Otra de las películas que ya dispone de una nueva y parece que definitiva fecha de estreno es Top Gun: Maverick, film en el que Tom Cruise retoma el personaje de Maverick más de 30 años tras el estreno de Top Gun (Ídolos de aire).
El gran día será el 19 de noviembre. Este nuevo retraso en el estreno se debe, al parecer, a la decisión del propio Cruise, ya que el actor quiere un estreno por todo lo grande, con gira mundial incluida, hecho este imposible en la actualidad debido a la pandemia de Covid-19. A lo que se suma la voluntad de Paramount de estrenar el film cuando las restricciones de aforo se relajen un poco.
La dirección de esta secuela tardía está a cargo de Joseph Kosinski, responsable de TRON: Legacy (2010) y Oblivion (2013), está última un cinta de ciencia-ficción también con Cruise como protagonista. El actor estará acompañado de un reparto que incluye a Val Kilmer, Miles Teller, Jennifer Connelly, Glen Powell, Jon Hamm y Ed Harris entre otros.
Os dejamos, aquí, la info de Top Gun: Maverick
Sinopsis “Después de más de 30 años de servicio como uno de los mejores aviadores de la Armada, Pete ‘Maverick’ Mitchell está donde pertenece, yendo un paso más allá como un valiente piloto de pruebas y esquivando un ascenso de rango que le dejaría en tierra. Mientras está entrenando a un destacamento de graduados para una misión especial a la que no se ha enfrentado ningún piloto, Maverick se encuentra con el teniente Bradley Bradshaw, alias ‘Rooster’, el hijo del antiguo amigo de Maverick y Oficial de Radar e Intercepción Nick Bradshaw, alias ‘Goose’. Enfrentándose a un futuro incierto y luchando contra los fantasmas de su pasado, Maverick es arrastrado a una confrontación con sus miedos más profundos, culminando en una misión que requiere el sacrificio definitivo de aquellos que han sido elegidos para volar.”
Título:Top Gun: Maverick Año: 2021 País: Estados Unidos Dirección: Joseph Kosinski Guión: Peter Craig, Justin Marks, Ehren Kruger, Eric Singer, Christopher McQuarrie Música: Harold Faltermeye y Hans Zimmer Fotografía: Claudio Miranda Reparto: Tom Cruise, Val Kilmer, Miles Teller, Jennifer Connelly, Glen Powell, Jon Hamm, Ed Harris, Lewis Pullman, Jay Ellis, Monica Barbaro, Bashir Salahuddin, Charles Parnell, Danny Ramirez Productora: Jerry Bruckheimer Films, Paramount Pictures, Skydance Productions, Tencent Pictures, Don Simpson/Jerry Bruckheimer Films, TC Productions Distribuidora: Paramount Pictures Género: Acción | Ejército | Aviación | Secuela
Bueno, ya sabéis que en este blog somos fans del terror zombi, nuestras entradas lo demuestran. Y por eso hoy os hablamos de Península, de Sang-ho Yeon, una película que se había de estrenar el pasado 6 de noviembre, pero que debido a las medidas anticovid que afectan a las actividades culturales, se ha decidido aplazar hasta el próximo 23 de abril de 2021.
“Un contagio zombi se propaga por toda la península de Corea, convirtiéndola en un territorio postapocalíptico. Cuatro años después, un grupo de mercenarios se adentra en la zona cero en una peligrosa misión para recuperar un camión perdido con un botín millonario. Allí descubrirá que todavía hay personas sanas en la ciudad, lo que dificultará la operación”.
Cuatro años después del éxito de Train to Busan (2016), Sang-ho Yeon regresa con una secuela de la hecatombe zombi, en la que, aunque con personajes diferentes, mantiene la línea que empleó en la primera entrega. Península es así, una película de acción, de terror zombi y en el que la familia y los lazos familiares están de nuevo muy presentes.
La película arranca en el inicio del brote z narrado en el film anterior para presentarnos a los personajes principales: Lee Jung-Hyun (Gang Dong-Won), Min-Jung (Han Jung-Suk) y Goo Chul-Min (Kim Do-Yoon), que se verán implicados en la operación de rescate organizada desde el exterior. Es en esta parte eel film en la que el director nos hace contemplar las duras condiciones de vida de los refugiados coreanos acogidos en el exterior.
Lo que sigue a esta introducción es una película de acción zombi que nos hará recordar otros films postapocalípticos, entre los que destaca las persecuciones automovilísticas de Mad Max 2, el guerrero de la carretera (1981) o su revisión más reciente Mad Max: Furia en la carretera (2015), que seguramente proporcionan al film su referencia más sólida. Otro elemento a tener en cuenta es el salvajismo en el que viven los supervivientes de la catástrofe zombi, y que permite al film especular de forma pesimista sobre lo que pasaría si la civilización, tal y como la conocemos hoy en día, se derrumbara, algo que nos remite también a la saga Mad Max y a films del estilo Doomsday: El día del juicio (2008).
Veremos asimismo, como es habitual en este tipo de films, un mundo, mejor dicho, una península, que ha sucumbido al dominio zombi. Unos zombis, por cierto, ciegos por la noche y que recuerdan, por su velocidad y agresividad a los que vimos en Guerra mundial Z (2013).
La película funciona siempre y cuando nos guste el género. Tiene, como no podía ser de otra forma, escenas de terror zombi masivo, buenos efectos especiales, escenas de acción automovilística bien resueltas, y como decía al principio, un tema familiar, que aunque algo mal resuelto, excesivamente edulcorado en las escenas finales del film, conecta con la trama de la primera entrega. Por su parte las interpretaciones son más que aceptables para un film de este tipo, si exceptuamos las escenas finales, demasiado sensibleras para mi gusto.
En resumen, una propuesta digna del género, en la que el terror, la acción, el thriller y la familia están muy presentes. Aunque los interesados en su visionado tendrán que esperar hasta el 18 de diciembre, si todo va bien, para poder disfrutar de su visionado en las salas de cine españolas.
Título: Península (Train to Busan 2) Estreno en España:NUEVA FECHA DE ESTRENO: 23 DE ABRIL DE 2021!! Año: 2020 Duración: 114 minutos País: Corea del Sur Dirección: Yeon Sang-ho Guión: Yeon Sang-ho y Ryu Yong-jae Música: Young-gyu Jang Fotografía: Lee Hyung-deok Reparto: Gang Dong-won, Lee Jung-hyun, Lee Re, Kwon Hae-hyo, Kim Min-jae, Gyo-Hwan Koo, Kim Do-yoon, Lee Ye-won Productora: Next Entertainment World, Blumhouse Productions, RedPeter Film Género: Terror | Acción | Thriler | Zombis
NOTA CULTURALIA: 6,5 NOTA ABANDOMOVIEZ: 5,76 NOTA IMDB: 5,4 NOTA ROTTEN TOMATOES: • Crítica: 52% • Audiencia: 76%
El pasado miércoles 26 de agosto, se estrenó en las pantallas españolas Tenet, la nueva película de Christopher Nolan, un espectáculo de acción y ciencia-ficción protagonizado por John David Washington, Robert Pattinson, Elizabeth Debicki y Dimple Kapadia.
«En el mundo del espionaje internacional, un hombre (John David Washington) prefiere morir antes que entregar a sus compañeros. Tras conseguir superar esta difícil prueba, este hombre tendrá una importante misión: evitar una nueva amenaza mucho más peligrosa que la tercera guerra mundial. La clave será una sola palabra: TENET. La manera de ver el mundo de otra forma».
Este thriller de acción y misterio está escrito y dirigido por Christopher Nolan, autor de películas como Origen (2010) e Interstellar (2014)». El elenco internacional de “Tenet” incluye a Martin Donovan, Fiona Dourif, Yuri Kolokolnikov, Himesh Patel, Clémence Poésy, Aaron Taylor-Johnson, Michael Caine y Kenneth Branagh.
Nolan realizó el film utilizando una mezcla de IMAX y película de 70 mm para llevar la historia a la pantalla. Tenet está producida por Emma Thomas y el propio Nolan.
El equipo creativo detrás de escena incluye al director de fotografía Hoyte van Hoytema, el diseñador de vestuario Jeffrey Kurland y los encargados de los efectos especiales Andrew Jackson y Scott Fisher. La banda sonora está compuesta por Ludwig Göransson.
Título: Tenet Año: 2020 Duración: 150 min. País: EE.UU. y Reino Unido Dirección: Christopher Nolan Guión: Christopher Nolan Música: Ludwig Göransson Fotografía: Hoyte van Hoytema Reparto: John David Washington, Robert Pattinson, Elizabeth Debicki, Dimple Kapadia, Michael Caine, Kenneth Branagh, Aaron Taylor-Johnson, Clémence Poésy, Himesh Patel, Andrew Howard, Yuri Kolokolnikov, Martin Donovan, Jonathan Camp, Fiona Dourif, Wes Chatham, Marcel Sabat, Anthony Molinari, Rich Ceraulo, Katie McCabe, Mark Krenik, Denzil Smith, Bern Collaco, Laurie Shepherd Producción: Syncopy Production y Warner Bros. Género: Thriller | Acción | Espionaje | Ciencia-ficción
No es ninguna novedad que el cine americano se nutre cada vez con más frecuencia de actualizaciones, versiones y reboots de antiguas franquicias que se habían quedado, más o menos apolilladas, en los estantes de las grandes productoras esperando el momento idóneo para su regreso. Si Poltergeist decepcionaba por su excesivo respeto al canon y Mad Max: Furia en la Carretera maravillaba por saber llevar más allá el espíritu de la saga, Terminator era un caramelo que solo requería que Arnold Schwarzenegger decidiera volver a encarnar a uno de sus personajes de mayor éxito en las pantallas.
Finalmente Schwarzenegger se ha decidido y el resultado es Terminator Génesis, un film que ha sabido dar un paso adelante en la franquicia con una trama de acción que seguro que no desagradará a sus fans.
«Cuando John Connor (Jason Clarke), líder de la resistencia humana, envía al sargento Kyle Reese (Jai Courtney) al año 1984 para proteger a Sarah Connor (Emilia Clarke) y salvar el futuro, un inesperado giro de los acontecimientos crea una línea temporal fracturada. Ahora, el sargento Reese se encuentra en una versión nueva y desconocida del pasado, donde descubre aliados insólitos, como el Guardián (Arnold Schwarzenegger), nuevos y peligrosos enemigos, y una misión nueva e inesperada: reconfigurar el futuro…»
Terminator Génesis es un acierto en el desarrollo de una franquicia que con su tercera y cuarta partes, esta última incluso sin la presencia física de Schwarzenegger, daba la sensación de estar entrando en una fase de obsolescencia. La nueva entrega de Terminator parece revivir la franquicia y darle a la idea un giro que seguro que alegrará a la mayoría del público. Y todo ello nace de la idea de desarrollar algo más el tema de los viajes en el tiempo y las paradojas que estos pueden provocar en un argumento ya conocido por todos y establecido en su canon.
De esta forma, aunque en un principio la trama parece que sigue las reglas argumentales de la saga, tras el primer viaje en el tiempo veremos brillar la audacia de los guionistas que se apropian de la esencia de Terminator, esto es, de toda la franquicia cinematográfica, y se dedican a jugar con ella para recrear una historia en la que al espectador le costará avanzarse al propio desarrollo del argumento y en la que se le hará dudar sobre las motivaciones de los personajes y la capacidad de los protagonistas para poder modificar el futuro funesto de la humanidad.
Los guionistas, Laeta Kalogridis y Patrick Lussier, de la mano de la dirección de Alan Taylor, con gran experiencia en la realización de series televisivas, nos han preparado un cóctel que transita y juega con todos los momentos de la saga y en el que veremos a los diversos modelos Terminator conocidos, los famosos T-800 y T-1000, y evidentemente alguno más. La entrega nos presenta, asimismo, a todos los personajes principales de la saga, incluyendo a Sarah Connor, a Kyle Reese y a John Connor. Como os he comentado, el film representa una tentativa de reactivar la franquicia repasando todos lo datos a tener en cuenta. Y la película lo hace de una forma que sorprende, con motivo, al público.
Por lo que respecta a la acción, el film es fiel a los principios de la franquicia y se mantiene al respecto a un nivel alto, sin mostrarse demasiado recargada de efectos digitales, excepto, claro está, los necesarios, y realizando constantes guiños a las entregas anteriores. En la película destacan la escena en la que el canon de la saga se viene abajo y la secuencia de la persecución del autocar escolar, ambas bien diseñadas y bien resueltas.
Terminator Génesis suma, de este modo, a la acción típica de la franquicia lo que podríamos considerar una estratagema o guerra temporal en la que Skynet, el gran enemigo-máquina a batir por parte de los humanos, intenta sobrevivir a los efectos de las primeras entregas de la saga.
Por lo que respecta a las actuaciones, evidentemente lo más llamativo es el regreso de Schwarzenegger a la franquicia, integrando en la trama los evidentes signos de envejecimiento del actor (téngase en cuenta que el tejido que cubre en endoesqueleto de un Terminator es orgánico, por lo que también envejece) y generando algunos de los momentos más cómicos de la película. A esto hay que sumar que el guión del film tiende a resituar a Schwarzenegger en un segundo plano para dar más visibilidad a los personajes principales, un terrorífico John Connor (Jason Clarke), un aceptable Kyle Reese (Jai Courtney) y una poco destacable Sarah Connor (Emilia Clarke), a la cual no le acompaña el físico adecuado.
Terminator Génesis es una más que acertada revitalización de la franquicia. No por otra la película obtiene una nota de 7,1 en IMDB, consigue una puntuación de 7,55 en el portal de cine de terror Abandomoviez, aunque tan solo alcanza un 27% de aprobación por parte de la crítica en el site Rotten Tomatoes, logrando sin embargo un 69% de aprobación de los usuarios en el mismo portal. Todo ello un buen indicativo de que el trabajo se ha hecho bien y de que la franquicia, aunque «envejecida» por el paso natural de los años en los actores, se ha rejuvenecido para llegar a los nuevos públicos del siglo XXI.
Título:Terminator Génesis Director: Alan Taylor Reparto: Arnold Schwarzenegger, Jason Clarke, Emilia Clarke, Jai Courtney, J. K. Simmons, Dayo Okeniyi, Matthew Smith, Courtney B. Vance y Byung-Hun Lee Guión: Laeta Kalogridis y Patrick Lussier Productora: Paramount Pictures y Skydance Productions Música: Christophe Beck Fotografía: Kramer Morgenthau Estreno: 10 de Julio de 2015 Género: Acción, Ciencia Ficción Nacionalidad: EE.UU.
Cuando alguien nos habla de un bestseller perteneciente al género del thriller o del misterio histórico, uno normalmente piensa en grandes autores en lengua inglesa que de tanto en tanto inundan los mercados editoriales. Tras esta generalidad uno personaliza algo más y la figura de Dan Brown emerge fácilmente en nuestra retina mental, y rememoramos la experiencia de lectura de El Código Da Vinci, en el caso de haberlo hecho, cuando el autor estadounidense se apoderó de forma aplastante y abusiva de un género literario que desde entonces no ha parado de suscitar el interés de los lectores.
Arropado por el éxito de este tipo de literatura y por motivos personales, que el autor nos relata en su página web, Marcos Chicot publicó en internet en abril de 2013 El asesinato de Pitágoras, un exitazo de aquellos que se basan en una buena historia y una buena forma de escribirla, a lo que se suma la peculiaridad de un personaje poco tratado en el ámbito de la literatura histórica en español y unos conocimientos (y misterios) matemáticos que generan fácilmente el interés de los lectores. Un cóctel de éxito basado en la autopublicación en internet, una acertada gestión digital y la posterior edición en papel por parte de Duomo Ediciones.
El asesinato de Pitágoras nos relata, a través de un thriller histórico, un misterio relacionado con Pitágoras y la comunidad de conocimiento que el matemático de Samos creó en Crotona. Todo comienza con la muerte de uno de los seis maestros y herederos de Pitágoras en la dirección de la comunidad pitagórica. Este asesinato obliga al matemático a contratar los servicios de Akenón, un investigador egipcio afamado por su capacidad de resolver casos complicados. La llegada de Akenón no pondrá fin a las muertes de los maestros, crímenes que harán perder a la comunidad pitagórica de Crotona su influencia política en la Magna Grecia, hasta tal punto que podría, incluso, desaparecer.
La novela de Chicot se extiende a lo largo de 650 páginas en las cuales se desarrollan diversas historias que adquieren mayor o menor peso a medida que avanza la trama. El tema principal, claro está, es la investigación de las muertes de alto rango que se están produciendo en la comunidad pitagórica, a través de la cual conoceremos el componente político que esta poseía. Por esta razón uno de los escenarios habituales de la narración será en consejo de gobierno de la ciudad de Crotona, donde Cilón, noble ciudadano resentido al no ser aceptado en la comunidad pitagórica, se aplicará para provocarle el mayor perjuicio posible.
Marcos Chicot
Aunque en un principio los personajes principales parecen ser Akenón, el investigador que ha de desenmascarar al asesino que se esconde tras la muerte de los maestros pitagóricos, y Ariadna, la propia hija de Pitágoras, que le ayudará en su investigación, el protagonismo irá variando a lo largo de las páginas de la novela, para al final casi monopolizar Pitágoras el avance de la trama en su intento de proteger a la comunidad de los ataques de Cilón y de un misterioso personaje oculto tras una máscara que parece odiar todo lo que representa el pitagorismo y hará uso de sus poderes psíquicos para destruir la comunidad creada por Pitágoras. Por ello, la novela no solo se construye a partir de la historicidad de Pitágoras y su comunidad (escasa es, por desgracia, la información que de ella se posee), sino también a través de los conocimientos mistéricos y matemáticos que esta atesoraba, como las claves del pentáculo, el teorema de Pitágoras o el cálculo del número Pi. Pero no teman, Chicot engarza todos estos conocimientos matemáticos de una forma sutil en la trama de la novela, para no hacerla pesada, sino todo lo contrario, y ofrece al lector la información necesaria para poder comprender la importancia de estos conocimientos sin pesar negativamente en su experiencia lectora.
La novela también incluye, como no podría ser de otra forma, una historia de amor, la que protagonizan Akenón y Ariadna, si bien está narrada de una forma diferente y con unos elementos que incluso llegan a sorprender al lector, desmarcándola de los usos habituales en este tipo de género.
Así, pues, el meollo de la novela, que el autor desarrolla con un tempo propio, será el de la investigación de una serie de asesinatos y la lucha por defender el legado de la comunidad pitagórica. Pero Chicot nos lo presenta con un toque de realismo que sorprende, al mismo tiempo que lo sombrío de algunos de los personajes. No esperen encontrarse con una batalla entre malos y buenos, sino con una realidad mucho más gris donde la mayoría de los personajes, incluso el gran Pitágoras, tiene algo que esconder, y donde los acontecimientos se irán precipitando de una forma que, les aseguró, les sorprenderá, como me ha sorprendido a mí. Todo ello debido al as que esconde Chicot debajo de la manga, que no es otro que el amplio desconocimiento del público sobre la realidad histórica de Pitágoras y el pitagorismo (a excepción, claro está del archifamoso teorema de Pitágoras), y de la Grecia, o más concretamente, de la Magna Grecia italiana de finales del siglo VI a.C., donde incluso la ciudad de Roma tendrá un pequeño papel secundario.
Piensen así, en una obra que mezcla historia, un poco de fantasía matemática, una peculiar historia de amor y un misterio, que solo se resolverá en las páginas finales del libro, aunque el lector avispado podrá hacerse una buena idea de la identidad del asesino por las pequeñas huellas que el autor deja a lo largo de los 140 capítulos de la novela. Sí, como lo leen, 140 capítulos cortos que permiten digerir el libro en una serie de lecturas breves. Además El asesinato de Pitágoras es un thriller histórico que gana enteros al estar ambientado en la antigüedad y no utilizar la técnica, ya algo deslucida, de una ambientación en múltiples épocas históricas o en la actualidad, haciendo referencia a misterios del pasado, es decir, al estilo Dan Brown. La novela nos acerca, asimismo, al momento previo a la llegada del clasicismo griego, algo que se agradece, además de aproximarnos un poco a la política de ciudades como Crotona y Síbaris en momentos algo oscuros de su historia.
El estilo de Chicot es muy ameno, y el lector no se dará casi ni cuenta de las complicadas teorías matemáticas que dan pie a muchos de los episodios de la novela, lo que demuestra un gran esfuerzo de documentación por parte del autor y una gran capacidad para explicar fácilmente cosas complicadas. Por lo que hará las delicias de aquellos que buscan una intriga ambientada en la antigüedad y de aquellos otros a los que les apasionan los enigmas y los misterios, como lo será el saber cómo murió el propio Pitágoras, hecho al que alude el mismo título de la novela… Aunque para saber eso tendrán que leerse el libro de Chicot, y cuando lo hayan hecho, esperar a la publicación de su continuación, La hermandad, novela en la que autor ya está trabajando, y de la que nos da una pequeña degustación en las páginas finales del libro.
Título:El Asesinato de Pitágoras
Autor: Marcos Chicot Editorial:Duomo Ediciones Colección: Los imperdibles ISBN: 9788415945093 Encuadernación: Tapa dura / 15,5 x 24 cm Páginas: 672 Precio: 20.00 €
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Duomo ediciones nos presenta El asesinato de Pitágoras, un thriller histórico ambientando en la comunidad de matemáticos, astrónomos, músicos y filósofos que creó Pitágoras en el siglo V a.C. Una oportunidad para conocer mejor un personaje y una época marcados, en la novela, de intriga, amor, acción y enigmas.
El anciano filósofo Pitágoras, uno de los personajes con más poder de su época, está a punto de elegir un sucesor entre los grandes maestros cuando en su comunidad se inicia una serie de asesinatos. Tras los crímenes se atisba una mente oscura y poderosa que parece superar al mismísimo Pitágoras. La enigmática Ariadna y el investigador egipcio Akenón tratarán de descubrir quién es el asesino a la vez que resuelven sus propios sentimientos. Un reto en el que los fantasmas del pasado se unen a las oscuras amenazas del presente.
Marcos Chicot es licenciado en Psicología Clínica, en Económicas y en Psicología Laboral. Ha sido Finalista del Premio Planeta, así como del Premio Max Aub, el Juan Pablo Forner y el Ciudad de Badajoz. También ha ganado el Premio Rotary Internacional de Novela y el Premio de Novela Francisco Umbral. Para El asesinato de Pitágoras, ha dedicado cerca de tres años a documentarse y escribir la que siente como «la mejor novela de su vida». Esta profunda investigación se traduce en una atmósfera que proporciona al lector la sensación de estar viajando por la antigua Grecia, Cartago e incluso Síbaris, la desaparecida ciudad de los refinados sibaritas.
Título:El asesinato de Pitágoras Autor: Marcos Chicot Editorial:Duomo Ediciones Colección: Los imperdibles ISBN: 9788415945093 Encuadernación: Tapa dura / 15,5 x 24 cm Páginas: 672 Precio: 20.00 €
Hace ya varios años, poco más de una década, que los zombis volvieron a imponerse como fenómeno cinematográfico de éxito después de vivir una larga temporada reducidos al ostracismo de los juegos de ordenador y de los films de terror de (muy) bajo presupuesto. Todo ello comenzó a cambiar a raíz del estreno de películas como Resident Evil (Paul W.S. Anderson, 2002), 28 días después (Danny Boyle, 2002) o Amanecer de los muertos (Zack Snyder, 2004). Un resurgir que se potenció aún más con la publicación de libros como Guerra Mundial Z (Max Brooks, 2006) o El resurgimiento (Brian Keene, 2003), que consolidaron un nuevo género literario todavía en alza. Todo ello llevó a que los zombis volvieran a convertirse en personajes de terror que atraían (y atemorizaban) a los espectadores a los cines, para lo cual se introdujeron algunas novedades que incluían generosas dosis de violencia y un desmesurado aumento de la movilidad de los muertos vivientes, que ya querríamos muchos de los que supuestamente aún estamos «vivos y coleando».
Este primer párrafo introductorio me sirve así, como quien no quiere la cosa, para presentar uno de los estrenos del año, Guerra Mundial Z, una película de terror que se mueve dentro de la oleada (a veces tsunami) que representa aún en la actualidad el género de los muertos vivientes. El film, dirigido por Marc Forster, adapta el bestseller del propio Brooks y, sin duda, hará las delicias de los amantes del género y de las películas de terror/acción en general. El inicio de la película nos presenta el hogar familiar en el que vive Gerry Lane (Brad Pitt), antiguo funcionario de la ONU. Lo que parece un día como otro cualquiera se convertirá en un infierno apocalíptico tras el estallido de una amenaza biopatológica muy contagiosa que convierte a los respetados ciudadanos en autenticas máquinas de muerte y de contagio. Tras ser rescatado junto a su familia Lane es reclutado por el gobierno estadounidense superviviente para acompañar al joven virólogo, Dr. Andrew Fassbach, al que se cree el epicentro de la epidemia en Corea del sur, con el objetivo de conocer el origen del virus y su posible cura. Tras la muerte de Fassbach, Lane se verá obligado a desarrollar por su cuenta la investigación. Su fracaso puede comportar el fin de la humanidad.
Guerra mundial Z es una película que tiende al realismo. Sí, aunque pueda parecer mentira que una película de zombis con los tráilers que nos han mostrado, en la que podemos observar escenas fantasmagóricas de ataques y violencia zombi, se pueda considerar realista, el film sigue en parte la vía iniciada con Contagio (Steven Soderbergh, 2011), si bien elevada a la novena potencia zombi. En él seguiremos a Lane en su investigación sobre lo que ha provocado la epidemia mortal y sobre su cura. El film nos transporta por una montaña rusa en la que a cada escena de acción, terror (del bueno!!) y destrucción zombi le sigue otra escena de reposo, para permitir al espectador que coja aire para el próximo apretón. De esta forma Forster equilibra la adrenalina generada por el film alternando la investigación sobre la epidemia y la lucha contra los horribles seres que esta crea.
La película nos da, además, una visión global del asunto, lo que es todo un acierto. La acción, aunque comienza en Estados Unidos con protagonistas y situaciones de cuño americano, se desarrolla por todo el mundo, siguiendo de esta forma el espíritu de la novela/informe original de Brooks, constituida por una recopilación de informes sobre una plaga de zombis «ficticia» a escala mundial. De ahí que la película se ambiente, además de en EE.UU., en Corea del sur, en Israel y finalmente en Gales, dando una visión algo más diversa de lo que acostumbran a ser las películas de terror «made in USA«.
Forster no abusa, además, de los efectos especiales debido, en parte, a este equilibrio de escenas que comentaba, hecho que le confiere al film una imagen más realista y alejada de los juegos de ordenador, que la asemejan a films del estilo 28 días o el Amanecer de los muertos. La acción zombi está bien conseguida (yo incluso diría que muy bien conseguida) y mezcla escenas de terror ambiental con otras de plena acción zombi llevada al extremo, como es el caso del episodio ambientado en Israel. Por su parte Brad Pitt, el principal protagonista y héroe de la película, lleva a cabo una interpretación adecuada para un tipo de film como este, en los que no importa tanto la actuación en sí, como la presencia y el empaque del actor en cuestión. Así, pues, Pitt cuadra a la perfección con el papel a él asignado y le da al mismo una entidad física correcta. El resto, evidentemente, se cede a las escenas de acción y terror.
Y en estas sí que destaca el film. Les puedo asegurar que tuve miedo viendo la película, y no se olviden que este es el objetivo principal de la inversión en producción, cuya voluntad es traducirse en ingresos en taquilla. El film consigue meterte en la acción con unas escenas de terror muy bien resueltas, si bien el avance de la investigación epidemiológica sufre de algunos vaivenes y exageraciones difíciles de evitar en un film que propone una «tensión terrorífica» de gran impacto. Además, como no podía ser de otra forma en un film yanqui, el papel de la familia y su supervivencia, pesan a veces demasiado en la trama, aunque proveen algún reproche burlón como el de la huida de la base militar de Corea del Sur.
Guerra Mundial Z es una buena película de terror y una buena película de zombis, muy esperada por un público fan falto de productos de categoría en las últimas temporadas y que aprecian el esfuerzo de adaptar una de las novelas de más repercusión en el sub-mundo de los muertos vivientes. Os aseguro que la película no defraudará a aquellos que quieran pasar un buen rato «pasándolo mal en el patio de butacas» y disfrutando de acción zombi «en su tinta». Aunque, como siempre, sería preciso confirmar si se trata de un film de zombis o uno de infectados, seguramente uno de los grandes debates propios del subgénero y difícil de discernir en la mayoría de los casos. Pero ¿y qué creéis vosotros?
Título:Guerra Mundial Z (World War Z) Director: Marc Forster Reparto: Brad Pitt, Mireille Enos, Eric West, Matthew Fox, David Morse, James Badge Dale, David Andrews, Michiel Huisman, Julian Seager, Elyes Gabel, Julia Levy-Boeken, Iván Kamarás, Trevor White, Sarah Sharman, Lee Nicholas Harris Guión: Matthew Michael Carnahan Música: Marco Beltrami Fotografía: Robert Richardson Fecha de Estreno en España: Viernes, 02 de Agosto de 2013 Género: Terror, acción Nacionalidad: USA Año: 2012 Duración: 116 minutos
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“Empezamos por los peces pequeños. Agitamos el agua del acuario hasta que los peces gordos se pongan a hacer tonterías. Nosotros nos quedamos en el borde y golpeamos la cabeza de los que salgan a respirar”. Jimmy
«Louis y Jimmy son dos sicarios que han recibido la orden de asesinar al senador Sterling. Los métodos de los dos matones son bastante expeditivos y se llevan por delante a una menor que estaba en la cama con el senador en ese momento. Dos policías Perry y Carlisle investigaran el caso con el estupor de ver como las altas esferas tapan lo que pasó en realidad con Sterling. Se están metiendo en una senda peligrosa que desembocará en una extraña unión con ansias de venganza«.
El cómic Una bala en la cabeza se publicó con éxito en Bélgica y Francia en tres álbumes hace unos 9 años. En España pasó sin pena ni gloria en el año 2012 en el formato “De Bolsillo” de Mondadori. Eso sí, a un precio muy asequible de 12,95 euros que incluía 172 páginas a color.
Alexis Nolent, que firma la novela gráfica como Matz, es el guionista de este duro thriller policiaco que se desarrolla con mucha acción y bastante mala leche. Un Pulp Fiction en cómic porque Una bala en la cabeza es como sumergirte en la película de Tarantino en la que se suceden diálogos chocantes y divertidos salpicados con estallidos de violencia. El protagonismo recae a lo largo las páginas del comic en varios personajes que tienen su peso a medida que avanza la trama.
El guionista ya había narrado la vida normal de un sicario en su anterior obra El Asesino. Hay momentos en que el argumento resulta confuso, pero sigues leyendo el cómic porque te enganchan sus conversaciones “trascendentales”. Además no deja de ser una historia policial de personajes muy opuestos pero obligados por las circunstancias a trabajar juntos, algo que ya funcionaba en el cine de los ochenta y que, por lo visto, mantiene su vigencia en la actualidad.
El dibujo de Colin Wilson sin ser muy vistoso te sumerge en los largos diálogos sin cansar, debido a la variedad de planos (aunque predomina el primer plano), enfoques y tamaño de viñetas. Y aunque no haya muchos paisajes se vislumbra que la trama se desarrolla en Nueva York y alrededores. Las escenas de acción están, además, muy bien resueltas. Aunque este cómic no es una obra de referencia como 100 Balas de Brian Azzarello y Eduardo Risso tiene ritmo y se lee de un tirón.
Si te gustan los cómics policíacos con violencia, traiciones, emboscadas, y extrañas conversaciones ahora tendrás una nueva oportunidad de leerlo, porque con el estreno de la película basada en el cómic dirigida por Walter Hill e interpretada por Sylvester Stallone es posible que se vuelva a reeditar. A destacar ese epílogo final a lo 800 balas (Alex de la Iglesia, 2002) que desgraciadamente en la versión cinematográfica ha quedado descartado.
UNA BALA EN LA CABEZA. Título original:Du plomb dans la tête. Nacionalidad: Francia. Guión: Alexis Nolent (Matz). Dibujo: Colin Wilson. Color: Chris Blythe. Edición: 176 págs, color. DeBolsillo, abril 2012. Precio: 12,95 €. Traducción: Rosa Alapont Calderaro. Temática: policiaco / género negro.
Una bala en la cabeza. La película.
Jimmy Bobo (Sylvester Stallone) y Louis (Jon Seda) son dos asesinos a sueldo. Su última misión con éxito ha sido eliminar a un policía corrupto, pero alguien ha ordenado deshacerse de ambos. La máquina de matar Keegan (Jason Momoa) cumplirá la mitad del encargo, dejando a un Jimmy lleno de ira. El policía Taylor Kwon (Sung Kang) investiga el caso y no tendrá más remedio que colaborar con Jimmy.
El director de la película es Walter Hill un veterano del género de acción que cuenta en su filmografía con algunos títulos tan conocidos y dispares como El luchador (1975) con el inefable Charles Bronson; Forajidos de Leyenda (1980); Límite: 48 horas, precursora del género de policías muy diferentes obligados a trabajar juntos; Calles de Fuego (1984) que sin estar basada en un cómic lo parecía; Danko: Calor Rojo (1988) con Arnold Schwarzenegger, el otro action hero por excelencia; Jerónimo, la leyenda (1993); El último hombre (1996) con Bruce Willis e Invicto (2002), la que hasta ahora era su última película para el cine con otro duro del género como Wesley Snipes. Hay que añadir que Una bala en la cabeza está producida por Joel Silver, otra garantía de éxito y buen hacer. Aunque el resultado no ha sido exactamente el esperado.
Una bala en la cabeza es una buddy movie en toda regla, solo que esta vez los protagonistas no son la clásica pareja de policías, sino un policía y un asesino a sueldo. Más opuestos imposible. Un thriller con crímenes, ajustes de cuentas, investigaciones, traiciones y algunos toques de humor que surgen de la tensa relación que se genera entre los dos personajes principales.
Stallone ya había interpretado el papel de asesino anteriormente en el film Asesinos (Richard Donner, 1985) y ha querido repetir la experiencia. Un asesino, sí, pero con sus códigos: no mata ni a niños, ni a mujeres, ni a quien no se lo merezca. El actor, serio y rígido en su papel, no está mal, el problema es que es Stallone y hace de Stallone. Será un indudable reclamo para el film, pero obliga a su personaje a alzarse como el protagonista de la película, haciendo desparecer, en gran medida, el peso de los demás.
El choque entre los caracteres y las formas de actuar del policía (Taylor Kwon) y el asesino (Jimmy Bobo) está bien conseguido. Además Jimmy es un dinosaurio que no entiende de las nuevas tecnologías con lo que la diferencia entre sus métodos expeditivos y los de Kwon es todavía mayor. Si a esto le sumas que este último es de origen asiático ya tienes más chistes provocados por el choque cultural entre los personajes. Son “la extraña pareja”.
A Jason Momoa esta vez le viene que ni pintado el papel de malvado matón y no como el de la fallida nueva versión de Conan (Marcus Nispel, 2011). Otros secundarios como Christian Slater aportan colorido a la película. Sarah Shahi es “la chica” en un papel que al principio parece diferente pero que desembocará en lo rutinario en este tipo de películas.
El film contiene duras peleas con ostias que suenan como panes, y mucha testosterona. Empieza bien pero se va resolviendo como se esperaría en una película ochentera del género. Todo a la vieja usanza, sin grandes presupuestos, con pocas escenas espectaculares, ni apenas efectos especiales. Una película entretenida pero simple y previsible que solo pretende eso.
Todo esto, claro, si no te has leído la fuente original, el cómic. Entonces la cosa cambia. No entiendo como teniendo un material tan apetecible e interesante lo han desechado en su mayoría dejando una película descafeinada y muy simplista. La trama policial del cómic no es tan sencilla como la mostrada en la película, en la que también intervienen dos periodistas que siguen el caso a través de Perry, el agente compañero de Kwon, que investiga el caso con él y que corre la misma suerte que el compañero de Jimmy. Esto refuerza y hace creíble que el policía quiera ir a toda costa a por los culpables aunque para ello tenga que trabajar codo a codo con un asesino a sueldo.
Lo peor es que han desaparecido todos los diálogos intrascendentes que eran el alma y lo mejor del cómic. Jimmy y Louis daban a la historia un toque muy a lo Tarantino con sus diálogos, pensamientos y accidentales actuaciones y la cosa funcionaba con un alto componente de humor negro. No esperéis encontrar zapatos de dos mil dólares, ni a tipos de mujer favoritas como Kim Bassinger, ni peces pequeños, ni grandes. Solo unos pocos de los diálogos mantenidos entre policía y asesino se acercan al estilo del cómic. Además al estar el personaje de Jimmy interpretado por Stallone se ha suavizado su carácter, dándole un toque de «soy el malo pero no tanto». Solo basta ver los primeros 20 minutos de la película para ver que, por desgracia, es una adaptación pobre del cómic. Al final Una bala en la cabeza acaba siendo una película convencional de este género.
Título original:Bullet to the Head Título español:Una bala en la cabeza Año: 2013 Duración: 91 min. País: Estados Unidos Director: Walter Hill Reparto: Sylvester Stallone, Jason Momoa, Christian Slater, Sarah Shahi, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Sung Kang, Marcus Lyle Brown, Jon Seda y Brian Van Holt Guión: Alessandro Camon (Novelas gráficas: Alexis Nolent) Música: Steve Mazzaro Fotografía: Lloyd Ahern II Productora: Warner Bros Pictures / Dark Castle Entertainment / IM Global / After Dark Films Género: Acción, Thriller, Policiaco
No se crean que no fue una buena noticia el saber que, después de finalizada su carrera política, al menos por el momento, Arnold Schwarzenegger volvía a protagonizar una nueva película de acción. A los que pertenecemos a la era analógica y somos nostálgicos del esplendor cinematográfico vinculado a ella, nos apetece y agrada que las grandes estrellas del pasado (cercano) regresen a la gran pantalla y que, con algunos años de más, enseñen a las nuevas generaciones, empapadas de digitalización y de nuevas tecnologías, como se hacía cine de acción (y de humor y del bueno) por aquello de los 80 y los 90. Y nada mejor para ello que dos mega-estrellas del género que han «vuelto de entre los muertos» recientemente. El primero fue Sylvester Stallone, con la re-invención de una saga de mercenarios que ha funcionado francamente bien en taquilla. El segundo, Arnold Schwarzenegger, llega ahora con El último desafío, un film de acción realizado a la vieja usanza.
Nos ponemos en situación: Cortez (Eduardo Noriega), el líder de un cártel de narcotráfico escapa del FBI en el momento en el que lo trasladan desde las Vegas a una prisión de máxima seguridad. Su objetivo es huir de EE.UU. a través de la frontera con Méjico. Sus hombres han organizado la fuga desde el exterior, para la cual Cortez dispondrá de un coche de última generación. Para su desgracia la ruta de huída le obligará a pasar a través del pequeño pueblo fronterizo de Sommerton Junction, del que es sheriff Ray Owens (Arnold Schwarzenegger), un ex-agente de la división de narcotráfico de Los Ángeles que abandonó el servicio en la gran ciudad para hallar algo de paz y de tranquilidad en un pueblo apartado y tranquilo. Cortez y sus secuaces harán todo lo necesario para abrirse paso hasta la frontera mejicana, aunque no contarán con la resolución de un viejo sheriff y de su decidido y variopinto grupo de ayudantes que, alertados, intentarán evitar la huida.
El último desafío es un regreso, tanto del actor como de una forma de hacer cine de acción, que gustará a aquellos a los que les atropellan las formas aceleradas y enrevesadas en las que se hace el cine de acción en la actualidad. Lo primero y más agradecido es que Schwarzenegger no engaña: se presenta en la pantalla sin ocultar que está más viejo, que han pasado 10 años desde que interpretó su última película como personaje principal. De ahí que se haya optado acertadamente por la idea del retiro del protagonista en el pueblo junto a la frontera con Méjico, ¿tal vez una referencia al abandono temporal de la industria cinematográfica por parte del actor?
Como les decía la acción del film mantiene el estilo de lo que se hacía en los años 80/90, cuando Schwarzenegger batía records de taquilla con sus películas: Una acción de carácter familiar, con un destacado toque de humor (del tipo del que estaban plagados films como Mentiras Arriesgadas o El último gran héroe) y con una velocidad que puede ser captada fácilmente por el ojo humano. A todo ello se suma la casi inexistencia de efectos especiales y mucho menos de digitalización, por lo que la trama y la acción parecen más realistas en comparación con los mega-productos mega-taquilleros que lideran actualmente la recaudación en los cines.
El film juega además con la contradicción entre «lo viejo» y lo nuevo, cosa que se puede ver en el enfrentamiento entre los representantes de la ley de Sommerton y los métodos de trabajo utilizados por el cártel dirigido por Cortez. Algo que queda, además, de manifiesto por la presencia del propio Schwarzenegger e incluso por las armas que sus ayudantes se ven obligados a utilizar frente a la arrolladora superioridad de calibre de «los malos».
A nivel de interpretaciones y de argumento no esperen encontrar nada especialmente destacable. En el lado de la ley hallamos, como no podía ser de otra forma, la presencia física de Schwarzenegger, al que acompañan Johnny Knoxville, Jaimie Alexander, Luis Guzmán y Zach Gilford, interpretando a una serie de personajes secundarios habituales en este tipo de films. Destaca, si un caso, Johnny Knoxville que interpreta a un «adicto» a las armas de fuego que será el personaje que aporte más peso humorístico al film. Punto y aparte merece la interpretación desencajada de un Forest Whitaker que bien bien no se sabe qué demonios hace en una película como esta.
Por el lado de los malos Eduardo Noriega convence en su papel de joven promesa del narcotráfico internacional, aunque su vertiente de villano de película de acción se lleva un claro suspenso. Merece una mención aparte el trabajo de Peter Stormare, al que se nota que le van los papeles que lo sitúan en el lado oscuro de la ley. Todo ello dirigido por el coreano Jee-woon Kim, que aunque más acostumbrado al género de terror consigue dar al film un punch mucho más que correcto.
El último desafío es una película que no pretende ir más allá de lo que es, el regreso de una «joven vieja» gloria del cine de acción y que lo hace como se hacía antes. Las dosis de humor ayudan al film a avanzar de forma placentera hacia el desenlace final y la acción posee la claridad y el acierto necesario para que el espectador salga contento de la sala de exhibición. Si bien el film pierde enteros al diseñar el enfrentamiento final entre Schwarzenegger y Noriega. Ni la fuerza sobrehumana de ambos ni los movimientos y golpes que se atizan mutuamente son creíbles, ni para un actor de 66 años como Schwarzenegger ni para uno más joven como Noriega. Este es seguramente el gran error del film, que Stallone solventa de una forma menos fantasiosa en su Mercenarios 2, al enfrentarse en el duelo final con el mítico Jean-Claude Van Damme. Pero bueno, estas parece que son las exigencias de las película de acción con gran estrella, a las que nadie puede escapar, ni el propio Schwarzenegger.
El último desafío es un film que disfrutarán aquellos que disfrutaban con el universo fílmico de Stallone, Schwarzenegger y compañía y a aquellos a los que les gusten las películas de acción que se hacía antes. Tampoco esperen mucho más… bueno si, reírse con los continuos gags humorísticos del film, en una propuesta que Schwarzenegger ha escogido para reintroducirse en el mundo de las estrellas del cine, y en el que nos deja claro que aunque sea algo mayor aún le queda mucha mecha por quemar. Ya veremos si acompañado por el éxito en taquilla como antes o no…
Título:El Último Desafío Título Original:The Last Stand Director: Kim Jee-woon Reparto: Arnold Schwarzenegger, Forest Whitaker, Johnny Knoxville, Rodrigo Santoro, Jaimie Alexander, Luis Guzmán, Eduardo Noriega, Peter Stormare, Zach Gilford, Genesis Rodriguez, Daniel Henney y John Patrick Amedori Guionista: Andrew Knauer Productor: Lorenzo di Bonaventura Productores ejecutivos: Guy Riedel, Miky Lee, Edward Fee, Michael Paseornek, John Sacchi Director de fotografía: Ji Yong Kim Música: Mowg Género: Thriller, Acción Nacionalidad: USA Estreno en España: 1 de febrero 2013
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En un futuro cercano, Norteamérica es un páramo asolado por la radiación con una única y gran megalópolis que se extiende a lo largo de su costa este: Mega City 1. Esta inmensa y violenta urbe cuenta con una población de más de 400 millones de personas, cada uno de los cuales es un infractor en potencia. Los únicos que intentan imponer el orden entre semejante caos urbano son los jueces, a la vez agentes de la ley, jueces, jurados y verdugos. Y la perfecta personificación de estos jueces es Dredd, una leyenda viva de justicia blindada dedicado por entero a hacer cumplir la ley.
Hace ya 35 años que Juez Dredd apareció publicado por primera vez en las páginas de la revista británica 2000 AD. El guionista escocés John Wagner y el dibujante español Carlos Ezquerra fueron los responsables del alumbramiento.
El siglo XXII se presenta muy apocalíptico. Ha habido guerras nucleares y las personas viven hacinadas y degradadas en grandes urbes. La delincuencia es elevada y para controlarla están los Jueces, garantes de la ley y el orden: son juez, jurado y verdugo. Un cómic violento pero con dosis de humor negro generado por lo intransigente de su protagonista al relacionarse con hordas de mutantes, cyborgs y monstruos dispares que incumplen la Ley.
La película Dredd traslada con acierto el ambiente de decadencia, violencia y suciedad que impregna los paisajes del cómic de donde proviene. Incluso con algún breve pasaje de sexo como la muy sugerida felación, una escena que no pasaría la censura si la película hubiera sido producida por otros estudios. El apartado de la parafernalia armamentística de los Jueces también está bien explotado.
El irreconocible Karl Urban, al que vimos como Leonard McCoy en la nueva versión de Star trek (J.J. Abrams, 2009) o Éomer en la trilogía de El Señor de los Anillos (Peter Jackson, 2001-2003) aceptó el papel de protagonista porque el personaje de Dredd no se quitaba el casco nunca, como en el cómic. Según el propio Urban, le motivaba tener que interpretar emociones utilizando sólo su voz y su cuerpo. No sale mal parado ya que Juez Dredd muestra pocos sentimientos y solo vive para cumplir su trabajo a rajatabla.
Como todo policía que se precie, Dredd tiene en este film una pareja de patrulla, la novata y bella Anderson (Olivia Thirlby). Ella pone los sentimientos humanos y eso que es una especie de mutante que puede leer la mente de los que la rodean. Para ello su personaje necesita ir sin casco, ya que esta protección malogra sus capacidades. Debido a esta circunstancia podremos al menos disfrutar de su rostro e interpretación. Dos protagonistas con el casco puesto durante toda la película hubiera sido demasiado!!
La «mala de tebeo» de la función es la desfigurada Ma-Ma (Lena Headey). Una actriz que ya conoce el mal en su papel en la serie Juego de Tronos y que aquí se acentúa por la vía más drástica y sin sutilezas. Nadie va a fastidiarle su negocio de tráfico de droga, el argumento delictivo principal del film.
El problema de esta película es que el tráiler te la vende como otra súper producción basada en un personaje del 9º arte y no lo es. No deja de ser una película de serie B que aparenta gran presupuesto. Parece que te vayas a encontrar un argumento interesante con esa nueva droga (el SLO-MO, una especie de retardador temporal) y las bandas que trafican con ella por el medio, pero a la que entran en el mega bloque Peach Tress se acaba el argumento para convertirse en una Jungla de Cristal sin el ritmo y el vigor que tenían las entregas de la saga interpretada por Bruce Willis.
Dredd no es una mala película, entretiene y si se hubiera estrenado en los ochenta ganaría muchos puntos, pues su factura en la acción es de esa época, aunque con algunos aciertos visuales como el efecto de la droga rodados en cámara lenta (Slow-motion) o los diferentes planos de ciertas caídas libres, que lucirán más en su versión en 3D. Pero el producto final no deja de ser un continuo avance por parte de Dredd y su compañera Anderson atrapados en el mastodóntico edificio cargándose a los delincuentes que no son rival para ellos. No hay malos destacables, con más presupuesto algún robot no habría estado mal.
Es inevitable encontrar en todas las críticas de Dredd la comparación con la película Juez Dredd interpretada por Sylvester Stallone en el año 1995 y dirigida por Danny Cannon, de origen británico igual que Pete Travis, el director de la nueva entrega. Los fans del personaje no perdonaron a Stallone que se quitase el casco a los cinco minutos, ni que convirtiera al implacable y despiadado Dredd de los cómics en apto para todos los públicos. Tenían razón. La crítica también la vapuleo pero eso ya es normal siendo una película de Sly. Diciendo esto puede que me gane enemigos, pero considero la versión del año 1995 una película más entretenida, en la que pasan más cosas, aunque no capte la esencia del personaje y su mundo como en esta nueva entrega. Por otro lado en la versión del 95 la parte superior del uniforme se parecía más al original y el mentón y los «morros» de Stallone llenaban más la pantalla. Ni que decir que la esplendida banda sonora de Alan Silvestri lucía mucho más que la de Paul Leonard Morgan para esta nueva era en que vivimos de acordes sencillos, repetitivos, sin melodías, ni temas principales.
Título:Dredd Título original:Dredd 3D Nacionalidad: USA, UK; India Productora: Lionsgate, Reliance, DNA Director: Pete Travis Guión: Alex Garland Reparto: Karl Urban, Olivia Thirlby, Lena Headey, Jason Cope, Rakie Ayola, Warrick Grier y Wood Harris Género: Acción, Ciencia Ficción Estreno en España: 7 de septiembre de 2012