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Crítica teatro: ‘La morta’ de Pompeu Crehuet, en la Sala Beckett

Bueno, vamos avanzando en esa Nueva Normalidad que, evidentemente, también afecta a las artes escénicas. Si la semana pasada os hablamos de The Scarlet Letter programado en el Lliure en el marco del Festival Grec, hoy lo hacemos de ‘La morta’ de Pompeu Crehuet en la Sala Beckett, espacio que retomó el pasado 1 de julio las representaciones de esta obra estrenada en marzo y suspendida poco después debido a la crisis provocada por el COVID-19.

«Marc Crehuet, dramaturgo en plena crisis creativa después del éxito de su obra El rei borni, recibe la visita del espectro de su bisabuelo, Pompeu Crehuet, que también era dramaturgo. Pompeu le pide que dirija su obra más exitosa para que la gente lo reconozca, por fin, como un autor canónico de las letras catalanas. Marc intenta esquivar la propuesta, pero la determinación de su bisabuelo es muy fuerte y se verá obligado a luchar para levantar una obra de principios del siglo pasado que parece no interesar a nadie, bajo la supervisión constante del fantasma de su bisabuelo».

La Beckett nos ofrece una tragicomedia que trata sobre el teatro y de aquellos que se dedican al teatro, en este caso un dramaturgo en horas bajas, que no consigue retomar el camino del éxito, hecho este que le vincula con la carrera de su bisabuelo, que no superó nunca el éxito de su primera obra de teatro.

La morta de Pompeu Crehuet

La obra se organiza, pues, en diferentes tiempos en los que se nos relata el día a día del dramaturgo Marc Crehuet y su crisis profesional y familiar. Por otra parte la representación incluye la puesta en escena de diversas escenas de La morta de Pompeu Crehuet, personaje no ficticio, que conste, lo que nos permite contemplar una obra de teatro catalán de principios del siglo XX.

El resultado de todo ello es una obra algo confusa en el relato que no acaba de exprimir toda su potencialidad, que la tiene. Y si no piensen: dramaturgo en crisis, fantasma de un antepasado desorientado y con ganas de revancha y un juego constante entre dramaturgia y metadramaturgia. El espectáculo se basa en una buena idea que enlaza con la historia familiar de los Crehuet, aunque no acaba de explotar la comicidad de las situaciones y de las actuaciones. En lo que respecta a las interpretaciones, tenemos a tres «bombas» cómicas, Xavier Bertran, Francesc Ferrer y Betsy Túrnez que no acaban de coger el tono humorístico que reclama la obra. Algo entendible debido al parón que ha sufrido la obra y las situaciones que todos hemos vivido, pero que le roba intensidad cómica a la representación.

Por otra parte destacamos la escenografía digital de la obra, un campo este que ofrece unas posibilidades espectaculares, tal y como podemos contemplar en la representación de la obra. Todo un acierto en la puesta de escena que permite a la obra jugar con el tiempo de representación y con los personajes y meter al espectador en la trama de una forma inesperada.

‘La morta’ de Pompeu Crehuet es una propuesta que aunque no alcanza el ritmo y la intensidad necesaria, se convierte en una opción fresca y en una comedia, algo trágica por momentos, que nos alegrará los calurosos días de julio. Una cierta recuperación de la normalidad que vale la pena.

Y recuerden, llegada y salida escalonada, gel hidroalcohólico y mascarilla en el interior de la sala. Algo que no debemos olvidar…

‘La morta’ de Pompeu Crehuet se representa en la Sala Beckett del 1 al 26 de julio de 2020.

Autoría y dirección: Marc Crehuet
Reparto: Anna Bertran, Xavier Bertran, Francesc Ferrer y Betsy Túrnez
Con la colaboración especial de: Laura Fernández y Eric Crehuet
Escenografía: Sebastià Brosa
Iluminación: David Bofarull (aai)
Caracterización: Mercè Sánchez
Audiovisuales: Francesc Isern
Producción: Sala Beckett

Horarios: de miércoles a sábado a las 20:30 horas y domingos a las 18:30 horas.
Precio: 15€
Duración: 1 hora y 30 minutos
Idioma: catalán y castellano
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Amor mundi, en la Sala Beckett

El verano es una buenba estación para la meditación, algo que nos propone la Sala Beckett con Amor mundi, una reflexión sobre la educación y la violencia en la sociedad actual.

«Aurelia, una maestra a punto de jubilarse y con una enfermedad que la está dejando ciega, ha sido expulsada de la escuela donde trabaja por culpa de la reacción violenta que ha tenido con una alumna. Ahora, sola en su casa, con la única compañía de su sobrina y de una monitora joven del colegio, se hace preguntas sobre su carrera y sobre sus propios principios éticos y pedagógicos».

La Beckett nos plantea con Amor Mundi un debate actual del que muchas veces somos conscientes a través de los medios de comunicación. Y este no es otro que la realidad de la educación de los más jóvenes y la violencia en las aulas, con una presentación escénica sencilla acompañada de un intenso vigor interpretativo.

La obra trata sobre una agresión en un centro educativo y de cómo las personas y la sociedad gestiona este tipo de situaciones. Szpunberg, autora de montajes como Esthetic Paradise (Grec 2004), Boys don’t cry (Grec 2012), L’onzena plaga (2015) o Balena blava (2018) ya nos tiene acostumbrados a un teatro en el que plantea debates aferrados a temas políticos y sociales de actualidad. En este caso escribe y dirige la obra en la que tres mujeres nos darán su opinión sobre un caso de mobbing y violencia escolar.

Amor mundi_sala beckett

Marta Angelat da vida a la profesora que ha protagonizado este suceso, una profesional de la educación que ha optado por tomarse la justicia por su mano en un caso continuado de acoso. Su personaje es sobre el que da vueltas la obra, dejándonos clara la obra desde su inicio que su capacidad de ver y de entender la realidad está debilitándose. A Argelat la acompañan Aina Calpe interpretando a su sobrina, preocupada por la situación y con problemas propios y la joven Blanca Garcia-Lladó que interpreta a una monitora del colegio presente el día de la agresión, con una visión muy diferente del asunto.

Y el debate está servido: ¿Cómo combatir la violencia y el acoso en el colegio? ¿Cuál es el papel del profesorado y de la familia? ¿Se puede combatir la violencia con violencia? ¿Cuál es la función de la Escuela? ¿Hacía donde avanza la sociedad proteccionista en la que vivimos? Como ven un debate actual y que todos podemos conocer de forma más o menos directa.

Como decía, la propuesta escénica es sencilla, un espacio de oscuridad que tanto puede ser un aula del colegio como el interior de una vivienda. La representación se acompaña también de diversos audiovisuales que profundizan en la vertiente filosófica del asunto y en su aspecto más infantil. Unos audiovisuales, por cierto, que se integran de forma algo heterodoxa en la representación.

Amor mundi nos permite pensar y repensar nuestra sociedad y nuestro entorno, no solo acerca de las diferencias generacionales a la hora de comprender e interiorizar la realidad, sino también la problemática de la violencia en las escuelas, y en qué forma se gestionan unos hechos que en parte nos afectan a todos.

«Amor mundi» se representa en la Sala Beckett del 26 de junio al 28 de julio de 2019.

Autoría y dirección: Victoria Szpunberg
Reparto: Marta Angelat, Aina Calpe y Blanca Garcia-Lladó
Escenografía: Max Glaenzel
Iluminación: Paula Miranda
Vestuario: Sílvia Delagneau
Espacio sonoro: Lucas Ariel Vallejos
Producción: Grec 2019 Festival de Barcelona y la Sala Beckett

Horarios: de martes a sábado a las 20:30 horas y domingo a las 18:30 horas
Precio: de 10€ a 20€
Duración: 1 hora y 30 minutos
Idioma: catalán
NOTA CULTURALIA: 7,5
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Cançó per tornar a casa, en la Sala Beckett

El Festival Grec de Barcelona nos permite disfrutar en la Sala Beckett de un nuevo espectáculo de T de Teatre, Cançó per tornar a casa, en el que la compañía ha sido dirigida por Denise Despeyroux, responsable también de la escritura del texto.

Cançó per tornar a casa mezcla dos realidades argumentales, la historia de Renata, Rita y Greta, tres antiguas amigas y ex-actrices en plena crisis existencial que se reúnen de nuevo en el lugar donde disfrutaron de su primer y único éxito vital. Ninguna de ellas ha conseguido construir una vida satisfactoria desde entonces. La casualidad quiere que el dramaturgo con el que debutaron hace 26 años se haya refugiado cerca de ellas, y un nexo en común hará que su realidad se vincule a la de un hipnólogo huido de la justicia y su ayudante.

La nueva propuesta de T de Teatre tiene un efecto ambivalente en el espectador. Si por un lado uno siempre agradece una obra «T de Teatre», con todos los elementos que ello comporta y que incluyen la tragicomedia fresca y a veces alocada tan propia de la compañía, al mismo tiempo la dramaturgia de Despeyroux nos hace recorrer un camino algo fantasioso y estrambótico en un texto escrito especialmente para la ocasión.

Cançó per tornar a casa_1

Si bien la dirección de Despeyroux se ha integrado muy bien al adn de la compañía, constituyendo un paso adelante más en su ya larga trayectoria, el argumento peca de excentricidad. Algunas de las situaciones que acontecen sobre el escenario no son demasiado creíbles, hecho este que potencia la comicidad de algunas de las situaciones. En este apartado el formato T de Teatre funciona bien, estableciéndose un flujo actoral intenso, como es acostumbrado, entre Mamen Duch, Marta Pérez y Àgata Roca. Pero es cuando se integran las dos historias y se suman al relato Carme Pla y Jordi Rico cuando la propuesta se hace más extraña.

Y es aquí donde se advierte más el peso de Despeyroux, al llevar la trama hacia el ámbito de los vínculos entre las personas y los acontecimientos, y donde se impone más la tragedia del binomio tragicómico tan propio de T de Teatre y el toque sobrenatural.

En esta ocasión la compañía ha escogido una sala más pequeña, la Beckett, para la representación de la obra, lo que permite al espectador observar más de cerca, un acierto, la evolución de los acontecimientos. La compañía ha apostado también por una escenografía algo más minimalista en la que destaquen más las interpretaciones que los ambientes. Y como decía antes, el apartado de las interpretaciones es el correcto, si bien algo iterativo en ocasiones, aunque en definitiva el flow de la compañía y una clave de su éxito.

Cançó per tornar a casa es una obra sin excesivas pretensiones que nos hace reflexionar sobre lo vacío, a veces, de la existencia y de como todo lo que pasa está conectado, o puede estarlo, de una forma u otra. Una oportunidad de desconectar un poco de los calores del verano, que lo son y mucho, y de meditar sobre el teatro, la vida y las ¿casualidades?.

«Cançó per tornar a casa» se representa en la Sala Beckett del 2 al 28 de julio de 2019.

Autoría y dirección: Denise Despeyroux
Traducción: Sergi Belbel
Reparto: Mamen Duch, Marta Pérez, Carme Pla, Jordi Rico y Àgata Roca
Escenografía: Alejandro Andújar
Vestuario: Mamen Duch
Iluminación: Rubèn Taltavull
Sonido: Roger Ábalos
Producción: T de Teatre

Horario: de martes a sábado a las 21:00 horas y domingos a las 18:00 horas
Precio: de 11€ a 22€
Duración: 1 hora y 30 minutos
Idioma: catalàn
NOTA CULTURALIA: 6,5
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Un tret al cap, en la Sala Beckett

Después de su estreno en el pasado Festival Grec de Barcelona, Un tret al cap iniciaba sus representaciones regulares en la Sala Beckett el pasado 13 de septiembre, una obra con texto y dirección de Pau Miró e interpretada por tres generaciones de actrices: Imma Colomer, Emma Vilarasau y Mar Ulldemolins y que nos propone una reflexión sobre el periodismo, el impacto de la enfermedad y la forma en el que las personas encaramos nuestras vidas.

«Tres mujeres forman un triangulo encabezado por una periodista demasiado incómoda para el diario en el que trabajaba y que la acaba de despedir. La acompañan en escena su hermana, que sólo quiere disfrutar de los últimos años de su vida en plenitud, y una víctima que exige que su caso salga a la luz pública. Las tres han ido a parar a un callejón sin salida del cual sólo podrán salir diciendo aquellas cosas que son tan difíciles de decir…».

La nueva propuesta de La Beckett nos presenta una historia imbricada en el presente y en la que la fuerza del texto y la calidad de las interpretaciones se imponen desde el inicio de la representación. Lo que en un primer momento parece una simple obra de análisis profesional, esto es, el papel del periodismo, el de la vieja escuela, en el mundo digital y de sueldos precarios del siglo XXI, va avanzado y enriqueciéndose a medida que transcurren los minutos para convertirse en una reflexión sobre cómo y a qué cosas dedicamos nuestras vidas.

Un tret al cap_1Una evolución de contenido esta que queda patente en el papel nuclear de la obra, el de Emma Vilarasau, que se ve obligada a mudar en sus convicciones y en sus puntos de vista al conocer el agravamiento de la salud de su hermana mayor, Imma Colomer, justo en el momento en que su carrera profesional se ve abocada al abismo.

Pau Miró ha concebido un texto actual, emotivo e impactante que habla al espectador de tú a tú, y nos lo ubica en el salón de una vivienda «que huele a cerrado, a viejo», y que podría ser cualquiera de nuestros hogares, en el que el normal transcurso de lo cotidiano muta y acelera debido al propio fluir de la existencia. El acierto en la trama está acompañado, asimismo, por una dirección sabia en la que Miró sabe sacar lo mejor de las tres actrices, cada una en su registro, hecho que le permite seguir adelante en una carrera con aciertos recientes como Els jugadors (2012) o la Terra Baixa de Lluís Homar (2014). Posiblemente el único aspecto que no acaba de funcionar del todo es la voluntad de cierre en positivo de la trama, que roba a la historia algo de credibilidad.

En la interpretación, como ya he dicho, la obra destaca por el equilibrio de las tres actrices, a las que Miró orienta el foco en algún momento de la obra. Colomer da en el clavo con una actuación frágil a la vez que optimista de la vida, a la que se opone el toque frío y profesional de una Vilarasau que afina en su interpretación. Al dúo familiar opuesto se suma la caracterización consistente de Ulldemolins, la joven que llega en busca de ayuda periodística y que esconde algún que otro secreto.

Así, pues, la Sala Beckett ha dado inicio a la temporada de una forma enérgica, colocando el listón alto para el resto de la temporada. Queda, pues, por confirmar si podrá mantener el empeño.

«Un tret al cap» se representa del 13 de septiembre al 1 de octubre en la Sala Beckett

Autor y director: Pau Miró
Reparto: Emma Vilarasau, Imma Colomer y Mar Ulldemolins / Vicky Luengo (del 27 de septiembre al 1 de octubre)
Escenografía: Sebastià Brosa
Iluminación: David Bofarull (A.A.I)
Vestuario: Berta Riera
Caracterización: Toni Santos
Espacio sonoro: Marta Folch
Producción: Sala Beckett/Obrador Internacional de Dramaturgia y el Grec 2017 Festival de Barcelona

Horario: de miércoles a sábado a las 20:30 horas y domingos a las 18:30 horas
Precio: 20€
Idioma: catalán
Duración: 1 hora 30 minutos

NOTA CULTURALIA: 8
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Jorge Pisa

“Arbres” de La Virgueria: L’ombra que se’ns escapa

Les paraules com a medecina contra la soledat. Sense prescripció mèdica i amb efectes secundaris: l’isolament aclaparant. Els tres individus que aquí les prenen no saben viure. Però el seu alè vital els arrossega cap a un desig de sentir amb altre. Com arbres, les arrels els impedeixen moure’s. I també com arbres, poden estirar les seves branques.

La Virgueria planta un bosc a la Sala Beckett i ens hi convida a vagarejar. De primer, quedem encisats per l’atmosfera que s´hi respira: L’espai escènic de Margherita Mantovani és un tros d’ecosistema que projecta un ambient a mig camí entre la malenconia dels arbres que l’habiten i l’onirisme del lloc on voldrien créixer. Al centre, un banc transparent que empresona i capgira les ganes de fer bona ombra. I la música de Cesc X. Mor contribueix a assegurar-hi el seu hàlit de misteri poètic. No sabrem si somiem el neguit d’un trio d’amants incapaços d’estimar-se o si bé es tracta d’una intriga sobre voyeurs a punt de tocar-se.

Les paraules de Marc Artigau i Queralt formen frases capaces de localitzar punts de trobada d’una història hitchcokiana (que uneix amb decisió “Rear window” i “Vertigo”) sobre la fascinació i el fetitxisme. I esdevenen paràgrafs consistents els que defineixen els dos personatges més passius: l’obsessiu Llorenç, encegat pels raigs lunars, que crema de passió l’expectant Alba. Les escenes que els relacionen creen una relació creïble i suggeridora entre ambdós. El text també apunta punts de partida prometedors (la tercera en discòrdia i el seu accident terrorífic) que no arriben a créixer bé per l’artificiositat en què cau l’autor i l’entossudiment de voler lligar caps (els vertaders vincles de tots tres) on haurien d’haver volat sense por seguint la seva ambigüitat.

El director Aleix Fauró aconsegueix polir una mica els defectes de la dramatúrgia amb els moments coreogràfics de la seva posada en escena: La presentació del personatge de la Lluna és hipnòtica per la seva màgia i bellesa. Els moviments compassats d’ella mateixa i de l’Alba con si fossin una mostren una sensibilitat rellevant. El diàleg que, ensems, fusiona dos fent alternar a tots tres actors és d’un ritme excepcional. A més, Aleix aconsegueix una escena de gran delicadesa: la d’amor entre el Llorenç i l’Alba, per la tendresa compartida de les mans d’ell i la mirada d’ella que gairebé obliden qui és el vertader objecte del desig. Malgrat tot això, Fauró s’enfonsa intentant guiar els actors en termes generals: Cap dels tres no fa clorofil·la per culpa de la seva escorça rígida.

Per Juan Marea

“Arbres” es representa a la Sala Beckett de Barcelona fins al 30 de noviembre.
http://www.salabeckett.cat/archivo/arbres-de-marc-artigau-queralt-direccion-aleix-fauro

Crítica teatral: Vells Temps, en la Sala Beckett.

Vells temps_sala beckettUna obra de teatro siempre tiene algo que decir al público. Una vez que se alza el telón, metafóricamente hablando, porque ya casi nunca se levantan, se inicia una conexión entre la obra y el espectador que perdura, de una forma u otra y normalmente con altibajos, hasta el final de la representación. Si además, Harold Pinter está en el meollo, está conexión se transforma es un estado en el que la obra fluye atrapando al espectador en una tela de araña escénica que se apodera de él hasta el final de la función. Algo que podemos apreciar en Vells Temps, obra programada en la Sala Beckett en el marco del Festival Grec 2014, dirigida por Sergi Belbel e interpretada por Carles Martínez, Míriam Alamany y Sílvia Bel.

El matrimonio formado por Kate (Míriam Alamany) y Deeley (Carles Martínez) recibe la visita de Anna (Sílvia Bel), una amiga de juventud de la primera. El reencuentro de las dos mujeres les permitirá rememorar los viejos tiempos, cuando ambas trabajaban como secretarías; compartían piso en Londres y llevaban una vida de trabajo y ocio recorriendo las plateas de los mejores teatros de la ciudad. A medida que ambas mujeres evocan el pasado Deeley comienza a sentir celos de una relación antigua pero intensa que, al parecer, se entrelaza también con sus propios recuerdos.

La Sala Beckett se anima a programar Vells temps, un Pinter que tiene que ver mucho con la memoria, el teatro y el cine (musical) y con una tempestiva relación amorosa a tres bandas. La estructura de la obra sigue el modelo pinteriano de la llegada de un extraño a un espacio y/o realidad a la que no pertenece, como pudimos ver este año en obras como L’encarregat o Terra de Ningú. Una vez que este elemento externo hace acto de presencia la realidad queda, de alguna forma, afectada, un efecto del que seremos consciente a través de la conversación que mantienen los tres protagonistas y que girará en torno al pasado, lo que moverá a un duelo dialectico entre Deeley y Anna por demostrar quién tiene más ascendencia personal sobre Kate y nos hará evidente la naturaleza efímera y sutil de la memoria y de los recuerdos.

La obra se construye, además, en un espacio y un tiempo escénico que se confunde a lo largo de la representación. Al espectador le costará distinguir si lo que pasa sobre el escenario se está produciendo en el presente o se produjo en el pasado, algo que se complica aún más al referirse los tres protagonistas a los mismos hechos con recuerdos diferentes y algo distorsionados. Lo que va dando forma a un limbo escénico en el que la realidad y los recuerdos se atropellan unos a otros, obligando al espectador a intervenir y darles forma.

Por encima de este fluir de situaciones y recuerdos la obra nos habla de las relaciones y más concretamente de las relaciones de pareja, tanto aquella formada por Kate y Deeley como la que mantuvieron, supuestamente, Kate y Anne cuando eran jóvenes. Asimismo, el teatro también estará muy presente en la representación, ya que los personajes femeninos recordarán a lo largo de la obra su asistencia a los espectáculos de teatro y danza del antiguo Londres y los protagonistas se lanzarán a canturrear en un momento de la obra algunos éxitos del teatro musical.

La propuesta cocinada por la Sala Beckett está diseñada para darle a la obra la naturaleza fantasmagórica que un Pinter requiere. El escenario está constituido por una extensa plataforma elevada que se apodera de uno de los extremos largos de la sala, ocupada tan solo por una serie de ventanas, dos sofás-cama y una butaca, ubicados sobre el escenario de forma triangular, una representación física del triángulo amoroso existente (o que existió) entre los tres personajes. Estos están interpretados por Carles Martínez (Deeley), Míriam Alamany (Kate) y Sílvia Bel (Anna). El primero oprime a su personaje para darle una solidez a veces exquisita; la segunda interpreta un personaje que a veces parece que no esté sobre la escena, un hecho del que se nos habla en la propia obra y la tercera encarna a una mujer elegante y atractiva que parece que quiere recuperar algo de su pasado.

Sergi Belbel lleva a cabo una destacada dirección de actores que provee a sus interpretaciones de esa neblina adecuada para una obra-situación de Pinter, y da forma a una representación donde el presente y el pasado se mezclan irremisiblemente y en la que, como afirma uno de los personajes «hay cosas que recuerdas aunque puede ser que no hayan pasado nunca«. Algo que tendrán que descubrir cada uno de ustedes, hilvanando todo lo que se dice y todo lo que se hace sobre el escenario de la Sala Beckett. Un auténtico reto teatral.

«Vells temps» se representa en la Sala Beckett del 2 al 27 de julio de 2014.

Autor: Harold Pinter
Dirección: Sergi Belbel
Traducción: Joan Sellent
Interpretación: Carles Martínez, Míriam Alamany y Sílvia Bel
Escenografía: Max Glaenzel
Vestuario: Mercè Paloma
Iluminación: Kiko Planas
Espacio sonoro: Jordi Bonet
Caracterización: Toni Santos
Producción: Grec 2014 Festival de Barcelona y la Sala Beckett / Obrador Internacional de Dramatúrgia

Horarios: de martes a sábado a las 21:30 horas y domingos a las 18:30 horas.
Duración: 75 minutos
Idioma: catalán
Precio: 20 €
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Jorge Pisa Sánchez

Novetat discogràfica: Fruits del teu bosc, de Renaldo & Clara

fruitsdelteubosc

L’escena musical catalana segueix incorporant noms nous a les seves files, i un dels darrers grups en sumar-s’hi són els lleidatans Renaldo & Clara, que acaben de publicar Fruits del teu bosc, el seu primer disc, tot i que no podríem parlar d’uns debutants inexperts: el seu nom ja fa temps que sona gràcies als seus anteriors EPs i als concerts que han ofert en diversos festivals d’anomenada, com ara el BAM o el Faraday. Ara, però, confien que la seva proposta tingui una bona rebuda per part del públic al mateix temps que es preparen per a defensar el seu primer LP en directe, que presentaran el proper dimarts 11 de març a la Sala Beckett de Barcelona dins el cicle “Els dimarts em sentiràs”.

El segell evident de Renaldo & Clara –nom que van prendre de la pel·lícula dirigida i protagonitzada per Bob Dylan l’any 1978– és la veu dolça de Clara Vinyals, autora també de les lletres de les cançons del grup, que en els seus inicis actuava en format trio –amb Víctor Ayuso i Hugo Alarcón– i que les incorporacions de Jordi Reixach “Mante” i Eric Herrera han convertit en quintet. I és amb aquesta formació definitiva quan els ha arribat l’estabilitat i han consolidat el seu estil, un so melancòlic inspirat en el folk britànic dels anys 70 i el Donosti Sound, amb qui Vinyals admet compartir la manera d’entendre el pop.

Els components del grup Renaldo & Clara
Els components del grup Renaldo & Clara

El grup va viatjar fins a Sant Sebastià per a enregistrar Fruits del teu bosc, on van trobar un estudi que els permetés tocar els cinc junts i, així, oferir una sonoritat més propera al directe; allà, amb Víctor Ayuso exercint de productor, van donar forma a les cançons que inclou l’àlbum, nou temes de melodies senzilles amb què Renaldo & Clara aconsegueix crear una atmosfera carregada de melancolia, l’embolcall ideal per a vestir unes lletres que parlen d’aquelles contradiccions emocionals que formen part de cadascun de nosaltres. Els dies s’allarguen, Veueta, Migradors o Gira-sols, escollit com a primer senzill, confirmen que les expectatives creades per la crítica sobre ells no eren de cap manera exagerades, i de ben segur que ho demostraran en la gira de presentació del disc: el 16 de març al Cafè Metropol (Tarragona); el 29 de març al Cafè del Teatre (Lleida); i el 4 d’abril a La Impremta (Girona).

Títol: Fruits del teu bosc
Autor: Renaldo & Clara
Edició: Bankrobber
Data de publicació: Març 2014
Preu: 15,00 €
Més informació: https://facebook.com/Renaldo-Clara

“Pulmons” a la Sala Beckett: Intel·ligència artificial

Avui dia, portar un fill al món representa abocar-hi 10.000 tones de CO2. I això és una gran responsabilitat. Com assumir-ho si som parella i no volem apartar-nos del ramat de les bones persones? Doncs segons el dramaturg Duncan Macmillan mitjançant una conversa inacabable. Només així arribaríem a implicar-nos-hi prou. Perquè la presa d’una decisió d’aquest tipus demana el seu temps, i una anàlisi exhaustiva de tu i de mi i de tot el que ens envolta. Ah, sí! Se m’oblidava: de nosaltres també.

La neurosi d’una parella jove en constant discussió esdevé aquests dies a La Beckett matalàs d’una banda confortable; de l’altra, exasperant. El reconeixem ràpidament com el símbol del niuet de l’amor i somriem quan els seus protagonistes el construeixen amb els seus projectes de futur. No triguem, però, a recordar que potser sigui un pèl dur quan ens hi estirem plegats. Però l’efecte en cadena dels diversos episodis de la convivència ens arrenca les riallades més primàries i llavors ens relaxem. A la fi, comprovant que el combat dialèctic no acaba mai (no hi ha llençols protectors per als personatges de la destrucció implacable de la unió familiar), callem davant la guerra de coixins d’aquesta parella prototípica i fàcilment intercanviable per nosaltres. I Macmillan, llavors, que vol que tornem al Planeta Tou Dels Somnis Meravellosos, canta de nou una cançó de bressol a còpia d’ajuntar novament les seves criatures.

 

La directora d’aquest celebrat “dormitori”, Marilia Samper, veu aquest parell “aturats en el fragment de vida etern i esgotador en què s’imposa prendre una decisió”. I ens els presenta amb generositat. L’empatia nostra amb ells és instantània: la frescor dels seus trets, la previsibilitat de les seves accions, l’amenitat d’una història farcida de moments quotidians hilarants i infernals (a una espectadora se li escapa un “què cabró!” dedicat al protagonista quan confessa a la seva companya escènica el seu pecat d’infidelitat), i dos actors amb gràcia (Carlota Olcina eficaç com a gata maula inevitablement femenina; Pau Roca adequat com a mascle postmodern perdut).

Però aquests “pulmons” no passen de ser una distracció convencional: Els manca inspirar més mala llet en el joc escènic. Ni els actors se senten prou segurs amb les seves interpretacions, ni aconsegueixen treure’ns de polleguera perquè són (i ho saben) tan bufons! La caricaturització del seu perfil hauria d’anar més enllà de la multitud de paraules que vomiten. D’aquesta manera, aconseguirien deixar-nos sense alè. I, plegats, nosaltres i ells, expirar la vida real que aquest teatre demana.

 Per Juan Marea

“Pulmons” es representa fins al 9 de febrer.
http://www.salabeckett.cat/arxiu/pulmons-de-ducan-macmillan-traduccio-de-carme-camacho.-direccio-marilia-samper

ImageDe quin cantó dormirem?

“Consell Familiar” en la Sala Beckett: Mayoría más que absoluta

Estamos salvados.
Por fin un remedio infalible a los conflictos familiares.
Basta con saber organizarse, establecer una normativa a medida y ejecutarla.

Despleguemos ahora tan eficaz programa.

En primer lugar, Cristina Clemente redacta un texto de desarrollo impecable por cuanto, siguiendo la pauta de una estructura clásica, articula con oficio y arte una presentación del conflicto argumental (cómo una familia burguesa encuentra el equilibrio doméstico a costa de institucionalizarse como equipo extremadamente funcional), forma un nudo tan fuerte como desasosegante (el cuestionamiento del orden establecido por parte del miembro rebelde del grupo) y resuelve (algo precipitadamente, eso sí) un desenlace no por previsible poco coherente, y en resumidas cuentas certero (el elemento externo será el que ajusticie definitivamente tan hermético clan).

Luego llega el inquieto Jordi Casanovas, que firma una dirección sabia, ágil y eficaz. En sus manos, este “Consell Familiar” vibra en todo momento dentro de la armonía escénica, convirtiendo el chispeante verbo de Clemente en espectáculo cómico de primer orden: La sutileza de la puesta en escena, el ritmo con que va creciendo la intriga y la música que enfatiza su naturaleza de comedia ribeteada de un cariz esperpéntico suman un divertimento que aparta de su lado la banalidad y potencia la inteligencia crítica.

La ejecución es directamente atribuible a un reparto de actores en gracia (contenidos, compenetrados) y graciosos (en la palabra y en la expresión gestual). Un Pere Ventura irresistible en su autoritarismo demócrata; una Lluïsa Castell pasiva agresivísima pero también zumbona y seductora; una Georgina Latre encantadora como ingenua rebelde; un divertido Pep Ambròs, nini cuyo desquicio e ímpetu juvenil se adueñan de algunos de las réplicas más resultonas de la función; y un oportuno Marc Rius como Mesías Redentor que viajando en patera de Lufthansa no solo consigue los papeles sino que llega a dejar sin los suyos a la familia de acogida.

Afrontando el final de esta crónica, ya podemos desvelar cuál es la receta anunciada: la transformación en clase política del grupo social de convivencia. Solo así se consigue la felicidad en el hogar. Y no vale votar en blanco…

Por Juan Marea

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Que gane el peor.

 

“Consell Familiar” se representa hasta el 4 de enero.
http://www.salabeckett.cat/?set_language=ca

Marc Angelet, autor y director de «Ego»: «Todos sabemos que nos miran.»

No es profeta. Pero sí un observador despierto. Y el resultado de sus pesquisas está a punto de invadir nuestras pantallas individuales.

marc-angelet¿Qué es “Ego”?

Es varias cosas: un «thriller», una comedia y, al mismo tiempo, una aplicación de teléfono móvil que propone al usuario pequeños retos. Esa aplicación llega a causar la desconexión y posterior muerte de un montón de personas y quería contar el proceso que les lleva a eso.

¿Qué ventajas e inconvenientes tiene esa aplicación particular?

Todos tenemos deseos que nunca nos atrevemos a llevar a cabo. Son miedos e inseguridades sin los cuales viviríamos mucho más felices. “Ego” te permite tirarte a la piscina, romper las barreras que te impiden actuar. Para ello, te propone empezar a jugar con él hasta crearte una adicción y conseguir que dejes de decidir por ti mismo cediéndole su voluntad.

Uno de los personajes de la obra dice que lo que deseamos no es siempre lo que queremos.

Deseamos muchas cosas en la vida pero, cuando las tenemos, nos damos cuenta de que una gran parte de esas fantasías hubiese sido mejor no haberlas realizado. Cuando al hacerlas te das cuenta de que eran mucho más sencillas de lo que parecían, quieres más. Y ahí empieza el peligro.

Ha pasado tiempo desde que el ordenador “HAL 9000” de “2001: Una odisea del espacio” (Stanley Kubrick, 1968) controlara los sentimientos humanos. Ahora tú das un paso más allá.

«Ego» es una especie de Pepito Grillo que te dice lo que tienes que hacer porque te conoce mejor que tú mismo. Sabe lo que deseas y te anima a probarlo. La tecnología nos supera y eso es un hecho. Quise acabar la historia diciendo que quien manda es “Ego”. Y por eso la misma aplicación decide cuándo se acaba la obra. Lo interesante de nuestra propuesta es que cuando el espectador acaba de verla se pregunta si se bajaría o no una aplicación así. Yo lo haría seguramente.

Reflejas el peligro de las formas de comunicación actuales.

Estamos en un momento en que la tecnología va a tal velocidad que se instala en nuestras vidas antes de que podamos conocer su dimensión ético-moral, si es positiva o negativa y las consecuencias que ello pueda tener. Nosotros la creamos pero, paradójicamente, nos quedamos detrás. Después de llevar un tiempo usando todos Facebook, sabemos que el Sr. Barack Obama y la NSA (la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos) nos controlan a través de las fotos que colgamos. Las redes nos hacen la vida más cómoda pero dejamos en ellas mucha información sobre nosotros de la que no somos conscientes. Todos sabemos que nos miran y, aun así, jugamos. Estamos inmersos en este mundo y no podemos salir de él.

¿De dónde surgió esta obra?

La Sala Flyhard me la encargó y, como asiduo espectador que soy de su programación, quise hacer una comedia que se moviera en esa línea.

Los personajes están bien definidos pero son estereotipos.

La comedia exige unos personajes que desempeñen unos roles muy claros desde el principio. Tenemos a un policía duro, al “friqui”, al tío indeciso y a la chica estudiosa pero que se descontrola. Así, cuando la aplicación protagonista entre en acción, el espectador sabrá perfectamente cómo afectará a cada uno de aquellos.

Por una parte, cuentas una investigación policial. Por otra, los hechos que la motivaron. Eso hace que la obra sea muy ágil.

Como autor, me gusta superponer planos de tiempo mediante el flash-back, propio del lenguaje cinematográfico. Me parece fascinante que en el breve espacio de tiempo que dura la representación puedan transcurrir días, años…de ficción. Así, el público se ve obligado a estar muy atento a lo que pase.

También incluyes referencias culturales muy cercanas.

Quería que el espectáculo pasase hoy y en el barrio de Sants de Barcelona, donde también está situada la Sala Flyhard. ¡En un “pequeño garaje” de aquí va a ser donde se produzca este “Fin del Mundo”!

¿Qué es el teatro para ti?

Una forma de expresión muy rápida, muy directa. Es inmediatez, como de empezar a parir cosas. Al mismo tiempo es un juego…

Recomiéndame una obra de teatro que hayas visto recientemente.

Este no es un lugar adecuado para morir” de Albert Boronat que estuvo en la Sala Beckett de Barcelona el pasado mes de septiembre. Es una maravilla.

¿Cómo curamos la adicción al teléfono móvil?

 No sé. Dímelo tú porque yo estoy enganchado…

Tengo la respuesta. Pero entonces se interpone el zumbido de mi dispositivo.

por Juan Marea

«Ego» se representa hasta el 30 de diciembre.
http://www.flyhard.org/?p=3636