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Crítica teatral: El Florido Pensil (nenes), en el Teatro Poliorama

Todos hemos ido a la escuela cuando éramos pequeños y todos guardamos un recuerdo, más agradable o más ingrato, de nuestra época estudiantil. Sobre este hecho trataba El Florido Pensil, Memoria de la escuela nacionalcatólica, libro escrito por Andrés Sopeña Monsalve, que se centraba, como su mismo nombre indica, en un periodo muy concreto de la historia educativa de nuestro país. Del libro ya se realizó una versión teatral de gran éxito en el año 1996 llevada a cabo por el grupo vasco Tanttaka, y también se adaptó al cine en el año 2002 de la mano de Juan José Porto.

Ahora le toca, después de veinte años, a la versión femenina de la historia, una propuesta que ha contado con la dirección de Fernando Bernués y de Mireia Gabilondo y ha sido adaptada por Kike Díaz de Rada y Guillem-Jordi Graells. Esta nueva propuesta de la “franquicia” está interpretada por cinco mujeres, entre las que hallamos a Roser Batalla, Lloll Bertran, Victòria Pagès, Mireia Portas, Isabel Rocatti.

«EL FLORIDO PENSIL- NENES» es la historia del día a día de cinco niñas sometidas a la absurda e ilógica brutalidad del sistema educativo que dominó la España de la posguerra. La escuela es el reflejo de la sociedad y de su ideología dominante, y esa ideología decidió poner al día al más profundo patriarcado medieval, y llevarlo a sus últimas consecuencias. La mujer fue el principal objetivo de la empresa moralizadora, pues resultaba estar naturalmente destinada al matrimonio y a las labores domésticas, y en eso se ponían de acuerdo prácticamente todas y todos: la maestra, el cura, los padres, los moralistas, las cupletistas, las escritoras de novelas rosas, e incluso las profesoras de gimnasia”

El Poliorama nos ofrece una nueva versión de un éxito teatral como El Florido Pensil, pero esta vez en una versión “niñas” que sigue muy de cerca tanto el libro de Andrés Sopeña Monsalve como la adaptación realizada por la compañía Tanttaka en los años 90. Encontramos, pues, una escenografía muy parecida a la de la versión masculina en la que se nos muestra un aula escolar, que se puede transformar, siempre que haga falta, en cualquier otro espacio necesario para la representación de la obra.

El Florido pensil
Y sobre él, veremos a cinco mujeres adultas que reflexionan sobre su educción en época franquista y también veremos a las menores que una vez fueron, y compartiremos con ellas sus vivencias en la escuela nacional – católica del momento, la que quería construir a la española y al español modélicos. De ahí que veamos escenas que a muchos de los espectadores les resultarán conocidas, dependiendo siempre de la edad, y que nos trasladan al pasado educativo, siempre en clave de comedia. De esta forma asistiremos a diferentes clases ya sea de historia, de matemáticas, de lectura o del “movimiento” pasando de forma recurrente de la interpretación de las niñas a las reflexiones de la mujer adulta y consciente, de la mujer actual.

El Florido pensil es un divertimiento que permite lucirse a las cinco actrices que dan vida a las pequeñas escolares. La actuación es coral, lo que permite que cada una de las actrices, Roser Batalla, Lloll Bertran, Victòria Pagès, Mireia Portas, Isabel Rocatti, destaque en algún momento de la obra, ya sea interpretando a la estudiante desastre, al profesor de religión o a la delegada del movimiento nacional. Así, pues, no solo vemos sobre escena a las pequeñas que compartirán con nosotros sus anhelos, sino también a los educadores de cuño franquista que se hacían cargo de ellas.

Para aquellos que ya vieran la versión masculina, la actual adaptación les traerá muchos gratos recursos, y para aquellos, como yo, que no la vieron, podrán ser testigos de otra forma de entender la vida y la educación, por suerte ya alejada de la que hoy en día predomina en las aulas. Todo hecho con una base de humor que nos deja un muy buen sabor de boca una vez que finaliza la obra y a la que no es ajena la vis cómica de las actrices, entre las que no me atrevo a destacar el trabajo de una sobre las otras.

Así, pues, si quieren hacer un viaje a través de la memoria o quieren visitar un aula franquista, aunque solo sea durante el corto espacio de tiempo en el que El Florido pensil se materializa sobre el escenario del Poliorama, esta es su obra. Una propuesta en la que se unen el trabajo bien hecho y una voluntad bien clara de mostrarnos a través del humor, las graves consecuencias que puede tener en una niña y en la mujer que será en el futuro, una forma de educar mal elaborada y peor puesta en práctica, y que nos permite reflexionar sobre la importancia de cómo educamos a los más pequeños. En este caso, a las más pequeñas.

El Florido Pensil (nenes)” se representa en el Teatre Poliorama hasta el 17 de abril de 2016.

A partir del libro de: Andrés Sopeña
Dirección: Fernando Bernués y Mireia Gabilondo
Adaptación teatral: Kike Díaz de Rada
Versión catalana: Guillem-Jordi Graells
Reparto: Roser Batalla, Lloll Bertran, Victòria Pagès, Mireia Portas e Isabel Rocatti
Escenografía: Edi Naudò
Vestuario: Jordi Bulbena y Maria Araujo
Iluminación: Xabier Lozano y Ignasi Morros
Producción: Anexa y Tanttaka Teatroa

Horarios: de miércoles a viernes a las 21:00 horas: sábados a las 18:00 y a las 21:00 horas y domingos a las 18:00 horas
Precio: de 20 a 29 €
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Molt soroll per no res, en el TNC

Uno pensaba, cuando le llegó la información de la programación de esta temporada del TNC, cuál podía ser el resultado de mezclar una obra de Shakespeare como Molt soroll per no res con la música de Cole Porter, todo ello dirigido por Àngel Llàcer y convertido en musical. Un reto del que sale triunfante la producción del TNC con un espectáculo musical a lo grande, protagonizado, entre otros, por Bea Segura, Lloll Bertran, Jordi Coll, Victòria Pagès y David Verdaguer.

«Mucho ruido y pocas nueces, la gran comedia de Shakespeare con música de Cole Porter en directo. Un Shakespeare en una versión contemporánea inspirada en las películas americanas de los años cincuenta. Una gran compañía de actores y actrices que nos ofrecerán los secretos, los engaños y las tradiciones de una comedia sobre la frontera entre la amistad y el amor».

Lo que nos propone el TNC es, pues, un espectáculo musical basado en una de las comedias más reconocidas de Shakespeare, mezclado con temas populares de Cole Porter, Irving Berlin y H. Herb Brown, tocados en directo por una pequeña orquesta . La transformación de la obra en espectáculo está a cargo de Marc Artigau y Àngel Llàcer en la dramaturgia, dejando la dirección a este último. Por lo que el espectáculo tiene un toque Llàcer muy característico. La acción se traslada de la Mesina medieval al Hollywood de los años 50, un ambiente que da color a la representación y fomenta, claro está, las intrigas y la comicidad que Shakespeare ideó para la obra.

Como signo de los tiempos vale la pena decir que para la construcción escénica se han reutilizado gran cantidad de elementos pertenecientes a otras obras teatrales representadas en el TNC, que si bien al principio sorprenden por su creatividad y magnificencia, al final pueden acabar cansando un poco al espectador, debido a su constante ir y venir. Aún así, los elementos de escenografía consiguen darle a la representación un toque hollywoodiense que le va muy bien.

Molt soroll per no res_TNC_1
En el apartado actoral, Llàcer consigue transformar las interpretaciones de un clásico en las propias de un espectáculo musical, rebajando su clasicismo y explotándo su lado más humorístico y melódico, a lo que ayuda y mucho toda la serie de coreografías que transmiten las vivencias y las emociones de los personajes. El propio director, además, se reserva un pequeño papel en la representación, justamente el de director de la película que se está rodando sobre el escenario, un toque que sin duda ayuda a singularizar la obra.

Si bien, aunque el espectáculo cumple sus objetivos a la hora de vestir la obra de Shakespeare y de conectar con el público, peca de los excesos escénicos del director, que provee a la representación de demasiado colorido y, en ocasiones, un toque «de ambiente» que aunque impropio de Shakespeare sí que podemos ligar a las vida personal de Porter.

Molt Soroll per no res nos permite, por otra parte, ver a un grupo de actores y actrices resolutivos disfrutar sobre el escenario adaptando a los caprichos actuales un clásico de envergadura, recorriendo así la senda de la actualización tan en moda en el teatro. No esperemos, sin embargo, interpretaciones extraordinarias, sino las propias de un espectáculo musical que nos habla de las emociones elementales del ser humano, esto es, la oposición entre el amor y el odio, y nos muestra como los amores más profundos pueden romperse fácilmente y los afectos más súbitos pueden permanecer para toda la vida.

Una adaptación no recomendable para aquellos más puristas a los que les gusta disfrutar de los clásicos como lo que son, pero una función que permite llegar a nuevos públicos, los más jóvenes, con una adaptación en clave musical de un clásico con más de 400 años, que satisfará a todos aquellos que se lo quieran pasar bien combinando en una coctelera los textos de Shakespeare y la música de Cole Porter.

«Molt Soroll per no res» se representa en el TNC del 15 de octubre al 29 de noviembre de 2015.

Autor: William Shakespeare
Dramaturgia: Marc Artigau y Àngel Llàcer
Dirección: Àngel Llàcer
Reparto: Clara Altarriba, Lloll Bertran, Oriol Burés, Enric Cambray, Jordi Coll, Bernat Cot, Àngel Llàcer, Albert Mora, Òscar Muñoz, Aida Oset, Victòria Pagès, Marc Pociello, Bea Segura, Albert Triola y David Verdaguer
Dirección musical: Manu Guix
Músicas: Cole Porter, Irving Berlin y I. Herb Brown
Escenografía: Sebastià Brosa
Vestuario: Míriam Compte
Iluminación: Albert Faura y David Bofarull
Sonido: Roc Mateu
Caracterización: Àngels Salinas y Txus González
Coreografía: Aixa Guerra
Voz: Xavi Duch
Producción: Teatre Nacional de Catalunya

Horarios: Miércoles a las 11:00 horas (función escolar); jueves y viernes a las 20:00 horas; sábados a las 17:00 y a las 21:30 horas y domingos a las 18:00 horas
Precio: 28 €
Duración: 2 horas y 35 minutos con entreacto
Idioma: catalán

NOTA CULTURALIA: 7,5
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Jorge Pisa

Crítica teatral: L’art de la comedia, en el TNC

L'art de la comediaYa saben que al teatro le gusta tratar sobre muchas cosas, a veces inmerecidas, y en no pocas ocasiones le place reflexionar sobre sí mismo y su acomodamiento en la vida política, social, y económica. Una de estas ocasiones la representa L’art de la comedia, de Eduardo de Filippo, que el TNC estrenó el pasado 12 de febrero, dirigida por Lluís Homar e interpretada por él mismo, Victòria Pagès, Joan Carreras, Lluís Villanueva y Andreu Benito entre otros.

«En una ciudad de provincias italiana, el nuevo prefecto se dispone a recibir a las visitas de su primer día de trabajo. Para distraerse un rato, aceptará escuchar al director de una troupe ambulante que ha perdido su teatrillo debido a un incendio, y que pretende invitarle a asistir a su espectáculo para que el nuevo dirigente, con su presencia, demuestre a la ciudadanía que ese arte aún tiene una gran importancia social. Tras una apasionada controversia en la que político y humorista harán patentes sus desavenencias, el artista se llevará por error la lista de visitas del prefecto, y saldrá por la puerta amenazando con hacer que su familia teatral convierta esa sala de audiencias en una zona de incertidumbre»

Como ven una idea bien labrada que permite a Filippo tratar sobre la ligazón entre la política y el teatro (intensa a veces, vilipendiada otras) y sobre las diferencias que existen entre la realidad y la figuración, en un momento en el que la relación en este país entre el gobierno y la cultura se ve contaminada por una política desubicada que incluye la subida del IVA cultural al 21% con las nocivas consecuencias que esta medida ha provocado en el sector. El TNC, Homar y Filippo se alían de esta forma para dar un espaldarazo al teatro igualándolo a la política y aún más, a la misma realidad, ya que nunca sabremos con certeza, aunque lo podamos intuir, si la retahíla de personajes y situaciones que desfilan ante el nuevo prefecto son personas reales o personajes ficticios, lo que crea la fuente de humor, crítica y reflexión que posee la obra.

Sin embargo, L’art de la comedia, que juega en su título con la inversión del término Commedia dell’arte, no es una obra equilibrada del todo, lo que la convierte en una propuesta irregular. La obra se divide, así de primeras, en dos grandes secciones. La primera, como presentación, nos permite presenciar la conversación entre Campese (un bravo Homar) y el prefecto De Caro (Carreras), en la que veremos cuál es la opinión de cada uno sobre la relación entre el teatro y la política. Un acto este que se extiende en demasía, es en parte iterativo y le roba parte del ritmo a la obra.

L'art de la comedia2A lo largo de la segunda parte podremos observar como toda una serie de personajes hilarantes y/o con ideas descabelladas, se suceden al otro lado del escritorio del prefecto, desquiciando progresivamente a la autoridad, que no podrá saber nunca si lo que está pasando ante sus ojos es realidad o ficción, algo que en sí mismo habla de lo sublime del artificio teatral. En esta segunda parte, por desgracia, la representación es muy irregular y la comicidad a veces escasa, excepto en la historia narrada por Mosén Salvati (Andreu Benito) que le sabe dar a su historia el humor que necesita el personaje.

Como prueba del artificio teatral la propuesta de Homar ha optado por permitir al público ver el truco existente en la obra misma, a través de un escenario y de un vestuario que se van construyendo poco a poco con la ayuda de los integrantes de la compañía, una opción que sorprende inicialmente al espectador, pero que después se convierte en un recurso algo repetitivo y acaba dejando un escenario extraño y difuso. Por lo que respecta al trabajo de los actores y actrices, se debe destacar a Homar y Carreras en la primera parte de la representación, y a Benito en la segunda, aportando a la obra el único acto de verdadera comicidad a la representación.

L’art de la comedia es, por otra parte, una obra que se entiende en un autor como Filippo que vivió toda su vida en el seno del teatro, ya fuera en la compañía familiar o, posteriormente, en sus propias compañías, circunstancia que no solo le permitió dominar la ficción propia del teatro, sino conocer en su misma persona la relación de este con la política y con la vida.

Como ven L’art de la comedia nos permite, de nuevo, reflexionar sobre el teatro, en esta ocasión sobre su vinculación con la política y la subvención pública, y la consideración que la autoridad tiene de la cultura y, más concretamente, de la profesión teatral. Puede ser que muchas cosas hayan cambiado desde la redacción de esta obra en el año 1964, aunque parece que la cultura siempre queda en un segundo lugar en referencia a las cosas importantes de esta vida. Un acierto, un error… todo depende del punto de vista des del que se mire.

«L’art de la comèdia» se representa en el TNC del 12 de febrero al 12 de abril de 2015.

Autor: Eduardo de Filippo
Dirección: Lluís Homar
Traducción: Xavier Albertí
Reparto: Lluís Homar, Pau Viñals, Victòria Pagès, Joan Carreras, Lluís Villanueva, Roger Casamajor, Andreu Benito, Mar Ulldemolins, Oscar Valsecchi, Eduard Muntada y Quimet Pla
Escenografía: Lluc Castells y Jose Novoa
Vestuario: Nina Pawlowsky
Iluminación: Ignasi Camprodon
Sonido: Jordi Bonet
Caracterización: Toni Santos

Horarios: miércoles y viernes a las 20:00 horas; jueves a las 17:00 horas; sábados a las 17:00 y a las 21:30 horas y domingos a las 18:00 horas
Precio: 28 € / Disponibilidad de descuentos
Idioma: catalán
Duración: 2 horas y 10 minutos

NOTA CULTURALIA: 7 SOBRE 10
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Jorge Pisa

Crítica teatral: À la ville de… Barcelona, en el Teatre Lliure.

cartell_a_la_villeEsta semana finalizan las representaciones de À la ville de… Barcelona, un homenaje del Teatre Lliure a la ciudad de Barcelona en forma de music hall cómico creado y dirigido por Joan Ollé e interpretado por Joan Anguera, Ivan Benet, Marta Betriu, Laura Guiteras, Oriol Genís, Enric Majó, Victòria Pagès y Jordi Vidal, una troupe que nos hará viajar por la historia y por los rincones más simbólicos de la ciudad condal en un itinerario marcado por el buen humor, por la música y por las ganas de reírnos de mostros mismos. Un empeño que se corona con un muy grato resultado escénico que enlaza directamente lo que acontece sobre el escenario con las vivencias de los que se hallan en el patio de butacas.

À la ville de… Barcelona, nos propone un periplo por las edades de la ciudad y de sus habitantes. Como anfitrión de este viaje escénico por el tiempo nos hallamos, al inicio de la representación, a un patricio de la ciudad romana de Barcino que, togado, nos da la bienvenida para que comience un recorrido que nos llevará desde las Ramblas al Paralelo, del Zoo al Born y el barrio de la Ribera; de Montjuïc a la Barceloneta, pasando por el puerto, los mercados, El Molino, o el Liceo.

La obra está conformada por una sucesión de sketchs que mezclan el humor con un cierto dramatismo, unos ingredientes, además, compartidos por los espectadores ya que hacen referencia, sin duda, a sus vivencias personales. El espectáculo aunque comienza, como he dicho, en época romana, se centra especialmente en el siglo XX, y yo diría que sobre todo en la segunda mitad de esa centuria, donde, claro está, tanto el dramaturgo como los espectadores pueden hallar muchos más elementos de sátira más cercanos y cotidianos. Entre ellos, por ejemplo, encontramos la invasión de las hordas de turistas que cada vez se apropian con mayor afán de los espacios más significativos de la ciudad; la acción política «de postín» de los alcaldes de Barcelona, un gag excelentemente interpretado por Ivan Benet; los efectos de la corrupción que cada vez parece más omnipresente; las incomodidades experimentadas por los monumentos barceloneses o la subjetiva degradación que sufren algunos de los barrios de la ciudad, con la resolutiva interpretaciónen in crescendo de Victòria Pagès.

villebcn_ruano_020La representación se construye a partir de una actuación coral, en la que cada uno de los actores tiene su/s momento/s, con un ritmo que se mantiene en tensión a lo largo de la obra, con finales de sketchs y principios de otros que se entrelazan constantemente. Por el escenario pasarán personajes como las estatuas de Colón y de la Dama del paraigües, el mundialmente famoso Floquet de neu, varios de los alcaldes de Barcelona, el defenestrado Millet, formando un más que cómico Angelus pictórico y toda una serie de personajes anónimos que han paseado y pasean su estampa por las calles de la ciudad, a través de una pasarela conformada por un acertado paso de cebra, elemento ubicuo en la metrópolis.

Sin embargo la obra, o lo que es lo mismo, el torbellino de sketchs y gags, no goza de un adecuado equilibrio entre el dramatismo y la comicidad que poseen las escenas individuales, por lo que la firme apuesta hacia la vertiente más humorística del conjunto hace que sus escenas más dramáticas no consigan crear el momento de tensión que les son necesarios, aguando de esta forma sus intentos de llegar al espectador. Por su parte, el peso humorístico del conjunto se impone, lo que genera una sensación, esta vez sí que acertada, de comicidad en el público asistente.

La obra también está planteada como un music hall en el que oiremos viejos éxitos de la música más popular escuchada en la ciudad interpretados en directo por una pequeña banda de músicos, lo que le da al espectáculo un toque de varieté que la asemeja, en parte al Taxi… Al TNC!, la obra con la que dio comienzo la temporada el Teatre Nacional. Y es seguramente esta una forma más que adecuada para dar comienzo a un año del que parece que podemos esperar algo más que en los últimos, para que germine en él la dicha propia de tiempos mejores, unos tiempos presentes y futuros que también formarán parte de la historia de Barcelona y a los que puede que dentro de unos años o tal vez de de muchos, alguien haga referencia en forma de obra de teatro, ¿no les parece?

«À la ville de… Barcelona» se representa en el Teatre Lliure Montjuïc del 10 de octubre al 3 de noviembre de 2013.

Creación y dirección: Joan Ollé
Reparto: Joan Anguera, Ivan Benet, Marta Betriu, Laura Guiteras, Oriol Genís, Enric Majó, Victòria Pagès y Jordi Vidal
Músicos: Joan Alavedra, Eduard Altaba, Salvador Boix, Oriol Camprodon-Montserrat Margalef, Jerôme La Voix-Clara Luna y Xavier Maureta-Ahmed Al’Tortahad
Escenografía: Eugenio Szwarcer
Vestuario: Míriam Compte
Caracterización: Núria Llunell
Iluminación: Lionel Spycher
Sonido: Damien Bazin
Coreografía y movimiento escénico: Andrés Corchero
Dirección musical y arreglos: Lisboa Zentral Cafè
Producción: Grec 2012 Festival de Barcelona, L’Auditori de Barcelona y Bitò Produccions

Horarios: de miércoles a viernes a las 20:30 horas; sábados a las 17:30 y a las 21:00 horas y domingos a las 18:00 horas.
Precio: de 22 a 24,65 €
Idioma: catalán
Duración: 2 horas sin pausa
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Jorge Pisa Sánchez

Crítica teatral: Sí, primer ministre, en el Teatre Condal.

sim1651_1(1)Una de las claves del teatro y más en esta época de postmodernismo político, artístico y social, es la capacidad que tiene de transportar al escenario la realidad más cotidiana y azarosa, esperpéntica en algunas ocasiones, y examinarla desde múltiples y variados puntos de vista. Esto es lo que se ha propuesto el Teatre Condal con la programación de Sí, primer ministre, obra escrita por Antony Jay y Jonathan Lynn sobre el original que ellos mismos crearon para la popular serie televisiva del mismo título que se emitió en la BBC entre los años 1980 y 1988. Una sátira política dirigida por Abel Folk y que agrupa a la Focus-troupe (Joan Pera, Carles Canut i Ferran Rañé) a la que se suman Dafnis Balduz, Victòria Pagès i Marta Angelat.

La trama de la obra se desarrolla en lo que se podrían considerar las bambalinas del poder. El acuerdo económico que puede salvar a la Unión Europea está fracasando debido al individualismo egoísta de los diferentes países, con Inglaterra al frente, siempre reticente a actuar de forma conjunta con el continente, y más en materia económica. La única posibilidad de salvación es la propuesta del gobierno de Kumranistán relacionada con la explotación de sus enormes reservas de gas y la construcción de un gasoducto que una su país con Europa. Si bien las exigencias del embajador kumranistaní exceden con mucho las leyes y la moral occidental. ¿Accederá el gobierno inglés, liderado por el primer ministro Hacker, ante tales imposiciones? ¿Estarán los políticos ingleses a la altura de las circunstancia?

Abel Folk se pone al frente de un proyecto con una «denominación de origen» que promete entretenimiento y cargas de humor británico a discreción, no solo debido al buen hacer de sus autores sino también a la situación que describe la obra y a su actualidad, que vivimos día a día a través de los informativos. Sí, primer ministre se nos hace creíble porque la triste realidad, en este caso, supera la ficción.

Lo primero que nos sorprende es el decorado de la obra: una gran sala, la de la residencia de campo del primer ministro británico, con una decoración a la inversa donde se nos muestra una miríada de marcos de cuadros vacíos, que nos quieren avisar de lo hueca que está y ha estado siempre la actividad política. El juego de contradicciones se potenciará más tarde cuando, tras el entreacto, veamos como el decorado se ha invertido, que lo que estaba delante está ahora detrás, como materializando las vueltas y revueltas que la política obliga a dar a todo, principalmente a través del malsano uso de las palabras, con el objetivo de lograr sus metas.

_D3A2168(1)En el despacho del primer ministro inglés podremos ver de todo: despropósitos varios, mentiras, marketing, corrupción, rivalidades políticas, deshonestidad, tráfico de influencias… en resumen, lo que estamos acostumbrados a hallar en cualquier despacho en el que se haga política. Algo que nos recuerda, seguro, los sobresueldos de Bárcenas y de la cúpula del PP; los casos de corrupción cada vez más comunes tanto en la Comunidad Valenciana, como en las Islas Baleares, en Catalunya o en cualquier comunidad autónoma que se precie; las «presuntas» irregularidades económicas perpetradas por el Instituto Nóos, realidades todas ellas donde aflora la inmoralidad y la avaricia de nuestros representantes políticos, ya sean de un color u otro.

Pero no se piensen que Sí, primer ministre, es un drama inquietante y revelador, sino que, como les decía, es una comedia ácida y satírica, de aquellas que poseen dobles juegos, triples relecturas, gags continuos y un suspense cómico que se desarrolla a lo largo de la obra. Algo que no podía ser de otra forma conociendo la serie en la que se basa la obra y el saber hacer de sus artífices.

Sí, primer ministre representa, sin embargo, un cambio en relación a las obras «made in Pera». Este es posiblemente su hándicap más pronunciado, ya que no está en la línea de lo que espera un fan del actor. El tipo de personaje y el humor interpretado por Pera en esta obra no es el habitual, hecho este que puede contrariar a los espectadores. Algo de esto se pudo observar el mismo día del estreno, al no producirse las habituales avalanchas de carcajadas que genera cualquier interpretación de Pera, y al constatarse que muchos de los gags de doble sentido típicamente británicos pasaban inadvertidos a la mayoría del público. Algo debido a las circunstancias propias del estreno pero también a una formalidad excesiva y a una ambientación que mantiene una toque demasiado británico para las latitudes catalanas en las que nos hallamos.

_D3A2487(1)Por el contrario, la obra está plagada de ese humor inteligente que se atreve con todo: con la mediocridad política encarnada en la persona del primer ministro (que diferente, verdad, de la realidad española!!); con la falta de decencia de los políticos, con el todo vale; con los juegos de influencia y los retiros de oro…

La obra requiere de un esfuerzo intenso por parte de sus actores protagonistas. Pera y Canut aportan su veteranía y su presencia para dar cuerpo a los protagonistas principales: el primer ministro amenazado por una realidad política que le supera, y el viejo halcón de la política y consejero principal de Pera. Dafnis Balduz y Victòria Pagès encarnan a los subalternos oficiales, si bien con algunos altibajos, como si no se acabaran de creer la indigna grandeza de sus personajes. Ferran Rañé da vida al embajador del Kumranistán, en un trabajo muy secundario, como el de Marta Angelat, que encarna a la directora general de la BBC, y que nos sirven para ser conscientes de las diferencias culturales existentes entre los países, a veces enriquecedoras y a veces no tanto, o de las sombrías e íntimas afinidades que mantienen la política y los medios de comunicación.

Sí, primer ministre se convierte, pues, en un ejercicio de autocrítica, y más en un país como el nuestro afectado por la crisis económica, y lo que es más triste, por la peste de la corrupción política general, que nos permite no obstante reírnos de nuestros propios males de la mano de la precisión del humor inglés, y de la amabilidad de la comicidad «made in Pera«, pero recuerden, en un registro que no es el suyo habitual.

«Sí, primer ministre» se representa en el Teatre Condal del 19 de enero al 7 de abril de 2013.

Autores: Antony Jay y Jonathan Lynn
Versión y dirección: Abel Folk
Reparto: Joan Pera, Carles Canut, Dafnis Balduz , Victòria Pagès , Ferran Rañé y Marta Angelat
Escenografía: Paco Azorín
Iluminación: Jaume Ventura
Vestuario: Laia Muñoz
Diseño de sonido: Jordi Bonet
Caracterización: Toni Santos
Realización y edición audiovisual: Joan Riedweg

Horarios: de martes a viernes a las 21:00 horas; sábados a las 18:00 y a las 21:00 horas y domingos a las 18:00 horas.
Precio: de 30,5 a 32 €.
Duración: 2 horas y 15 minutos, con 15 minutos de entreacto
Idioma: catalán

Escrito por Jorge Pisa Sánchez

El teatre al Grec 2012

El proper 1 de juliol començarà una nova edició del Grec Festival de Barcelona, amb una programació extensa en què el teatre, la música, la dansa i el circ seran els protagonistes absoluts durant tot el mes de juliol. Pel que fa al teatre, el festival ofereix un total de vint-i-dos muntatges, i tot seguit us en presentem una selecció.

Dubte, de John Patrick Shanley / Sílvia Munt, al Teatre Poliorama

John Patrick Shanley va escriure aquesta peça al voltant d’un capellà sospitós de mantenir una relació il·lícita amb un alumne; així, en aquesta obra sobre l’ambigüitat de l’ànima humana la veritat té mil cares, i algunes d’elles estan basades en prejudicis, un muntatge amb un text intel·ligent i trepidant que parla sobre la incertesa i la naturalesa mateixa de la veritat.

Autor: John Patrick Shanley
Intèrprets: Ramon Madaula, Nora Navas, Rosa Maria Sardà i Mar Ulldemolins
Direcció: Sílvia Munt
Traducció: Joan Sallent

Horari: del 30 de juny al 29 de juliol, de dimecres a divendres, a les 21:30 hores; dissabte, a les 19:00 hores i 22:00 hores; diumenge, a les 19:00 hores
Durada: 90 minuts
Idioma: català
Preu: de 15 € a 29 €

 

Udol, de Q-Ars Teatre, al Teatre Lliure-Espai Lliure

Udol, de Q-Ars Teatre

Aquest espectacle pren com a base les obres d’autors que han transformat el patiment en recerca, revola i creació, com ara Balzac, Rilke, Pina Bausch, Frida Kahlo, Virginia Woolf, Tàpies, Anne Sexton, Rodin i molts altres, un muntatge que és tota una declaració d’amor vers l’Art i totes aquelles expressions artístiques que ens apassionen.

Intèrprets: Mercè Anglès, Miquel Barcelona, Anna Güell i Pau Soler
Música: Pau Soler
Direcció: Joan M. Segura
Text: Marilia Samper
Traducció: Marc Artigau
Dramatúrgia: Joan M. Segura i Q-Ars Teatre

Horari: el 3 i el 4 de juliol, a les 21:00 hores
Durada: 70 minuts
Idioma: català i altres
Preu: 18 €

 

Senyoreta Júlia, de Patrick Marber / Josep Maria Mestres, al Teatre Romea

El Teatre Romea presenta una història de seducció i lluita de classes, una tragèdia naturalista sobre l’aventura fugaç que viuen una dona de classe alta i el seu xofer, al mateix temps que tot el país celebra una victòria política que obre un nou món, en la revisió del text centenari d’August Strindberg que va fer Patrick Marber.

Autor: Patrick Marber (a partir de La senyoreta Júlia, d’August Strindberg)
Intèrprets: Julio Manrique, Cristina Genebat i Mireia Aixalà
Direcció: Josep Maria Mestres
Traducció: Cristina Genebat

Horari: del 4 al 29 de juliol, de dimecres a divendres, a les 21:00 hores; dissabte, a les 18:30 hores i 21:00 hores; diumenge, a les 18:30 hores
Durada: 90 minuts
Idioma: català
Preu: de 19 € a 28 €

 

Molly Sweeney, de Brian Friel / Miquel Gorriz, al Teatre Lliure-Espai Lliure

La Molly Sweeney va néixer cega, i és feliç en la seva condició, però el seu marit faria qualsevol cosa per aconseguir que pogués veure, una tasca difícil per la qual comptarà amb el doctor Rice, una història íntima i delicada presentada en forma de tres monòlegs entrellaçats que mostra com, sovint, altruisme i egoisme tenen molt a veure.

Autor: Brian Friel
Intèrprets: Míriam Alamany, Carles Martínez i Xicu Masó
Traducció: Jordi Fité
Veu en off: Pere Arquillué (el pare), Joana Ubach (Molly nena), Alba Quintana (la mare), Teresa Sánchez (la infermera)
Dramatúrgia i direcció: Miquel Gorriz

Horari: del 6 al 8 de juliol, a les 21:00 hores
Durada: 120 minuts
Idioma: català
Preu: de 18 €

 

Viatges, de José Sanchis Sinisterra / Ferran Audí, al Mercat de les Flors, Sala Ovidi Montllor

Viatges, de José Sanchis Sinisterra

En el context actual, ser optimista pot semblar una ingenuïtat. Però Eduard Punset creu, ben al contrari, que el futur sempre és millor que el passat, i en aquest muntatge en forma d’òpera quàntica ho podrem comprovar, una experiència escènica no lineal que utilitza les tecnologies 2.0 i les xarxes socials per fer un acte de creació col·lectiva.

Autor: José Sanchís Sinisterra, Ferran Audí, Enrique Bazo, Yeray Bazo i Pere Peyró
Intèrprets: Mercè Recacha, Marta Domingo, Dolors Martínez, Jordi Cortés, Marc García Coté, Jaume Viñas, Raül Perales i Marc Mittenhoff
Direcció: Ferran Audí
Coreografia: Jordi Cortés
Autor del llibre original «Viatge a l’optimisme»: Eduard Punset

Horari: del 15 al 18 de juliol, a les 21:00 hores
Durada: 95 minuts
Idioma: català i castellà
Preu: 28 €

 

À la ville de… Barcelona, de Joan Ollé, al Teatre Grec

La Monyos, Los Clippers, Floquet de Neu i l’alcalde Pich i Pon són alguns dels personatges que visiten un cafè atrotinat per tal de fer un repàs a la història de Barcelona, una sàtira poètica amb què Joan Ollé fa un retrat col·lectiu de la ciutat i els seus habitants.

Autor: Joan Ollé
Intèrprets: Joan Alavedra, Eduard Altaba, Joan Anguera, Ivan Benet, Paula Blanco, Salvador Boix, Oriol Camprodon, Laura Guiteras, Jerôme Lavoix, Oriol Genís, Enric Majó, Xavier Maureta, Victòria Pagès i Jordi Vidal
Direcció: Joan Ollé
Coreografia: Andrés Corchero

Horari: del 19 al 22 de juliol, a les 22:00 hores
Durada: 105 minuts
Idioma: català
Preu: de 16 € a 28 €

 

Boys don’t Cry, de Victoria Szpunberg / Glòria Balañà, al Teatre Lliure-Espai Lliure

Dos vells amics es retroben uns anys després d’haver perdut el contacte; ara, les seves vides són diametralment oposades: un d’ells ha triomfat com a polític, mentre l’altre és un artista sense sort. La seva trobada els permetrà enfrontar-se al millor i al pitjor de cadascun, i tot sota l’atenta mirada d’una dona que els coneix des dels temps en què sonava la cançó de The Cure «Boys don’t cry».

Autor: Victoria Szpunberg
Intèrprets: Francesc Garrido, Armand Villén, Alícia González Laá i David Anguera
Direcció: Glòria Balañà i Altimira
Escenografia: Meritxell Muñoz

Horari: del 26 al 29 de juliol, a les 21:00 hores
Durada: 80 minuts
Idioma: català
Preu: 18 €

 

Més informació: http://grec.bcn.cat/es/