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Crítica teatral: La tienda de los horrores, en el Teatro Coliseum

Llega a Barcelona de la mano del binomio Llàcer – Guix La tienda de los horrores, espectáculo que adapta la comedia musical de Broadway Little Shop of Horrors estrenada en el año año 1982 con música de Alan Menken y letras de Howard Ashman, y que tuvo también su versión cinematográfica en el año 1986 dirigida por Frank Oz e interpretada en el papel de Seymour Krelborn por Rick Moranis.

«La historia de amor imposible entre Seymour y Audrey, empleados en la vieja floristería del Señor Mushnik, da un giro inesperado con la aparición de una misteriosa planta que puede convertir los deseos en realidad. ¡La vida en el barrio de Skid Row está a punto de cambiar para siempre!»

Bien, como ya sabéis aquellos que conocéis el film, la trama de La tienda de los horrores es algo surrealista, un argumento que solo se pudo elaborar en los díscolos años 80, y que nos narra la relación de Seymour Krelborn (Marc Pociello), un joven dependiente de una desahuciada floristería de barrio, con una planta algo especial que se alimenta de sangre y parece que puede hacer cambiar la vida de aquel que la sacie. Lo que inicialmente hará prosperar a Krelborn y le brindará el amor de Audrey, su afligida y soñadora compañera de trabajo, se convertirá en una pesadilla a medida que la planta crezca y demande cada vez más sangre.

La tienda de los horrores posee de por sí un seguro de éxito, que no es otro que la música Alan Menken y las letras de Howard Ashman, a los que seguro que recordareis por el resurgir de la productora Disney allá a finales de los 80 y principios de los 90, ya que son los responsables de la partitura y las letras de los grandes, que digo grandes, los enormes éxitos que representaron las películas La Sirenita (1989), La bella y la bestia (1991) o Alladin (1992), taquillazos que permitieron a Disney reconvertirse en el coloso audiovisual que es hoy en día. No todos los musicales pueden disponer, ni mucho menos, de la grandeza y la sutileza musical de Menken y Ashman.

La tienda de los horrores_1Pero este no es el único acierto del espectáculo. La tienda de los horrores ha cuidado mucho la escenografía para mostrarnos una de las calles del depauperado barrio de Skid Row de Los Ángeles, donde está ubicada la floristería del señor Mushnik. Y además dispone de un casting acertado. Seymour Krelborn, el protagonista principal de la obra, está interpretado por Marc Pociello, al que acompañan Diana Roig, encantadora en su papel de joven inocente y desafortunada y que nos deleita con una voz angelical; Ferran Rañé como el severo e interesado señor Mushnik y José Corbacho que, como no podía ser de otra forma, provee al espectáculo de los momentos más jocosos y humorísticos con su entrada triunfal desde el patio de butacas. Corbacho, además, se atreve a cantar en algunas de las escenas, destacando su interpretación del tema Dentista. Todo ello aderezado por la voz y la interrelación de las The Sey Sisters, que le dan un acertado toque soul al espectáculo, ejerciendo, además, de una especie de maestras de ceremonias.

Pero, como es evidente, otra de las claves del éxito de la representación no es otra que Audrey II, la planta alrededor de la que gira la trama estrambótica del musical. La producción ha conseguido mostrar de forma resolutiva el crecimiento de la planta a lo largo de la representación y ha conseguido convertirla en un personaje más del musical, con un sistema de movimiento apropiado y una voz, la de Manu Guix, que le da un toque muy especial.

Llàcer y Guix parece que han creado un exitoso tándem de trabajo. Si La Jaula de las Locas fue todo un éxito, la temporada de La Tienda de los horrores parece que va a seguir su estela. Un musical con un toque de pop y de rock, con la música y las letras de Allan Menken y Howard Ashman que nos habla de los sueños truncados y de las oportunidades que se nos cruzan, a veces una única vez en la vida, y que nos llevan al éxito o, a veces, al fracaso más rotundo.

«La tienda de los horrores« se representa en el Teatro Coliseum del 10 de septiembre al 3 de noviembre de 2019.

Dirección: Àngel Llàcer
Dirección musical: Manu Guix
Música: Alan Menken
Libreto y letras: Howard Ashman
Traducción: Marc Artigau
Reparto: Marc Pociello, Diana Roig, Ferran Rañé, José Corbacho, The Sey Sisters, Victor Gómez, Sylvia Parejo, Bernat Cot, Natán Segado y Raquel Jezequel
Coreografía: Miryam Benedited
Escenografía: Enric Planas y Carles Piera
Iluminación: Albert Faura
Sonido: Roc Mateu
Maquinista Audrey II: Quim Molina
Producción: Nostromo Live

Horarios y entradas: Web Ticketea
Duración: 105 minutos
Idioma: castellano
NOTA CULTURALIA: 8,5
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Molt soroll per no res, en el TNC

Uno pensaba, cuando le llegó la información de la programación de esta temporada del TNC, cuál podía ser el resultado de mezclar una obra de Shakespeare como Molt soroll per no res con la música de Cole Porter, todo ello dirigido por Àngel Llàcer y convertido en musical. Un reto del que sale triunfante la producción del TNC con un espectáculo musical a lo grande, protagonizado, entre otros, por Bea Segura, Lloll Bertran, Jordi Coll, Victòria Pagès y David Verdaguer.

«Mucho ruido y pocas nueces, la gran comedia de Shakespeare con música de Cole Porter en directo. Un Shakespeare en una versión contemporánea inspirada en las películas americanas de los años cincuenta. Una gran compañía de actores y actrices que nos ofrecerán los secretos, los engaños y las tradiciones de una comedia sobre la frontera entre la amistad y el amor».

Lo que nos propone el TNC es, pues, un espectáculo musical basado en una de las comedias más reconocidas de Shakespeare, mezclado con temas populares de Cole Porter, Irving Berlin y H. Herb Brown, tocados en directo por una pequeña orquesta . La transformación de la obra en espectáculo está a cargo de Marc Artigau y Àngel Llàcer en la dramaturgia, dejando la dirección a este último. Por lo que el espectáculo tiene un toque Llàcer muy característico. La acción se traslada de la Mesina medieval al Hollywood de los años 50, un ambiente que da color a la representación y fomenta, claro está, las intrigas y la comicidad que Shakespeare ideó para la obra.

Como signo de los tiempos vale la pena decir que para la construcción escénica se han reutilizado gran cantidad de elementos pertenecientes a otras obras teatrales representadas en el TNC, que si bien al principio sorprenden por su creatividad y magnificencia, al final pueden acabar cansando un poco al espectador, debido a su constante ir y venir. Aún así, los elementos de escenografía consiguen darle a la representación un toque hollywoodiense que le va muy bien.

Molt soroll per no res_TNC_1
En el apartado actoral, Llàcer consigue transformar las interpretaciones de un clásico en las propias de un espectáculo musical, rebajando su clasicismo y explotándo su lado más humorístico y melódico, a lo que ayuda y mucho toda la serie de coreografías que transmiten las vivencias y las emociones de los personajes. El propio director, además, se reserva un pequeño papel en la representación, justamente el de director de la película que se está rodando sobre el escenario, un toque que sin duda ayuda a singularizar la obra.

Si bien, aunque el espectáculo cumple sus objetivos a la hora de vestir la obra de Shakespeare y de conectar con el público, peca de los excesos escénicos del director, que provee a la representación de demasiado colorido y, en ocasiones, un toque «de ambiente» que aunque impropio de Shakespeare sí que podemos ligar a las vida personal de Porter.

Molt Soroll per no res nos permite, por otra parte, ver a un grupo de actores y actrices resolutivos disfrutar sobre el escenario adaptando a los caprichos actuales un clásico de envergadura, recorriendo así la senda de la actualización tan en moda en el teatro. No esperemos, sin embargo, interpretaciones extraordinarias, sino las propias de un espectáculo musical que nos habla de las emociones elementales del ser humano, esto es, la oposición entre el amor y el odio, y nos muestra como los amores más profundos pueden romperse fácilmente y los afectos más súbitos pueden permanecer para toda la vida.

Una adaptación no recomendable para aquellos más puristas a los que les gusta disfrutar de los clásicos como lo que son, pero una función que permite llegar a nuevos públicos, los más jóvenes, con una adaptación en clave musical de un clásico con más de 400 años, que satisfará a todos aquellos que se lo quieran pasar bien combinando en una coctelera los textos de Shakespeare y la música de Cole Porter.

«Molt Soroll per no res» se representa en el TNC del 15 de octubre al 29 de noviembre de 2015.

Autor: William Shakespeare
Dramaturgia: Marc Artigau y Àngel Llàcer
Dirección: Àngel Llàcer
Reparto: Clara Altarriba, Lloll Bertran, Oriol Burés, Enric Cambray, Jordi Coll, Bernat Cot, Àngel Llàcer, Albert Mora, Òscar Muñoz, Aida Oset, Victòria Pagès, Marc Pociello, Bea Segura, Albert Triola y David Verdaguer
Dirección musical: Manu Guix
Músicas: Cole Porter, Irving Berlin y I. Herb Brown
Escenografía: Sebastià Brosa
Vestuario: Míriam Compte
Iluminación: Albert Faura y David Bofarull
Sonido: Roc Mateu
Caracterización: Àngels Salinas y Txus González
Coreografía: Aixa Guerra
Voz: Xavi Duch
Producción: Teatre Nacional de Catalunya

Horarios: Miércoles a las 11:00 horas (función escolar); jueves y viernes a las 20:00 horas; sábados a las 17:00 y a las 21:30 horas y domingos a las 18:00 horas
Precio: 28 €
Duración: 2 horas y 35 minutos con entreacto
Idioma: catalán

NOTA CULTURALIA: 7,5
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Deflacionable, en la Nau Ivanow.


El pasado jueves 15 de marzo se estrenó en el espacio escénico de la Nau Ivanow Deflacionable, la nueva reflexión teatral que Daniel J. Meyer realiza sobre las consecuencias sociales y económicas de una ruptura amorosa.

Meyer presenta lo que se podría considerar la secuela de Descartable, obra que se estrenó el año pasado también en la Nau Ivanow y que fue representada por los componentes de la compañía Descartable Teatre. Si en su anterior trabajo éramos testigos del día a día de una joven pareja vencida por la inercia y las imposiciones propias de nuestros tiempos, en Deflacionable asistimos a la ruptura de la relación, y más concretamente a la «fiesta del divorcio» de la pareja formada por Víctor y Ana. Y como buena fiesta de divorcio, el espectáculo se representará en un espacio poco convencional que no es otro que el bar de la Nau Ivanow, en donde los propios integrantes de la compañía nos invitan a tomar una copa (recuerden, estamos en una fiesta!!) y nos animan a fotografiarnos (recuerden, estamos en una celebración familiar).

Una vez que cada uno de nosotros ocupa su asiento, da inicio la fiesta-representación. En ella los rituales sociales se invierten. Estarán presentes Ana y su madre, Víctor y su nueva pareja, Fernando, y un showman-presentador que dirigirá todo el cotarro. Es en este momento en el que se mostrarán las voluntades y los objetivos de todos los asistentes a la fiesta: Ana quiere quedarse con la casa que compartió con Víctor, pero para ello ha de pagar la mitad de su valor a su ex-pareja. Víctor necesita el dinero para entregárselo a Fernando para que éste pague la hipoteca de la vivienda donde vivirán juntos. Todo un dominó dinerario que se rompe cuando el banco deniega a Ana el préstamo que ha solicitado, a pesar de los altos ingresos generados de su profesión como arquitecta (una clara referencia a la impune crisis económica en la que vivimos). Esta denegación pondrá en marcha las ambiciones y la codicia de todos los asistentes a la fiesta, en un combate entre todos por hacerse con los recursos necesarios para materializar sus deseos cueste lo que cueste.

Meyer nos proporciona con Deflacionable más material para el debate socio-teatral y disecciona, de nuevo, el mundo de la pareja, de la familia y el papel del hombre y la mujer en el mundo actual. Para ello nos presenta su nueva obra como si fuera un reality show, un formato al que estamos más que acostumbrados gracias a la programación de muchos canales de televisión. El espectador se comporta como un voyeur contemplando todo lo que pasa en la fiesta de divorcio de Víctor y Ana, y como cada uno de los personajes se mueve con el único objetivo de realizar sus deseos egoístas, una clara crítica al sistema capitalista en el que vivimos sumergidos. En escena se nos mostrarán la avaricia y el deseo generado por el dinero; la incapacidad de amar realmente al otro y por lo tanto la facilidad con la que cambiamos de pareja o lo devaluado de conceptos como el amor o el compromiso; el consumo de alcohol como substitutivo y medicina ante nuestros fracasos impuestos por el propio sistema, que necesita de fracasados para su normal funcionamiento; y como no, la dependencia que cada vez más tenemos de la omnipresente tecnología, materializada con el formato de reality show televisivo que adquiere la obra.

El objetivo de cada uno de los protagonistas les llevará, incluso, a traicionarse a sí mismos y a los otros, aunque para ello se vean obligados, en una de las escenas más despiadadas de la obra, a vender en porciones al hijo fruto de la relación «in extremis» entre Víctor y Ana, llamado oportunamente Provecho. Una cruel metáfora del capitalismo llevado hasta sus últimas consecuencias.

El espectáculo diseñado por Meyer y la compañía Descartable Teatre se propone objetivos ambiciosos, si bien se queda a medio camino en su consecución. La obra es arriesgada aunque su materialización escénica no llega a las cotas que alcanzó su anterior trabajo Descartable. Si en aquélla la realización y el lenguaje teatral mantenían una delicada puesta en escena, en Deflacionable el formato está menos «pulido» y el avance de la representación es algo más disparatado, hecho éste que descoloca al espectador en más de una ocasión.

La obra posee un destacable componente de interacción con el público, al que saca del espacio escénico habitual para ubicarlo en un bar/cantina, un lugar más próximo y cotidiano para la mayoría de espectadores. Aunque esta ganancia se desvanece con las dificultades de visualización desde algunos sectores de la improvisada platea. Por lo que respecta a las interpretaciones de los jóvenes integrantes de la compañía, parece que les falta algo más de pulimento en general, algo que no ha de extrañar debido al poco rodaje del espectáculo. No obstante cabe destacar la interpretación como showman-presentador de Marc Pociello, que nos guiará a lo largo de la representación ejerciendo como anfitrión del espectáculo, y la comicidad de Sónia López, que le da a la obra un toque de humor muy sui generis!!

Deflacionable es un buen ejercicio de crítica social manufacturado por una compañía y un director familiarizados con el género, aunque su composición final no alcanza las cotas esperadas. Aún así se convierte en un producto necesario en una época como la nuestra en la que el compromiso, el amor, la buena voluntad y la amistad se agrian día a día contaminadas por la hediondez resultante de una forma de organización económica, política y social que nos embrutece día a día, y que de momento, por desgracia, parece no tener fecha de caducidad.

Deflacionable” se representa en el Espacio Guillot la Nau Ivanow del 15 al 25 de marzo de 2012.

Dramaturgia y dirección: Daniel J. Meyer
Intérpretes: Laia Pellejà, Oscar Jarque, Sonia López, Rafa Delacroix y Marc Pociello
Iluminación: Natalia Ramos
Vestuario: Gimena González
Escenografía: AUS3
Diseño Gráfico: AUS3
Producción: DESCARTABLE TEATRE

Duración de la obra:70 minutos
Idioma:
castellano y catalán
Género:
comedia
Especificaciones:
Fiesta de divorcio con copas incluidas
Entradas:
A la venta en Atrapalo, Telentrada o en taquilla (con o sin copa)

Estreno teatral: Deflacionable, en la Nau Ivanow.


Descartable teatre
regresa a la Nau Ivanow para presentarnos su nuevo trabajo, Deflacionable, una nueva disección de la pareja, de la sociedad actual y de las tendencias destructoras que afectan a nuestra realidad más cotidiana.Read More

Deflacionable se desarrolla íntegramente en la fiesta de divorcio de Víctor y Ana, bajo la forma de una fiesta de casamiento. El conflicto es el pago, por parte de Ana, de la mitad de la casa en la cual convivían, para poder continuar viviendo. No posee el dinero y, a pesar de sus altos ingresos, los bancos le deniegan el crédito. Su madre actúa como confidente pero no ofrece soluciones prácticas a su hija. Fernando, el amigo de Víctor, espera también el dinero puesto que lo utilizará para el pago de la hipoteca de su casa, en la cual vivirán ambos. Fernando se enterará de la falta de dinero de Ana pero no llegará a decírselo a Víctor puesto que las estrategias de cada uno de los personajes para obtener el dinero ya estarán activadas y las consecuencias catastróficas, ya gestadas.

Los líos serán variados y nos permitirán apreciar que para cada uno de estos personajes maquiavélicos “el fin justifica los medios” aunque, paradójicamente, en ningún momento se plantean justificarlos.

El quinto personaje es un presentador/anfitrión que también hará de camarero. Este personaje se irá transformando en un showman que nos desvelará que estamos presenciando un reality show donde todo sirve para conseguir los objetivos monetarios. Será el conductor de la obra, el que produzca el extrañamiento brechtiano con el público, quién nos aleje de la ficción y nos transporte a otra ficción con un lenguaje ajeno al teatro y a la vida misma.

Daniel J. Meyer nace en Buenos Aires, donde estudia a COSATYC/ANDAMIO 90 y se especializa en dirección e interpretación. Complementa sus estudios teatrales con los de producción musical. El año 2003 se instala en Barcelona y participa en varios cursos de dramaturgia y dirección. Además, participa en el posgrado de Producción y Gestión de espectáculos en la UB. Ha trabajado en Sin noticias de Gurb, con Rosa Novell; ayudante de dramaturgia y dirección en Èdip 1,2,3,4, en el Versus Teatre (bajo la dirección de Josep Galindo y dramaturgia de Pablo Ley); ayudantía de dirección de: Si avui és diumenge demà és dijous; Boeing Boeing (con dirección de Alexander Herold), El senyor de les mosques (dirección de Abel Coll) y de La doble vida d’en John (dirección de Àngel Llàcer). Es ayudante en Geronimo Stilton, el musical, de Àngel LLàcer y Manu Guix.

Ha escrito y dirigido con Descartable teatre, compañía de teatro de la cual es fundador, Descartable, estrenada el año pasado en la Nau Ivanow y Daian&Giggy LIVE SEX, estrenada en el Festival Fora de Temporada de Girona también en el 2011.

Descartable teatro Es la compañía de Daniel J. Meyer y Laia Pellejà. Cuenta con colaboradores permanentes, como Natalia Ramos (en el ámbito de la iluminación) o el actor Rafa DelaCroix. La compañía tiene como objetivo crear espectáculos que acerquen las artes escénicas a aquel público que no está habituado a ellas o que actualmente no ve reflejadas sus inquietudes culturales. Es por eso que apuesta siempre por un lenguaje directo y multidisciplinario, de acuerdo con la sociedad contemporánea.

«Deflacionable» se representará en el Espacio Guillot la Nau Ivanow del 15 al 25 de marzo de 2012.

Dramaturgia y dirección: Daniel J. Meyer
Intérpretes: Laia Pellejà, Oscar Jarque, Sonia López, Rafa Delacroix y Marc Pociello
Iluminación: Natalia Ramos
Vestuario: Gimena González
Escenografía: AUS3
Diseño Gráfico: AUS3
Producción: DESCARTABLE TEATRE

Duración de la obra: 70 minutos
Idioma: castellano y catalán
Género: comedia
Especificaciones: Fiesta de divorcio con copas incluidas
Entradas: A la venta en Atrapalo, Telentrada o en taquilla (con o sin copa)

Crítica teatral: El projecte dels bojos. Una utopia musical, en el Almeria Teatre.


Hasta el próximo 13 de marzo el Almeria teatre mantiene en cartelera El projecte dels bojos. Una utopia musical, un espectáculo de pequeño formato que nos habla de las personas “normales” y cotidianas, de sus sueños y de los objetivos que les permiten hacer real su utopía de la felicidad.

Un espectáculo musical de “pequeño formato” que nos habla de la vida misma, de los sueños y de aquello que nos mueve y nos anima para afrontar el presente y el futuro sin morir en el intento. El projecte dels bojos. Una utopia musical no nos presenta a grandes personajes, ni grandes escenarios ni reconocidos temas exitosos del pasado. La obra representa la vida, tan sencillo como eso y a veces, tan complicado.

El projecte dels bojos. Una utopia musical nos explica la historia del El Voilà!, un local, un bar de barrio amenazado de cierre a causa de la construcción de una ciudad de ocio, un resort urbano que quiere transformar toda la zona y adaptarla a los nuevos tiempos, donde el consumo y el placer (y normalmente el dinero) se imponen sobre todo lo demás. Ante tal infortunio el propietario y algunos de sus clientes más habituales deciden crear un cabaret, un diario teatral para salvar El Voilà! El punto en común de esta nueva empresa será la locura, o lo que es lo mismo, la utopía. Cada uno de los componentes de la compañía pondrá algo de él mismo en el cabaret, sumará una parte de su locura para intentar cambiar el mundo, su mundo, y por ello sufrirán una transformación y ya nada más podrá volver a ser lo mismo.

El projecte dels bojos es una de aquellas obras que te obliga a pensar y no sobre grandes cosas y grandes conceptos, sino sobre la existencia de cada uno de nosotros y de cómo invertimos el tiempo que nos ha sido concedido. Es un símbolo de la vida que llevamos cada uno de nosotros y de la lucha desesperada que nos vemos obligados a realizar cada día para ser quien somos y no dejarnos arrastrar por la realidad, cada vez más cruda y materialista. Los personajes del musical, el propietario de El Voilà! y sus clientes podríamos ser, perfectamente, nosotros mismos. Cada uno ha huido o huye de su realidad refugiándose en un local que parece que esté fuera del tiempo y de la existencia. Allí nada ha cambiado desde hace mucho tiempo e incluso el polvo de la historia está presente, como testimonio. Un refugio amenazado, como tantos otros que existen en la realidad, y que han de dejar paso a los nuevos tiempos y a las nuevas realidades. Esta situación hará reaccionar a los locos cuerdos y les llevará a crear un espectáculo dentro del espectáculo, en el que la locura, la razón, los deseos, los objetivos vitales de todos ellos se materializarán a través del esfuerzo teatral, de la puesta en escena de sus vidas a través del teatro.

El projecte dels bojos es un proyecto cuidado y atrevido, digno de La Barni Teatre, que ya nos dejó con un excelente sabor de boca con Ojos verdes, Miguel de Molina in memoriam. Aunque no tan redondo como este último. La idea que mueve el espectáculo es brillante y permite a la obra acercarse a los corazones de todo el público, llegar a aquel trocito de nuestra alma al que solo se llega muy de vez en cuando. Aunque su plasmación teatral desfallece en algunos aspectos. La trama es, a veces, algo confusa, ya que existen dos líneas (o filums) temporales que se alternan sobre el escenario. Solo llegando al final sabremos el porqué de esta dualidad y cerraremos el círculo simbólico y emotivo de la obra. La duración de la misma es, también, algo excesiva, sobre todo si tenemos en cuenta que la primera parte del espectáculo es algo “lenta” argumentalmente y no siempre permite la ubicación dentro de la trama.

Aún así, y siguiendo la frescura y la brillantez de ideas de su producción anterior, las soluciones dramáticas, coreográficas y argumentales son excelentes. La Barni Teatre sabe lo que se hace en lo que se refiere a espectáculos musicales. La dualidad de la trama representada en el dualismo del vestuario y el toque periodístico del mismo, la transformación, a veces un poco brusca, entre la realidad y los ensayos, y sobre todo la historia mostrada hacen de El projecte del bojos una oportunidad única de conocer y disfrutar de una obra y de una compañía que sabe crear en el ámbito del musical.

Lo mejor, sin duda, de la obra es la evolución existencial que notaremos en los protagonistas. Asistiremos a una transformación (como si estuviéramos delante de una crisálida) real que afectará a los espíritus de los protagonistas: Un propietario cascarrabias y “pervertido”; un viajero “orientalizado” y sin raíces; una funcionaria amargada por su jefe y por su familia que vive pegada a los móviles; una chica del videoclub amante del cine y que ve ángeles y un hombre de teatro que hace de conejo en un parque infantil. Todos ellos encontrarán su realidad juntos en su cruzada para salvar El Voilà! Y también, aunque ellos no lo saben, para salvar sus vidas. Todo ello acompañado de la música, de las canciones y de la coreografía (y de una pequeña orquesta de músicos) que consiguen crear un clima muy especial tanto encima del escenario como en el patio de butacas. A esto se ha de sumar una escenografía sencilla pero trabajada (aunque en un escenario central algo pequeño) que nos transporta a una realidad irreal, estancada en el tiempo y fuera de la materialidad.

El projecte dels bojos es, pues, un espectáculo que se ha de gozar, uno de aquellos musicales que nos permite disfrutar desde la butaca y nos permite darnos cuenta de que no hace falta un escenario enorme con decorados magistrales y con una magistral, también, inversión en los medios de comunicación para crear un espectáculo musical, y lo que es más importante, una obra teatral que nos permite viajar, hacer una exploración de nosotros mismos y recordar qué es aquello que nos hace mirar el futuro sin sentirnos vencidos ante él, y luchar cada día para que nuestra realidad, o nuestra locura, se imponga a la esquizofrenia cotidiana de un mundo malsano y condenado, perdón, de un mundo real, cuerdo y sensato.

El projecte dels bojos” se representa en el Almeria Teatre del 29 de enero al 13 de marzo de 2011.

Idea y dirección: Marc Vilavella
Dirección: Marc Vilavella
Texto y letras: Laia Martí
Música: Marc Sambola
Aportaciones a la dramaturgia: Xavi Casan, Quim Dalmau, Míriam Escurriola, Gracia Fernández, Marc Pociello y Jordi Silva
Intérpretes: Mariona Castillo, Òscar Mas, Carme Sánchez, Jordi Sanosa y Marc Vilavella
Músicos: Gemma Torralbo, Núria Galvañ, Marc Sambola, Oriol Roca y Lluis Canet
Escenografía: Carles Cardelús
Vestuario: Geraldine Zambelli
Diseño de luces: Sergi Cervera
Compañía: La Barni Teatre

Horarios: de martes a viernes a las 20:00 horas; sábados a las 17:00 y a las 20:00 horas y los domingos a las 17:00 horas.
Precio: martes y miércoles (días del espectador) 18 €; de jueves a domingo y festivos 22 €.
Idioma: catalán y castellano.
Duración: 2 horas y media (descanso de 10 minutos).

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Escrito por: Jorge Pisa Sánchez

Estreno teatral: El projecte dels bojos, en el Almeria Teatre.


El Almeria Teatre estrena la segunda obra teatral creada por la compañía La Barni Teatre, El projecte dels bojos, un espectáculo de cabaret musical y utópico dirigida por Marc Vilavella e interpretado por Mariona Castillo, Òscar Mas, Carme Sánchez, Jordi Sanosa y Marc Vilavella.

Cinco personajes coinciden por diferentes motivos al bar El Voilà! Cada cual proviene de un tipo de vida totalmente diferente, pero todos tienen un punto en común: están “locos”. Su locura está provocada porque lo que piensan y sienten, la percepción que tienen de la realidad, lo que les interesa y desean, no se corresponde con aquello que es habitual y está dentro de la norma.

Ante el peligro de cierre de El Voilà!, los “locos” intentarán evitarlo con un proyecto común: la creación de un cabaret que impactará directamente sobre sus vidas y que utilizará la prensa escrita como elemento de denuncia. Un diario teatral donde plantearán su percepción loca del mundo y dónde plasmarán sus soluciones para arreglarlo. A raíz de este cabaret, nada volverá a ser como antes para ninguno de ellos.

El projecte dels bojos. Una utopía musical, es realismo y abstracción, comedia y drama, tragedia y farsa, cordura y locura. Estos son los ingredientes con que La Barni Teatre invita a reflexionar sobre la necesidad de las utopías, de los impulsos que nos llevan a desearlas, de las dificultades para conseguirlas y de las trampas y contradicciones en las cuales inevitablemente caemos todos aquellos que pensamos que otro mundo es posible. La lucidez de los locos nos lleva hacia la reflexión y el delirio, la denuncia y la introspección, la poesía y el patetismo.

El projecte dels bojos. Una utopía musical, es la segunda creación de la joven compañía La Barni Teatre, dirigida por Marc Vilavella y Marc Sambola. La compañía, creada hace cuatro años, nace con el objetivo de hacer una clara apuesta por el teatro musical de creación. Con su primera obra Ojos Verdes. Miguel de Molina in memoriam consiguieron un gran éxito de crítica y público.

El projecte dels bojos” se representa en el Almeria Teatre del 29 de enero al 13 de marzo de 2011.

Dirección: Marc Vilavella
Texto y letras: Laia Martí
Música: Marc Sambola
Aportaciones a la dramaturgia: Xavi Casan, Quim Dalmau, Míriam Escurriola, Gracia Fernández, Marc Pociello y Jordi Silva
Intérpretes: Mariona Castillo, Òscar Mas, Carme Sánchez, Jordi Sanosa y Marc Vilavella
Músicos: Gemma Torralbo, Núria Galvañ, Marc Sambola, Oriol Roca y Lluis Canet
Escenografia: Carles Cardelús

Horarios: de martes a viernes a las 20:00 horas; sábados a las 17:00 y a las 20:00 horas y los domingos a las 17:00 horas.
Precio: martes y miércoles (días del espectador) 18 €; de jueves a domingo y festivos 22 €.