Pocas veces se puede ver sobre los escenarios un duelo interpretativo como el que Ivan Benet y Andreu Benito, actores con un curioso juego de apellidos, llevan a cabo en En la solitud dels camps de cotó, obra escrita por el dramaturgo francés Bernard-Marie Koltès, dirigida por Joan Ollé y estrenada en el TNC el pasado 19 de enero, una experiencia teatral que reduce la ilusión escénica al mínimo para abrirnos una puerta a los abismos de la esencia humana.
En la solitud dels camps de cotó es, así, una apuesta descarnada donde asistimos al enfrentamiento entre dos personajes opuestos de los cuáles no conoceremos demasiado, que se encuentran por la noche en un callejón oscuro de la ciudad y que inician un duelo verbal, casi existencial. Si bien, nunca sabremos quiénes son ni qué es lo que realmente ansían, tan solo seremos testigos de la relación que se establece entre ellos, una negociación o intercambio dominado por la voluntad de subyugar al adversario.
Lo primero que destaca de la obra es el texto. En la solitud dels camps de cotó es una pieza de ingeniería textual, en el que Koltès transmuta la prosa en poesía, elaborando diálogos firmes e impenetrables, centrados más en la situación que se establece entre los dos protagonistas que en los personajes.
Una vez que comienza la representación los motivos y las razones que mueven a los personajes desaparecen, y lo único que queda expuesto ante el espectador son las palabras y las intenciones, aunque estas últimas nunca llegarán a definirse del todo. Así, los diálogos escritos magistralmente por Koltès arremeten no tan solo contra los protagonistas sino también contra los espectadores, que inútilmente intentarán descifrarlos a lo largo de la representación.
La acertada dirección de Ollé se observa en lo definido y lo sólido de las actuaciones y en la consistencia de la puesta en escena, creando una obra casi desde la nada. A esto se ha de sumar unas interpretaciones despiadadas y en algunos momentos también violentas. Un Benito enorme y magistral que aporta, además, una gran presencia sobre el escenario. Y un Benet que avanza con pasos firmes en su carrera y que nos muestra una réplica al rojo vivo.
La acción de la obra, o mejor dicho, la situación escénica, se desarrolla en un espacio sin forma, configurado tan solo por un sutil juego de luces y sustentado por una plataforma móvil, que acompaña el movimiento de los actores y que confirma la idea de un abismo, en el que lo único auténtico son las palabras y las emociones.
En la solitud dels camps de cotó es, como decía, una experiencia teatral, un tour de force entre dos grandes actores que juega con los elementos propios del teatro para llegar directamente a la conciencia del espectador. Una ocasión para disfrutar de la interpretación de Benito y Benet y de una propuesta innovadora tanto en su escritura como en la forma que adopta sobre el escenario. Una oportunidad imposible de rechazar.
«En la solitud dels camps de cotó» se representa en el TNC hasta el 19 de febrero de 2017.
Autor: Bernard-Marie Koltès
Dirección: Joan Ollé
Traducción: Sergi Belbel
Reparto: Ivan Benet y Andreu Benito
Escenografía: Sebastià Brosa
Vestuario: Míriam Compte
Iluminación: Lionel Spycher
Sonido: Damien Bazin
Movimiento: Andrés Corchero
Caracterización: Núria Llunell
Producción: Teatre Nacional de Catalunya
Horarios: de miércoles a sábado a las 20:00 horas y los domingos a las 18:00 horas
Precio: 23€
Duración: 1 hora y 15 minutos, sin entreacto
Idioma: catalán
NOTA CULTURALIA: 8.5
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Jorge Pisa