Crítica teatral: Venus in fur, en el Teatre Goya Codorniu.

cartell-venus-in-furAunque sabíamos que la novela romántica es, desde hace tiempo, uno de los géneros más leídos (y vendidos) a nivel mundial, pocos podían vaticinar que un género que podríamos considerar como «pornografía romántica» (si encuentran una denominación mejor no duden en utilizarla!!), capitaneado por el fenómeno mediático Cincuenta sombras de Grey, de E. L. James, que el año pasado reventó la «taquilla» literaria a lo largo y ancho del planeta, generará un interés tal que creara un nuevo nicho de consumo cultural.

Esto es, en parte, lo que ha pasado, según mi parecer, con el estreno el pasado 12 de julio de Venus in Fur en el teatre Goya, la obra para dos actores (actriz y actor) escrita por el norteamericano David Ives, dirigida por Héctor Claramunt e interpretada por Joel Joan y Meritxell Calvo. Un claro ejemplo de que un producto teatral con generosos toques y ambigüedades sensuales y sexuales puede estrenarse en uno de los grandes teatros de Barcelona y de que los temas que se tratan en él, ya sean el sometimiento de la mujer por el hombre, el deseo sexual y las contradicciones del alma humana, pueden generar un resuelto interés en el público.

Venus in fur nos plantea una situación muy teatral. Àlex Novak (Joel Joan) ha finalizado una agotadora e infructuosa sesión de casting para hallar a la actriz ideal para encarnar a Wanda von Dunajew en la adaptación que él mismo ha realizado y dirige de la obra de Leopold von Sacher-Masoch, La Venus de las pieles, novela que dio origen, posteriormente, al término masoquismo. Novak decepcionado por el escaso encanto y profesionalidad que ha visto desfilar por el escenario reniega de las jóvenes actrices del momento en particular y de la condición femenina en general. Justo en ese momento una última aspirante, Wanda Jorba (Meritxell Calvo), entra a trompicones en el teatro y solicita un último casting ya que cree ser la candidata idónea. Novak, reticente al principió, cederá, para acabar subyugado ante el vigor interpretativo de la actriz. ¿Es posible que haya encontrado, al fin, a su Wanda ideal?

venus_87-11Venus in fur es una obra de reivindicación femenina, por el tema que trama y por la forma en la que lo hace. Y para ello el ambiente no podría ser más perfecto: un casting, aquel momento en que un intérprete (masculino o femenino) se lo juega todo a dos caras: el éxito (un sí) o el fracaso (un no, o un simple «ya te llamaremos»). Un contexto en el que existe un personaje dominante y un personaje dominado. Aunque la obra se esfuerza en demostrarnos que estas situaciones y este vínculo momentáneo no son, ni mucho menos estáticos, sino que pueden llegar a transformarse incluso completamente dependiendo, claro está, de las personas y de las reglas del juego.

Y de ese evolucionar de la situación es de lo que trata la obra. Si en un principio Álex se muestra negativo e incluso despectivo con la candidata, a medida que avanza el casting veremos como él mismo va siendo seducido por la capacidad de la joven acriz de mimetizarse con la protagonista de la obra. En medio de esta evolución seremos, además, conscientes del eterno «conflicto» de sexos en el que todas las estrategias están permitidas, siempre que lleven al éxito final.

Para mostrar todo esto los actores son básicos, y más en una obra en donde solo actúan dos. Joel Joan se mantiene fiel a su estilo interpretativo y a la imagen por él creada, la de un tipo seguro de sí mismo, con cierto éxito en la vida y con un toque de arrogancia ante los demás. Su partenaire, y un elemento básico en el desarrollo de la obra, es la joven Meritxell Calvo, a la que Claramunt/Joan dan la alternativa y proveen de una gran oportunidad en su carrera, iniciada profesionalmente apenas hace cinco años. La duplicidad interpretativa de Wanda/Calvo es la clave de la trama y la clave también de su resultado final.

Venus in fur es una apuesta teatral que juega con las vibraciones físicas y anímicas que tan de moda ha puesto entre la población, sobre todo femenina, Cincuenta sombras de Grey, citada por cierto con bastante chispa en la misma obra, y que nos permite recrearnos con ese juego de sexualidad, sensualidad y seducción que no es tan habitual hallar sobre los escenarios barceloneses. Una reflexión sobre la situación de la mujer en la sociedad occidental del siglo XXI que nos permite ser conscientes de que, aunque muchas cosas han cambiado desde el siglo en el que Sacher-Masoch escribiera Venus in fur, no se ha conseguido, ni mucho menos, la igualdad entre ambos sexos, un juicio este que veremos plasmado en la obra. Y una excusa como otra cualquiera para subir un poco más la temperatura de un verano que aunque parece que llegó con retraso, ha alcanzado las acostumbradas cotas de calor asfixiante a estas alturas del año.

«Venus in fur» se representa en el Teatre Goya del 12 de julio al 4 de agosto de 2013.

Autor: David Ives
Adaptación: Héctor Claramunt / Joel Joan
Dirección: Héctor Claramunt
Reparto: Joel Joan y Meritxell Calvo
Iluminación: Bernat Bosch
Vestuario: Maria Albadalejo
Caracterización: Toni Santos
Diseño de sonido: Albert Manera
Producción: Arriska y Focus

Horarios: de martes a viernes a ñas 21:00 horas; sábados a las 18:00 y a las 21:00 horas y domingos a las 18:30 horas:
Precio: de 26 a 30 €
Idioma: catalán
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Escrito por Jorge Pisa Sánchez

Crítica cinematográfica: Guerra Mundial Z, de Marc Forster.

pos3111_2Hace ya varios años, poco más de una década, que los zombis volvieron a imponerse como fenómeno cinematográfico de éxito después de vivir una larga temporada reducidos al ostracismo de los juegos de ordenador y de los films de terror de (muy) bajo presupuesto. Todo ello comenzó a cambiar a raíz del estreno de películas como Resident Evil (Paul W.S. Anderson, 2002), 28 días después (Danny Boyle, 2002) o Amanecer de los muertos (Zack Snyder, 2004). Un resurgir que se potenció aún más con la publicación de libros como Guerra Mundial Z (Max Brooks, 2006) o El resurgimiento (Brian Keene, 2003), que consolidaron un nuevo género literario todavía en alza. Todo ello llevó a que los zombis volvieran a convertirse en personajes de terror que atraían (y atemorizaban) a los espectadores a los cines, para lo cual se introdujeron algunas novedades que incluían generosas dosis de violencia y un desmesurado aumento de la movilidad de los muertos vivientes, que ya querríamos muchos de los que supuestamente aún estamos «vivos y coleando».

Este primer párrafo introductorio me sirve así, como quien no quiere la cosa, para presentar uno de los estrenos del año, Guerra Mundial Z, una película de terror que se mueve dentro de la oleada (a veces tsunami) que representa aún en la actualidad el género de los muertos vivientes. El film, dirigido por Marc Forster, adapta el bestseller del propio Brooks y, sin duda, hará las delicias de los amantes del género y de las películas de terror/acción en general. El inicio de la película nos presenta el hogar familiar en el que vive Gerry Lane (Brad Pitt), antiguo funcionario de la ONU. Lo que parece un día como otro cualquiera se convertirá en un infierno apocalíptico tras el estallido de una amenaza biopatológica muy contagiosa que convierte a los respetados ciudadanos en autenticas máquinas de muerte y de contagio. Tras ser rescatado junto a su familia Lane es reclutado por el gobierno estadounidense superviviente para acompañar al joven virólogo, Dr. Andrew Fassbach, al que se cree el epicentro de la epidemia en Corea del sur, con el objetivo de conocer el origen del virus y su posible cura. Tras la muerte de Fassbach, Lane se verá obligado a desarrollar por su cuenta la investigación. Su fracaso puede comportar el fin de la humanidad.

im_world war zGuerra mundial Z es una película que tiende al realismo. Sí, aunque pueda parecer mentira que una película de zombis con los tráilers que nos han mostrado, en la que podemos observar escenas fantasmagóricas de ataques y violencia zombi, se pueda considerar realista, el film sigue en parte la vía iniciada con Contagio (Steven Soderbergh, 2011), si bien elevada a la novena potencia zombi. En él seguiremos a Lane en su investigación sobre lo que ha provocado la epidemia mortal y sobre su cura. El film nos transporta por una montaña rusa en la que a cada escena de acción, terror (del bueno!!) y destrucción zombi le sigue otra escena de reposo, para permitir al espectador que coja aire para el próximo apretón. De esta forma Forster equilibra la adrenalina generada por el film alternando la investigación sobre la epidemia y la lucha contra los horribles seres que esta crea.

La película nos da, además, una visión global del asunto, lo que es todo un acierto. La acción, aunque comienza en Estados Unidos con protagonistas y situaciones de cuño americano, se desarrolla por todo el mundo, siguiendo de esta forma el espíritu de la novela/informe original de Brooks, constituida por una recopilación de informes sobre una plaga de zombis «ficticia» a escala mundial. De ahí que la película se ambiente, además de en EE.UU., en Corea del sur, en Israel y finalmente en Gales, dando una visión algo más diversa de lo que acostumbran a ser las películas de terror «made in USA«.

Columna-zombie-WWZForster no abusa, además, de los efectos especiales debido, en parte, a este equilibrio de escenas que comentaba, hecho que le confiere al film una imagen más realista y alejada de los juegos de ordenador, que la asemejan a films del estilo 28 días o el Amanecer de los muertos. La acción zombi está bien conseguida (yo incluso diría que muy bien conseguida) y mezcla escenas de terror ambiental con otras de plena acción zombi llevada al extremo, como es el caso del episodio ambientado en Israel. Por su parte Brad Pitt, el principal protagonista y héroe de la película, lleva a cabo una interpretación adecuada para un tipo de film como este, en los que no importa tanto la actuación en sí, como la presencia y el empaque del actor en cuestión. Así, pues, Pitt cuadra a la perfección con el papel a él asignado y le da al mismo una entidad física correcta. El resto, evidentemente, se cede a las escenas de acción y terror.

Y en estas sí que destaca el film. Les puedo asegurar que tuve miedo viendo la película, y no se olviden que este es el objetivo principal de la inversión en producción, cuya voluntad es traducirse en ingresos en taquilla. El film consigue meterte en la acción con unas escenas de terror muy bien resueltas, si bien el avance de la investigación epidemiológica sufre de algunos vaivenes y exageraciones difíciles de evitar en un film que propone una «tensión terrorífica» de gran impacto. Además, como no podía ser de otra forma en un film yanqui, el papel de la familia y su supervivencia, pesan a veces demasiado en la trama, aunque proveen algún reproche burlón como el de la huida de la base militar de Corea del Sur.

Guerra Mundial Z es una buena película de terror y una buena película de zombis, muy esperada por un público fan falto de productos de categoría en las últimas temporadas y que aprecian el esfuerzo de adaptar una de las novelas de más repercusión en el sub-mundo de los muertos vivientes. Os aseguro que la película no defraudará a aquellos que quieran pasar un buen rato «pasándolo mal en el patio de butacas» y disfrutando de acción zombi «en su tinta». Aunque, como siempre, sería preciso confirmar si se trata de un film de zombis o uno de infectados, seguramente uno de los grandes debates propios del subgénero y difícil de discernir en la mayoría de los casos. Pero ¿y qué creéis vosotros?

Título: Guerra Mundial Z (World War Z)
Director: Marc Forster
Reparto: Brad Pitt, Mireille Enos, Eric West, Matthew Fox, David Morse, James Badge Dale, David Andrews, Michiel Huisman, Julian Seager, Elyes Gabel, Julia Levy-Boeken, Iván Kamarás, Trevor White, Sarah Sharman, Lee Nicholas Harris
Guión: Matthew Michael Carnahan
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Robert Richardson
Fecha de Estreno en España: Viernes, 02 de Agosto de 2013
Género: Terror, acción
Nacionalidad: USA
Año: 2012
Duración: 116 minutos
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Escrito por Jorge Pisa Sánchez

Grec’13: “Espai vital (Lebensraum)” en el Teatre Lliure: Hogar, mudo hogar

Para emocionarnos, no hacen falta las palabras. A menudo distraen y nos llevan caprichosamente por los vericuetos de la reflexión y hasta el examen de conciencia. Tampoco necesitamos conocer nuevas historias que nos alejen de nuestra predisposición a recorrer lugares comunes aparentemente ajenos.

Jakop Ahlbom lo sabe. Y pone todo su empeño de artista multidisciplinar en relajarnos a costa de construir y destruir una y otra vez un espacio mágico y vivo que aparece cada vez que se apagan las luces de sala y se desintegra suavemente al final del espectáculo.

El hábitat escénico de la tropa de Ahlbom desecha la lógica convencional. No se ofrece como lugar “para entrar a vivir”. Pero el surrealismo con el que está amueblado nos hace titubear. ¿Nos mudaríamos con ellos a protagonizar este cuento de amor a tres bandas entre dos inventores inseparables y una muñeca muy voluntariosa?

Lo vamos a pensar seriamente mientras asistimos admirados al despliegue de accidentes domésticos propiciados por dos mimos en combate continuo (payaso triste: el propio Ahlbom, impecable en su melancolía e implacable en su acrobacia; payaso alegre: Reinier Schimmel, estilizado moviéndose y estilista de la ingenuidad), desapareciendo con ímpetu por puertas y volviendo acto seguido (casi sin solución de continuidad) desde ventanas deliciosamente acogedoras.

La cosa no se detiene aquí: un baúl que les engulle después les escupe sin piedad al escenario. Las paredes giran, los muebles parecen no tener fin y sus moradores les hacen los honores enarbolando un ritmo trepidante, una agilidad elegante y la compenetración más inquietante. Cuando aparece en escena la tercera en discordia, llega el momento inexorable de creer en milagros: la muñeca (prodigiosa Silke Hundertmark) cobrará vida y al tomar conciencia de su nueva dimensión se integra maravillosamente en esa pareja de artistas silentes recalcitrantes. La coreografía entonces se torna en maravilla enloquecida. E impulsada por los dos narradores musicales que también poblaban la estancia (Leonard Lucieer y Ralph Mulder, casi fusionados con las paredes), el espectáculo es imparable. El venerable Buster Keaton, que bendecía a las criaturas desde el marco de un cuadro impávido, es finalmente sacrificado por el ritmo enfervorizado de las sorprendentes piruetas.

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Cara a cara y una magia única

La ambigüedad de la historia (que mezcla sugestivamente episodios macabros con la luminosidad de la candidez de los tres protagonistas), aderazada con la música de Alamo Race Track, alternando acordes crepusculares con apuntes de pop “naïf” y promovida por un escenario repleto de recovecos para sobredimensionarlo constantemente, resulta alarmante:

Triunfó la capacidad expresiva visual. Y como quedamos boquiabiertos y sin poder articular palabra a duras penas nos escabullimos del patio de butacas al final del “show”. Por poco nos quedamos a vivir allí, en medio de ese extraordinario caos de talento exquisitamente canalizado.

Por Juan Marea

http://grec.bcn.cat/es/programa/espai-vital-lebensraum
Teatre Lliure
Sala Fabià Puigserver
Duración: 70 minutos
Espectáculo mudo
Del 26 al 28 de julio
Dirección y movimiento: Jakop Ahlbom
Dramaturgia: Judith Wendel
Intérpretes: Jakop Ahlbom, Reinier Schimmel, Silke Hundertmark, Leonard Lucieer, Ralph Mulder
Música: Alamo Race Track
Escenografía: Douwe Hibma y J. Ahlbom
Iluminación: Yuri Schreuders

                                                                                                                                                              

Crítica teatral: Jo mai, en el CCCB.

Jo+mai+C2A9Helio+RegueraQue el teatro es diverso es una obviedad como decir que la vida es diversa. Y una muestra de ello nos la proporciona el Grec con la programación de Jo mai, una performance poético-teatral que nos habla de la juventud, del mundo en el que vivimos y de la capacidad de fracasar que posee el espíritu humano.

La sinopsis del espectáculo es, como veréis, algo liquida. Tres antiguos colegas de instituto, aún jóvenes, se reencuentran por las calles de una ciudad cualquiera, cada uno de ellos propietario de su propio infierno vital: el primero, Frank, con una infancia marcada por el maltrato; el segundo, Maxi, con problemas mentales que le acometen en forma de un ruido mental infernal que combate tocando música; el tercero, Isi, que no ha encontrado su sitio en el mundo y avanza en él a tientas. Todo puede cambiar con el proyecto, compartido por todos, de reflotar el bar de la madre de uno de ellos, llamado muy acertadamente Bar Amparo, un lugar al que llamar hogar y que permita afianzar las vidas de todos ellos. El encuentro con Julia, una chica que sufre los maltratos de su novio, puede poner en peligro la realidad creada por los tres amigos.

Iván Morales, autor y director de la pieza, nos presenta una performance teatral que sigue los pasos de su anterior obra Sé de un lugar, esto es, una disposición escénica que rompe la estructuración y las barreras habituales del teatro con una reflexión sobre la existencia cada vez más líquida que guía las vidas de las generaciones más jóvenes, y de las no tan jóvenes también. Y todo ello acompañado de música, un elemento importante en las obras de Morales. Si en Sé de un lugar se nos planteaba las dificultades afectivas y existenciales que vivían Béré y Simó, adornadas con un torrente poético y sentimental, en Jo mai el marco de referencia se amplía para abrazar a un grupo de jóvenes amigos a los que la vida no les ha deparado, por distintas razones, la suerte/éxito (tachen un concepto u otro a su gusto) por ellos deseado. El desencuentro vital es el mismo, aunque vestido con diferentes ropajes, un hecho este que universaliza la cuestión tratada en el espectáculo.

2089748-770x513Morales mantiene su apuesta por las jóvenes promesas de la interpretación con experiencia en el cine, el teatro y la televisión. Si en Sé de un lugar ya contaba con Xavi Sáez, en Jo mai incorpora a Marcel Borràs, a Oriol Pla y a Àlex Monner, este último la que parece la estrella más reluciente en los media catalanes en la actualidad. En el bando femenino Laura Cabello da la réplica a tanta testosterona junta con una actuación mesurada y creíble, con la que da vida, como no, a una chica maltratada por la vida y por la pareja, un ejemplo de lo actual de la propuesta.

Y de eso se trata. El espacio que acoge el montaje es el CCCB, y seguramente no se podría haber escogido un escenario mejor. Morales insiste en deconstruir la experiencia escénica habitual y acercarla todo lo posible al público, joven en este caso, como lo era el que abarrotaba el palco de butacas. La performance rompe los límites entre el escenario y el público, como ya lo hacía en Sé de un lugar. Las sillas delimitan un espacio central que es donde se representará la mayor parte de la acción, aunque a menudo los actores se mezclarán e interactuarán con el público, convirtiendo, en parte, el teatro en una experiencia compartida.

Morales persevera en su visión del teatro como un lugar en el que el público puede ver una representación teatral, compartir su experiencia con los otros e ir más allá. Un objetivo loable aunque a veces se corre el riesgo de alcanzarlo tan solo a medias, estirando en demasía un concepto, el teatral, para que abrace formas y conceptos que no son suyos. Parece, sin embargo, que Morales, de la mano de Cia. Prisamata, consigue su objetivo de trascender el teatro como teatro y alcanzar una experiencia escénica global, actual, contemporánea (y ahí creo que está la clave de todo), cercana y juvenil, si hemos de juzgar por el rango de edades del público presente y por la amplia y ostentosa ovación final que obtuvo la performance escénica.

El Grec, el CCCB y Morales se suman un punto en lo que a generación de públicos respecta y a su fuerza de llegada a una nueva realidad social que busca un teatro diferente o, como he dicho antes, una experiencia teatral distinta a la convencional que les hable de cara a cara, sin mentiras (o las menos posibles) y que les diga cosas que les interese, cercanas a su experiencia diaria en un mundo que cambia cada segundo y que pretende que todo lo demás se transforme siguiendo el ritmo por él impuesto.

«Jo mai» se representa en el espacio de teatro del CCCB del 25 al 28 de julio de 2013.

Autoría: Iván Morales
Dirección: Iván Morales
Reparto: Marcel Borràs, Àlex Monner, Oriol Pla, Laura Cabello y Xavi Sáez
Movimiento: Joana Rañé
Dirección musical: Helio Reguera (NITCH)
Dramaturgia: Anna Alarcón
Diseño de iluminación: Raimon Rius

Horario: 20:00 horas
Precio: 16 € (entradas agotadas)
Duración: 120 minutos
Idioma: catalán y castellano

“El viento en un violín” de Timbre 4: Música apenas audible

Claudio Tolcachir elige el teatro como “la ocasión para mirar en un espejo deformado todas las debilidades, extremarlas y hacerlas salir a la luz”.

E intenta que un vendaval desafíe las cuerdas delicadas del violín.

En un extremo, una historia disparatada que sacude las conciencias de unos seres nada tranquilos en su punto de partida: un joven inútil deseoso de dejar de serlo (el mismo Tolcachir, carismático y aparente) descubre la manera de dar la vuelta a su angustia al verse obligado (literal y violentamente) a crear una nueva familia. Con ello, conseguirá exterminar casi instantáneamente diferencias sociales, culturales y de opción sexual.

Sigamos: el conflicto constante que impulsa dicho protagonista se envuelve con las lazadas de una criada servil y deliciosamente humana (magnífica Araceli Dvoskin, cuyos silencios y breves réplicas salpican de vida este concierto) pero también se enreda con la simplicidad de los demás personajes. Y los nudos consiguientes que forman las interpretaciones del resto del elenco (poco matizadas y tendenciosas en los casos de la pareja de mujeres o bien muy pasadas de rosca en lo que respecta a las “criaturas” más burguesas como la locuaz madre o el psicoanalista farsante) acaban imposibilitando que la resolución vaya más allá del banquete de perdices y felicidad habitual de los cuentos de ¿hadas?.

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                             Todos a la cama y nadie que quiera hacerla.

En cambio, en el extremo de las cuerdas del instrumento citado podemos oír tenuemente el brío de algunos momentos celebrados por una comicidad desprejuiciada que habría supuesto hermosa melodía si la razón de ser de la obra fuese un vodevil o bien una comedia ligera. En estas escenas (el enfrentamiento entre el paciente y el profesional con el diván a punto de salir corriendo; los despertares de la criada a la señora en una alcoba siempre apresurada) sí que vislumbramos el esperpento del que hablaba nuestro dramaturgo y director. Pero para ello nos falta la capacidad de ahondar en el alma y la ironía a la hora de ridiculizar la manera de relacionarse unos y otros en ese mundo tan dispar que Tolcachir pretende acercar a golpe de chiste fácil y equívoco argumental.

por Juan Marea

Del 24 al 27 de julio
Horario: jueves y viernes, 20.30 h; sábado, 18 y 21.30 h
Descuentos a mayores de 65 años, menores de 14 años, Club Tr3sC, Tarjeta Rosa, Tarjeta Discapacidad y Carnet Jove
En castellano
Teatre Romea
http://www.teatreromea.com/es/showing
c/ Hospital, 51, de Barcelona
Dirección, dramaturgia: Claudio Tolcachir
Intérpretes: Inda Lavalle, Tamara Kiper, Miriam Odorico, Araceli Dvoskin, C. Tolcachir y Gonzalo Ruiz
Escenografía: Gonzalo Córdoba Estévez
Luces: Omar Possemato
Ayudantes de dirección: G. Cordoba Estévez y Melisa Hermida

Crítica teatral: Desig Jam, en La Seca – Espai Brossa.

DJ ganyotesNo descubro nada al afirmar el hecho de que el deseo es uno de los motores primordiales de la actividad humana. Lo que no es tan habitual es que también sea el argumento principal de una obra de teatro, como lo es en Desig Jam, programada en La Seca – Espai Brossa hasta el próximo 28 de julio. Si bien, si aclaramos que el director del espectáculo es Neil Labute no nos extrañaremos tanto…

Labute sabe como pocos plasmar la cotidianidad de la vida y de las relaciones humanas en las obras que escribe y dirige, y un buen ejemplo de ello fue Coses que dèiem avui estrenada en la Sala Beckett en el 2010 y que un año después hizo temporada en La Villarroel. Allí Labute hablaba de las relaciones humanas sacando a relucir su parte más negativa; aquí el dramaturgo, a través del trabajo cooperativo entre autores y actores realizado en el taller de verano del Obrador Internacional de Dramaturgia de la sala Beckett del año pasado, nos habla del deseo como propulsor principal del comportamiento humano, y lo hace a través de ocho historias. Bueno, más que ocho historias son ocho breves monólogos, o ni eso, ya que lo que nosotros vemos y oímos es la mitad de ocho diálogos mantenidos por los ocho actores que dan vida al texto, toda una serie de medias conversaciones que nos remiten al deseo: el deseo sexual, el deseo de comenzar una nueva vida; del deseo del otro; del deseo de pervivencia, el deseo erótico de la muerte…

Los monólogos son breves e intensos y comienzan de forma abrupta, uno detrás del otro. Se desarrollan, además, de una forma desnuda, limpia, sin apenas ayuda escenográfica, podríamos decir que «a pelo«, y captan nuestra atención des del primer momento. Y ello gracias a ocho textos afilados y «sin pelos en la lengua» y gracias también a la suma de las interpretaciones, que están a la altura de los textos que declaman. Ocho actores (Damià Plensa, Marta Bayarri, Vanesa Segura, Joan Sureda, Mireia Gubianas, Carles Algué, Annabel Castan y Pep Ambròs) que dan cada uno de ellos un toque personal y adictivo a cada una de las historias que nos explican. Entre ellos, si se tratara de destacar alguna interpretación, cosa que no es mi intención, me decantaría por la de Vanesa Segura con una apasionada conversación sobre la muerte y la enfermedad; la de Mireia Gubianas sobre la adicción de lamer codos, delicada y sucia metáfora del deseo carnal interpretada magistralmente; y la de Joan Sureda alejado de sus interpretaciones en clave de comedia made in «Apunta Teatre» y que nos permite observar un mayor abanico de registros interpretativos del actor.

Desig Jam es, así, un sumatorio de escenas, sentimientos, tribulaciones y deseos servido en un menú que se digiere de forma rápida, ya que la obra dura unos 45 minutos, y está aliñada con un simple juego de luces y un escenario vacío, lo que la hace apta para paladares que no gusten de aderezos ni de maquillaje alguno. Una experiencia teatral fresca y a veces algo siniestra que no le dejará impasible. Un detalle en la programación de La Seca – Espai Brossa para despedirse de la temporada teatral y preparar unas vacaciones repletas de anhelos y deseos aún por cumplir.

«Desig Jam» es representa a La Seca – Espai Brossa del 11 al 28 de julio de 2013.

Autores: Noemi Carrasco, Marc Guevara, Marta Solé, Nan Vidal, Alberto Ramos, Niclas Johansen, Joan Yago y Jumon Erra
Dirección: Neil Labute
Ayudante de dirección: Jessie Mills
Reparto: Damià Plensa, Marta Bayarri, Vanesa Segura, Joan Sureda, Mireia Gubianas, Carles Algué, Annabel Castan, Pep Ambròs y la colaboració especial de Marc Guevara
Técnicos: Joan Yago, Jumon Erra y Nan Vidal

Horarios: de miércoles a sábado a las 20:30 horas y domingos a las 18:30 horas.
Precio: 14 €; miércoles día del espectador 10 €.
Duración: 40 minutos aproximadamente

“El viaje de mi padre” de Hika Teatroa: El tren de la Luna

Este padre debe viajar. Pero no está seguro de que el tren en el que quiere acompañarle aquel hijo sea el que mejor le conduzca a la estación final. Según este hijo, aquel padre siempre estuvo en la Luna. Entonces; ¿quién les convence de que lo mejor para aquel y este, este y aquel es viajar juntos?

 

Mientras decidimos quién de los dos se saldrá con la suya, Agurtzane Intxaurraga, directora, pone en marcha una locomotora que se desplaza suavemente con un combustible poco contaminante: la ternura y la humanidad de la relación intergeneracional entre los dos protagonistas. Y habilita dos vagones donde instala holgadamente a José Ramón Soroiz y algo más apretujado a Joseba Apaolaza. José Ramón, inmenso, sabio y entrañable a medida que el alzheimer le amplía el espacio lunar, nos da una lección de interpretación: La contención de su trabajo y su humilde personalidad no solo permiten que brille ese “aita” al que encarna, sino que contagia de riqueza escénica los momentos en que ríe, se confunde, confiesa y ama a su hijo. Apaolaza sabe reconocer con profesionalidad su posición de antagonista. A él corresponde encabritarse, regañar y desesperarse. Le tocó viajar en segunda clase pero entre aspavientos y tonos declamativos consigue que transpire la sensibilidad de su personaje, el hijo que debe decidir si tomar las riendas de su vida o si en cambio ayudar a su progenitor a recoger las suyas cada vez que se caen en el acontecer doméstico diario.

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El pasado y el presente tienen el mismo billete.

El viaje de mi padre” de Hika Teatroa se estrenó en 2010 y ahora se ha presentado en Barcelona por obra y delicadeza del Almeria Teatre para su Barcino’13, Festival alternativísimo al celebérrimo Grec. Se trata de un espectáculo que se inscribe con orgullo nada vanidoso en las coordenadas de un teatro realista y poético.

Del primero toma el minucioso retrato de sus personajes a quienes sus autoras, Arantxa Iturbe y la misma Intxaurraga (que trazan juntas historias teatrales desde hace catorce años), otorgan su principal atractivo. También la estructura narrativa que nos avanza eficazmente la sucesión de acontecimientos. Así podemos vivirlos con la cercanía de quien no siempre se atreve a mirar en casa los estragos del tiempo en el deterioro de las relaciones familiares.

La poesía aflora amablemente para permitir que padre e hijo puedan volar al pasado sin necesidad de apearse del tren: por un lado, la presencia sobria, elegante y casi mágica de Jabier Muguruza al acordeón y como contrafigura del padre en un tiempo en que componer habaneras con su acordeón le convirtió en el mejor pretendiente de la mujer más pretendida del pueblo. Por otro, la intervención simbólica de ella misma, sombra luminosa que acerca y aleja a los dos personajes centrales. Un vestido de fiesta basta para ver a ella bailando, encandilando y haciendo rivalizar a los dos hombres de la casa. Y metáforas fácilmente reconocibles y hermosas por ello como las brazadas del niño aprendiendo a nadar o el juego escénico que superpone de forma encantadora presente y pasado con el acordeón.

Por todo ello, vivir con Hika Teatroa este recorrido escénico nos sosiega, emociona y hace sonreír. Sin más artificios que nuestros prejuicios.

Por Juan Marea

“El viaje de mi padre”
Almeria Teatre
http://www.almeriateatre.com/elviaje.htm
BARCINO’13-FESTIVAL ROMÀ DE BARCELONA
del 8 al 28 de julio
Programa: http://www.almeriateatre.com/horaris.htm
Precio: 15€ (descuentos a mayores de 65 años, menores de 14 años, con Carnet Jove, Club Tr3sC, Carnet de Biblioteques, Suscriptores de La Vanguardia, Col·legi d’Òptics, Socios Fnac, Claror Club y  RACC Master)
c/ de Sant Lluís, 64, de Barcelona

Dirección y escenografía: Agurtzane Intxaurraga
Dramaturgia: Arantxa Iturbe y A. Intxaurraga
Actores: José Ramón Soroiz, Joseba Apaolaza y Jabier Muguruza
Música: J. Muguruza
Ayudante de dirección: Tessa Andonegi
Luces: Jabier Lozano
Vestuario y attrezzo: Zerjantzi
Coreografía: Ana Remiro y Katy Zubizarreta
Imágenes: David Bernués
Sonido: Mikel Azpiroz

Promoción Smash: sorteo de 4 packs Teria Yabar (neceser y funda de móvil de piel).

smash sqEl pasado 17 de julio salió a la venta en España la primera temporada de Smash, la serie musical de éxito en EE.UU producida por Steven Spielberg.

Debra Messing, ganadora de un Premio Emmy, Angelica Huston, ganadora de un Oscar, Megan Hilty y Katharine McPhee, protagonizan la innovadora serie “Smash” que ha merecido el reconocimiento de la crítica en EE.UU.

Producida por Universal televisión en asociación con Dreamworks televisión, con Steven Spielberg como productor ejecutivo y distribuida por Paramount Home Entertainment, “Smash” está llena de fantásticas interpretaciones musicales, deslumbrantes números y escandalosos dramas entre bambalinas.

Además la primera temporada en DVD viene cargada de material extra jamás visto que incluye escenas eliminadas, reportajes y mucho más.

Sinopsis:

«Smash» es un drama musical que cuenta lo que ocurre detrás de los teatros de Broadway. Sus personajes son una mezcla entre soñadores y conspiradores con un deseo común, el de ser una estrella.

A Karen Cartwright, una recién llegada al mundo del espectáculo con mucho talento, le surge la oportunidad de su vida con un nuevo musical de Broadway basado en la legendaria Marilyn Monroe. Lo único que se interpone en lograrlo es Ivy Lynn (Hilty), una veterana del teatro decidida a hacerse con el personaje y que no se detendrá ante nada para hacer realidad sus sueños de fama.

Características DVD:
Duración: 294 Min. Aprox.
Audio: Inglés Dolby Digital 5.1, Castellano Dolby Digital 5.1, Francés Dolby Digital 5.1, DVS Dolby Digital Surround 2.0.
Subtítulos: Inglés, Castellano, Francés, Italiano, Holandés.

Características especiales DVD:
– Escenas eliminadas.
– Un sueño hecho realidad.
– Canciones y baile.
– Preview del primer episodio de la temporada 2.

smash_mainimage_aw_1838njm-1838njqCONCURSO: Sorteo de 4 packs Teria Yabar que incluyen neceser y funda de móvil de piel valorados en 30 € cada uno.

PROMOCIÓN FINALIZADA

Ganadores:
Tere Gilisbars de Francisco

Ignacio Jaspe Ortiz
Laura Hernández Bardelás
A. B. Martín Casado

Culturalia en colaboración con Zinking On sortea 4 packs Teria Yabar que incluyen neceser y funda de móvil.

Regalos Teria YabarPara participar en el sorteo debes:

Hacer un “Me gusta” en la página de Facebook de Culturalia o seguirnos en Twitter y responder a la siguiente pregunta:

Pregunta: ¿Quién de las dos candidatas, Karen Cartwright o Ivy Lynn, se merece más el papel de Marilyn y por qué?

Recuerda:

•    Haz un “Me gusta” en la página de Facebook de Culturalia o síguenos en Twitter.

•    Envía la respuesta a concurso_culturalia@hotmail.es antes del 31 de julio de 2013 a las 24:00 horas y participarás en el sorteo de 4 packs Teria Yabar que incluyen neceser y funda de móvil de piel valorados en 30 € cada uno. En el asunto del mensaje has de indicar Concurso Smash y en el correo has de responder a la pregunta e indicarnos tu nombre completo y tu número de teléfono.

El nombre de los ganadores aparecerán publicado en nuestro blog.

Captura9

Crítica teatral: George Kaplan, en la Sala Beckett.

George_Kaplan_en_la_Sala_Beckett_de_Baracelona_Festival_GrecSi les he de ser sincero una de las propuestas del Grec que más me ha interesado este año ha sido George Kaplan, representada en la Sala Beckett, una obra de Frédéric Sonntag que con un toque juvenil y espontaneo nos habla de la comunicación, de los intentos de comunicar y de las tentativas de apropiarse de la información y retorcerla con el objetivo de favorecer intereses privados. En resumen, una obra inserta inteligentemente en el gran debate que ha generado el desarrollo de la comunicación propiciado por los avances tecnológicos, y la potenciación de los sesgos y filtros que sufre la información «objetiva» que consumimos a diario a través de los medios de comunicación convencionales, internet y de un cada vez mayor número de dispositivos.

George Kaplan nos habla de todo ello y la hace de una forma eficaz e inteligente, algo que se ha de agradecer a su autor Frédéric Sonntag y a la producción de la Sala Beckett. La obra está dividida en tres escenas relacionadas entre sí por un nexo que no es otro que el nombre propio que da título a la obra, George Kaplan, que hace referencia al film Con la muerte en los talones, uno de los grandes clásicos dirigidos en el año 1959 por Alfred Hitchcock y que narraba las intrigas que experimentaba Roger O. Thornhill (Cary Grant) al ser confundido con George Kaplan, una identidad falsa utilizada por la CIA en una investigación de contraespionaje.

Esta excusa permite a Sonntag presentarnos las citadas tres escenas: la primera la de un grupo vinculado al movimiento 15M llamado George Kaplan que pretende, aunque sin demasiado éxito, crear un movimiento de contestación social, económica y política a nivel mundial; la segunda nos traslada a la sede de trabajo de una organización en la que diversos guionistas y un novelista están trabajando en la creación de una trama construida a partir de un nombre clave, George Kaplan; finalmente en la última escena un grupo de poder al estilo Bilderberg intenta apoderarse o más bien de adaptar una amenaza comunicativa inminente llamada George Kaplan, para utilizarla como arma o cortina de humo con la que impulsar sus propios intereses.

kaplan 12La obra adopta el estilo de una tragicomedia, una obra de carácter realista que reflexiona sobre la comunicación y el uso de la información que hacemos cada uno de nosotros y, claro está, también las grandes organizaciones y grupos de presión. En ella la primera escena, la más cómica, nos muestra el esfuerzo infructuoso de un grupo activo de base indignada para llegar a un mínimo de consenso para desarrollar su proyecto revolucionario. Impagables algunas de las situaciones que nos recuerdan, sin duda, las imágenes del 15M y sus inacabables asambleas que llevaba o han llevado a más bien poco. Algo descriptivo de un movimiento en fase de configuración pero que parece preñado de futuro.

Por el contrario la segunda y sobre todo la tercera escena nos advierten del peligro que corre el mundo debido a las ansias y a los ingentes medios a disposición de los grupos de poder que les permiten apropiarse y hacer fluir la información para controlar, de hecho, nuestra percepción de la realidad. Una amenaza que tiñe cada vez más de oscuridad la información que nos llega a través de los medios de comunicación.

El objetivo se consigue con un texto contundente y actual en el que están presentes los miedos y la desconfianza del propio autor, que consigue hacer llegar al público. A ello ayuda un montaje ágil en el que una gran mesa de reunión y algunos pocos complementos más modelan una realidad escénica en constante mutación y unos actores que de forma camaleónica van adoptando diversas personalidades y roles a lo largo de la representación. Cada uno de ellos tiene su momento para mostrar ya sea su veteranía, este es el caso de Jordi Figueras o Sandra Monclús, o su frescura y sus capacidades, como en el caso de Sara Espígul, Borja Espinosa o Francesc Ferrer, lo que conforma una actuación coral de primera.

George Kaplan nos plantea una cuestión árida y problemática relacionada con la comunicación y con los flujos de información, una cuestión que sin duda da forma a la era digital en la que vivimos, y que si bien posibilita grandes logros en todos los ámbitos también permite la usurpación y el dominio por parte de aquellos con menos escrúpulos pero mayores posibilidades. Un acierto sin duda de la Sala Beckett y del Festival Grec y un éxito basado en lo actual e idóneo de la temática que aborda y que si lo pensamos bien nos afecta a todos, de una forma u otra.

«George Kaplan» se representa en la Sala Beckett del 4 al 28 de julio de 2013.

Autor: Frédéric Sonntag
Traducción: Carles Batlle
Dirección: Toni Casares
reparto: Sara Espígul, Borja Espinosa, Francesc Ferrer, Jordi Figueras y Sandra Monclús
Escenografía: Luis Martí y Paula Bosch
Vestuario y caracteritzación: Gimena González
Iluminación: Luis Martí
Espacio sonoro y visual: Ramon Ciércoles y Mar Orfila
Producción: Sala Beckett/Obrador Internacional de Dramatúrgia, Grec 2013 Festival de Barcelona y Theater Konstanz (Alemania)

Horarios: de martes a sábado a las 21:30 horas; domingos a las 18:30 horas.
Precio: 20 €
Duración: 1 hora y 35 minutos
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Escrito por Jorge Pisa Sánchez

Crítica teatral: Nit de ràdio dos punt zero, en La Villarroel.

Imatge(1)Este mes de julio la programación escénica de Barcelona ha potenciado en gran medida la reflexión sobre el mundo de los profesionales de la cultura y la comunicación. Primero vimos el teatro dentro del teatro con El veneno del teatro; después el cine dentro del teatro en Tots fem comèdia; más tarde los artistas sobre el escenario en La banqueta; el uso y abuso de la información/comunicación en George Kaplan y finalmente la radio dentro del teatro con Nit de ràdio dos punt zero en La Villarroel, un tratado en clave de comedia sobre el mundo de la comunicación radiofónica y de los profesionales que se dedican a ella.

Todo comienza poco antes de que de inicio el programa tipo «busco y encuentro» al estilo de Tots és possible o La nit dels ignorants. El grupo de profesionales radiofónico se prepara para dar forma al programa de esta noche. Pero algo diferente ocurre hoy: Llorenç (Pablo Lammers) pide a Candela (Clara Cols), con la que salió en el pasado y que está embarazada gracias a un tratamiento de fecundación in vitro, si quiere crear una familia junto a él. Candela rechaza la propuesta. A esta tensa situación se suma el hecho de que se le va a dar a Anna, la becaria, (Alícia Puertas) la gran oportunidad de participar en la locución del programa, aunque no todos están de acuerdo con ello. Lo que parecía una noche de radio como otra cualquiera se convertirá en una montaña rusa radiofónica en la que la vida privada de los integrantes del programa y las aspiraciones personales y profesionales de cada uno de ellos se volatizarán al compás del avance de la noche y del influjo de las Nuevas Tecnologías .

Cristina Clemente nos propone un divertimento teatral que enlaza directamente con la actualidad, algo muy propio de la marca Sala Flyhard, espacio donde se estrenó la obra.  Clemente nos presenta un debate sobre la radio que se hace en la actualidad, y que se concreta tanto en el tipo de programa que veremos desarrollarse sobre el escenario, el nuevo tipo de programa que nace a partir de este y la propuesta de programa que parece haber sido rechazado por la emisora. Algo que conecta con el cauce que la comunicación, en términos generales, está adoptando en la actualidad en la que abunda el bajo nivel de las propuestas y programas y donde se impone la interacción y los gustos generalistas del público.

NDR02(1)Una nueva comunicación, además, en la cual no interesa tanto solucionar problemas, objetivo principal del programa de radio en cuestión, sino mostrar el entresijo de relaciones que mantienen los integrantes del mismo, algo muy al estilo de los magazines televisivos, secuestrados por la prensa rosa, o de programas más destroyers como Sálvame Deluxe, que a pesar de su comunicación de baja estofa generan audiencias sorprendentemente elevadas. En Nit de ràdio dos punt zero también están presentes internet y las NTIC que, como fiel reflejo de la realidad, se van apoderando poco a poco del programa, una muestra de hacia donde parece que se dirige el hacer radiofónico y de ahí muy bien escogido el título de la obra.

Nit de ràdio dos punt zero también nos habla de las relaciones que se generan en un microcosmos laboral como puede ser el de un estudio de radio en el que, no olvidemos, los pequeños y grandes profesionales se reducen, las más de las veces, a sus anhelos y fobias personales.

Nit de ràdio dos punt zero parece que es una obra que funciona por sí sola. Los cuatro protagonistas crean un efecto de realidad con el que nos harán creer que estamos asistiendo a la realización de un programa real de radio, lo que demuestra el gran acierto de la propuesta. Si bien el ritmo de la obra es inicialmente algo acelerado, lo que se entiende si tenemos en cuanta la duración de la misma, que es tan solo de 70 minutos.

Los cuatro integrantes del reparto llevan a cabo una definición exacta de sus personajes. Clara Cols como Candela, la locutora con experiencia que no se ha encontrado aún a sí misma; Pablo Lammers como Llorenç, el eterno adolescente con ganas de concretar definitivamente su vida; Sergio Matamala como el aspirante a locutor y Alícia Puertas como la locuaz y resentida becaria que quiere avanzar en su carrera profesional en la radio.

Nit de ràdio dos punt zero es una comedia sobre la radio que nos permite reflexionar sobre cuál es la fórmula de comunicación que se impone gracias al uso de internet y las NTIC y sobre la voluptuosidad líquida de las vidas de las personas que se dedican a ella. Una propuesta que hace patente la cercanía y la contemporaneidad de un sello, el de la Sala Flyhard, que sube como la espuma, en este caso escénica.

«Nit de ràdio dos punt zero» se representa en La Villarroel del 9 al 24 de julio de 2013.

Guión y dirección: Cristina Clemente
Reparto: Clara Cols, Pablo Lammers, Sergio Matamala, Alícia Puertas y Blanca Caminal
Espacio escénico: Jordi Casanovas
Vestuario: Cristina Clemente y FlyHard Produccions, S.L.
Espacio sonoro: Jordi Casanovas
Producción: FlyHard Produccions, S.L.
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Escrito por Jorge Pisa sánchez