacetados por este inesperado hallazgo. Esta es la idea que subyace a Caiguts del cel, una comedia con toques de fantasía trágica que se representa en el Teatre Condal hasta el 22 de noviembre.

«La vida tranquila y feliz de una pareja pequeñoburguesa de mediana edad se ve trastornada bruscamente cuando, un buen día, sin motivo ni explicación aparente, empieza a aparecer dinero dentro del comedor de su casa. La situación se lía cuando se ven implicados la mujer de la limpieza de la pareja, que es extranjera, y un peculiar vecino muy inquietante. Y todo, para llegar a un final absolutamente inesperado».

Caiguts del cel es principalmente una comedia que parece escrita para ser interpretada por un un actor como Jordi Bosch. La propuesta posee de esta forma los ingredientes necesarios para hacer reír, y pasar un buen rato, al público: una situación que mezcla fantasía y misterio; el salón de una vivienda con su inexcusable sillón y una suma de situaciones y despropósitos relacionados con un dinero que comienza a aparecer enigmáticamente y que por supuesto afectará a las tranquilas existencias de los protagonistas.

La comedia pretende, además, hacernos reflexionar sobre nuestra capacidad para reaccionar ante situaciones inesperadas, y lo que es más importante aún, sobre cómo gestionamos nuestras emociones, sentimientos y egos en situaciones que nos superan y/o desequilibran. Y no creo que haya en elemento más desequilibrador en la vida de una persona que la aparición de grandes cantidades de dinero así, como por arte de magia. De esta forma Sébastien Thiéry, el autor de la obra, se explaya a sus anchas revolcándose, teatralmente hablando, en una situación poco usual pero con un gran potencial cómico y perturbador.

Caiguts del cel_2Si hasta aquí todo parece que camina hacía buen puerto, la materialización del proyecto no acaba de ser todo lo acertada que debería. Para empezar parece que el casting no es el más apropiado para la obra. Si Bosch consigue fácilmente hacerse creíble, como siempre, en un papel cómico, su pareja artística, Emma Vilarasau parece no estar en el tono correcto, lo que hace que la química entre los dos personajes se resienta. Los secundarios tienen un papel bastante reducido en el global de la obra, si bien Carles Martínez está uno o dos tonos de voz por arriba de lo que su personaje requiere, aunque su vis cómica se hace evidente a lo largo de la representación. Por último Anna Barrachina está más que correcta en su papel de «asistenta» rusa.

La obra intenta explotar, pues, ese miedo a lo desconocido que nos caracteriza a la mayoría de nosotros y nos provee de las excusas necesarias para reírnos de los aciertos y de las equivocaciones de los personajes ante una situación tan «bizarra» como la que se nos muestra sobre el escenario. Y yendo un poco más allá, nos permite reflexionar sobre qué haríamos nosotros en una situación similar y transgresora. ¿Seríamos codiciosos?

Una obra que además posee un final (tranquilos, no se los revelaré) que no creo que se ajuste demasiado al tono y la naturaleza de la representación, por lo que se convierte en un elemento no orgánico de la misma, y que por tanto les aseguro que les sorprenderá.

Caiguts del cel es una excusa para divertirnos viendo los problemas, de dinero, de los otros, No busquen mucho más, y saldrán de la representación satisfechos por haber pasado 1 hora y 45 minutos de una forma agradable, aunque, puede ser, que algo ilusoria también.

«Caiguts del cel» se representa en el Teatre Condal del 4 de septiembre al 22 de noviembre de 2015.

Autor: Sébastien Thiéry
Versión y dirección: Sergi Belbel
Reparto: Emma Vilarasau, Jordi Bosch, Carles Martínez y Anna Barrachina
Escenografía: Max Glaenzel
Iluminación: Kiko Planas (A.A.I.)
Vestuario: Mercè Paloma
Espacio sonoro: Jordi Bonet
Producción: Focus y Trasgo Producciones

NOTA CULTURALIA: 7
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Jorge Pisa

Crítica teatral: El crèdit, en La Villarroel.

credit_080Seguramente lo más natural en una época de crisis económica como la que vivimos es encuadrar una obra de teatro en los ejes de coordenadas cotidianos que el momento requiere. Algo que Jordi Galceran ha hecho con El crèdit, su nuevo exitazo teatral en forma de comedia «bancaria» dirigida por Sergi Belbel e interpretada por Jordi Bosch y Jordi Boixaderas.

La obra desarrolla una trama bien simple que se complica a medida que avanza la representación. Todo arranca en un despacho de una oficina bancaria en la que Jordi Bosch, el director de la misma, deniega un crédito a Jordi Boixaderas ya que su solicitud no posee los avales necesarios. El solicitante, en una situación desesperada, la cual nunca llegaremos a conocer, decide jugar su última carta: si no se le aprueba el préstamo se verá obligado a tomar «medidas de fuerza» con el objetivo de desbaratar la vida del director de la oficina. La amenaza determina que los acontecimientos se encaminen en una nueva y mordaz dirección, muy diferente, claro está, a la que habría debido ser en otras circunstancias.

Galceran y Belbel nos presentan un nuevo éxito arrollador a juzgar por la masiva asistencia de espectadores a las representaciones de la obra, hecho que ha urgido a la sala a habilitar sillas supletorias. La razón: Galceran es un autor ya con experiencia en lo que respecta a los grandes éxitos. Suyo es el texto de El mètode Gronholm (2003), uno de los grandes éxitos teatrales catalanes de los últimos años que analizaba los a veces extravagantes sistemas de selección de personal desde una perspectiva humorística. A ello se suma, como decía antes, la actualidad y la resonancia del tema que trata la obra. ¿Quién no ha solicitado nunca un crédito al banco? ¿Quién no ha sufrido ningún disgusto con su entidad bancaria?

016_t_elcredit_046-1El crèdit va más allá de una simple puesta en escena humorística sobre una denegación bancaria, ya que se toma la revancha, es decir, pone al infame colectivo de banqueros y financieros contra las cuerdas, ya que en esta ocasión son sus vidas las que, metafóricamente hablando, correrán peligro, las que se derrumban frente al ciudadano desahuciado. Solo por eso, por ese grado de «justicia social» y por sus ansias de revanchismo vestidas de comedia, se puede comprender, en parte, la gran aceptación de la que disfruta la obra.

Pero es que a lo comentado hasta ahora se suman varias cosas más. La primera un autor, Galceran, con un gran olfato para extraer de la realidad más cercana sus ideas teatrales y poseedor de una gran capacidad para desarrollarlas con buen pulso humorístico, lo que genera un gran interés en el público, al que además no defrauda. A lo que se suma la dirección acorde y afinada de Sergi Belbel, el cual conoce bien el mundo creativo del dramaturgo.

La segunda, la arquitectura actoral compuesta por Bosch y Boixaderas, dos referentes del teatro catalán actual que además se conocen muy bien ya que han colaborado sobre los escenarios en varias ocasiones destacando entre las últimas El misantrop (2011), Els jugadors (2011) o La Bête (2012). Ambos actores crean un divertimento teatral casi de la nada, demostrando de nuevo su conexión escénica marcada por el touch humorístico de Bosch, que borda cada uno de los personajes a los que da vida, y el buen hacer de Boixaderas, que en esta ocasión encarna a un personaje algo más grave aunque en clave de comedia.

Por lo que respecta al escenario, este toma forma como un espacio central rodeado en todos sus lados por gradas de butacas. Además parte de él gira poco a poco sobre sí mimo, con la intención de que todos y cada uno de los espectadores pueda encarar de frente a los actores en algún momento de la representación. Algo que ayuda a conectar al público con el desarrollo de la obra.

Si bien, y esto es ya una opinión personal, El crèdit, aunque baraja todos los elementos indicados, basa su atractivo en una situación con un alto grado de irrealidad aunque potencialmente cómica e irónica, hecho este que impide que el público se implique en ella todo lo que debiera. Pero, ahora que lo pienso, eso es lo que caracteriza en su esencia a las comedias ¿no? Siendo, pues, así, solo puedo felicitar a Galceran, Belbel, Bosch y Boixaderas y al acierto de la sala Villarroel que han logrado cocinar un nuevo éxito, el que seguramente será el éxito de la temporada.

«El crèdit» se representa en La Villarroel desde el 14 de setiembre de 2013.

Autor: Jordi Galceran
Dirigida: Sergi Belbel
Reparto: Jordi Boixaderas y Jordi Bosch
Escenografía: Max Glaenzel
Iluminación: Kiko Planas
Espacio sonoro: Jordi Bonet
Producción: Bitò Produccions y La Villarroel

Horarios: martes, miércoles y jueves a las 20:30 horas; viernes a las 21:00 horas, sábados a las 18:00 y a las 20:30 horas y domingo a las 18:00 horas
Precio: De 26 a 32,5 €
Idioma: catalán
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Jorge Pisa Sánchez

Crítica teatral: Tots fem comèdia, en el Teatre Poliorama.

TFC-no-logos-b1Si ayer reseñábamos El veneno del teatro, un drama trágico y lúgubre que reflexionaba sobre la ficción y la realidad en el teatro, hoy nos toca hablar sobre Tots fem comèdia, una comedia, valga la redundancia, que recapacita sobre el cine y las vidas de los profesionales que se dedican a él. Una obra escrita y dirigida por Joaquim Oristrell e interpretada por Jordi Bosch, Ferrán Rañé, Peter Vives, Joan Vives i Nausicaa Bonnin.

Y quien mejor para hablarnos de la intensa y algo turbulenta vida de un director y un guionista de cine afamados que Oristrell, que sobre sus espaldas atesora una amplia y exitosa experiencia tanto de lo uno como de lo otro, y que colabora en sus proyectos con Rañé y Bosch desde el año 1988 y 1996 respectivamente. El resultado no puede ser otro que una comedia bien trabajada y resultona con algunos momentos hilarantes y con un toque de introspección generacional.

La obra inicia su recorrido en el presente en el que un director de cine de éxito (Bosch) y su inseparable guionista (Rañé) irrumpen en el piso en el que viven sus respectivos y enamorados hijos, Peter Vives i Nausicaa Bonnin. Los sufridos padres han concertado una entrevista con una productora para presentarle su nuevo guión, aunque, y debido a la esclavitud de los nuevos tiempos y las nuevas formas, se lo han presentado como una propuesta de sus hijos, a los que quieren utilizar como director y guionista «de paja» para poder hacer realidad su proyecto: filmar su nueva película, la que les devolverá la fama perdida hace tiempo. Aunque sus hijos, con los que no mantienen una buena relación, tienen sus propias ideas y se aprovecharán de la situación para reelaborar el proyecto con ideas nuevas y actuales y dejar, así, constancia del rechazo hacia sus respectivas figuras paternas.

2013_6_26_8pxl6iQ1PGztxeEy6lsp74Una trama ya de por sí complicada, con un formato inicial algo parecido a un vodevil, aunque después no lo sea, que permite a Oristrell hacer un viaje por la vida algo anárquica y llena de desaciertos de dos profesionales de éxito del cine, ¡en el pasado!, que no han sabido gestionar sus vidas privadas, siendo abandonados por la misma mujer, la actriz principal que interpretaba sus películas, y que han demostrado muy poca destreza en la relación familiar con sus hijos. Tots fem comèdia es, así, una comedia generacional sobre aciertos y desaciertos y sobre la voluntad de aquellos que han alcanzado una edad respetable, de aprovechar la última oportunidad que se les presentan en la vida, aunque tengan que remover cielo y tierra.

Para ello Oristrell ha echado mano de dos de sus actores de «confianza» sobre la actuación de los cuales desarrolla el factor comedia de la obra. Imagínense a Bosch, expansivo él, y Rañé, más tímido y acomplejado, juntos y necesitados de su ayuda mutua para recuperar el aplauso del público pero enfrentados por el amor de una mujer y por el reconocimiento de su trabajo. Toda una mina de gags y humor que se mantiene activa hasta el mismo final de la representación.

La obra se estructura en dos líneas temporales diferente: la primera se sitúa en el presente con Bosch y Rañé forzando a sus hijos para que interpreten sus papeles asignados en la propuesta con la productora. La segunda línea es creada a través de continuos flashbacks que nos muestran la vida del director y el guionista de cine, y en la cual veremos todo lo que ha ido ocurriendo para llegar a la situación actual. Dos líneas de tiempo en las que se harán continuas referencias al cine y a sus estrellas, también con un tinte humorístico general.

Por si se me lo olvidaba, Tots fem comèdia es también un musical donde tanto Bosch, como Rañé, Vives i Bonnin interpretan siete canciones, acompañados por Juan Vives al piano, temas sencillos que le dan un poco de glamour cómico al espectáculo.

Tots fem comèdia es una propuesta también sencilla y asequible para olvidarnos del calor que ahora sí comienza a apretar en Barcelona, y para hablarnos sobre la amistad, el amor, la paternidad y el cine, un coctel que en manos de Oristrell se convierte en una piñata repleta de humor e ingenio.

«Tots fem comèdia» se representa en el Teatre Poliorama del 3 al 28 de julio de 2013.

Autor y director: Joaquim Oristrell
Interpretación: Jordi Bosch, Ferrán Rañé, Peter Vives y Nausicaa Bonnin
Música, canciones, dirección musical e intérpretes: Joan Vives
Escenografía: Llorenç Miquel
Vestuario: Miriam Compte
Diseño de iluminación: Ignasi Morros
Caracterización: Toni Santos
Fotografía, audiovisuales y 3D: Daniel Escalé
Producción: Grec 2013 Festival de Barcelona y Anexa

Horarios: de martes a viernes a las 20:45 horas; sábados a las 18:00 y a las 20:45 horas y domingos a las 18:00 horas.
Precio: 25 – 29 €
Duración: 1 hora y 30 minutos
Idioma: catalán

Escrito por Jorge Pisa Sánchez

Crítica teatral: Els feréstecs, en el Teatre Lliure Montjuïc.

els_ferestecs_20En alguna que otra reseña he afirmado que a nivel de programación teatral anual tanto el Lliure como el TNC se llevan la palma en Barcelona por la calidad y el acierto de sus propuestas, diferentes, claro está, pero que consiguen ambas desparramar un fulgor de calidad y pedigrí teatral que ilumina sus respectivos escenarios.

Y la programación de Els feréstecs es una prueba indiscutible de lo que digo, tanto por la filigrana creativa de su autor, Carlo Goldoni; por la finura de la comedia por él escrita; por el trabajo de los actores y actrices que intervienen en ella; y por su sencilla y discreta puesta en escena.

A ver, lo intentaré explicar comenzando por el principio. Els feréstecs es una comedia escrita por Carlo Goldoni en el año 1760 que analiza los cambios en las formas de pensar que se vislumbraban ya por aquella época (recuerden que en 1789 estalló la Revolución Francesa) y la perenne guerra entre sexos que tiene su origen en el alba de los tiempos.

La acción se desarrolla, en esta ocasión, en tierras catalanas, en un pueblo de comarcas. Allí no todos sus habitantes ven con buenos ojos las diversas novedades que en las costumbres sociales y en el comportamiento ha promovido el nuevo régimen político, la I República española (1873-1874), fruto prematuro del desarrollo político del siglo XIX basado en el liberalismo político y fallido reformador de todas las desigualdades propias del Antiguo Régimen.

En concreto, dos cabezas de familia, intolerantes y bravíos, están intentando concluir un acuerdo de matrimonio para enlazar a sus respectivos hijos, en Quimet (Pol López) y la Llucieta (Laura Aubert). Aquellos, chapados a la antigua, no solo rechazan cualquier innovación en cualquier ámbito sino que actúan siempre en base a las normas y costumbres de sus antepasados. Así, a los implicados en el matrimonio se les niega, incluso, el derecho a conocerse antes de la boda y mucho menos se les permite decidir con quién quieren casarse.

Por su parte las mujeres de ambas familias (Rosa Renom y Rosa Vila) poseen unos espíritus más abiertos y rebeldes, y ayudadas por Victòria (Laura Conejero) pretenden al menos permitir a los jóvenes casaderos verse antes de tan crucial acontecimiento. Las continuas riñas y trifulcas entre hombres y mujeres generarán un sinfín de situaciones hilarantes, que dan forma a la trama de la obra.

els_ferestecs_5La puesta en escena de esta versión de Els feréstecs es extremadamente sencilla, hiper-minimalista (a veces incluso demasiado) y me bastará con decirles que a nivel de escenografía tan solo hallaremos la propia decoración de la sala Fabià Puigserver y un reducido juego de sillas, que junto a la existencia de diversas puertas crearán metafóricamente los espacios interiores de las viviendas en las que se desarrolla la acción.

Lluís Pascual, el director, ha optado por ambientar la pieza, como les decía, en un pueblo del interior de Cataluña, un espacio ideal para situar la numantina resistencia ideológica de los feréstecs, y por trocar el veneciano del texto original de Goldoni por una suma de dialectos (mallorquín, valenciano, leridano y gerundense), a veces algo costoso de seguir, sobre todo a aquellos con reducida sensibilidad auditiva, como el que estas líneas escribe, pero que generan toda una serie de giros y chanzas que potencian la comicidad de la obra.

La dirección de Pascual ha favorecido, además, una interpretación extremada de sus actores y actrices que resalta con mucho la hilaridad de la representación, acompañada de una serie de ademanes y dichos que aderezan el imponente resultado final. De esta forma destaca, como siempre, Jordi Bosch, que desarrolla un carácter estúpido y bonachón, si bien riguroso, con una solvencia como la que ya vimos en La Bête. En el bando agreste le siguen Boris Ruiz, Xicu Masó, magnífico en su composición aunque bastante secundario y Andreu Benito, al que le falla en algo, a veces, la partitura de su personaje. Por su parte Pol López encarna al hijo casadero en cuestión.

Del bando femenino, en el que hallamos a Rosa Vila, Laura Conejero, Rosa Renom y Laura Aubert, no se puede más que destacar, también, el trabajo coral de todas ellas, cuyas contradicciones entre sus ideas más domesticas y liberales y su situación y anclaje en unas familias y una sociedad ampliamente machistas, generan las circunstancias idóneas para fabricar humor y del bueno.

El resultado, aunque superando unas fallas técnicas importantes que provocaron el parón por unos días en las representaciones, es una pieza con toques de «obra maestra» sobre el escenario, uno de esos momentos en los que el teatro, el arte y la cultura se unen para dar un respiro al alma, en este caso en forma de comedia, con el que descubrimos que lo actual y lo contemporáneo acostumbra a tener su raíz en los clásicos, y que es la suma de tradición, innovación y adaptación lo que muchas veces permite alcanzar la palma del triunfo.

Parece, pues, que el Teatre Lliure ha tocado el cielo, alcanzando, de nuevo, un enorme acierto a la hora de programar su temporada teatral.

Un hurra por el Lliure!!

«Els feréstecs» se representa en el Teatre Lliure del 16 de abril al 19 de junio de 2013.

Autor: Carlo Goldoni
Dirección: Lluís Pasqual
Reparto: Laura Aubert, Andreu Benito, Jordi Bosch, Laura Conejero, Pol López, Carles Martínez, Xicu Masó, Rosa Renom, Boris Ruiz y Rosa Vila
Traducción del veneciano: Lluís Pasqual
Escenografía: Paco Azorín
Vestuario: Alejandro Andújar y Luis Espinosa
Caracterización: Eva Fernández
Iluminación: Rai Garcia y Lluís Pasqual
Producción: Teatre Lliure

Horario: de miércoles a viernes a las 20:30 horas; sábados a las 17:30 y a las 21 horas y domingos a las 18 horas.
Precios: 30,25 €; 21,30 € (miércoles, día del espectador) / 25,75€ con descuento Idioma: catalán y castellano
Duración: 1 hora y 30 minutos sin pausa

Escrito por Jorge Pisa Sánchez

Crítica teatral: Blackbird, al teatre Lliure. «All we need is love»?

blackbird_2A finals dels seixanta, els Beatles encoratjaven la merla a volar amb les seves ales trencades. Des de l’intimisme d’en Paul McCartney, participàvem de la necessitat de sobreposar-nos a l’adversitat perquè (insistien els quatre de Liverpool) sembla que havíem esperat tota la vida que arribés aquest moment.

Quatre anys després d’encetar el nou mil·lenni, el dramaturg David Harrower crea el seu propi “blackbird” i li dóna forma de nena preadolescent que està impacient per ser adulta de la manera més dolorosa: estimant, apassionadament i saltant-se totes les regles (fins i tot les legals). Això no és res si coneixem amb detall el que li espera quan les seves ales són tallades per la impossibilitat d’un amant adult d’assumir la seva responsabilitat amatòria amb ella i qui sap si fins i tot amb ell mateix.

Quaranta-quatre anys després de la balada, el director Lluís Pasqual desafia des del Lliure de Gràcia les nostres consciències individuals (“retallades” per una crisi global que esdevé autoritària) posant en escena aquesta història.

I ens tanca en un magatzem ple de deixalles amb els dos antics amants, retrobats pel despit d’ella (una Bea Segura esforçada però sense humanitat) que necessita comprendre el rebuig aferrissat d’ell (un Jordi Bosch enèrgic però a mig gas). Sembla que llavors assistirem escandalitzats a un “tour de force” que hauria de fer trontollar el nostre sentit aburgesat de la justícia moral.

blackbirdPerò resulta que l’entossudiment de Pasqual de presentar-nos els personatges deliberadament menyspreables (les seves rèpliques són més afilades que espases, els retrets més incòmodes que pedrades) no ens immuta. Perquè cap dels actors dóna treva, ni és capaç de mostrar l’essència d’aquells rere els quals haurien d’amagar els seus crits i accelerades paraules.

Tampoc el suport dramatúrgic salva l’espectacle de ser una olla de grills: la trama és tan explícita i els parlaments dels seus protagonistes tan poc ambigus que reclamen mirades avergonyides que no som capaços d’albirar i silencis aclaparants que no poden incomodar-nos senzillament perquè no existeixen.

Com que en el fons som sentimentals de mena, tornem al Liverpool més pop i recordem que la merla havia de volar “cap a la llum de la fosca nit”. I ens sentim desconcertats: ni la nena que ara és noia pot alçar-se del terra d’un escenari tan feixuc, ni l’home suposadament rehabilitat (en aquest sentit, més ens valdrà no tenir en compte l’aparició al final de la funció d’un tercer personatge en discòrdia del tot innecessari i fins i tot ridícul) podrà baixar del seu capficament histriònic.

«Blackbird» es representa al Teatre Lliure de Gràcia del 16 de gener al 10 de febrer de 2013.

Autor: David Harrower
Direcció: Lluís Pasqual
Intèrprets: Jordi Bosch i Bea Segura
Traducció de l’anglès: Júlia Ibarz
Producció: Teatre Lliure

Horaris: de dimarts a divendres a les 20:30 hores; dissabte a les 21:00 hores i diumenge a les 18:00 hores
Preu: 30,25 €; 21,30 € (dimecres, dia de l’espectador); 27,75 € (amb descompte, excepte el dia de l’espectador)
Durada de l’obra: 1 hora i 20 minuts, sense pausa
Idioma: català

Escrit per Juan Marea

Crítica teatral: La Bête, en el Teatre Nacional de Catalunya.

Si tuviéramos, al final de la temporada teatral, que decidir qué teatro ha estrenado en Barcelona no la mejor obra sino la mejor programación en conjunto, no sería extraño que muchos se decantaran por el Teatre Nacional de Catalunya. Su éxito en este aspecto se debe en parte al presupuesto, porque engañarnos, pero también al acierto en la elección y la puesta en escena de las obras que programa y a la solvencia de los artistas y profesionales que actúan y trabajan en ellas.

Y un claro ejemplo de lo que digo lo manifiesta la programación de La Bête, de David Hirson, una comedia adaptada por Joan Sellent y dirigida por Sergi Belbel que analiza de forma brillante el teatro a través del teatro.

Hirson nos sitúa en la Francia de mediados del siglo XVII. El príncipe Conti (Abel Folk) quiere proveer de nuevos aires creativos a la compañía de teatro de la que es mecenas. El aristócrata está algo aburrido de los tediosos dramas escritos últimamente por el gran dramaturgo Elomire (Jordi Boixaderas), y quiere dar a las obras de la compañía un toque más alegre, mundano y popular, con la incorporación de Valere (Jordi Bosch), uno de los autores con más éxito del momento, cuyas obras aunque no poseen demasiada calidad artística tienen un gran éxito de público.

Así, pues, la voluntad del príncipe Conti generará el enfrentamiento entre dos formas de entender el teatro y la vida: la alta cultura que representa Elomire y el teatro más popular y de entretenimiento que defiende Valere.

La obra de Hirson, estrenada originalmente en el año 1991, trata un tema polémico en la actualidad que no es otro que esa dramática oposición entre el producto teatral (léase cultural) con aspiraciones artísticas y el mero producto de entretenimiento producido para satisfacer y agradar masivamente. Un debate que se me antoja muy propio de los siglos XX y XXI, en los cuales, y por primer vez en la historia, el consumo cultural se ha difundido entre todos los sectores de la sociedad, y avanza a pasos agigantados con el desarrollo de internet y las nuevas tecnologías. Lo que muchas veces ha provocado un desarrollo excesivo del entretenimiento cultural en antítesis con la cultura entendida como arte.

Hirson traslada dramatúrgicamente este debate cultural al siglo XVII, el siglo de Moliere, uno de los iconos del teatro mundial y del que Elomire toma su nombre por medio de un juego anagramático. Belbel ha realizado una magnífica adaptación y dirección de la obra, que ha sufrido, por desgracia, el menoscabo de la pérdida de su intérprete principal, Anna Lizaran, que debido a problemas de salud se vio obligada a abandonar los ensayos. Si bien su relevo, por parte de Jordi Bosch, ha sido, a pesar de las circunstancias, y sin duda alguna, un acierto total, ya que el actor provee a su personaje de un toque burlón y popular de sobras necesario en la obra.

Pero bien, vayamos a la reseña propiamente dicha. La Bête nos deslumbra desde su inicio. Y para ello no necesita de grandes escenarios ni de efectos de atrezo magníficos, tan solo de un texto bellísimo, adaptado del original en verso por Joan Sellent, y que aporta una gran belleza poética a la obra. Sobre el entramado textual se ha creado una escenografía sencilla pero bella también que marcará el referente espacial de la obra, y que nos muestra un sencillo ambiente teatral donde ensaya sus obras la compañía de Elomire.

Y como broche final el atractivo del espectáculo se construye en base a las grandes interpretaciones de los actores que integran el reparto, en las que destaca, sobre todo, Jordi Bosch, que deslumbra con la comicidad y la incontinencia poética que emana de su personaje. Bosch se deja llevar, en el buen sentido de la palabra, y se empapa de la vulgaridad y el exhibicionismo del zafio Valere, y nos fascina con los largos discursos en verso que su personaje declama en diversos momento de la obra. Su rival en escena es Jordi Boixaderas, que da vida a Elomire, un autor intelectual y valedor del teatro como obra artística y de reflexión y contrario a degradar el arte a mero entretenimiento grosero y vulgar, pero que se ha convertido en un autor aburrido que no conecta ya con el público.

El resto de actores quedan relegados, decisión del propio autor de la obra, a un segundo plano, del que solo se liberarán en parte en el segundo acto de la obra. Tan solo la actuación de Carles Martínez, que interpreta a Bejart, el hombre de confianza de Elomire, consigue individualizarse en esta neblina actoral de carácter unamuniano, hecho que le permite tomar algo más de presencia en el desarrollo de la representación.

Y la temática, como les decía, no deja de ser interesante en la propia trama y en su traslación al mundo en el que hoy vivimos. ¿El arte por ser arte ha de mantener siempre un carácter elevado? ¿Existe alguna forma de que la alta cultura, representada por los aburridos dramas que escribe Elomire, pueda agradar a una población que busca principalmente entretenimiento en los sectores de la cultura como el teatro, el cine o la literatura? ¿El arte, el entretenimiento y el consumo popular pueden llegar a entenderse, o el resultado siempre será una traición artística y una concesión hacia lo popular, hacia lo comercial?

La Bête trata, en su desarrollo, otros temas como el papel del mecenazgo personificado en la actividad de patrocinio del príncipe Conti, cuya magnanimidad económica permite a la compañía de Elomire subsistir dignamente, pero que comporta una cadena creativa que también la tiraniza, y que, por otra parte, da inicio al argumento. Un tema este candente en un mundo como el nuestro en el que el arte depende, en muchos casos, de las subvenciones del Estado y de los límites que estas imponen en sus exigencias o en sus concesiones. Otra temática que analiza la obra es la labor de la crítica y el papel que esta juega en el mundo del teatro, y que parece en crisis con la consolidación de la sociedad de la comunicación y de la sobreabundancia de información que esta comporta.

La Bête, como les decía, es una reflexión sobre el teatro desde el mismo teatro, pero al mismo tiempo es un deleite: por su texto en verso, por su humor elevado, por sus magníficas interpretaciones; por un decorado espectacular de pequeño formato y porque pone sobre el escenario, y nunca mejor dicho, el debate sobre la cultura.

Todo esto y más lo hallarán en La Bête, y además se lo pasarán en grande con la sillería artística y poética con la que está construida la obra. Una oportunidad que, espero, no se pierdan.

La Bête” se representa en el TNC del 24 de octubre al 25 de noviembre de 2012.

Autor: David Hirson
Traducción: Joan Sellent
Dirección: Sergi Belbel
Reparto: Jordi Boixaderas, Carles Martínez, Gemma Martínez, Pepo Blasco, Míriam Alamany, Manuel Veiga, Anna Briansó, Jordi Bosch, Abel Folk y Queralt Casasayas
Escenografía: Max Glaenzel
Vestuario: Maria Araujo
Iluminación: Kiko Planas
Sonido: Jordi Bonet
Movimiento: Anna Briansó
Caracterización: Toni Santos
Producción: Teatre Nacional de Catalunya y Bitò Produccions

Horarios: de miércoles a viernes a las 20:00 horas; sábado a las 21:30 horas y domingo, 18:00 horas.
Precio: de 19,05 a 38,09 €
Duración de la obra: 2 horas y 40 minutos (entreacto incluido)

Espectáculo recomendado a partir de 14 años

Crítica teatral: Els jugadors, al Teatre Lliure de Gràcia

Quatre homes units per una malaltissa afició al pòquer, i amb unes vides marcades pel fracàs constant, són els protagonistes del darrer espectacle presentat al Teatre Lliure de Gràcia, Els jugadors, un impecable drama disfressat de comèdia que porta la signatura d’un dels dramaturgs més interessants i elogiats de l’escena catalana, Pau Miró, i que els espectadors han convertit en un èxit des del mateix dia de la seva estrena, el passat 19 d’abril.

L’acurada escenografia d’Enric Planas ha transformat el Lliure en la cuina d’un pis antic, el lloc on troben refugi quatre ànimes solitàries que s’apropen als 60 anys, cadascun d’ells amb un drama important al seu darrere, un pes enorme que es fa més suportable quan es reuneixen al voltant d’una taula per a jugar a les cartes, únic consol a les seves existències mediocres. D’aquesta manera, els quatre esperen que arribi un canvi en les seves vides, un cop de sort que faci que, per fi, la fortuna els somrigui i puguin fer realitat els seus somnis; per aconseguir-ho, però, aquests antiherois hauran de prendre una decisió dràstica, una última jugada mestra que els permeti abandonar aquest rol de perdedors que el destí, implacable i cruel, els ha atorgat.

Pau Miró és l’autor d’aquest magnífic text, una història que ens presenta els seus protagonistes –i les tragèdies que els acompanyen– sense presses, amb uns diàlegs pausats que permeten a l’espectador descobrir, poc a poc, la vida i les circumstàncies de cada personatge. Miró reflexiona sobre la solitud d’uns homes sense gaires esperances en el futur, desencisats amb la vida, frustrats per haver apostat les seves il·lusions a un número de la ruleta que mai surt; així, l’autor utilitza el joc com a metàfora d’una partida molt més important, la de la vida, un joc en què els quatre van perdent en el moment decisiu. Amb tot, Els jugadors no es recrea en l’amargor o la tristesa, ja que els quatre s’uneixen en un últim i desesperat intent, una darrera juguesca que hàbilment transforma el drama que s’apunta en la primera part de l’obra en comèdia, sense oblidar un exquisit apunt musical que converteix la cuina en un lluminós escenari de Las Vegas, un delicat homenatge a Dean Martin, músic present, d’una manera o una altra, en els vuitanta minuts de la funció.

El gran encert, però, d’aquest espectacle el trobem en la tria dels seus protagonistes, una selecció d’actors experimentats capaços de fer que aquests personatges crepusculars evolucionin de la tragèdia inicial a la comèdia final sense perjudicar-ne la credibilitat; els quatre realitzen unes esplèndides interpretacions, tan contingudes en els silencis com en els diàlegs que els mostren desorientats i sense ànim per continuar la lluita diària. Així, Andreu Benito és el professor que acull a casa seva els seus amics, Jordi Boixaderas interpreta un actor a qui se li dispara l’adrenalina quan roba en els supermercats, Jordi Bosch és l’enterramorts que busca consol en braços d’una prostituta, i Boris Ruiz es posa en la pell d’un barber que ha perdut el seu negoci i aviat perdrà també la seva dona, que l’enganya amb un altre.

Un text intel·ligent, una excel·lent direcció, una perfecta posada en escena i, sobretot, uns actors extraordinaris avalen Els jugadors, una bona oportunitat per a descobrir com n’és, de difícil, la vida d’uns homes solitaris i sense il·lusions, sens dubte un dels millors espectacles de la temporada barcelonina, que ha estat tan ben rebut pel públic que els responsables del Teatre Lliure de Gràcia s’han vist obligats a prorrogar les seves funcions.

Els jugadors es representarà al Teatre Lliure de Gràcia del 19 d’abril fins al 20 de maig de 2012, i tornarà a programar-se del 6 de juny fins al 17 del mateix mes.
PRÒRROGA: L’obra es prorroga per segona vegada del 20 de juny a l’1 de juliol de 2012.

Dramatúrgia i direcció: Pau Miró
Intèrprets: Andreu Benito, Jordi Boixaderas, Jordi Bosch i Boris Ruiz
Escenografia: Enric Planas
Vestuari: Berta Riera
Il·luminació: Xavier Clot
Espai sonor: Sila
So: Marta Folch


Horaris:de dimecres a divendres, a les 20:30 hores; dissabte, a les 18:00 hores i 22:00 hores; diumenge, a les 18:00 hores
Preu: 25 €
Idioma: català
Durada: una hora i vint minuts

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Escrit per: Robert Martínez Colomé