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Crítica teatral: Un tret al cap, en la Sala Beckett

Después de su estreno en el pasado Festival Grec de Barcelona, Un tret al cap iniciaba sus representaciones regulares en la Sala Beckett el pasado 13 de septiembre, una obra con texto y dirección de Pau Miró e interpretada por tres generaciones de actrices: Imma Colomer, Emma Vilarasau y Mar Ulldemolins y que nos propone una reflexión sobre el periodismo, el impacto de la enfermedad y la forma en el que las personas encaramos nuestras vidas.

«Tres mujeres forman un triangulo encabezado por una periodista demasiado incómoda para el diario en el que trabajaba y que la acaba de despedir. La acompañan en escena su hermana, que sólo quiere disfrutar de los últimos años de su vida en plenitud, y una víctima que exige que su caso salga a la luz pública. Las tres han ido a parar a un callejón sin salida del cual sólo podrán salir diciendo aquellas cosas que son tan difíciles de decir…».

La nueva propuesta de La Beckett nos presenta una historia imbricada en el presente y en la que la fuerza del texto y la calidad de las interpretaciones se imponen desde el inicio de la representación. Lo que en un primer momento parece una simple obra de análisis profesional, esto es, el papel del periodismo, el de la vieja escuela, en el mundo digital y de sueldos precarios del siglo XXI, va avanzado y enriqueciéndose a medida que transcurren los minutos para convertirse en una reflexión sobre cómo y a qué cosas dedicamos nuestras vidas.

Un tret al cap_1Una evolución de contenido esta que queda patente en el papel nuclear de la obra, el de Emma Vilarasau, que se ve obligada a mudar en sus convicciones y en sus puntos de vista al conocer el agravamiento de la salud de su hermana mayor, Imma Colomer, justo en el momento en que su carrera profesional se ve abocada al abismo.

Pau Miró ha concebido un texto actual, emotivo e impactante que habla al espectador de tú a tú, y nos lo ubica en el salón de una vivienda «que huele a cerrado, a viejo», y que podría ser cualquiera de nuestros hogares, en el que el normal transcurso de lo cotidiano muta y acelera debido al propio fluir de la existencia. El acierto en la trama está acompañado, asimismo, por una dirección sabia en la que Miró sabe sacar lo mejor de las tres actrices, cada una en su registro, hecho que le permite seguir adelante en una carrera con aciertos recientes como Els jugadors (2012) o la Terra Baixa de Lluís Homar (2014). Posiblemente el único aspecto que no acaba de funcionar del todo es la voluntad de cierre en positivo de la trama, que roba a la historia algo de credibilidad.

En la interpretación, como ya he dicho, la obra destaca por el equilibrio de las tres actrices, a las que Miró orienta el foco en algún momento de la obra. Colomer da en el clavo con una actuación frágil a la vez que optimista de la vida, a la que se opone el toque frío y profesional de una Vilarasau que afina en su interpretación. Al dúo familiar opuesto se suma la caracterización consistente de Ulldemolins, la joven que llega en busca de ayuda periodística y que esconde algún que otro secreto.

Así, pues, la Sala Beckett ha dado inicio a la temporada de una forma enérgica, colocando el listón alto para el resto de la temporada. Queda, pues, por confirmar si podrá mantener el empeño.

«Un tret al cap» se representa del 13 de septiembre al 1 de octubre en la Sala Beckett

Autor y director: Pau Miró
Reparto: Emma Vilarasau, Imma Colomer y Mar Ulldemolins / Vicky Luengo (del 27 de septiembre al 1 de octubre)
Escenografía: Sebastià Brosa
Iluminación: David Bofarull (A.A.I)
Vestuario: Berta Riera
Caracterización: Toni Santos
Espacio sonoro: Marta Folch
Producción: Sala Beckett/Obrador Internacional de Dramaturgia y el Grec 2017 Festival de Barcelona

Horario: de miércoles a sábado a las 20:30 horas y domingos a las 18:30 horas
Precio: 20€
Idioma: catalán
Duración: 1 hora 30 minutos

NOTA CULTURALIA: 8
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Historia, en el Teatre Lliure

Aunque los grandes personajes históricos y los diversos períodos de la historia suelen ser los protagonistas de muchas obras de teatro, no acostumbra a serlo la Historia como disciplina científica. Pero la compañía Sixto Paz Produccions se atreve en Història a analizar el proceso de estudio histórico relatándonos las pesquisas de un joven estudiante de Historia que además ha iniciado una relación amorosa con la hija de uno de sus profesores de la Universidad.

Todo comienza cuando los dos jóvenes protagonistas de la obra, Pau Roca y Vicky Luengo, se conocen y la química amorosa aflora entre ellos. El trabajo universitario que él iniciará sobre la muerte del historiador Marc Bloch, fusilado por los nazis en el año 1944, le llevará a poner en duda el relato histórico sobre este episodio. Este hecho y el singular desarrollo de su relación de pareja, le harán ser consciente de lo complejo de la psique humana y de lo escurridizas que pueden ser llegar a ser las grandes afirmaciones de la Historia.

Tanto Jan Vilanova Claudín, el autor de la obra, como su director Pau Roca, han sabido plasmar muy bien en la obra cómo se desarrolla el método de investigación histórica, esto es, poner en duda las verdades comúnmente aceptadas. Además esto se adereza al mostrarnos lo complicado de las relaciones humanas, sobre todo si se desarrollan en el sí de un triángulo existencial en el que los lazos y los recursos emocionales se han erosionado con el paso del tiempo.

historia_teatre-lliureLa obra es placida y sencilla, tanto al mostrarnos el progreso de la investigación histórica, apoyada por las nuevas tecnologías y las nuevas bases del conocimiento global, léase Wikipedia, como al narrarnos el avance de las relaciones personales que se tejen entre los tres protagonistas, confirmándonos que la vida es mucho más compleja de lo que nos lo ha podido parecer en algún momento.

Así pues, Història es otro buen trabajo de creación por parte de la compañía Sixto Paz Produccions, en la que destaca una dirección, la de Pau Roca, que se toma su tiempo para narrarnos aquello que nos quiere narrar, y lo hace de forma acertada. A esto se suma una notable interpretación del reparto, en el que Víctor Pi encarna al profesor de Historia que no ha sabido mantener vivos los lazos emocionales con su hija; el mismo Pau Roca, que encarna al joven estudiante abocado a una reflexión histórica y existencial y Vicky Luengo, que lleva a cabo una interpretación fría y afilada de su personaje.

Història es una buena oportunidad para no tan solo reflexionar sobre los continuos retos que comporta el enfrentarse a la vida, a los sentimientos y a las carencias que cada uno de nosotros albergamos en nuestro interior, sino que también nos sorprende mostrándonos que las grandes (y las pequeñas) afirmaciones históricas están muy lejos de ser verdades históricas.

«Història» se representa en el Teatre Lliure del 11 al 29 de enero del 2017.

Autor: Jan Vilanova Claudín
Dirección: Pau Roca
Producción: Sixto Paz Produccions
Reparto: Miquel Gelabert / Víctor Pi, Vicky Luengo y Pau Roca
Espacio escénico: Paula Bosch
Vestuario: Silvia Delagneau
Iluminación: Ignasi Bosch
Música: Pablo Miranda y Txume Viader

Idioma: catalán
Duración: 1 hora y 15 minutos sin pausa

NOTA CULTURALIA: 8
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Una història catalana, en el TNC.

Foto_historia_catalana_12_13_cartellA_David_Ruano_TNCEl TNC recupera Una història catalana, una obra de Jordi Casanovas estrenada durante la temporada 2010/2011 dentro del marco del Projecte T6 en la clausurada temporalmente Sala Tallersel primer capítulo de la trilogía con la cual el autor analiza la realidad catalana desde los tiempos de la transición al periodo de la Cataluña post-olímpica.

Parece, pues, que la buena fortuna de Casanovas y de la sala FlyHard alcanza a todas las propuestas que emanan del espacio en cuestión. No solo diversos espectáculos estrenados en la sala han alcanzado a representarse en otros teatros, entre ellos Smiley en el Club Coliseum o La terra oblidada en la Sala Atrium, sino que el Lliure y el TNC apuestan por los textos escritos por Casanovas, como en el caso de Pàtria, cuyas representaciones se prorrogaron en el Teatre Poliorama o la obra a la que hace referencia esta crítica, Una història catalana, escrita y dirigida por el propio Casanovas, que disfruta de una segunda vida actualizada, como si hubiera alcanzado la mayoría de edad, en la Sala Gran del TNC.

Una història catalana realiza un análisis del pasado reciente de la historia de Catalunya, a través de un triple encuadre: Un pueblo de montaña del Pallars que quiere aprovechar la llegada de la democracia y la modernidad para desarrollar económicamente la región; la experiencia sur-americana de un revolucionario catalán en Nicaragua y la voluntad de un quinqui barcelonés de apartarse de la ilegalidad y convertirse en un «honrado» hombre de negocios. Las tres historias, que en un principio nos pueden parecer independientes, se irán entrelazando a medida que avanza la obra, para llevarnos a un final combinado que prefigura el drama de la Catalunya actual.

Foto_historia_catalana_12_13_9_A.HerreraA_David_Ruano_TNCCasanovas, fiel a su estilo creativo, construye un texto adherido, como una segunda piel, a la realidad cotidiana del momento en el que están ambientadas las tres historias. Si en Pàtria intentaba examinar el contexto social y político que ha llevado a la convulsa situación que vive Cataluña en la actualidad, en su intento de desprenderse de todos los males pretendidamente ocasionados por el dominio español ejercido desde Madrid, Una història catalana pretende analizar el trayecto que ha llevado a ello. En este caso no desde un punto de vista político sino desde un enfoque más cotidiano, el experimentado por la gente de a pie, por aquellos que como decía el ex-presidente Pujol «viven y trabajan en Catalunya«.

Por eso el abanico de personajes y realidades de la obra es amplio: los habitantes de un pueblo de montaña aferrados a mitos, costumbres y odios ancestrales; la actividad revolucionaria de un emigrante catalán en Latinoamérica o las ansias de enriquecimiento e integración de los emigrantes y de los hijos de emigrantes de origen español que llegaron a Cataluña a partir de la década de los años 60. Unas historias personales que, como en la vida real, se mezclan, se entrelazan en su quehacer diario, construyendo una realidad social, económica y política compleja que desafía las visiones monolíticas de políticos (y no políticos) de uno y otro bando que se obstinan en no querer ver la realidad plural y diversa que muestra Cataluña en la actualidad.

Casanovas desarrolla, pues, su propuesta a partir de una actuación coral en la que los diez actores y actrices que componen el reparto de la obra irán adoptando identidades diferentes en relación a la triple contextualidad escénica que posee la obra. Todo ello enmarcado en un escenario totalmente vacío y oscuro que se iluminará y amueblará dependiendo del episodio al que corresponde en cada momento la representación. Así, pues, las interpretaciones de cada uno de los actores son tan diversas como las realidades que encarnan, que se basan también, en las diferencias idiomáticas, desde el catalán cerrado de los habitantes de un pueblo de montaña, el castellano hablado por un revolucionario catalán en Nicaragua o el catalán/castellano propio de un inmigrante español criado en el barrio de la Mina de Barcelona.

Foto_historia_catalana_12_13_12A_David_Ruano_TNCLa obra consta de tres actos y dos pausas que suman un total de casi tres horas de representación. Una estructuración escénica que posibilita la existencia de un final del segundo acto memorable (de los más impactantes a los que uno ha asistido) por la deconstrucción de la realidad escénica que comporta y por el uso del tema The Ecstacy Of Gold, del muchas veces insuperable Ennio Morricone, que le transmite al momento un clímax avanzado y que introduce musicalmente la crueldad que reinará en la última parte de la obra.

Casanovas, sin embargo, crea una obra demasiado larga que peca, además, justamente en su parte final, de un desarrollo algo extravagante que desbarata el realismo que marcaba, en gran medida, el avance de la obra, en favor de un desenlace tipo western, que sorprende y desconcierta al mismo tiempo. Un final que fuerza, incluso, al espectador a cambiar de perspectiva, oséase, de butaca, como si de esta forma se materializara la transmutación que sufre la obra que se está contemplando.

Una obra, pues, que impacta por momentos pero que pierde fuelle a medida que avanza su representación, debido, sobre todo, a la hipérbole de su tramo final, que recuerda en parte al hiperdramatismo de Sopar amb batalla, otra de las obras de Casanovas estrenada en el Versus teatre, y que nos muestra, al menos en parte, la naturaleza de la dramaturgia del autor.

Si bien, Una història catalana apuesta por una acertada presentación de los variado de la realidad social e histórica catalana, pierde parte de su sentido en su plasmación textual y escénica. Hará falta, para una valoración final del proyecto estructurado, como saben, en una trilogía, esperar a ver su tercera entrega que llevará el título de Vilafranca, y que sin duda marcará lo acertado de un propósito difícil e incierto, aunque bienintencionado.

«Una història catalana» se representa en la Sala Gran del TNC del 27 de febrero al 7 de abril de 2013.

Autor: Jordi Casanovas
Dirección: Jordi Casanovas
Reparto: Lluïsa Castell, David Marcé, Pep Cruz, Borja Espinosa, Andrés Herrera, Alícia Pérez, Vicky Luengo, Lurdes Barba, David Bagés y Mariona Ribas
Escenografía: Sebastià Brosa y Elisenda Pérez
Vestuario: Albert Pascual
Iluminación: David Bofarull
Sonido: Damien Bazin y Roc Mateu
Caracterización: Lucho Soriano
Asesoramiento lingüístico: Noëlia Motlló (OLLPP-UdL) y Ramon Sistac (OLLPP-UdL)
Producción: Teatre Nacional de Catalunya

Horarios: de miércoles a viernes a las 20:00 horas; sábados a las 21:30 horas y domingos a las 18:00 horas.
Precio: de 19,05 a 38,09 €

Duración de la obra:
Primera parte: 1 hora
Entreacto: 10 minutos
Segunda parte: 1 hora
Entreacto: 20 minutos
Tercera parte: 50 minutos