Si hay algún concepto o idea que hoy en día está valorada, no es otra que el empoderamiento personal, en el que todos y todas podemos vernos representados de alguna forma. La sociedad lleva siglos estableciendo a cada persona que podía y que no se podía hacer y cuáles eran sus límites. El siglo XXI ha llegado con la voluntad de acabar con todos esos límites impuestos y autoimpuestos. Y como no, el teatro se ve obligado, también, a aportar su grano de arena. Un ejemplo de ello lo tenemos en Paso a paso, obra estrenada el pasado 1 de julio y que narra la voluntad de tres amigas de llevar a cabo un recuerdo-homenaje a una amiga fallecida recientemente.
«Paula, Sofía y Mónica son tres amigas que deciden realizar una excursión de 2 días con el fin de ascender una montaña en memoria de su fallecida amiga Rebeca. Cada una de ellas lleva un mensaje inscrito en una piedra con el objetivo de depositarla en la cima a modo de recuerdo y último adiós. Pero tienen que llegar allí primero. Y la ascensión será tan divertida, desafiante e inesperada como la vida misma».
Paso a paso es una obra de amistad y de reconciliación que se basa en la realidad de la vida y de las relaciones personales para hacer un viaje a través de la amistad y la pérdida. Acompañaremos a Paula, Sofía y Mónica (…y a Rebeca) en una ascensión en la que conoceremos a las protagonistas, las claves de las relaciones establecidas entre ellas y podremos examinar los logros y los miedos que todas ellas, y todos nosotros y nosotras, llevamos sobre nuestra espaladas. De ahí que sea clave la interacción de las protagonistas, que nos permitirá conocer la voluntad de la propuesta.
El texto está organizado en las diversas fases de la ascensión en las que iremos conociendo, poco a poco, la personalidad de las tres amigas y sus circunstancias actuales, una boda inminente, la soledad, el paso de los años, la muerte de una amiga y lo que ello representa…
El texto de Peter Quilter está cargado de sustancia, aquella que sustenta lo burlesco, lo cómico y lo triste que nutre la vida. Pero a la obra le falta algo de punch, esa energía que hace que los diálogos y las situaciones sean más creíbles e impactantes y permite que la interpretación de las actrices sea percibida en su potencial por el espectador.
María Lanau, Resu Belmonte y Eva Barceló están bien en sus papeles respectivos, cada uno mostrándonos un perfil diferente de mujer, desde la conquistahombres, pasando por la más formal y esforzada, a la más pasiva y retraída. Si bien no llegan a tocar la fibra en una comedia, o mejor dicho, tragicomedia, que pretende llevar al espectador a ciertas profundidades del alma. Algo que no consigue del todo la dirección de Esteve Ferrer.
Aún así, Paso a paso se merece una oportunidad, sobre todo por parte de aquellos y aquellas a los que les interese indagar de qué están hechas las fibras de la amistad, aquellas que subsisten a lo largo del tiempo, y que nos llevan de la mano a lugares, como la cima de una montaña, donde nunca habríamos pensado que queríamos llegar.
«Paso a paso»se representa en el Teatre Apolo del 1 de julio al 21 de agosto de 2022.
Dirección: Esteve Ferrer Autoría: Peter Quilter Reparto: María Lanau, Resu Belmonte y Eva Barceló Traducción: Helena Salaberria Iluminación: Juanjo Llorens Escenografía: Mercé Lucchetti Iluminación: Juanjo Llorens Producción: Smedia y Veniu
Horarios: de martes a viernes a las 20:00 horas, sábados y domingos a las 19:00 horas Precio: Web Teatre Apolo Idioma: castellano Duración: 90 minutos aprox. NOTA CULTURALIA: 6 ——
Convençut que la memòria és un element fràgil que sovint sucumbeix a les trampes de la ment, E. O. Chirovici (Fagaras, 1964) va imaginar un thriller singular que s’allunyés dels mecanismes habituals del gènere: El llibre dels miralls, una novel·la de suspens psicològic amb un assassinat com a punt de partida que ell utilitza per a demostrar la capacitat de la ment a l’hora de manipular els nostres records. D’aquesta manera, l’escriptor romanès planteja, en la que és la seva primera novel·la escrita directament en anglès, un interessant repte al lector: esbrinar qui va ser el responsable de l’homicidi a partir dels records dels protagonistes.
Chirovici estructura el seu relat a partir de quatre veus, quatre personatges que s’enfronten a uns fets tràgics succeïts vint-i-cinc anys abans a la Universitat de Princeton. Quan l’agent literari Peter Katz rep un manuscrit que detalla un crim en què estan involucrats el professor de psicologia Joseph Wieder i dos dels seus alumnes, comprèn que té entre les seves mans un llibre magnífic. El text, escrit en primera persona per un dels protagonistes (l’aleshores estudiant Richard Flynn), queda incomplet, però Katz es resistirà a deixar passar l’oportunitat de publicar el que intueix serà un best-seller; així, demanarà ajuda al periodista John Keller, qui amb les seves investigacions arribarà fins a Roy Freeman, policia retirat que va viure de prop els esdeveniments ocorreguts a Princeton i que intentarà resoldre el crim abans que l’Alzheimer li esborri la memòria.
L’escriptor E.O. Chirovici, en una imatge promocional
El cert és que la distància que atorguen els anys farà que la reconstrucció dels esdeveniments no sigui una feina senzilla: les declaracions contradictòries enterboleixen la veritat, cada personatge recorda els detalls de manera diferent, i és aquí on apareix la gran protagonista d’aquesta història, la memòria, element que es demostra dúctil perquè és capaç de transformar el passat segons quina sigui la nostra experiència personal. A més, l’elecció dels quatre narradors –cadascun buscant la veritat amb objectius diferents– esdevé un encert narratiu per part de l’autor, a qui aquest fet permet jugar amb l’ambigüitat del relat per, d’aquesta manera, augmentar la tensió de la trama.
El llibre dels miralls s’erigeix com una proposta diferent, una novel·la lúcida que no dóna treva al lector, a qui constantment assalta el dubte de si el que llegeix va succeir tal i com ho expliquen els protagonistes o la realitat és una altra. El text, però, podria haver acabat oblidat en un calaix si no hagués estat per la tenacitat de l’autor, que sempre va confiar en el seu potencial malgrat ser rebutjat per set agents literaris nord-americans; afortunadament no es va rendir, i ara és un èxit d’abast mundial: traduït a trenta-vuit idiomes, ha fet realitat el somni de Chirovici de convertir-se en escriptor a jornada completa.
Títol: El llibre dels miralls
Autor: E. O. Chirovici
Traductor: Albert Torrescasana
Editorial: Edicions 62
Data de publicació: Maig 2017
ISBN: 9788429775853
Pàgines: 320 pàgines
Preu: 18,90 €
En el año 2008 Oscar Lombana sorprendió gratamente con su libro Papel y Plastico, un recorrido visual diferente por los juguetes y los tebeos de nuestra infancia ochentera. Él fue uno de los precursores de los libros recopilatorios de nuestro pasado, en su vertiente más lúdica, que han ido apareciendo desde entonces, ya que ningún adulto puede librarse de la nostalgia generada por el recuerdo de su infancia. Los autores Xavier y Anna Gassió presentan ahora el libro Los niños de EGB en Lunwerg editores, donde amplían con buena nota este capítulo de placenteros viajes de la memoria al pasado.
Xavier Gassió ya tiene experiencia en mostrarnos lo que vivían y descubrían los niños de otras épocas, en concreto los de las décadas de los cuarenta a los sesenta, ya que es el autor de Los niños de Franco, también en Lunwerg editores. Ahora ha contado con la ayuda de su hija Anna Gassió, ya que ella era niña y adolescente y vivió como tal en los ochenta. Así pues, el libro está escrito a cuatro manos sin distinguir quién escribe cada texto.
Los niños de EGB es una amplia amalgama de temáticas: juguetes, series y programas de televisión, música, cine, modas, publicidad, cromos, comidas, dulces, colegio, consolas, tebeos, revistas, videoclubs, casetes, estilos de vida… Todo puede aparecer. Nos sumergiremos en un amable viaje al pasado en sus cerca de 240 páginas a todo color. Un recorrido altamente visual de todos esos lugares comunes y artefactos que fueron parte de nosotros y que lo seguirán siendo para siempre. Los autores no se han limitado a recopilar imágenes de la web, sino que el lector hallará muchas imágenes pertenecientes a la familia Gassió utilizadas para documentar las vivencias de la época.
Star Trek, la película
Los textos son fluidos, a veces socarrones, la mayoría con toques amables de humor y escritos con la perspectiva que da el paso del tiempo. El libro no profundiza demasiado en las diversas temáticas, su lectura es amena y nos ponen rápidamente en situación. Se narra la cotidianeidad de entonces. Además el lector descubre curiosidades sobre los productos que se consumían en aquellos años. Xavier y Anna han clasificado y separado muy bien nuestros recuerdos aunque no sean expertos en muchas de las materias que tratan, ni sea, por otra parte, estrictamente necesario.
A diferencia de otros libros de este tipo, Los niños de EGB repasa temas dispares como aquellas divertidas ocurrencias que escribíamos en las agendas del colegio y en las paredes y puertas de los lavabos, los chistes de Lepe, las frases de moda o las frases hechas que molaban del momento…
El punto fuerte de Los niños de EGB es el excelente y variado diseño grafico que lo hace muy entretenido y agradable. Todas las páginas tienen una presentación diferente y puedes empezar el libro por el apartado que te apetezca. Su portada, que simula una carpeta escolar llena de pegatinas, ya es una buena introducción al “jolgorio visual” que hallamos en su interior. Además la aventura nostálgica puede extenderse más allá del libro gracias a los códigos QR incluidos que enlazan al lector a internet y le permiten escuchar diversas intros de series, sintonías y publicidad de los 80.
En definitiva si quieres visitar y recordar lo que te rodeaba en aquella década de los ochenta este es tu libro. No importa que entonces fueras padre o hijo, porque ambos vivisteis ese tiempo, en el que se intentaba que hubiera más relación afectiva y comprensión entre padres e hijos. Como muy bien dice Xavier: (…) un periodo de la historia de España glorioso e irrepetible, en el que el futuro perfecto no era solo un tiempo verbal sino que parecía real. Es un tiempo suyo, nuestro para siempre.
¡Una buena elección y un acierto seguro! ¡Sin duda el mejor regalo!
El coche fantástico
PRESENTACIÓN LIBRO LOS NIÑOS DE EGB
El pasado 16 de octubre tuvo lugar la presentación del libro Los niños de EGB en La Casa del Libro en Barcelona. Los autores estuvieron acompañados de un moderador y el editor de la Lunwerg. Como extra a la reseña os presentamos a continuación algunas de las ideas y reflexiones que tuvieron lugar en la presentación.
Moderador: Como esta etapa ochentera quedaba alejada de la niñez y la adolescencia de Xavier Gassió y por lo tanto no la vivió con tanta intensidad, ha contado con la colaboración de su hija Anna que sí era adolescente en esa época. Un libro que es una experiencia inolvidable, un viaje al pasado, lleno de recuerdos que nos hacen sentir escalofríos, por el paso del tiempo, pero a la vez nos provoca una sensación placentera de bienestar. Despierta recuerdos dormidos. Hay que saber estar en el tiempo presente y en lo que está por venir, pero es placentero volver la vista atrás y recordar todo aquello que nos acompañó. Una época de la que tendemos a recordar tan solo la parte en la que éramos felices, y esa parte, esta ligada a todo lo que expone Los niños de EGB.
El libro contiene muchas fotos inéditas de objetos que se daban por perdidos. Es un ejercicio de memoria y recuerdos a partir de fotografías, documentos y texto que lo hacen muy interesante. Un libro que estará siempre vigente porque cuenta una parte de nuestra historia cotidiana. Podemos decir que este es uno de los libros más completos del mercado pues nos presenta los ochenta en sus muchas facetas. No solo recordaremos lo mencionado sino que también exploraremos algo tan curioso y poético como aquellos mensajes de puerta trasera de lavabo o libreta de apuntes. Un mundo diferente y espectacular. Frases hechas, dedicatorias y versos añejos similares en todos los lugares de España. Leerlos es sonreír. Hay también una página dedicada, como no, a Lepe.
Las marcas comerciales también tienen cabida en Los niños de EGB, pues esta fue la primera generación que dio importancia a llevar determinadas marcas y modelos de ropa. Estábamos alienados sin darnos cuenta hasta tal punto que apareció una colección de cromos ¡de marcas! En los sesenta y setenta solo importaba que un zapato fuese bueno y cómodo.
Album de cromos Marca manía
Un libro a todo color con más de 220 páginas que se centra en el aspecto visual de la época, es suculento y está bien presentado, sin atiborrar.
Xavier y Anna se han convertido en historiadores de la vida cotidiana. La historia habitualmente te explica actos políticos, batallas, crisis económicas, revoluciones. Ellos nos explican las cosas elementales con las que nos entretuvimos, de qué manera se ha amado, qué hemos comido… La vida cotidiana que hemos compartido pertenece a la historia en mayúsculas, pero forma parte con mucha intensidad de nuestra propia vida. En el libro os encontrareis reflejados con lo que consumíais en muchos ámbitos. Es sorprendente cómo han conseguido todo este material grafico casi imposible de encontrar. Y esto se traduce en el síndrome de Diógenes que “sufre” Xavier, guardando lo que creer que algún día le podrá ser útil. Este libro también contiene un dialogo entre generaciones: el del padre y su hija. La confianza llegó a tal punto que Xavier llegó a leer página a página la antigua agenda de clase de su hija. Pudo repasar sus citas, las literarias y las otras, descubriendo sus ídolos, sus secretos juveniles que han salido a la luz para este libro. Incluso la última página del libro nos muestra la confesión de Anna acerca de este striptease emocional.
¿Cómo ha funcionado este intercambio de información y cómo trabajasteis juntos?
Xavier: Después de la infancia de los niños de los 40, 50 y 60 pensé continuar con los ochenta, con los niños de EGB. Tenía el material abriendo las puertas de mis armarios o a través de amigos, pero pensé que tenía que trabajar junto a un especialista en este periodo, y se lo plantee a mi hija. La condición era que tendría que explicarme muchas cosas porque si no sonaría a falso y a partir de aquí salió lo del diario, sus fotografías, etc… No es que descubriese nada que no supiera porque cuando en el diario leía: mis papás se van de fin de semana ¡Fiesta! y una lista de amigos de instituto para invitar, ese fin de semana nosotros ya sabíamos que había habido una fiesta en casa. Aunque Anna tenía mucho cuidado de que todo estuviese limpio y ordenado cuando llegáramos, nosotros hacíamos como que no nos enterábamos (¡las cosas delicadas ya las habíamos guardado previamente!). Aunque claro hay cosas que no saldrían en esa agenda… (risas)
La Televisión.
Un Dos Tres y La Ruperta
Moderador: Hay una parte muy interesante dedicada a la televisión. TV3 nació en 1983 y las privadas a principios de los noventa y el relato del libro ocupa buena parte del tiempo cuando no existía tanta oferta televisiva como ahora. Por lo tanto había un alto porcentaje de espectadores que veían lo mismo y con intensidad. Por ejemplo el programa Un Dos Tres de Chico Ibáñez Serrador.
Xavier: Fue un programa mítico que marcó mi generación y la de mi hija. Chicho ha sido uno de los grandes creadores de espectáculo televisivo, un personaje brillante y muy especial. He tenido el privilegio de conocerlo y de trabajar con él proponiéndole personajes y guiones. Los escenarios, la parafernalia, la Ruperta, los sufridores en casa, estos programas que duraban unas dos horas han marcado a muchos millones de personas. Pero es verdad que como solo había dos canales, la sensación que tenemos ahora es que había más calidad televisiva, pero entre otras cosas, era porque todo estaba muy concentrado y seleccionado en unas pocas horas. No olvidemos que la televisión en esa época empezaba al mediodía.
Anna: También había programas como La Bola de Cristal que llegaban a varias generaciones con edades muy diferentes. La televisión era muy compartida, la veían a la vez abuelos, padres e hijos: Los mismos contenidos, los mismos programas.
Del VHS a la nube…
Moderador: El libro enseña aquellas películas que alquilábamos en VHS en los casi desaparecidos videoclubs y es que uno de los cambios más brutales ha sido la evolución de lo analógico a lo digital.
Xavier: En este aspecto la nuestra fue una generación que tuvo el privilegio de compartir con los hijos una complicidad que no la había tenido la generación anterior, ni las posteriores. Todos los de mi edad salíamos de una etapa oscura, de un mundo cerrado, y muchos elementos de tipo cultural no llegaban y este fue un momento de eclosión en el que estas libertades aparecieron y comenzamos a crecer. Fue el mismo momento en el que la siguiente generación comenzaba a crecer y a entrar en el mundo. Todos entramos en este mundo de libertad y de visión diferente al pasado. La transición del mundo analógico al digital fue un cambio de estructura social muy importante y no hablemos de la informática que empezó a entrar en las casas en esta época. Los juegos de ordenador nos fascinaban a los adultos porque ningún juguete eléctrico podía superarlos. Competíamos y jugábamos, aunque mal, con nuestros hijos. Pero ellos ya nacieron con esto aprendido, lo asumieron como propio muy rápidamente, para nosotros era un lastre porque éramos adultos y nos costaba aprender todo esto. Teníamos que pedir consejo a nuestros hijos para aprender cómo funcionaban ¿Cómo te pasas esta puñetera pantalla?
Magical Kid Wiz, para MSX.
La vida en anuncios.
Moderador: La tele en el punto más álgido tenía unos seis canales, lo que quiere decir que la intensidad de los anuncios que se emitían era espectacular y todo el mundo los recordaba y los cantaba. Y hasta se jugaba a intentar adivinar a qué anuncio pertenecía una sintonía. Ahora con los cientos de canales de televisión la publicidad está muy atomizada e incluso se puede evitar viendo programas y series sin publicidad. Los anuncios ya no tienen la carga emocional que poseían en aquellos años. ¿Qué criterios habéis seguido para escoger los anuncios?
Anna: Somos una generación muy marcada por sintonías de televisión y por la publicidad. Los anuncios estaban más en antena y no había tanta variedad. Lo mismo con las series de televisión, cuando veías un capitulo al día siguiente todo el mundo había visto el mismo capitulo, se comentaba en clase, imitábamos a los personajes, tenías que esperar una semana para ver el capítulo siguiente. Ahora si preguntas a los jóvenes que serie vieron ayer, seguramente cada uno te dirá una distinta.
Xavier: La publicidad sintetiza muy bien los intereses de una sociedad en un momento determinado. Cuál es la estética, cuáles son los valores y, sobre todo, cuáles son los objetos y deseos de una sociedad. Los refleja rápidamente y con mucha eficacia. Este país ha tenido publicitarios extraordinarios que han obtenido premios internacionales con sus creativos anuncios. El ingenio publicitario forma parte de que la sintonía y el eslogan nos queden grabados. Eran elementos que consumíamos y nos fascinaban. Algunos anuncios podrían ser innecesarios pero la mayoría se correspondían a cosas que deseábamos o necesitábamos en esos momentos, y siempre se creaban, producían y presentaban de la mejor manera con la publicidad. Creo que la publicidad es fundamental para entender una época.
Juguetes y juegos de mesa.
Moderador: Los ochenta fue un tiempo fértil para los juguetes y los juegos de mesa. Podías montarte tus películas con tus clicks de Famobil, Masters del Universo, Star Wars, Barbies y demás, pero también abundaban nuevos juegos de mesa para compartir, conviviendo con los más antiguos como los Juegos Reunidos Geyper. El mundo de los videojuegos no ha destruido, afortunadamente, a los juegos de mesa y ahora existen muchas propuestas muy divertidas y elaboradas. Cuando empezaron las primeras maquinitas individuales, también eran en parte algo compartido, pues tenías que esperar el turno para que el amigo que la tenía te dejase jugar una partida. Ahora los teléfonos y las tabletas conllevan un alto grado de adicción en solitario mientras que los juegos de mesa fomentaban el compartir entre amigos. Esto es algo del pasado que es más interesante que este presente.
Anna: Ha cambiado la percepción del tiempo. De pequeña podías estar en casa jugando sola, pero tenías momentos de aburrimiento. Ahora coges la tableta, el iphone y ya está.
Xavier: ¿Quién sabe que fue antes el lápiz, la pluma, el bolígrafo? El caso es que todos han coexistido, todos son vigentes. Cada uno ha encontrado su lugar. Y con los libros digitales o en papel pasará lo mismo, todos encontraran su espacio. El tema físico, objeto del libro, es un claro ejemplo de esto y con los juegos pasa igual. Ahora podrás jugar al monopoly con varios jugadores a través de una tablet pero no podrás ver la cara de rabia de los jugadores ante una jugada tuya, y claro, no es lo mismo.
Los billetes del Monopoly
La ilusión ochentera.
Moderador: Era una época de proyectos, de ilusiones, hablábamos de futuro creíamos en el futuro, había trabajo, no sé si es una idea falsa, pero era mas sencillo trabajar. Era una generación con ganas de cambio y ganas de hacer cosas, y todo esto se refleja en el libro. Ahora la sensación es que nadie habla de futuro, estamos asqueados, hay crisis de valores, no creemos en la política, ni en los políticos, ni en el mundo de la economía. Tenemos la sensación de que estamos hechos un lío y posiblemente todo esto se tendría que recuperar. ¿Que relato hacéis en este libro de esta generación del cambio de la ilusión?
Xavier: Es cierto que mi generación participó en una ilusión colectiva que fue el cambio, la transición que cambio este país Y la generación de EGB, la vivió muy de lleno, creció y se educo en esta transición, y por tanto todo era o parecía posible en esos momentos. Luego hemos visto que por otras circunstancias, algunas propias del país y otras ajenas, de cambios y de historias cíclicas, los vaivenes siempre suceden en la historia. Ahora nos hemos encontrado que todo esto ha quedado más truncado. Precisamente uno de los motivos, entre otros, por el que se han descrito, descubierto y puesto cosas en este libro es para decir: vale, la nostalgia no es el valor en el que te has de refugiar. No es un refugio, es un impulso, un sentimiento que sirve para recordar aquellos hechos o cosas que te hicieron vibrar en aquellos momentos y recobrar aquel impulso vital, aquellas ganas, aquel optimismo que tuviste en una determinada época, no solo por las circunstancias, entre otras cosas, porque en aquellos momentos lo vivías todo con mayor intensidad. Por esto está bien recordarlo y revivirlo, porque te vuelve a revitalizar. Y te permite volver a decir “todo es posible”.
Título:Los niños de EGB Autores: Xavier Gassió y Anna Gassió Editor: Lunwerg Editores Formato: Tapa blanda Paginas: 226 Medidas: 26,5 x 22,7 cm Precio: 20 €
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Una obra de teatro siempre tiene algo que decir al público. Una vez que se alza el telón, metafóricamente hablando, porque ya casi nunca se levantan, se inicia una conexión entre la obra y el espectador que perdura, de una forma u otra y normalmente con altibajos, hasta el final de la representación. Si además, Harold Pinter está en el meollo, está conexión se transforma es un estado en el que la obra fluye atrapando al espectador en una tela de araña escénica que se apodera de él hasta el final de la función. Algo que podemos apreciar en Vells Temps, obra programada en la Sala Beckett en el marco del Festival Grec 2014, dirigida por Sergi Belbel e interpretada por Carles Martínez, Míriam Alamany y Sílvia Bel.
El matrimonio formado por Kate (Míriam Alamany) y Deeley (Carles Martínez) recibe la visita de Anna (Sílvia Bel), una amiga de juventud de la primera. El reencuentro de las dos mujeres les permitirá rememorar los viejos tiempos, cuando ambas trabajaban como secretarías; compartían piso en Londres y llevaban una vida de trabajo y ocio recorriendo las plateas de los mejores teatros de la ciudad. A medida que ambas mujeres evocan el pasado Deeley comienza a sentir celos de una relación antigua pero intensa que, al parecer, se entrelaza también con sus propios recuerdos.
La Sala Beckett se anima a programar Vells temps, un Pinter que tiene que ver mucho con la memoria, el teatro y el cine (musical) y con una tempestiva relación amorosa a tres bandas. La estructura de la obra sigue el modelo pinteriano de la llegada de un extraño a un espacio y/o realidad a la que no pertenece, como pudimos ver este año en obras como L’encarregat o Terra de Ningú. Una vez que este elemento externo hace acto de presencia la realidad queda, de alguna forma, afectada, un efecto del que seremos consciente a través de la conversación que mantienen los tres protagonistas y que girará en torno al pasado, lo que moverá a un duelo dialectico entre Deeley y Anna por demostrar quién tiene más ascendencia personal sobre Kate y nos hará evidente la naturaleza efímera y sutil de la memoria y de los recuerdos.
La obra se construye, además, en un espacio y un tiempo escénico que se confunde a lo largo de la representación. Al espectador le costará distinguir si lo que pasa sobre el escenario se está produciendo en el presente o se produjo en el pasado, algo que se complica aún más al referirse los tres protagonistas a los mismos hechos con recuerdos diferentes y algo distorsionados. Lo que va dando forma a un limbo escénico en el que la realidad y los recuerdos se atropellan unos a otros, obligando al espectador a intervenir y darles forma.
Por encima de este fluir de situaciones y recuerdos la obra nos habla de las relaciones y más concretamente de las relaciones de pareja, tanto aquella formada por Kate y Deeley como la que mantuvieron, supuestamente, Kate y Anne cuando eran jóvenes. Asimismo, el teatro también estará muy presente en la representación, ya que los personajes femeninos recordarán a lo largo de la obra su asistencia a los espectáculos de teatro y danza del antiguo Londres y los protagonistas se lanzarán a canturrear en un momento de la obra algunos éxitos del teatro musical.
La propuesta cocinada por la Sala Beckett está diseñada para darle a la obra la naturaleza fantasmagórica que un Pinter requiere. El escenario está constituido por una extensa plataforma elevada que se apodera de uno de los extremos largos de la sala, ocupada tan solo por una serie de ventanas, dos sofás-cama y una butaca, ubicados sobre el escenario de forma triangular, una representación física del triángulo amoroso existente (o que existió) entre los tres personajes. Estos están interpretados por Carles Martínez (Deeley), Míriam Alamany (Kate) y Sílvia Bel (Anna). El primero oprime a su personaje para darle una solidez a veces exquisita; la segunda interpreta un personaje que a veces parece que no esté sobre la escena, un hecho del que se nos habla en la propia obra y la tercera encarna a una mujer elegante y atractiva que parece que quiere recuperar algo de su pasado.
Sergi Belbel lleva a cabo una destacada dirección de actores que provee a sus interpretaciones de esa neblina adecuada para una obra-situación de Pinter, y da forma a una representación donde el presente y el pasado se mezclan irremisiblemente y en la que, como afirma uno de los personajes «hay cosas que recuerdas aunque puede ser que no hayan pasado nunca«. Algo que tendrán que descubrir cada uno de ustedes, hilvanando todo lo que se dice y todo lo que se hace sobre el escenario de la Sala Beckett. Un auténtico reto teatral.
«Vells temps» se representa en la Sala Beckett del 2 al 27 de julio de 2014.
Autor: Harold Pinter
Dirección: Sergi Belbel
Traducción: Joan Sellent
Interpretación: Carles Martínez, Míriam Alamany y Sílvia Bel
Escenografía: Max Glaenzel
Vestuario: Mercè Paloma
Iluminación: Kiko Planas
Espacio sonoro: Jordi Bonet
Caracterización: Toni Santos Producción: Grec 2014 Festival de Barcelona y la Sala Beckett / Obrador Internacional de Dramatúrgia
Horarios: de martes a sábado a las 21:30 horas y domingos a las 18:30 horas. Duración: 75 minutos Idioma: catalán Precio: 20 €
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Que Albert Espinosa regrese a los escenarios siempre es una buena noticia, lo mismo, claro está, que publique una nueva novela o que participe en una película o una serie televisiva. El «universo espinosa» siempre nos emociona de una forma directa y nos sirve para reflexionar sobre nuestras propias vidas. De ahí que fuera una de las buenas noticias de finales del año pasado el estreno de Els nostres tigres beuen llet en el Teatre Nacional de Catalunya, obra escrita y dirigida por Albert Espinosa.
Un partido de futbol que juegan cinco hermanos. Una enfermedad que hace caer en la inconsciencia. Una madre en el lecho de muerte. Un padre riguroso que quiere a su familia. Una muerte que lo cambia todo. Un acontecimiento de la infancia que marcará la vida de todos los miembros de la familia. Un secreto que nos permite acabar de entenderlo todo. El mundo visto a través del cine…
Espinosa nos abre de nuevo las puertas de su fecundo mundo interior para explicarnos una pequeña historia que afecta a una familia, a todos sus integrantes, y que nos permite reflexionar sobre algunos de los temas insignia del autor: la enfermedad, la muerte, el desvanecimiento de la memoria o la importancia de los episodios que han marcado la infancia de cada uno de nosotros.
El autor construye su historia en dos tiempos: el primero el de la infancia en el que poco a poco iremos conociendo qué es lo que pasó y cómo paso, el día que la madre (Angela Jové) murió, y que consecuencias funestas tuvo para toda la familia. El segundo es lo que podríamos considerar la actualidad, el momento en que el padre (Andreu Benito), reconocido director de cine afectado de alzhéimer, se está muriendo. Dos de los hermanos prometieron a su madre que cuidarían de él en sus últimos días de su vida. Por ello vuelven al hogar, junto a su hermana pequeña, y engañan a sus otros tres hermanos para hacerlos regresar.
La enfermedad confunde la mente del padre forzándole a creer que está realizando una nueva película que rememora la muerte de su mujer, y que sus hijos son parte del equipo técnico que rodará el film a sus órdenes. Todos los ingredientes necesarios para que la verdad y los reproches salgan a la luz y por fin la familia pueda lavar sus trapos sucios.
Como les decía Espinosa trata en Els nostres tigres beuen llet varios temas por los que ha mostrado siempre un gran interés. El primero la enfermedad. La obra está subyugada por ella. La enfermedad de carácter hereditario que sufren la mayoría de los miembros de la familia y que les hace desmayarse de forma repentina en cualquier momento; la muerte de la madre; el alzhéimer que acaba sufriendo el padre… todo ello nos remite a la relación con la enfermedad del propio Espinosa, que pasó diez años de su vida en el hospital lidiando contra el cáncer. El segundo los recuerdos, ya sea la revisión del hecho que marcó la infancia de los cinco hermanos o la pérdida de la memoria (es decir, la pérdida de los recuerdos, de lo que nos hace a cada uno de nosotros) que sufre el padre. El tercero la muerte, la de la madre y la anunciada muerte del padre, que no llegaremos a presenciar pero que marcará el desenlace de la obra.
Por medio los entresijos de una familia destrozada tanto por la enfermedad, por la muerte y por los recuerdos. Espinosa nos sitúan de lleno en el epicentro de un terremoto familiar causado por el acontecer propio de la vida, que se asemeja, aunque de una forma mucho más trágica, a aquellas inercias que marcan la evolución de cualquier familia.
Si bien Els nostres tigres beuen llet no nos explica nada nuevo, o casi nada, del «universo espinosa». La obra es un compendio de temas, de situaciones e incluso de actores habituales que ya conocemos del autor. De esta forma, la propuesta atraerá a aquellos que compartan el cosmos de ideas y principios espinosianos y no gustará a aquellos que no apreciaron los intentos previos del autor. La obra posee además un planteamiento algo abstracto y complejo que puede dificualtar su recepción por parte del espectador.
Espinosa ha optado en Els nostres tigres beuen llet por una actuación minimalista, esto es, a excepción de Benito, el resto de los actores, ya sea en su representación juvenil o adulta, no poseen grandes discursos (en extensión digo) ya que la obra se construye con la suma de los breves textos de cada uno de sus 13 protagonistas. De esta forma pesa más, la mayoría de las veces, la situación escénica que los diálogos entre los mismos protagonistas. Permítanme, sin embargo, que destaque la actuación de Andreu Benito, una de aquellas presencias que llenan el escenario y que derrochan un potencial interpretativo aposentado con el paso de los años. Algo que Espinosa sabe muy bien, y que aprovecha al hacer girar la trama alrededor de la figura y actuación del personaje encarnado por Benito.
A la suya, se suman las interpretaciones de seis jóvenes promesas (Jaume Madaula, Carlos Cuevas, Mikel Iglesias, Daniel Sicart, Albert Baró y Clara de Ramon) y de cuatro actores y una actriz con holgada experiencia (Francesc Garrido, Joan Carreras, Andrés Herrera, Andreu Rifé y Àngela Jové), a la que se suma la actuación del propio Espinosa.
La obra realiza, además, un continuo homenaje al cine, ya sea por el oficio del padre, director de cine al que su enfermedad le obliga a rodar una película para poder explicar a sus hijos lo que sucedió en el pasado; los nombres de los cinco hijos o el propio rodaje fantasmagórico de la ficticia película… Todo ello nos sumerge en la magia del cine (en el teatro), y nos permite entender la influencia que el arte cinematográfico tiene en la vida de muchos de nosotros.
Els nostres tigres beuen llet es un paso más en la actividad creativa de Espinosa que, por desgracia, no nos muestra mucho más de lo que ya sabíamos. Sin embargo posee parte de esa magia que el autor sabe dar a todo aquello que toca, ya sea en la escritura de libros o en, y permítanme que lo cite con fervor emotivo, en la guionización de la película Herois (Pau Freixas, 2010), una de aquellas joyas que iluminan la cartelera cinematográfica muy de tanto en tanto.
Así, pues, ya lo saben… después de leer esta reseña han de proceder ustedes mismos y decidir si van a ver Els nostres tigres beuen llet o no… Yo les recomiendo que no se lo piensen tanto… si son fans de Espinosa la obra les saludará amablemente, sin ninguna pretensión… si no lo son descubrirán o reencontrarán un universo que al menos por su carácter vital y positivista vale la pena. Y si les gusta el teatro contemplarán una propuesta interesante en formatos y conceptos.
«Els nostres tigres beuen llet» se representa en el TNC del 20 de diciembre de 2012 al 3 de febrero de 2013.
Dirección: Albert Espinosa
Reparto: Andreu Benito, Francesc Garrido, Joan Carreras , Andrés Herrera, Albert Espinosa, Andreu Rifé, Jaume Madaula, Carlos Cuevas, Mikel Iglesias, Daniel Sicart, Albert Baró, Àngela Jové, Clara de Ramon y Òscar Blanco
Escenografía: Max Glaenzel
Vestuario: Berta Riera
Iluminación: Kiko Planas
Sonido: Pepe Bel
Producción: Teatre Nacional de Catalunya
Horarios: miércoles a viernes a las 20:00 horas; sábado a las 17:00 y a las 21:30 horas y domingo a las 18:00 horas.
Sábado 5 de enero de 2013, función única a las 21:30 horas.
A partir del 9 de enero, también miércoles y jueves a las 17:00 horas. Precio: de 19,05 a 38,09 € Coloquio: viernes 11 de enero de 2013 Audiodescripción: sábado 26 de enero de 2013 Espectáculo recomendado a partir de 12 años