En los tiempos que corren, en los que la realidad se ennegrece debido a la deriva caótica por la que transita el Estado provocada por las continuas presiones del mercado, siempre es bueno disponer de elementos de reflexión social y política que permitan, a aquellos interesados, recapacitar sobre hacia dónde nos dirigimos. De ahí que la programación en el Almeria Teatre de la adaptación escénica de 1984 de George Orwell, una de las grandes novelas de ciencia ficción distópica y posiblemente la más conocida por el amplio público, sea una ocasión de disfrute y un acierto en sí mismo.
La compañía Gataro ha producido un espectáculo, basado en la adaptación de la novela realizada por Michael Gene Sullivan, de pequeño formato pero de brillante resultado en el que está presente toda la dureza y la inhumanidad que el texto original mostraba. La puesta en escena de Gataro opta por ir al grano de forma inmediata y nos relata la trama de la novela desde la óptica final de la misma, esto es, desde el interrogatorio al que es sometido Winston Smith (Andreu Rifé), el protagonista principal de la historia, al ser descubierto conspirando contra el régimen totalitario establecido por el Gran Hermano. A partir, pues, del interrogatorio iremos conociendo cuál es la realidad opresiva contra la que Smith y Julia (Savina Figueras), su compañera de lucha, han intentado rebelarse y cuáles son los acontecimientos que han llevado a ambos a tan desesperada situación.
Por el camino hacen aparición los componentes principales de la trama de la novela de Orwell, como el control omnímodo del Gran Hermano sobre la vida de los ciudadanos; la guerra continua como elemento coercitivo sobre la población atemorizada; la extinta lucha de clases establecida por el sistema; el control de la información o la función del lenguaje como elemento de sometimiento mental de los ciudadanos.
La composición de la obra es sencilla pero funcional y expeditiva. Lo primero que vemos al sentarnos en la butaca es un muro de hierro que nos oculta el escenario, como avisándonos de la dureza metálica de lo que veremos cuando el telón se alce. Una vez elevado este presenciamos el interrogatorio que sufre el protagonista que, encadenado y situado en una especie de depósito, será obligado a relatarnos con precisión todos sus crímenes. Su imagen, sucia aunque de tonalidades claras, contrasta con los grises y oscuros uniformes de sus interrogadores, una antítesis que se mantendrá a lo largo de la representación y que contrapone las ansias de libertad del arrestado y el brutal funcionamiento del Estado.
De esta forma nos es relatada la trama de la novela a partir de la propia declaración de Smith y de la re-interpretación de sus actos que llevan a cabo los propios interrogadores, una elección narrativa que aunque le da más fuerza visual a la narración despista inicialmente al espectador, al que le puede costar varios minutos situarse en la obra.
La adaptación de Gataro cuenta con caras conocidas en el reparto de la obra. El papel principal, el de Winston Smith, está interpretado por Andreu Rifé que aunque voluntarioso no acaba de transmitir todo el dramatismo que la situación requiere. Los interrogadores están encarnados por Lluís Canet, Tono Saló, Frank Capdet y Savina Figueras, que se encargan con destreza de poner un rostro cruel y desgarrador al sistema y de dar vida al resto de personajes de la novela. El broche, sin embargo, lo pone Carles Canut, cuya interpretación de O’Brien es fría e inhumana, como le corresponde a uno de los engranajes principales del Estado tiránico al que pertenece.
El resultado es una obra despiadada, como la novela, en la que el espectador llega a sufrir tanto por lo que pasa encima del escenario como por el camino que toman sus propias reflexiones. Aquí he de decir que volver a escuchar algunos de los terroríficos axiomas afianzados por la novela de Orwell en el momento socio-político que vivimos, asfixiados por una crisis económica y por la mentira y la corrupción que prolifera en la política, llega incluso a helar la sangre.
Una obra dura, sí, pero necesaria y de una calidad que impresiona tanto en su adaptación, en su traducción como en su composición, de aquellas que tan solo los teatros no tan grandes saben hacer, y en las cuales las ideas y la voluntad se imponen a los recursos a los que se tiene acceso. Una ocasión, además, para meditar sobre hacia dónde vamos y sobre si el Mundo Occidental, ese que a veces parece el velero insignia del bienestar a conseguir por el resto del planeta, ha evolucionado a mejor o tan solo ha perfeccionado las herramientas y las políticas que sus Estados ponen en marcha para controlar y dominar no tan solo el hacer de los ciudadanos sino también sus abruptas y a veces desganadas mentes.
«1984» se representa en el Almeria Teatre del 18 de diciembre de 2013 al 12 de enero de 2014.
Autor: George Orwell
Dirección: Victor Alvaro
Adaptación teatral: Michael Gene Sullivan
Versión catalana de la adaptación: Lluís-Anton Baulenas
Reparto: Andreu Rifé, Lluís Canet, Savina Figueras, Tono Saló, Frank Capdet y Carles Canut
Escenografía: Victor AlGo
Iluminación: Quico Gutiérrez (AAI)
Vestuario y caracterización: Núria Llunell
Sonido: Jordi Bonet
Producción: Gataro
Horarios: de miércoles a sábado a las 20:00 horas y domingos a las 17:00 horas
Precio: 19 €
Idioma: catalán