A nadie se le escapa lo importante que es el dinero en la sociedad en la que vivimos, ni lo sorprendente que sería que halláramos cantidades ingentes de dinero en nuestro hogar sin una causa u origen aparente. Seguramente nuestro comportamiento y nuestros hábitos se verían seriamente afacetados por este inesperado hallazgo. Esta es la idea que subyace a Caiguts del cel, una comedia con toques de fantasía trágica que se representa en el Teatre Condal hasta el 22 de noviembre.
«La vida tranquila y feliz de una pareja pequeñoburguesa de mediana edad se ve trastornada bruscamente cuando, un buen día, sin motivo ni explicación aparente, empieza a aparecer dinero dentro del comedor de su casa. La situación se lía cuando se ven implicados la mujer de la limpieza de la pareja, que es extranjera, y un peculiar vecino muy inquietante. Y todo, para llegar a un final absolutamente inesperado».
Caiguts del cel es principalmente una comedia que parece escrita para ser interpretada por un un actor como Jordi Bosch. La propuesta posee de esta forma los ingredientes necesarios para hacer reír, y pasar un buen rato, al público: una situación que mezcla fantasía y misterio; el salón de una vivienda con su inexcusable sillón y una suma de situaciones y despropósitos relacionados con un dinero que comienza a aparecer enigmáticamente y que por supuesto afectará a las tranquilas existencias de los protagonistas.
La comedia pretende, además, hacernos reflexionar sobre nuestra capacidad para reaccionar ante situaciones inesperadas, y lo que es más importante aún, sobre cómo gestionamos nuestras emociones, sentimientos y egos en situaciones que nos superan y/o desequilibran. Y no creo que haya en elemento más desequilibrador en la vida de una persona que la aparición de grandes cantidades de dinero así, como por arte de magia. De esta forma Sébastien Thiéry, el autor de la obra, se explaya a sus anchas revolcándose, teatralmente hablando, en una situación poco usual pero con un gran potencial cómico y perturbador.
Si hasta aquí todo parece que camina hacía buen puerto, la materialización del proyecto no acaba de ser todo lo acertada que debería. Para empezar parece que el casting no es el más apropiado para la obra. Si Bosch consigue fácilmente hacerse creíble, como siempre, en un papel cómico, su pareja artística, Emma Vilarasau parece no estar en el tono correcto, lo que hace que la química entre los dos personajes se resienta. Los secundarios tienen un papel bastante reducido en el global de la obra, si bien Carles Martínez está uno o dos tonos de voz por arriba de lo que su personaje requiere, aunque su vis cómica se hace evidente a lo largo de la representación. Por último Anna Barrachina está más que correcta en su papel de «asistenta» rusa.
La obra intenta explotar, pues, ese miedo a lo desconocido que nos caracteriza a la mayoría de nosotros y nos provee de las excusas necesarias para reírnos de los aciertos y de las equivocaciones de los personajes ante una situación tan «bizarra» como la que se nos muestra sobre el escenario. Y yendo un poco más allá, nos permite reflexionar sobre qué haríamos nosotros en una situación similar y transgresora. ¿Seríamos codiciosos?
Una obra que además posee un final (tranquilos, no se los revelaré) que no creo que se ajuste demasiado al tono y la naturaleza de la representación, por lo que se convierte en un elemento no orgánico de la misma, y que por tanto les aseguro que les sorprenderá.
Caiguts del cel es una excusa para divertirnos viendo los problemas, de dinero, de los otros, No busquen mucho más, y saldrán de la representación satisfechos por haber pasado 1 hora y 45 minutos de una forma agradable, aunque, puede ser, que algo ilusoria también.
«Caiguts del cel» se representa en el Teatre Condal del 4 de septiembre al 22 de noviembre de 2015.
Autor: Sébastien Thiéry
Versión y dirección: Sergi Belbel
Reparto: Emma Vilarasau, Jordi Bosch, Carles Martínez y Anna Barrachina
Escenografía: Max Glaenzel
Iluminación: Kiko Planas (A.A.I.)
Vestuario: Mercè Paloma
Espacio sonoro: Jordi Bonet
Producción: Focus y Trasgo Producciones
NOTA CULTURALIA: 7
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Jorge Pisa