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Crítica teatral: Las amistades peligrosas, en el Teatre Goya.

Las amistades peligrosas_1Existen textos, como Las amistades peligrosas, escrita por Pierre Choderlos de Laclos en 1782, que resurgen de forma continuada a lo largo del tiempo, adaptándose en formatos diversos, tanto en el cine (con aquellas dos versiones consecutivas, Las amistades peligrosas, de Stephen Frears en 1988 y Valmont, de Miloš Forman en 1989), en la televisión como en el teatro y que nos hacen recordar que la obra sigue generando interés después de más de 230 años de existencia. Con todo ello no resulta extraño que Las amistades peligrosas se haya vuelto a estrenar en el Teatre Goya con una versión algo especial.

«Carmen Conesa en el papel de la ‘Marquesa de Merteuil’ y Edu Soto como el ‘Vizconde de Valmont’ juegan a la seducción en la irreverente y sensorial versión de Las amistades peligrosas. El discurso libertino y sensual del clásico de Choderlos de Laclos, su combinación de amor, humor, perversión y poder, está enhebrado en este montaje dirigido por Darío Facal con música en vivo. Todo un ‘collage’ escénico en el que los actores interpretan en directo rock, heavy, jazz y ópera».

La compañía Metatarso nos provee de una nueva versión de la obra que pretende ser una actualización de la novela, si bien no intenta trasladar la acción, como es habitual en gran número de adaptaciones, de la Francia pre-revolucionaria a cualquier otro contexto histórico, sino que juega con los formatos para proveer a la obra de un toque más moderno. Y esto lo consigue a través del escenario desnudo que acoge a la obra y del uso de la música en directo. Con el primero la obra descontextualiza la acción que se desarrolla sobre el escenario y con la segunda el proyecto consigue actualizarse a través del uso de instrumentos y melodías que nada tienen que ver con el siglo XVIII y sí mucho con el XX, como pueden ser el rock, el jazz, el punk o el heavy. Como ven todo esto le da a la representación un toque de originalidad que la vincula más a los públicos modernos, sirviéndonos una historia que pretendía ser testimonio del libertinaje y la bajeza moral de la aristocracia de los años previos a la Revolución Francesa.

Asimismo, el espectáculo conserva su estructuración epistolar, propia de la novela original, lo que le permite nadar entre dos corrientes adversas, las propias de la obra escrita a finales del XVIII y las que pertenecen a un siglo, el nuestro, en el que la innovación y la novedad se imponen.

Las amistades peligrosas_2Aunque no todo concuerda de la misma forma con las voluntades creativas del proyecto. A la versión de Darío Facal le falta una buena dosis de ritmo que hace encallar la historia en diversos momentos y no todo el reparto está a la altura de las circunstancias. Mientras Carme Conesa sí que le sabe dar a su interpretación ese toque de perversión e inmoralidad que su personaje requiere, Edu Soto no acaba de coger el punto a un Valmont mitificado por Malcovich en el cine en la versión de Stephen Frears. El resto de los actores y actrices están más que correctos en sus papeles respectivos, tanto Lucía Diez y Mariano Estudillo como los jóvenes amantes sobre los que recaerá la acción perversa de Merteuil y Valmont; Iria de Río que encarna a Tourvel, otro de los objetivos de seducción de Valmont y Lola Manzano que interpreta a Madame de Volanges.

La adaptación de Facal contiene un claro elemento de humor, que sigue al que ya existiera en el texto original, y que no solo apreciaremos a través del recitado, sino también en las actitudes de los actores y actrices. Facal acierta en el hecho de actualizar la propuesta no solo con ligeros toques modernizantes en el vestuario, sino también en la forma de actuar de los actores y actrices, que utilizarán micrófonos para recitar y para cantar. Asimismo, es todo un acierto de sutilidad el hecho de rebajar las escenas algo más subidas de tono con la interpretación de temas musicales, como en el primer encuentro sexual entre Valmont y Cecile, que transcurre en medio de un ejercicio de batería.

El Teatre Goya y Metatarso Producciones nos muestran un proyecto bien cocinado a medias, en el que las ideas parecen estar claras pero la realización de las mismas no dan el resultado requerido. Aún así vale la pena observar cómo puede el teatro del siglo XXI revisitar, de una forma fresca y saludable, un clásico teatral del siglo XVIII, que nos permite advertir las costumbres y los privilegios de una nobleza en vísperas de la Revolución Francesa, a punto de ser esquilmada por el avance ciego de la historia.

«Las amistades peligrosas» se representa en el Teatre Goya hasta el 5 de abril de 2015.

Versión: Javier L. Patiño y Darío Facal
Dirección: Darío Facal
Producción: Metatarso
Reparto: Carme Conesa, Edu Soto, Iria de Río, Lucía Diez, Mariano Estudillo y Lola Manzano

NOTA CULTURALIA: 6
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Jorge Pisa

“Els veïns de dalt” de Cesc Gay: Gemecs solidaris

La comunicació és la millor manera de baixar als inferns propis. Quan ens relacionem amb els altres i els prenem seriosament, quelcom dins nostre tremola: Ens adonem que ni som tan feliços, ni tan equilibrats ni molt menys sabem aparentar-ho tan bé als ulls aliens.

Per això, tendim a defugir el contacte amb aquells que podrien amenaçar-nos amb més garanties d’èxit: la parella, la família, els companys de feina i els veïns. De tots ells, ens quedarem amb els primers i amb els darrers.

Aquesta és una història sobre dos que no s’entenen i que trobaran una segona oportunitat quan obren la porta de la seva llar a uns altres dos que viuen justament a dalt i que vénen amb una bona nova.

 

En Cesc Gay, després d’explorar amb sensibilitat l’univers individual dels sers humans i el boicot propi a la seva realització personal a pel·lícules com “En la ciudad” o “Ficció”, es llença ara la piscina de la comèdia teatral comercial sobre parelletes en crisi seguint el rastre del seu altre film “V.O.S.”. I troba uns banyistes que neden amb bona tècnica: un quartet d’actors continguts (excepte algunes concessions d’en Pere Arquillué a la galeria), expressius i creïbles. L’aigua que els manté a la superficie és un text eficaç (malgrat la seva previsibilitat) perquè tracta novament com la llibertat sexual no només pot alleujar la crispació sentimental, sinó que a més pot arribar a refermar el vincle tan pesant de la parella. I, en aquest sentit, el públic torna a mossegar l’ham: Seguim sent criatures reprimides. No només al llit o sobre la catifa. També a l’hora d’expressar-nos emocionalment. Per tant, ens cal rebre contínues lliçons per aprendre a superar-ho.

Aquests “veïns de dalt” aposten molt encertadament per la vis còmica d’Àgata Roca (magnífica amb les seves onomatopeies i monosíl·labs i el seu tarannà liberal cada cop més destapat), la naturalitat de Nora Navas (graciosa i deliciosa com a progre llibertina), la frescor de Jordi Rico i el carisma de l’Arquillué. La història, plena de moments divertits, no aporta cap novetat al subgènere de la comèdia negra burgesa urbana però té un bon ritme, perquè ni resulta afectada ni barroera. I perd una mica el nord en la seva part final amb la teràpia improvisada, per un afany d’en Gay d’alliçonar un públic que podria arribar també a la mateixa conclusió sense tantes facilitats.

Per Juan Marea

ELS VEÏNS DE DALT es representa al Teatre Romea fins al 17 de maig.
http://www.teatreromea.com/es/ex/1000/els-veins-de-dalt

Crítica teatral: L’art de la comedia, en el TNC

L'art de la comediaYa saben que al teatro le gusta tratar sobre muchas cosas, a veces inmerecidas, y en no pocas ocasiones le place reflexionar sobre sí mismo y su acomodamiento en la vida política, social, y económica. Una de estas ocasiones la representa L’art de la comedia, de Eduardo de Filippo, que el TNC estrenó el pasado 12 de febrero, dirigida por Lluís Homar e interpretada por él mismo, Victòria Pagès, Joan Carreras, Lluís Villanueva y Andreu Benito entre otros.

«En una ciudad de provincias italiana, el nuevo prefecto se dispone a recibir a las visitas de su primer día de trabajo. Para distraerse un rato, aceptará escuchar al director de una troupe ambulante que ha perdido su teatrillo debido a un incendio, y que pretende invitarle a asistir a su espectáculo para que el nuevo dirigente, con su presencia, demuestre a la ciudadanía que ese arte aún tiene una gran importancia social. Tras una apasionada controversia en la que político y humorista harán patentes sus desavenencias, el artista se llevará por error la lista de visitas del prefecto, y saldrá por la puerta amenazando con hacer que su familia teatral convierta esa sala de audiencias en una zona de incertidumbre»

Como ven una idea bien labrada que permite a Filippo tratar sobre la ligazón entre la política y el teatro (intensa a veces, vilipendiada otras) y sobre las diferencias que existen entre la realidad y la figuración, en un momento en el que la relación en este país entre el gobierno y la cultura se ve contaminada por una política desubicada que incluye la subida del IVA cultural al 21% con las nocivas consecuencias que esta medida ha provocado en el sector. El TNC, Homar y Filippo se alían de esta forma para dar un espaldarazo al teatro igualándolo a la política y aún más, a la misma realidad, ya que nunca sabremos con certeza, aunque lo podamos intuir, si la retahíla de personajes y situaciones que desfilan ante el nuevo prefecto son personas reales o personajes ficticios, lo que crea la fuente de humor, crítica y reflexión que posee la obra.

Sin embargo, L’art de la comedia, que juega en su título con la inversión del término Commedia dell’arte, no es una obra equilibrada del todo, lo que la convierte en una propuesta irregular. La obra se divide, así de primeras, en dos grandes secciones. La primera, como presentación, nos permite presenciar la conversación entre Campese (un bravo Homar) y el prefecto De Caro (Carreras), en la que veremos cuál es la opinión de cada uno sobre la relación entre el teatro y la política. Un acto este que se extiende en demasía, es en parte iterativo y le roba parte del ritmo a la obra.

L'art de la comedia2A lo largo de la segunda parte podremos observar como toda una serie de personajes hilarantes y/o con ideas descabelladas, se suceden al otro lado del escritorio del prefecto, desquiciando progresivamente a la autoridad, que no podrá saber nunca si lo que está pasando ante sus ojos es realidad o ficción, algo que en sí mismo habla de lo sublime del artificio teatral. En esta segunda parte, por desgracia, la representación es muy irregular y la comicidad a veces escasa, excepto en la historia narrada por Mosén Salvati (Andreu Benito) que le sabe dar a su historia el humor que necesita el personaje.

Como prueba del artificio teatral la propuesta de Homar ha optado por permitir al público ver el truco existente en la obra misma, a través de un escenario y de un vestuario que se van construyendo poco a poco con la ayuda de los integrantes de la compañía, una opción que sorprende inicialmente al espectador, pero que después se convierte en un recurso algo repetitivo y acaba dejando un escenario extraño y difuso. Por lo que respecta al trabajo de los actores y actrices, se debe destacar a Homar y Carreras en la primera parte de la representación, y a Benito en la segunda, aportando a la obra el único acto de verdadera comicidad a la representación.

L’art de la comedia es, por otra parte, una obra que se entiende en un autor como Filippo que vivió toda su vida en el seno del teatro, ya fuera en la compañía familiar o, posteriormente, en sus propias compañías, circunstancia que no solo le permitió dominar la ficción propia del teatro, sino conocer en su misma persona la relación de este con la política y con la vida.

Como ven L’art de la comedia nos permite, de nuevo, reflexionar sobre el teatro, en esta ocasión sobre su vinculación con la política y la subvención pública, y la consideración que la autoridad tiene de la cultura y, más concretamente, de la profesión teatral. Puede ser que muchas cosas hayan cambiado desde la redacción de esta obra en el año 1964, aunque parece que la cultura siempre queda en un segundo lugar en referencia a las cosas importantes de esta vida. Un acierto, un error… todo depende del punto de vista des del que se mire.

«L’art de la comèdia» se representa en el TNC del 12 de febrero al 12 de abril de 2015.

Autor: Eduardo de Filippo
Dirección: Lluís Homar
Traducción: Xavier Albertí
Reparto: Lluís Homar, Pau Viñals, Victòria Pagès, Joan Carreras, Lluís Villanueva, Roger Casamajor, Andreu Benito, Mar Ulldemolins, Oscar Valsecchi, Eduard Muntada y Quimet Pla
Escenografía: Lluc Castells y Jose Novoa
Vestuario: Nina Pawlowsky
Iluminación: Ignasi Camprodon
Sonido: Jordi Bonet
Caracterización: Toni Santos

Horarios: miércoles y viernes a las 20:00 horas; jueves a las 17:00 horas; sábados a las 17:00 y a las 21:30 horas y domingos a las 18:00 horas
Precio: 28 € / Disponibilidad de descuentos
Idioma: catalán
Duración: 2 horas y 10 minutos

NOTA CULTURALIA: 7 SOBRE 10
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Jorge Pisa

“Atracar un banco con un bote de laca” de Cincómonos Teatro: Manual de instrucciones

Pues muy fácil: Sacándolo con decisión y dejando pasmados a cajeros propios y extraños. Pero antes, habrá que ver cómo se nos ocurre. Eso es lo que Quique Culebras describe en su texto: El proceso de emancipación de una sujeta mediocre que no encuentra otro modo de escapar de la insatisfacción que convirtiéndose en delincuente.

Y no se trata de una cuestión crematística: El dinero no hace la felicidad. Porque la cortejada señorita reclama otra clase de mimos. Como el tener agallas para lanzarse al vacío desde el precipicio de lo cotidiano. Como el asumir que formar parte del rebaño no garantiza más que aprender a balar.

TEATRE_BARCELONA-Atracar_banco_bote_laca-CINCOMONOS

En “ATRACAR UN BANCO CON UN BOTE DE LACA”, nos reímos de lo inquietante que puede resultar sentirnos observados. Y hasta podríamos sentir lástima de nosotros mismos por ser poco más que el objetivo de quienes observan con ánimo fiscalizador. Pero, en resumidas cuentas, y a pesar de la pretenciosidad con que Culebras presenta su historia (como si se tratase de un experimento sociológico sobre miradas subjetivas conformando realidades plurales), la obra es un entretenido monólogo para actriz resultona y público impresionable.

En esta ocasión, Jorge Salinas revisita la propuesta y apuesta por la versatilidad de Sole Israel, cuya humanidad en escena es doblemente valiosa: enternecedora y cáustica. Cincómonos Espai d’Art se pone a los pies de la entrega de Israel y de una puesta en escena con matices a cargo de Salinas.

SoleLa Soledad que se redime en el escenario.

De todo el despliegue de capas que muestra y oculta la aspirante a limpiadora de sucursal bancaria protagonista, nos impactan sus enfoques televisados, de un halo seductor muy sugerente. Nos traslada a su espacio el momento en que llega al lugar de los hechos, haciendo una cola interminable que es un ejemplo de concisión escénica. Nos divierten los comentarios escépticos de la desdichada cuando se ve envuelta en una masturbación-homenaje a su triste figura. Y nos sobran los llantos existenciales por su poca verosimilitud sobre el papel.

Y es que a este divertimento a laca armada le basta y sobra su anécdota argumental: fresca como un fogonazo de aerosol; aparente como el efecto que causa sobre las cabelleras maltrechas; y con efecto de fijación relativa, la que agradecemos que se quede con nosotros durante la función y que luego se evapora alegremente cuando salimos de la sala para planear nuestros propios atracos…

Por Juan Marea

ATRACAR UN BANCO CON UN BOTE DE LACA se representa en Cincómonos Espai d’Art de Barcelona los viernes a las 23 horas.
http://www.cincomonos.org/atracar-un-banco-con-un-bote-de-laca.html

“Watching Peeping Tom” d’Alícia Gorina: Tafaneria impúdica

Mirem per sentir-nos millor: La realitat se sotmet a la nostra pupil·la. Si tanquem, però, els ulls tornarem a estar perduts: Ens convertim en sers desvalguts a mercè del que la Realitat real vulgui fer-nos.

Fa uns cinquanta-cinc anys, un director de cinema va desafiar la vista dels espectadors que encara no entenien la importància de reunir-se en una sala de projeccions a les fosques amb el pretext de veure una pel·lícula. En Michael Powell va insultar la miopia del públic amb “Peeping Tom”, una obra que encegava amb un noi obsessionat per crear un entorn on la por fos la conseqüència directa de ser observat.

L’Alícia Gorina va presentar a La Seca-Espai Brossa un espectacle teatral que trasllada la premissa del protagonista de “Peeping Tom” a dues plataformes encara més estremidores que el Setè Art: el teatre i la reflexió crítica sobre aquest. Del que es tracta és de simular una reunió de treball entre un prestigiós crític (l’inacabable Àlex Gorina) i la directora que el farà debutar en un experiment artístic per parlar, precisament, del film de Powell. Tot plegat, que a priori podria semblar un exercici recargolat pretensiós, en mans de l’Alícia esdevé un magnífic exemple de fet escènic d’una riquesa semàntica admirable.

Primer de tot, perquè la directora demostra que el procés creatiu pot arribar a tenir tanta entitat per si mateix que no requereix mostrar un resultat final. La passió de l’Àlex i la desimboltura de la Patrícia Mendoza (la falsa directora) són elements actius de valor sorprenent.

Després, l’habilitat del dramaturg Ferran Dordal per a construir subtilment una història de suspens protagonitzada per uns personatges que semblava que només havien de ser uns instruments narratius és esfereïdora: L’espectador alterna els papers de víctima i botxí, segons si es limita a esguardar el que no succeeeix a l’escenari o si bé, en canvi, adopta el rol de “voyeur” sense embuts. Perquè, al capdavall, ¿hi ha res de més morbós que mirar com els altres es veuen obligats a prendre decisions que no afectaran el que els mira?

També ens ensenya l’Alícia la multitud de punts de vista per representar una ficció: Els seus actors es filmen entre ells i, fins i tot, destrueixen els límits del fals plató per a identificar-lo amb el propi espai escènic.

Deixo per al final la part més inquietant: La por novament es converteix en el personatge central: El temor de l’Àlex de quedar-se sol a escena sense haver assajat quan el que s’espera d’ell és que sigui ell mateix davant de la càmera; l’amenaça de l’Alícia que posa en perill un cop i un altre la confiança de l’Àlex; i el desconcert de nosaltres, que haurem d’acabar participant espiritualment en una litúrgia consagradora de la carn cinèfila i la sang que brolla d’aquells que fan, de l’anàlisi de la Realitat, Art joiós.

Per Juan Marea
WATCHING PEEPING TOM es va representar el 10 de març a la Seca-Espai Brossa de Barcelona.

“Carrusel” de La Coquera Teatro: Acogedor funeral

El Circo Carrusel está deseoso de empezar la función. Lo malo es que no hay público que quiera girar con sus monstruos. Será que pasó su momento. Mas no por ello cejan en su empeño. El programa se nutre de la ternura con que malvive la compañía bajo una carpa aislante: El espectáculo debe continuar, sí, solo que no parece haber nadie dispuesto a motivar su arranque. ¿Nos aventuramos a dar un garbeo?

En esta obra de Alberto Rizzo, luce con alarmante peligro la historia de una iniciación. La de un joven de alma cándida preparado para encontrar su “grandiosidad”. Y lo hará en medio del patetismo de artistas olvidados. Probablemente arrinconados por las invencibles descargas de internet, las impertérritas series televisivas y las abductoras aplicaciones de teléfono móvil. ¿Qué más da? Rincones como Cincómonos Espai d’art se prestan con generosidad a obrar el milagro.

Aquí se trata de convocar a los supervivientes de un arte otrora capaz de consolar con sus trucos a quienes no necesitaban la credibilidad. Alberto sitúa a su héroe (sensible David Ortiz) en medio de un despliegue de personajes paradigmáticos y, aunque no se atreve a ahondar en sus miserias, los sacude con sugestión en una exhibición de números entrañables. La sangre no llegará al río porque la propuesta funciona, sobre todo, como fresco costumbrista. Para que no perdamos de vista que hace algún tiempo los forzudos no lo eran tanto pero nos gustaba creer en sus bíceps. Que los ventrílocuos podían verse atemorizados por las ínfulas estelares de sus muñecos (inquietante Guillermo García). Que, por debajo de las barbas de la mujer vellosa, podía manar una melodía cautivadora (dulce Laia Pérez). Que para ser malabarista sonreír con esmero era condición casi suficiente. Y que las bailarinas (pizpireta Alba Mesa) se podían erigir en cálidas voces de la conciencia.

El montaje se ve malogrado por un ritmo irregular y la dirección de actores de Rizzo oscila entre el balbuceo y las buenas intenciones. Sin embargo, la atmósfera que envuelve la sala a lo largo de la representación constituye un tentador elemento para desear desdibujarnos en la platea: La mezcla de tiniebla, ensoñación y solidaridad que une al equipo de La Coquera la toman prestada de un lugar del que no logramos escapar por más que nos empeñemos.

 por Juan Marea

CARRUSEL se representa en Cincómonos Espai d’art de Barcelona (c/ Consell de Cent, 283) los domingos a las 19.30 horas.
http://www.cincomonos.org/carrusel.html
http://lacoquerateatro.wix.com/carrusel#!laobra/c1ktj
http://www.lacoquera.es/

4ª edición de “Nuevas escenas, nuevas miradas” de La Pedrera: “¿Y por qué John Cage?”

Porque la ingenuidad colinda con la picardía. Porque la sencillez a veces se enturbia con la extravagancia. Y, además, porque hay espectáculo cuando antes se causa expectación. Y, en todo esto, Jorge Dutor y Guillem Mont de Palol tenían algo que decirnos.

La 4ª edición de NUEVAS ESCENAS, NUEVAS MIRADAS de La Pedrera incluyó en su estancia la sala de ensayo de ambos artistas, a la sazón escenario. Aunque diré con mayor precisión que el auditorio de la insigne mansión ideada por Gaudí cedió parte de su brillo a las buenas artes comunicativas de este dúo de intérpretes.

Con un ojo puesto intermitentemente en la complicidad del respetable, Jorge se atribuye el rol de payaso serio. Ello no es óbice para que Guillem se deslice convencido a lánguidos pasos. Y, juntos, tientan al espectador con un plan de trabajo tan ambiguo como de adscripción creciente: Sin balbucear, advierten que van a experimentar. Y, mostrando sus ejercicios, intentan viajar hacia la esencia del proceso creativo.

Pero, ¡atención! antes de que empecemos a carraspear ante el temor de un nuevo ejemplo de pretenciosidad narcisista, exhiben una refrescante actitud irónica: ¿Podemos contar algo prescindiendo de contarlo? Claro que sí si rechazamos la intención de sentar cátedra. Por ello, Dutor se detiene con firmeza mientras Mont de Palol se empeña en separarse cada vez más del suelo. A la vez que Jorge llega, Guillem va. Y las consignas que enarbolan los noveleros de principios del milenio adquieren en las chispeantes figuras de estos dos prosaicos bailarines un significado inusual al asociarse a la mínima expresión corporal, al humor jocoso y a una simpatía escénica que se nutre de las ganas de su platea.

John Cage es el “macguffin”, como diría otro provocador constante para desconcierto de James Stewart y donaire de Cary Grant. De lo que aquí se trata es de comprobar una vez más que con la observación (Jorge y Guillem recibiendo sin ambages a su público) se toman apuntes; del desafío al espacio inerte (el acoso y derribo de los cuerpos de los artistas a las paredes de la sala) surgen fronteras apasionantes; y de la mezcla de lo banal (la letanía de vocablos con rima consonante en “ete”) y lo fundamental (el bucle que les arrastra cuando no consiguen encontrar nada concreto con que “empezar” el espectáculo) surgen jugosas vivencias.

Por Juan Marea

La 4ª edición de NUEVAS ESCENAS, NUEVAS MIRADAS se celebró en La Pedrera de Barcelona del 4 de febrero al 4 de marzo.
https://www.lapedrera.com/es/actividades/teatro-y-artes-escenicas/nuevas-escenas-nuevas-miradas-2015

Crítica teatral: Pels pèls, en el Teatre Condal.

Pelspels_cartelDe tanto en tanto se estrenan en Barcelona obras de teatro o espectáculos recreativos, que lo único que pretenden es divertir y hacer pasar un buen rato al público. Este es el caso de Pels pèls, comedia-thriller escrita por Paul Pörtner en 1963, dirigida por Abel Folk e interpretada por Jofre Borràs, Àlex Casanovas, Mercè Comes, Pep Planas, Beth Rodergas y Pep Sais, ¡un espectáculo interactivo donde el público tiene mucho que decir!

«Pels pèls es la historia de un asesinato cometido en una peluquería, que implica a todos los protagonistas: el peluquero, su ayudante y los cuatro clientes. Y para resolver el caso, el público juega un papel activo, ayudando a los Mossos d’Esquadra encargados de solucionar el crimen, a encontrar al culpable».

Pels pèls es una obra de éxito mundial. No solo es el espectáculo de teatro no musical con más continuidad en los escenarios internacionales después de La ratonera de Agatha Christie, sino que ha sido traducida a once idiomas recibiendo varios premios, y en Cataluña ha sido representada en dos ocasiones, la primera en el Teatre Victòria, en 1987 dirigida por Pere Planella, y la segunda en 2006 en el Teatre Borràs, dirigida en esa ocasión por el mismo Abel Folk.

Pels Pèls nos propone una comedia-thriller que se convierte en un divertimento interactivo. Como seguro que muchos de los que lean esta reseña ya saben, el público presencia un crimen sobre el escenario. Una vez cometido el asesinato los asistentes se verán obligados a ayudar a los mossos d’esquadra en la reconstrucción de los hechos y más tarde dispondrán de un turno de preguntas para intentar descubrir quién de los cuatro sospechosos, estos es Jofre Borràs, Mercè Comes, Beth Rodergas o Pep Sais es el asesino.

Pelspels_2La comedia, así, rompe rápidamente las barreras que la separan del público generando una corriente de participación que convertirá a los espectadores en coparticipantes en el espectáculo. Por lo que los actores y sus interpretaciones han de contar con un alto grado de improvisación, dando pie al público a colaborar, si bien, dirigiendo la obra por las vías del relato establecido.

Nos encontramos, así pues, más ante un espectáculo que una obra de teatro, en el que las aptitudes y las actitudes de los actores y actrices son básicas. De esta forma el reparto realiza un trabajo coral, interpretando a los sospechosos y a los dos mossos que dirigirán la investigación. Encarnando a estos últimos encontramos a Pep Planas, muy acertado en su interpretación de un agente profundamente catalanista y a Àlex Casanovas, el oficial que dirige la investigación y la participación del público en la representación, al que se le nota que aún no ha cogido el tono requerido (al menos la noche del estreno). Por lo que respecta a los sospechosos, Jofre Borràs, Mercè Comes, Beth Rodergas y Pep Sais, todos se muestran muy metidos en sus papeles. Aún así destacan tanto Mercè Comes como Jofre Borràs, que proveen a sus interpretaciones de un gran sentido cómico.

El texto de Pels pèls ha sido actualizado para convertir su trama en algo más cercana a los espectadores del 2015, viéndose la mano del director en el trazado de los personajes y en lo correcto que avanza la trama, teniendo en cuenta que las preguntas y la colaboración de los espectadores pueden ser todo lo singular y sorprendentes que uno se pueda imaginar.

Así que ya lo sabe, si quiere no solo pasárselo bien con una comedia clásica, sino que desea participar en su desarrollo, no lo dude un segundo más. Prepárese a asistir a la representación de Pels Pèls, esté todo lo atento que pueda a lo que sucede sobre el escenario y tenga en cuenta que será el propio público el que realmente decidirá el final de la obra.

«Pels pèls» se representa en el Teatre Condal hasta el 6 de abril de 2015.

Autor: Paul Pörtner
Dirección: Abel Folk
Versión: Marilyn Abrams y Bruce Jordan
Adaptación: Guillem – Jordi Graells
Reparto: Beth Rodergas, Pep Planas, Jofre Borràs, Pep Sais, Àlex Casanovas y Mercè Comes
Escenografía: Montse Amenós
Vestuario: Emma Escolano
Iluminación: Jaume Ventura
Espacio sonoro: Jordi Bonet
Caracterización: Toni Santos

Horarios: martes a viernes a las 20:30 horas; sábados a las 17:30 y a las 21:00 horas y domingos a las 18:00 horas.
Precio: 24 -28 €
Idioma: catalán
Duración: 1 hora y 50 minutos aproximadamente (incluido entreacto)
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Jorge Pisa

“La nau dels bojos” de la Companyia La Calòrica: Assenyats a la deriva

L’Apocalipsi no ens queda tan lluny. I no em refereixo a l’extinció de l’espècie humana, no. D’això no cal que ens preocupem: Hi arribarem sense gaire esforç. Aquí vull parlar-vos de l’ocàs de l’individu. De tu i de mi i dels que ens envolten. Perquè cada cop que tirem la tovallola, morim una mica. I, quan perdem de vista l’horitzó, que és allò que ens podria fer avançar, la nau on naveguem esdevé l’infern. De nosaltres depèn.

La Companyia La Calòrica s’ha estat embarcant a La Seca-Espai Brossa recreant funció a funció el viatge marítim d’uns elegits fills de les darreries de l’Edat Mitjana. La seva embarcació, sense que ells puguin saber-ho, els porta a la Llum d’una època Moderna. Però ells tenen els ulls embenats amb la seva incapacitat de conviure. I el timó no pot conduir-se sol. La manca d’esperança els aboca a un naufragi segur.

Mes en Joan Yago, autor semivisionari de l’aventura, ha decidit redimir-los. I els ancora als seus estigmes socials per a, després, concedir-los la llibertat: Un bisbe que canviarà els aires de grandesa social per la misèria de sentir-se rabiosament humà (imponent Aitor Galisteo-Rocher); la tavernera que substituirà sensualitat hedonista per l’actitud profètica finalment salvadora (expressiva Júlia Truyol); el poeta a punt de defallir de tant teoritzar sobre l’esperit de lluita (un pèl rígid Toni Guillemat) i un bufó incomprensiblement encarregat de ser el capità i amb crisi vocacional intermitent (àgil Xavi Francés). Fins aquí, la part terrenal, que modelada per les mans del director Israel Solà, creix amb la seva fructífera posada en escena: El ritme escènic alterna el dramatisme distingit amb el brogit popular dels moments festius; el suspens conjuntural amb la bellesa de la reflexió metafòrica. Tanmateix, aquesta nau que desafia la foscor d’una pesta més espiritual que física desplega les veles quan encara el seu cantó més tràgic: La convivència amb la Senyora que només té cites amb qui no les vol (majestuosa Esther López), dotada d’una ambigüitat molt intel·ligent: D’una banda, és aliada melindrosa (quan ajuda el suïcida Klaus a donar-se una segona oportunitat); de l’altra, perillosa rival (quan el termini que corre per a tots està a punt de finalitzar). I la forma en què Yago descriu aquesta lluita acarnissada és d’una elegància inusual. Perquè no cau en esquematismes empobridors. Perquè acosta la tendresa i el manifest. I perquè, a més, unta amb la poesia inherent a la dualitat dels seus personatges el màstil esplèndid d’aquest vaixell amb un lema fascinant: “La millor manera d’arribar a un lloc és no dur cap direcció.”

Per Juan Marea

LA NAU DELS BOJOS es va representar a La Seca-Espai Brossa de Barcelona fins al 22 de febrer.