Que el teatro es diverso es una obviedad como decir que la vida es diversa. Y una muestra de ello nos la proporciona el Grec con la programación de Jo mai, una performance poético-teatral que nos habla de la juventud, del mundo en el que vivimos y de la capacidad de fracasar que posee el espíritu humano.
La sinopsis del espectáculo es, como veréis, algo liquida. Tres antiguos colegas de instituto, aún jóvenes, se reencuentran por las calles de una ciudad cualquiera, cada uno de ellos propietario de su propio infierno vital: el primero, Frank, con una infancia marcada por el maltrato; el segundo, Maxi, con problemas mentales que le acometen en forma de un ruido mental infernal que combate tocando música; el tercero, Isi, que no ha encontrado su sitio en el mundo y avanza en él a tientas. Todo puede cambiar con el proyecto, compartido por todos, de reflotar el bar de la madre de uno de ellos, llamado muy acertadamente Bar Amparo, un lugar al que llamar hogar y que permita afianzar las vidas de todos ellos. El encuentro con Julia, una chica que sufre los maltratos de su novio, puede poner en peligro la realidad creada por los tres amigos.
Iván Morales, autor y director de la pieza, nos presenta una performance teatral que sigue los pasos de su anterior obra Sé de un lugar, esto es, una disposición escénica que rompe la estructuración y las barreras habituales del teatro con una reflexión sobre la existencia cada vez más líquida que guía las vidas de las generaciones más jóvenes, y de las no tan jóvenes también. Y todo ello acompañado de música, un elemento importante en las obras de Morales. Si en Sé de un lugar se nos planteaba las dificultades afectivas y existenciales que vivían Béré y Simó, adornadas con un torrente poético y sentimental, en Jo mai el marco de referencia se amplía para abrazar a un grupo de jóvenes amigos a los que la vida no les ha deparado, por distintas razones, la suerte/éxito (tachen un concepto u otro a su gusto) por ellos deseado. El desencuentro vital es el mismo, aunque vestido con diferentes ropajes, un hecho este que universaliza la cuestión tratada en el espectáculo.
Morales mantiene su apuesta por las jóvenes promesas de la interpretación con experiencia en el cine, el teatro y la televisión. Si en Sé de un lugar ya contaba con Xavi Sáez, en Jo mai incorpora a Marcel Borràs, a Oriol Pla y a Àlex Monner, este último la que parece la estrella más reluciente en los media catalanes en la actualidad. En el bando femenino Laura Cabello da la réplica a tanta testosterona junta con una actuación mesurada y creíble, con la que da vida, como no, a una chica maltratada por la vida y por la pareja, un ejemplo de lo actual de la propuesta.
Y de eso se trata. El espacio que acoge el montaje es el CCCB, y seguramente no se podría haber escogido un escenario mejor. Morales insiste en deconstruir la experiencia escénica habitual y acercarla todo lo posible al público, joven en este caso, como lo era el que abarrotaba el palco de butacas. La performance rompe los límites entre el escenario y el público, como ya lo hacía en Sé de un lugar. Las sillas delimitan un espacio central que es donde se representará la mayor parte de la acción, aunque a menudo los actores se mezclarán e interactuarán con el público, convirtiendo, en parte, el teatro en una experiencia compartida.
Morales persevera en su visión del teatro como un lugar en el que el público puede ver una representación teatral, compartir su experiencia con los otros e ir más allá. Un objetivo loable aunque a veces se corre el riesgo de alcanzarlo tan solo a medias, estirando en demasía un concepto, el teatral, para que abrace formas y conceptos que no son suyos. Parece, sin embargo, que Morales, de la mano de Cia. Prisamata, consigue su objetivo de trascender el teatro como teatro y alcanzar una experiencia escénica global, actual, contemporánea (y ahí creo que está la clave de todo), cercana y juvenil, si hemos de juzgar por el rango de edades del público presente y por la amplia y ostentosa ovación final que obtuvo la performance escénica.
El Grec, el CCCB y Morales se suman un punto en lo que a generación de públicos respecta y a su fuerza de llegada a una nueva realidad social que busca un teatro diferente o, como he dicho antes, una experiencia teatral distinta a la convencional que les hable de cara a cara, sin mentiras (o las menos posibles) y que les diga cosas que les interese, cercanas a su experiencia diaria en un mundo que cambia cada segundo y que pretende que todo lo demás se transforme siguiendo el ritmo por él impuesto.
«Jo mai» se representa en el espacio de teatro del CCCB del 25 al 28 de julio de 2013.
Autoría: Iván Morales
Dirección: Iván Morales
Reparto: Marcel Borràs, Àlex Monner, Oriol Pla, Laura Cabello y Xavi Sáez
Movimiento: Joana Rañé
Dirección musical: Helio Reguera (NITCH)
Dramaturgia: Anna Alarcón
Diseño de iluminación: Raimon Rius
Horario: 20:00 horas
Precio: 16 € (entradas agotadas)
Duración: 120 minutos
Idioma: catalán y castellano