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“La nau dels bojos” de la Companyia La Calòrica: Assenyats a la deriva

L’Apocalipsi no ens queda tan lluny. I no em refereixo a l’extinció de l’espècie humana, no. D’això no cal que ens preocupem: Hi arribarem sense gaire esforç. Aquí vull parlar-vos de l’ocàs de l’individu. De tu i de mi i dels que ens envolten. Perquè cada cop que tirem la tovallola, morim una mica. I, quan perdem de vista l’horitzó, que és allò que ens podria fer avançar, la nau on naveguem esdevé l’infern. De nosaltres depèn.

La Companyia La Calòrica s’ha estat embarcant a La Seca-Espai Brossa recreant funció a funció el viatge marítim d’uns elegits fills de les darreries de l’Edat Mitjana. La seva embarcació, sense que ells puguin saber-ho, els porta a la Llum d’una època Moderna. Però ells tenen els ulls embenats amb la seva incapacitat de conviure. I el timó no pot conduir-se sol. La manca d’esperança els aboca a un naufragi segur.

Mes en Joan Yago, autor semivisionari de l’aventura, ha decidit redimir-los. I els ancora als seus estigmes socials per a, després, concedir-los la llibertat: Un bisbe que canviarà els aires de grandesa social per la misèria de sentir-se rabiosament humà (imponent Aitor Galisteo-Rocher); la tavernera que substituirà sensualitat hedonista per l’actitud profètica finalment salvadora (expressiva Júlia Truyol); el poeta a punt de defallir de tant teoritzar sobre l’esperit de lluita (un pèl rígid Toni Guillemat) i un bufó incomprensiblement encarregat de ser el capità i amb crisi vocacional intermitent (àgil Xavi Francés). Fins aquí, la part terrenal, que modelada per les mans del director Israel Solà, creix amb la seva fructífera posada en escena: El ritme escènic alterna el dramatisme distingit amb el brogit popular dels moments festius; el suspens conjuntural amb la bellesa de la reflexió metafòrica. Tanmateix, aquesta nau que desafia la foscor d’una pesta més espiritual que física desplega les veles quan encara el seu cantó més tràgic: La convivència amb la Senyora que només té cites amb qui no les vol (majestuosa Esther López), dotada d’una ambigüitat molt intel·ligent: D’una banda, és aliada melindrosa (quan ajuda el suïcida Klaus a donar-se una segona oportunitat); de l’altra, perillosa rival (quan el termini que corre per a tots està a punt de finalitzar). I la forma en què Yago descriu aquesta lluita acarnissada és d’una elegància inusual. Perquè no cau en esquematismes empobridors. Perquè acosta la tendresa i el manifest. I perquè, a més, unta amb la poesia inherent a la dualitat dels seus personatges el màstil esplèndid d’aquest vaixell amb un lema fascinant: “La millor manera d’arribar a un lloc és no dur cap direcció.”

Per Juan Marea

LA NAU DELS BOJOS es va representar a La Seca-Espai Brossa de Barcelona fins al 22 de febrer.

Crítica teatral: República Bananera, en el Versus Teatre.


El Versus Teatre nos invita con República Bananera a una reflexión acerca de la democracia y de su funcionamiento, en un momento, como el actual, de crisis económica y política generalizada. Un debate acalorado y vigente de la mano de la compañía de teatro La Barroca.

El Versus Teatre nos ofrece una seductora experiencia teatral con la programación de esta mezcla de musical y teatro de reflexión política y social escrita por Joan Yago, dirigida por Israel Solà y protagonizada por Mercè Boher, Cinta Moreno y Arnau Puig. Una oportunidad para reflexionar, en clave de comedia-musical, sobre la democracia y la justicia, y sobre si es posible que los seres humanos, alguna vez o en algún lugar, podamos llegar a alcanzarla tan altas metas.

La obra da inicio tras un conflicto bélico de liberación en Guatemala, que afecta a la apacible vida de los turistas occidentales en la isla de San Jorge, obligando a las potencias europeas a iniciar la evacuación apresurada, en medio de la noche, de todos sus ciudadanos en la zona. Aunque no todos los turistas estarán dispuestos a dejar la isla, un auténtico paraíso terrenal. Dos mujeres y un capitán de la marina comercial se niegan a interrumpir su descanso y deciden permanecer en el lugar, donde están dispuestos a crear un nuevo Estado, un nuevo país, que respete todos los derechos inalienables de todos los ciudadanos. Un imperioso y bienintencionado objetivo que con-moverá los espíritus de los tres residentes.

Este primer impulso humanista se irá debilitando y degradando a medida que las diferencias de carácter, de opinión y de objetivos vayan haciendo brecha en el ánimo y en las voluntades de los tres únicos habitantes del nuevo Estado. Unas diferencias que comportarán desastrosas consecuencias y que nos mostrarán bien a las claras lo difícil de la vida política y lo imposible de hacer realidad los deseos de TODAS las personas.

La Barroca nos ofrece una lección reflexiva sobre la idea del bien, de la justicia y de los derechos y de su aplicación en la realidad humana que nos engloba. República Bananera, cuyo título ya nos indica por donde pueden ir los tiros, nos propone una clara y definitiva contradicción entre los aspectos más ideales y platónicos que guían la existencia de (la mayoría) de los seres humanos y su transmutación práctica en el mundo real. Si bien la obra comienza con una gran declaración de ideales y de objetivos tras la conflagración bélica que pone en inicio la representación, la propia puesta en marcha del proyecto de Estado y de ciudadanía «ideales» muestra bien a las claras uno de los grandes retos a los que se ha enfrentado, se enfrenta y se enfrentará la humanidad a lo largo de los siglos: ¿es posible hallar una estructuración política que permita a todos los ciudadanos realizarse como personas y hacer uso de sus derechos y prerrogativas sin menoscabo de los derechos de los demás? ¿Nos puede servir para ello el sentido común?

No sé qué opinión tienen ustedes (la mía me la guardo ya que creo que es demasiado pesimista para el tono que le quiero dar a esta reseña!!), aunque lo que nos propone La Barroca es una cuestión difícil, si bien no aburrida o pesada. La obra está concebida con un vigoroso sentido del humor. Ya los mismos contrastes entre los propios personajes marcarán una pauta cómica: Mercè Boher es una acaudalada aristócrata que está de vuelta de todo y, sobre todo, de las continuas constricciones que la sociedad del momento (mediados del siglo XX) le impone como ciudadana y como mujer; Cinta Moreno caracteriza a una joven bobalicona que aunque inicialmente se mantiene en la isla por la falta de respeto y las impertinencias de aquellos que llevaban a cabo la evacuación de la isla, irá adoptando cada vez una visión más glamurosa y clasista de lo que ha de ser su «paraíso terrenal». Por último Arnau Puig encarna a un seductor capitán de marina que ha viajado por todo el mundo dejando tras de sí una estela de corazones rotos en cada puerto. La divergencia de opiniones y de visiones del mundo generarán los primeros problemas entre los ciudadanos de República Bananera, que sin duda se irán ampliando y profundizando a medida que avanza la obra.

La trama y los personajes están aderezados por el tono musical de la obra. Su director, Israel Solà, le ha dado un toque sinfónico a la obra alternando la trama «político-social» con temas musicales con sonidos y ritmos de la época: chachachá, habaneras… Un ingrediente que sin duda, le resta efectividad al asunto. Y me explico. Es posiblemente la combinación de los dos géneros (teatro de denuncia-reflexión con teatro humorístico-musical) lo que le sustrae más puntos a la obra. Si como elementos separados ambos estilos muestran una buena realización (un dilema reflexivo acerca de la libertad, del sentido común y de los derechos y las obligaciones de los ciudadanos y sobre quién está capacitado para imponer su visión de los bueno y lo correcto a los demás), el tono jocoso y cómico de los temas musicales (que lo son y mucho) rompen el mensaje para convertir a la obra en un producto de entretenimiento. La reflexión y la crítica quedan, así, en un segundo plano, casi simbólico al final de la representación, momento en el cual el tono humorístico crece en exceso, si lo que se proponía la compañía era «hacer pensar» a los espectadores.

Una pega, ésta, que le resta mérito al producto global. Sin embargo, deja un buen sabor de boca al público asistente, marcado por unos diálogos y unas situaciones a veces hilarantes y unos temas musicales que llegan, incluso, a sonrojar al respetable. Una pena ya que la cuestión que nos propone República Bananera es un tema actual y jugoso que podría haber dado mucho más de sí tratado de otra forma.

República Bananera es así, un buen espectáculo musical y de humor que se queda a medias como producto de crítica política y social, en un momento en el que necesitamos tanto del humor como de la reflexión, y sobre todo, de la acción en consecuencia!! Ven como ya me pongo pesimista!!

La obra, por otra parte, es un producto teatral mucho más que correcto. En ella se suma originalidad, ideas, buenas actuaciones y divertidos temas musicales. Aunque recuerde, es más una comedia musical que una excusa para la reflexión y la meditación. Si es consciente de este hecho disfrutará con la representación de República Bananera. Y es posible, que luego, un poco más tarde piense: ¿Es posible un mundo mejor para todos? ¿O estamos condenados a ser humanos para siempre?

«República Bananera» se representa en el Versus Teatre del 3 de febrero al 18 de marzo de 2012.

Texto: Joan Yago
Dirección: Israel Solà
Intérpretes: Mercè Boher, Cinta Moreno y Arnau Puig
Escenografía: Albert Pascual y Elisenda Rodríguez
Vestuario: Albert Pascual
Iluminación: Elisenda Rodríguez
Música: Gori Matas
Compañía: La Barroca

Horarios: de martes a sábado a las 21:00 horas,domingo a las 18:00 horas
Precio: 16 €
Idioma: catalán
Duración: Una hora y veinte minutos
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Escrito por: Jorge Pisa Sánchez

Estrena teatral: República Bananera, al Versus Teatre

És possible que tres persones arribin a un acord quan les seves opinions són clarament enfrontades? Aquesta és la qüestió que des del passat 3 de febrer intenta resoldre el nou espectacle de la companyia La Barroca: República Bananera, la història de tres turistes que es neguen a abandonar un luxós balneari situat en una paradisíaca illa caribenya i que hauran d’acostar posicions si pretenen fundar una nova república, una comèdia que es podrà veure al Versus Teatre fins al 18 de març.

Un moment de República Bananera

L’estiu de 1947 l’illa de San Jorge deixa de ser una colònia europea. Així, i per qüestions de seguretat, aquella mateixa nit s’ha de dur a terme l’evacuació de tots els seus habitants. Tres personatges, però, es neguen a abandonar la bona vida: allà són absolutament lliures, així que, entre copa i copa, decideixen crear la seva pròpia república per a conservar aquest estil de vida. La intenció és pactar quin model de societat pretenen imposar, amb el sentit comú com a principal premissa, però les diferències entre ells dificultaran aquesta missió.

República Bananera és el segon espectacle de La Barroca –nom que fa referència a la forma d’entendre el teatre dels seus integrants, que donen el mateix valor al text, als actors i a la posada en escena–, una companyia teatral que s’emmiralla en aquells grups de comediants ambulants que, units per l’amor incondicional al teatre, anaven de poble en poble amb la intenció d’apropar el seu art al públic de manera artesanal.

República Bananera es representarà al Versus Teatre del 3 de febrer al 18 de març de 2012.

Text: Joan Yago
Direcció: Israel Solà
Intèrprets: Mercè Boher, Cinta Moreno, Arnau Puig
Escenografia: Albert Pascual, Elisenda Rodríguez
Vestuari: Albert Pascual
Il·luminació: Elisenda Rodríguez
Música: Gori Matas
Companyia: La Barroca

Horaris: de dimarts a dissabte a les 21:00 hores, diumenge a les 18:00 hores
Preu: 16 €
Idioma: català
Durada: Una hora i vint minuts

Crítica teatral: Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I, en el Versus Teatre.


La compañía de teatro La Calòrica representa en el Versus Teatre hasta el próximo 22 de mayo la obra Feísima Enfermedad y Muy Triste Muerte de la Reina Isabel I, la recreación tragicómica y grotesca de los últimos días de vida de una reina cuyo gobierno hizo variar el rumbo de la historia de España.

El Versus nos presenta una obra de carácter histórico, es decir, que nos habla de personajes históricos, algunos de ellos muy pero que muy conocidos, como son la reina Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, los reyes Católicos. Y nos los presenta en clave de comedia, obligándonos a presenciar los días previos de la muerte de la reina y la situación de sus dominios, que, en aquella época, se extendían a lo ancho y largo del planeta conocido. Sin embargo, durante la representación no saldremos de la alcoba de la reina, donde todos los personajes de la obra irán pasando, ya sea para reverenciar a la soberana moribunda o para asegurarse de la “feísima enfermedad y muy triste muerte” de la misma, una de las soberanas más poderosas de su tiempo.

La compañía La Calòrica nos ofrece una postal teatral e histórica minimalista donde el sentido del humor y los tópicos históricos están muy presentes. En ella la reina Isabel I en su lecho de muerte sigue gobernando unos reinos que le costaron mucho conseguir: enfrentamientos dinásticos, la rivalidad con su sobrina Juana la Beltraneja, las peripecias históricas que hubo de llevar a cabo para heredar su reino, su boda con Fernando II de Aragón y la unión de los territorios de la Península, a excepción de Portugal. Aunque no será todo esto lo que le importará a la reina. Viendo cerca la muerte solo pensará en quién heredará su legado.

Su elección recae en su hija Juana, conocida por la historia como Juana la Loca (aunque parece que no lo estaba tanto). Juana está casada con un príncipe austríaco educado en el norte de Europa que posee unos principios y una cultura muy diferentes a las existentes en suelo hispano. He aquí el intríngulis de la obra: la oposición entre la “España y la Europa del momento”, la oposición entre el conservadurismo y el tradicionalismo hispano y los nuevos aires en la cultura, en las costumbres y en los pensamientos que se movían por aquellos entonces por Europa, una evolución que en breve provocaría un cisma religioso, político, económico y social en toda Europa con la aparición del protestantismo y los conflictos religiosos que dominaron gran parte de la época moderna.

Pero no se asusten. Que la obra nos habla de ello pero sin exigirnos ningún esfuerzo instructivo previo. Al contrario. Es la propia obra la que nos identificará a los personajes y nos dibujará el espacio y el ambiente que necesitamos conocer. Para ello la actuación de los actores y actrices serán básicos. Bien pronto veremos la relación mantenida entre Isabel y Fernando, basada en el tópico histórico de la poderosa personalidad de la reina y a un mero consorte dibujado como un pequeño gran-rey obsesionado con su «imperio mediterráneo» pero sin carácter ni fuerzas para enfrentarse a sus enemigos europeos, italianos y franceses. La mano de la religión también estará presente en la figura del consejero político y espiritual de los reyes, que se creerá el único personaje con el carisma, la energía y las aptitudes necesarias para marcar el camino a seguir por la historia de la Monarquía Hispánica, a veces, incluso, enfrentándose e intentando someter a los propios reyes. A los tres personajes principales se les suma Juana, la hija de Isabel y de Fernando, educada para ser la esposa del rey, nunca la reina y Felipe el Hermoso, aureolado por la modernidad y un entendimiento del mundo y de su poder muy lejano al nacido en suelo hispano. Solo un personaje plebeyo, la criada, tendrá acceso a la alcoba de la reina, y siempre para ayudar y servir a sus superiores.

La compañía La Calòrica construye un acertado esbozo tragicómico y grotesco de una de las épocas y de uno de los reinados de más significancia para entender la historia de la España actual. Y lo hace con muchas ganas y con mucho empeño. Todo un hallazgo para aquellos que quieran reflexionar y que quieran reír con la historia y con el teatro. Para ello los personajes, aunque con un intercambio confeso de sexos (la reina Isabel interpretada por un actor, el consejero espiritual del reino interpretado por una actriz) nos permiten conocer algo más, aunque a veces de una forma descabellada, el episodio de la enfermedad y muerte de la reina Isabel I. Todo un ejemplo que nos enseña lo interesante que pueden ser el teatro y la historia, y también la suma de ambos. Una obra, en definitiva, que nos hará viajar en el tiempo (escénico, claro está) y ver los nuevos aires y los viejos que se respiraban en la Europa moderna de finales del siglo XV y principios del XVI y los entresijos de la gran política, que a veces orquestan pequeñas personas. Todo, claro está desde el humor y el ingenio más burlesco y caricaturesco.

«Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I» se representa en el Versus Teatre del 18 de marzo al 22 de mayo de 2011.

Dramaturgia: Joan Yago
Dirección: Israel Solà
Intérpretes: Xavi Francés, Aitor Galisteo Rocher, Esther López Martín, Carla Rovira Pitarch, Júlia Truyol y Marc Rius
Escenografía, vestuario e iluminación: Gerard Orobitg, Carmen Padró, Albert Pascual y Marta Soto
Asesoramiento de voz: Matilde Miralles

Horarios: de jueves a sábado a las 21:00 horas y domingo a las 19:00 horas.
El domingo 15 de mayo no hay función.
Precio: 16 €.
Duración de la obra: 65 minutos
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Escrito po: Jorge Pisa Sánchez

Prórroga teatral: Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I, en el Versus Teatre.


El Versus Teatre prorroga hasta el 22 de mayo la obra Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I, una reflexión sobre la sed de poder, el ansia de lo absoluto o el miedo a la muerte ambientada en la España de los Reyes Católicos.
Después de una vida de triunfos que la han llevado a convertirse en la soberana más temida y poderosa de la cristiandad, la reina Isabel I vive sus últimos días sin saber quién la sucederá en el trono y dará continuidad a su gran proyecto. Muchos de sus hijos han muerto, otros sufren el trato injurioso de sus esposos. Tan sólo queda una cabeza sobre la tierra donde se pueda ceñir la corona de Castilla, la cabeza perturbada de la princesa Juana.

Una explosión grotesca sobre el hombre y las pasiones que lleva adentro. Una tragicomedia sobre el poder y la vergüenza, sobre la ridícula brevedad de la vida y la evidencia insoportable de la muerte.

La compañía La Calòrica nace en el año 2009 a partir de un grupo de estudiantes del Institut de Teatre de Barcelona que se reúne para realizar su último trabajo. Su espíritu se basa en un teatro fuertemente ligado a la tradición pero capaz de revolucionar las formas y los códigos escénicos.

En su primer proyecto la compañía ha querido enfangarse en la poética y el humor de las piezas shakesperianas y las tragicomedias del Siglo de Oro para crear un espectáculo nuevo y personal. El estudio y el juego con las formas teatrales pasadas nos ayuda a sumergirnos en temas universales e inagotables de una actualidad terrorífica: la sed de poder, el ansia de absoluto o el miedo a la muerte.

«Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I» se representa en el Versus Teatre del 18 de marzo al 22 de mayo de 2011.

Dramaturgia: Joan Yago
Dirección: Israel Solà
Intérpretes: Xavi Francés, Aitor Galisteo Rocher, Esther López Martín, Carla Rovira Pitarch, Júlia Truyol y Marc Rius
Escenografía, vestuario e iluminación: Gerard Orobitg, Carmen Padró, Albert Pascual y Marta Soto
Asesoramiento de voz: Matilde Miralles

Horarios:de jueves a sábado a las 21:00 horas y domingo a las 19:00 horas.
El domingo 15 de mayo no hay función.
Precio: 16 €.
Duración de la obra: 65 minutos
Idioma: castellano