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Crítica teatro: Decadència, en la Sala Atrium

Vivimos en un mundo donde se impone poco a poco la ideología ultraconservadora, que nos propone una existencia a diferentes niveles, esto es, los ricos derrochando su patrimonio y contribuyendo socialmente lo menos posible y los no tan ricos cada vez con mayores problemas para llegar a final de mes. No es de extrañar, pues, que el teatro nos proponga material escénico al respecto para impulsar un debate artístico y social. Es en este contexto en el que se estrena en la Sala Atrium Decandència, de Steven Berkoff, una crítica a las clases altas y su forma de vida dirigida por Glòria Balañà i Altimira e interpretada por Carles Martínez y Míriam Alamany.

“Una pareja de amantes ricos vive en un estado de éxtasis permanente, consumiendo ópera, langostas, caviar, alcohol y sexo sin cesar. Cuando no hay fiestas, se aburren y cazan por distraerse, por pasar los domingos, por descansar del sexo sin dejar el placer y la excitación que les proporciona la caza. No hay nada más en el mundo. No importa más que su paraíso y sus presas. Helen y Steve viven su romance hasta el final y el obstáculo que podría destruirlos, encarnado en los patéticos Sybil y Les, no puede con ellos. Una vez más, el triunfo decadente de la clase acomodada, el triunfo del dinero y del poder.”

Decadència es un retrato crítico de la actual evolución social, política y económica mundial, que se centra en la vida ociosa y libertina de un par de parejas de clase alta. Glòria Balañà i Altimira ha querido mostrarnos su día a día, en el que el placer y los excesos están presentes, junto con un desprecio amplio y profundo de las clases sociales inferiores.

Decadencia_Sala Atrium

Martínez y Alamany dan vida, así, a diversos personajes nauseabundos aunque de forma admirable, con la dificultad añadida, en este caso, de la recitación de un texto en verso, una obra de ingeniería poética elaborada por Neus Bonilla y Carme Camacho, que sirve de contrapunto a la decadente acción que se desarrolla sobre el escenario: personajes que han perdido el sentido de la vida y que solo se mueven por el placer que les puede proporcionar su estatus social y económico.

La escenografía es mínima, reducida a un enorme “cuadro digital” que preside el espacio y un sillón, que hacen fijar la atención del público tan solo en la interpretación de los actores. Una delicia observar tan de cerca la placenteras vicisitudes de los personajes dominados por la buena comida, el alcohol, la ópera y el sexo, todo ello en diverso orden e intensidad. El vestuario y el maquillaje de los actores ayudan, también, a crear ese ambiente de decadencia que la obra intenta transmitir y que la proximidad con el público la hace, incluso, sentir.

Decadència nos permite, así, reflexionar sobre nuestra sociedad próxima, ya, a mediados del siglo XXI, y aunque fabricada con bastantes tópicos sobre el dispendio de la riqueza, nos puede ayudar a entender cómo evolucionamos política, social y económicamente, y cómo las ansias de riqueza y de poder, pueden afectar al planeta en el que vivimos, si no ponemos un poco de sentido común en nuestras vidas, ya sea la de los que lo tienen todo o la de los que se esfuerzan por tener algo, aunque solo sea un poco de dignidad.

“Decadència” se representa en la Sala Atrium del 1 al 27 de julio de 2025.

Autor: Steven Berkoff
Dirección: Glòria Balañà i Altimira
Traducción: Neus Bonilla y Carme Camacho
Intérpretes: Carles Martínez y Míriam Alamany
Espacio escénico: Alfonso Ferri
Iluminación: Sylvia Kuchinow
Sonido: Àlex Polls
Producción: Festival GREC, Vania Produccions y Atrium Produccions

Horarios: de miércoles a sábado a las 20:00 horas y domingos a las 18:30 horas
Precio: 22€ (entrada general)
Idioma: catalán
Duración: 75 minutos
NOTA CULTURALIA: 8
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Jorge Pisa

Crítica teatro: Los dos hidalgos de Verona, en el teatre Grec

Llegamos ya al ecuador de la edición del Festival Grec de este año y comenzamos, un poco tarde, con la reseña de Los dos hidalgos de Verona, una comedia de juventud de Shakespeare adaptada y actualizada por la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

“Los dos hidalgos de Verona es una de las primeras comedias escritas por William Shakespeare que nos ofrece una mirada interesante a los temas del amor, la amistad y la traición.
La historia gira en torno a dos jóvenes nobles de Verona: Valentín y Proteo. Al principio, su amistad parece inquebrantable, pero todo cambia cuando ambos se enamoran de la misma mujer: Silvia, la hija del Duque de Milán. Lo que comienza como una historia de amistad y romance rápidamente se convierte en una red de engaños, mentiras y conflictos emocionales”.

Pues ya lo veis, una de las primeras obras que escribió Shakespeare que, aunque no es tan conocida como otras obras suyas, nos muestra algunos de los ardides y argucias escénicas que el autor inglés desarrolló más adelante. Y como buena comedia, el amor y todo lo que este sentimiento desencadena en la voluntad de los hombres es el tema principal que las compañías CNTC, Cheek by Jowl y LAZONA han intentado actualizar y llevar a un mundo fácilmente reconocible para nosotros.

Estamos, pues, ante una propuesta minimalista en la que sobre el escenario casi no hay nada, excepto un muro que hace las funciones de bambalina o decorado y tras el que se amagan los actores. De esta forma lo que prima en la representación es la interpretación del reparto, integrado en los papeles principales por Manuel Moya (Valentín), Alfredo Noval (Proteo), Irene Serrano (Julia), Goizalde Núñez (Lucetta), Rebeca Matellán (Silvia) y Jorge Basanta (Duque de Milán), que dan lo mejor de sí para hacer frente a traiciones, engaños, disfraces y malevolencias, todo ello bañado con un ligero sentido del humor que recorre los incesantes vericuetos de la obra.

La propuesta del Grec tiene puntos fuertes y débiles también. Entre los primeros destaca la versión del texto de Shakespeare, obra de Declan Donnellan y Nick Ormerod, que mantiene la tensión cómico-trágica que la obra requiere para un público del siglo XXI; también la interpretación de los miembros de la compañía, que está a la altura de la obra del dramaturgo inglés. Por desgracia el ritmo perezoso de la obra ralentiza el avance de la representación, de casi dos horas de duración, hecho este que ni la rotura de la cuarta pared en diversos momentos de la obra consigue atenuar, aunque sí que la provee de sus momentos más humorísticos de la mano del personaje de Lucetta (Goizalde Núñez).

Los clásicos siempre están presentes y nos sirven como espejo fosilizado de nuestra sociedad y de nuestro comportamiento individual, para constatar cómo cualquier acción o voluntad puede trocar en su contraria, con la misma facilidad que la intensidad y el tono de la luz cambia a lo largo del día. Los dos hidalgos de Verona nos lo deja claro, y de ahí que sea una lección teatral que vale la pena recuperar.

«Los dos hidalgos de Verona» se representa en el Teatre Grec el 18 y el 19 de julio de 2025

Autoría: William Shakespeare
Dirección: Declan Donnellan
Adaptación: Declan Donnellan, Nick Ormerod
Interpretación: Jorge Basanta, Prince Ezeanyim, Alberto Gómez Taboada, Rebeca Matellán; Manuel Moya, Alfredo Noval, Goizalde Núñez, Antonio Prieto, Irene Serrano
Diseño de escenografía y vestuario: Nick Ormerod
Diseño de iluminación: Ganecha Gil
Diseño de sonido: Sandra Vicente y Kevin Dornan
Composición musical: Marc Álvarez
Movimiento y coreografía: Amaya Galeote
Producción: Compañía Nacional de Teatro Clásico, Cheek by Jowl y LAZONA

Duración: 110 minutos
Idioma: castellano
NOTA CULTURALIA: 7,5
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Jorge Pisa

Crítica teatro: Malamort, en la Sala Beckett

El thriller es un género poco habitual sobre los escenarios, dedicados muy especialmente a la comedia y la tragedia y a las múltiples mezcolanzas entre ellas. Por ello, Malamort de Daniela Feixas en la Sala Beckett nos ofrece una propuesta diferente a las habituales, en la que la intriga, las creencias y la pérdida están muy presentes.

«Judit, una agente rural destinada recientemente a un pueblo de alta montaña, recibe la extraña llamada de un vecino, Ton. El hombre ha perdido el gato de su hija, Laura. El animal fue un regalo del hermanastro de la chica, Alex, por su último cumpleaños y el hombre, extrañamente afectado por el hecho, pide al agente que le ayude a encontrarlo. Ella se implicará en la búsqueda del animal perdido. Poco a poco irá descubriendo la carga de superstición y los hechos inconfesables que se esconden bajo la aparente cotidianidad de los habitantes de un pueblo al que resulta mucho más sencillo entrar que conseguir escapar».

Malamort sigue sobre el escenario la estela de los relatos criminales que están ahora tan de moda y en los que se analiza minuciosamente el desarrollo de crímenes populares o sin resolución. Daniela Feixas da de esta forma a su propuesta un enfoque actual para explicarnos la vida y los misterios en un pueblo de montaña, en el que ha desaparecido un gato propiedad de la hija de uno de los vecinos. La investigación, llevada a cabo por la agente rural recientemente asignada a la localidad, mostrará la crudeza de la vida y de las relaciones familiares fuera de la gran ciudad.

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Malamort nos sumerge en una atmósfera oscura y a veces irrespirable en la que no todo es lo que aparenta. Una pequeña localidad aislada en donde las creencias oscuras y la tradición tienen un peso muerto y, al mismo tiempo, un lugar al que acudir para buscar sosiego tras los golpes recibidos en la vida. Ambas situaciones se dan en la obra, todo ello entretejido con el miedo a lo desconocido y la muerte.

Feixas ha creado un texto oscuro que avanza a golpes y en el que al espectador le costará progresar en la intriga, hecho este que potencia el suspense de la representación. El relato se estructura a partir de la relación entre los cuatro únicos personajes de la obra, dos adultos, Marta Marco, la afectada agente rural que investigará las extrañas desapariciones acaecidas en la montaña y Josep Julien, que encarna al padre preocupado, en demasía, por la seguridad de la familia. Entre los actores más noveles, Abril Julien, que interpreta al personaje más rebelde de la obra y Marc Soler Rull, que da vida a su atribulado hermanastro.

Malamort es una obra más que para pensar, para sentir las emociones que guían las vidas de los protagonistas, e intentar comprender las motivaciones de cada uno de ellos, todo envuelto en una atmósfera de creencias oscuras y comportamientos opresivos que marcarán el trágico desarrollo de la trama. Un ejercicio de comprensión escénica que estará en la Sala Beckett hasta el próximo domingo 28 de julio.

«Malamort» se representa en la sala beckett del 26 de junio al 28 de julio de 2024.

Autora: Daniela Feixas
Reparto: Abril Julien, Josep Julien, Marta Marco, Marc Soler Rull
Escenografía: Anna Tantull
Iluminación: Sylvia Kuchinow
Vestuario: Bàrbara Glaenzel
Sonido: Judit Farrés
Coreografía y movimiento: Nuria Legarda
Producción: Sala Beckett y el Grec 2024 Festival de Barcelona

Horario: de martes a sábado a las 20:00 horas y domingoa las 18:30 horas
Precio: de 11 € a 22 €
Duración: 1 hora y 20 minutos
Idioma: español
NOTA CULTURALIA: 7
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Jorge Pisa































































































Crítica teatro: El Misantrop, en el Teatre Grec

El Festival Grec irrumpe de pleno en la cadenciosa actividad estival de Barcelona, con un aire cultural y artístico que se mantendrá hasta finales del mes de julio. Una actividad que comenzamos a reseñar aquí con Macho grita y que continuamos con El Misantrop, de la compañía La Brutal.

«En 1666 Molière, abandonado por su mujer y enfermo, escribe la que seguramente será, junto con el Tartufo, su obra maestra, El misántropo, una crítica a la hipocresía y a los intereses individualistas de la sociedad de la época. Alceste, está enamorado de Célimène, una mujer expansiva y vital que se mueve como pez en el agua en los ambientes cortesanos. Sus grandes aptitudes sociales chocarán con la forma traumática que tiene Alceste de relacionarse con la hipocresía y la falta de valores de la sociedad. Por eso, reprochará a Célimène sus flirteos con otros hombres, y a sus amigos, su falta de sinceridad. Constantemente sentirá hacia el género humano una profunda desconfianza y un gran desprecio».

Pues ya lo veis, volvemos a los clásicos, siempre los clásicos, que nos hablan de la sociedad y las formas de vida actuales para hacer una crítica, a veces feroz, del comportamiento humano. Porque no nos engañemos, las formas cambian, las formas de vestir y la tecnología también, pero la base del comportamiento humano es siempre la misma.

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David Selvas y Sergi Pompermayer reubican la trama de El misántropo en una discografía que está a punto de hacer aguas debido al carácter de Alceste, uno de los propietarios. Su trato con los demás, basado en la franqueza y en la falta de tacto social, están llevado a la discográfica El Misantrop a la quiebra. A partir de aquí, y de la voluntad de Alceste de mantener sus convicciones morales hasta sus últimas consecuencias, se originará el drama vital que es la clave de la obra de Molière.

La Brutal nos presenta una propuesta que pretende analizar la sociedad digital del siglo XXI a partir de un texto que nos muestran los usos sociales del XVIII. Y lo consigue con nota. El texto que mantiene una bella rima a lo largo de su desarrollo de la mano de Pablo Macho, se ha actualizado para soportar la realidad actual y para analizar cómo vivimos, o mejor dicho, como viven las nuevas generaciones en un contexto digital y postmoderno.

Y de esto que se traten temas como la hipocresía, la fidelidad, la gestión de los valores individuales en una sociedad líquida, la carga que representan las redes sociales o la adicción a las pantallas tan habitual hoy en día, cuando nuestras simples vidas suelen parecer grises si las comparamos con todo lo que pasa en las vísceras digitales.

La Brutal ha optado por un elenco no demasiado abultado en el que destacan claramente dos figuras. Pol López clava su papel de misántropo vencido por los hábitos de la modernidad. Seguramente una de las mejores interpretaciones de la edición del Grec de este año. A su lado Mireia Aixalà da vida a su pareja Célimène de una forma natural y creíble, demostrando de nuevo sus tablas sobre el escenario.

Por lo que respecta a la puesta en escena, El misantrop divide el escenario en dos secciones, una más escenográfica en la que se sitúa el interior de la discográfica, y una más minimalista y más cercana con el público, en la que se desarrolla la acción más participativa con los espectadores y en la que se rompe en varias ocasiones la cuarta pared escénica. Y como no podía ser de otra forma al ambientar la trama en el sí de una discográfica, la música juega un papel importante a la hora de expresar los estados de ánimo de los protagonistas con temas como Human Nature de Michael Jackson, Sweet Dreams Eurythmics o Rocket Man de Elthon John.

El misantrop es una magnifica propuesta que regresará a Barcelona en diciembre con una temporada regular en el Teatre Lliure y nos hará reír, incluso de nosotros mismos, y reflexionar de cómo vivimos nuestras vidas en un mundo globalizado y digitalizado. Como veis una excelente sugerencia para transitar por las no tan cálidas, de momento, noches veraniegas y disfrutar al mismo tiempo del teatro bien hecho.

«El misantrop» se representa en el Teatre Grec los días 2 y 3 de julio de 2024.

Dirección: David Selvas
Dramaturgia: Sergi Pompermayer, David Selvas
Reparto: Pol Lopez, Mireia Aixalà, Alex Pereira, Norbert Martínez, David Menéndez, Júlia Genís, Laia Alsina, Albert Prat
Versificador: Pablo Macho
Escenografía: Alejandro Andujar
Diseño de luces: Jaume Ventura
Diseño de vestuario: Marta Pell
Espacio sonoro y música: Paula Jornet, Adrià Jornet
Audiovisuales: Mar Orfila
Diseño de sonido: Efrén Bellostes

NOTA CULTURALIA: 9
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Jorge Pisa

Crítica teatro: Paraíso perdido, en el Teatre Grec

Llega el final del Festival Grec y con él una de sus cargas de profundidad con Paraíso perdido, obra que adapta y actualiza el poema épico de John Milton con dramaturgia de Helena Tornero y dirección de Andrés Lima, con un reparto que incluye a Pere Arquillué, Cristina Plazas, Lucía Juárez, Rubén de Eguia, Elena Tarrats y Laura Font.

“El poema épico publicado por John Milton en 1667 cuenta la tragedia de la caída del hombre, pero también narra la caída de Satán. Reivindicado por los románticos como el verdadero héroe, el Satán de Milton simboliza el rebelde que se subleva ante la tiranía del cielo. Porque antes de la caída del hombre está la historia del ángel caído. La historia de una rebelión fracasada y sus consecuencias, que condicionarán el destino del hombre y de la mujer”.

Paraíso perdido nos propone una relectura actualizada del poema de Milton en el que la naturaleza del bien, y por tanto del mal, está muy presente, al igual que la condición de la relación entre hombre y mujer o la ficción rebelde del teatro.

La obra sigue el relato del poema original, mostrándonos la caída de Satanás y sus compañeros rebeldes al infierno por obra de Dios, y las artimañas que a partir de ahí el mal llevará a cabo con el objetivo de acabar con el Paraíso que Dios ha creado para el hombre y la mujer. Un realto que sirve, además, para varias reflexiones que los autores ponen al alcance del público.

La primera y más esencial es el origen del bien y del mal y del poder. Dónde reside la clave para entender la evolución de la humanidad y de sus acciones, tanto particulares como en colectividad. ¿Es la propia creación la fuente de todo bien y por tanto, de todo mal? ¿Es por tanto, todo responsabilidad de Dios?

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La segunda reflexión que aparece en la obra es sobre el teatro y el actor (léase también, la actriz). El artificio que supone la ficción del teatro y su pretendida voluntad de provocar y hacer ver a los demás la realidad del momento con todo lo que ella comporta.

Por último, la relación entre el hombre (Adán) y su costilla (Eva), y las consecuencias que la dominación de la mujer por el hombre han comportado y comportan incluso en la actualidad. Como veis, unas reflexiones de calado que emergen acertadamente del texto de Milton.

La dirección y la puesta en escena están muy logradas. Tornero y Lima han sabido crear un ambiente escénico perfectamente adecuado al mito que nos narran, con momentos de gran belleza, como la presentación de Culpa y Muerte (Elena Tarrats y Laura Font) repleta de cánticos y sincronías que crean un espacio fuertemente onírico; la aparición de Adán y Eva y su evolución física o el alegato feminista de Eva al morder la manzana y conocer la realidad de su situación.

La interpretaciones también están muy pulidas, algo necesario en la adaptación de la obra de la que se trata. El duelo verbal y espiritual entre Dios (Arquillué) y Satanás (Plazas) mantiene la grandiosidad de los versos de Milton y, en algunos momentos, la ferocidad de una reflexión más actual. A ellos les acompañan Lucía Juárez y Rubén de Eguia, que interpretan en un plano secundario a Eva y Adán. Todo ello envuelto en un juego de luces y sonidos y en un conjunto de videopantallas que proveen a la obra de ese toque onírico y abisal que necesita la representación.

No queda otra, pues, que ver Paraíso perdido, por la calidad de la propuesta y por las reflexiones antiguas y modernas a las que no remite, no sin tener en cuenta que los mitos religiosos no hacen otra cosa que hablar sobre nosotros y nosotras mismas y sobre lo bueno y lo malo que hace que seamos humanos, como el buen teatro.

«Paraíso perdido» se representa en el Teatre Grec del 26 al 27 de julio de 2022.

Autoría: Helena Tornero (basado en el poema épico El Paraíso perdido de John Milton)
Dramaturgia: Helena Tornero, Andrés Lima
Dirección: Andrés Lima
Interpretación: Pere Arquillué, Cristina Plazas, Lucía Juárez, Rubén de Eguia, Elena Tarrats, Laura Font
Escenografía y vestuario: Beatriz San Juan
Iluminación: Valentín Álvarez (AAI)
Música original y espacio sonoro: Jaume Manresa
Caracterización: Cécile Kretschmar

Duración: 90 min
Idioma: Castellano
NOTA CULTURALIA: 8,5
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Jorge Pisa

Llega el Festival Grec de Barcelona adaptado a la «nueva realidad»

El Festival Grec de Barcelona se celebrará finalmente del 30 de junio al 15 de agosto y será uno de los pocos grandes festivales europeos que lo haga este verano. Ayudará de esta forma al sector escénico y a crear vida social y cultural en la ciudad.

El Grec, cuya programación se presentará en junio, tendrá una duración de dos semanas más de lo habitual con un total de unos 100 espectáculos, y se concentrará en los espacios teatrales de Montjuïc –Teatre Grec, Teatre Lliure, Mercat de les Flors– que abrirán a un tercio de su aforo o lo que la normativa sanitaria dictamine en ese momento.

El festival, que contará con 3,3 millones de euros de presupuesto para ayudar al tejido local, exhibirá fundamentalmente producción local y alguna perla internacional. El Lliure o el Mercat exhibirán obras pensadas para salas más pequeñas. Y será un Grec popular ya que las entradas costarán 15 € y 5€ en los espectáculos familiares.

Además del espacio central en Montjuïc, museos como MNAC, CCCB, Macba, Born y Marítim se suman para espectáculos de pequeño tamaño, y las televisiones y radios están ya dispuestas a retransmitir espectáculos para hacerlos llegar a más gente.

Crítica teatral: Les feres de Shakespeare, en el Teatre Condal

Llega, de nuevo, el Festival Grec, y con él una avalancha de estrenos y de actividad cultural. En Culturalia iniciamos la sección «festival Grec 2019» con la crítica de Les feres de Shakespeare, estrenada el pasado 4 de julio en el teatro Condal, una adaptación «libre y en femenino» de La fierecilla domada de William Shakespeare, producida por la compañía Els Pirates Teatre, dirigida por Adrià Aubert e interpretada por Laura Aubert, Lloll Bertran, Mariona Castillo, Ricard Farré, Laura Pau, Lluna Pindado, Arnau Puig i Jordi Vidal.

«Para poder romper con el papel que les ha tocado vivir en la Padua de 1594 y convertirse en lo que deciden ser, a las mujeres sólo les queda una opción: desplegar su furia. Una historia brutal sobre tres mujeres, Caterina, Bianca y Lucenza, que a través de su inteligencia, su valor y su determinación conseguirán transformar su destino. Lucenza se disfraza de hombre y llega a Padua para poder estudiar en la universidad. Bianca inicia un nuevo camino para descubrir su identidad. Catalina se rebela contra una boda forzada y emprende una lucha para liberarse de su verdugo».

Una propuesta que representa el primer espectáculo de gran formato producido por la compañía Els Pirates Teatre, a los que conocemos ya por otras comedias como “Somni d’una nit d’estiu” y “Nit de Reis (o el que vulgueu)“, basadas también en el repertorio de Shakespeare.

De nuevo una comedia del gran dramaturgo inglés que desde la lejanía del tiempo nos habla de la actualidad, no por otra es un clásico. Adrià Aubert y Ariadna Pastor han adaptado la comedia y la han liberalizado para hablarnos del papel de la mujer y de la individualidad en la sociedad actual. El concepto es más que válido por la vigencia del texto original y por la adaptación llevada a cabo, en la que las tramas y los personajes han sufrido profusas modificaciones.

El espectáculo nos habla de la voluntad de tres mujeres, Caterina, Bianca y Lucenza de luchar contra las limitaciones sociales de su época, el Renacimiento del siglo XVI, y vivir sus vidas centradas en ellas mismas y sus expectativas, algo cada vez más evidente y apuntalado en nuestro mundo actual y que confirma el acierto de la propuesta.

Les feres de Shakespeare_teatre condal

Bodas impuestas a las hermanas mayores con el objetivo de casar a las hermanas menores; pretendientes enamorados y aliados para obtener el amor de su bella dama; aristócratas arruinados que buscan solucionar sus problemas económicos consiguiendo una buena boda (con su buena dote respectiva); jóvenes escapadas del convento que quieren estudiar en la Universidad de Padua, intercambios de roles sexuales y travestismo, todo ello acompañado de diversas coreografías musicales para dar más vistosidad a la representación y de toda una serie de confusiones y engaños al estilo de la comedia clásica.

Y algo que no se puede olvidar, un texto, el de Shakespeare, colmado de bellísimas composiciones que danzan en los oídos del público asistente.

Aún así, el resultado no es todo lo extraordinario que debería ser. La escenografía no ayuda demasiado al avance del relato, ya que aunque impacta visualmente no se acaba de integrar plenamente en la representación. Por su parte, los temas musicales tampoco destacan por su brillantez o agilidad, cosa que le roba entusiamo a la propuesta.

Lo que sí está a la altura debida son las interpretaciones actorales y musicales del reparto, en las que destacan todos y todas: Laura Aubert como la «fierecillla a domar»; Mariona Castillo, que interpreta a la joven que llega a Padua para estudiar en su universidad y que se trasvestirá para acercarse a su amada; Laura Pau que da vida a la alocada y sincera amiga de Lucenza; Lluna Pindado, que interpreta a la bella Bianca y Lloll Bertrán, que encarna a la madre de las dos jóvenes casaderas. En el ámbito masculino también las interpretaciones están a la altura con los espléndidos Ricard Farré, Arnau Puig y Jordi Vidal que interpretan a los díscolos pretendientes.

Una obra que alegra, sin duda, la escena teatral barcelonesa pero que no acaba de dejar aquel tierno y delicado sabor de boca que uno puede esperar. Una propuesta, por otra parte, muy actual.

«Les feres de Shakespeare» se representa en el Teatre Condal del 4 al 28 de julio de 2019.

ENTRADAS: Ticketea (22% de descuento!!)

Autor: William Shakespeare
Adaptación y traducción: Ariadna Pastor
Dirección: Adrià Aubert
Reparto: Laura Aubert (Neus Pàmies, cover), Lloll Bertran (Maria Cirici, cover), Mariona Castillo, Ricard Farré, Laura Pau, Lluna Pindado, Arnau Puig y Jordi Vidal
Música: Ariadna Cabiró
Músicos: Ariadna Cabiró, Gemma Pujol, Marcel·lí Bayer / Jordi Santanach
Escenografía: Enric Romaní
Vestuario: Maria Albadalejo
Coreografía: Anna Romaní
Iluminación: Lluís Serra
Sonido: Jordi Ballbé
Producción: Els Pirates Teatre y Grec 2019 Festival de Barcelona

Horarios: de martes a viernes a las 20:00 horas; sábados a las 17:30 y  a las 20:30 horas y domingos a las 18:30 horas
Precio: A partir de 22€
Idioma: catalán
Duración: 2 horas
NOTA CULTURALIA: 8
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Jorge Pisa

ENTRADAS Les feres de Shakespeare en el Teatro Condal

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Crítica teatral: Filoctetes, en el Teatre Grec

El Festival Grec llegó y el Festival Grec, como cada año, se fue… En esta edición Culturalia ha asistido a la representación de tres obras. De dos de ellas ya hemos publicado la crítica, y de la última, un poco tarde, la publicamos ahora: Filoctetes, de Sófocles, adaptada por Jordi Casanovas, dirigida por Antonio Simón e interpretada por Pedro Casablanc, Félix Gómez, Pepe Viyuela y Samuel Viyuela.

«Explica la mitología que Filoctetes, uno de los héroes griegos que participaban en la expedición que debía destruir Troya, fue mordido por una serpiente. Y su herida infectada hedía hasta tal punto y sus gritos de dolor incomodaban tanto a sus compañeros de expedición que le dejaron abandonado en la isla desierta de Lemnos. Años después de esta traición, sus compañeros de viaje, entre ellos Ulises, incapaces de vencer la resistencia troyana, deciden ir a buscar a Filoctetes y hacerse con su arco, un arma mágica y definitiva que le había dado Heracles, hijo de Zeus. Intuyendo la resistencia de Filoctetes a los deseos de los compañeros que le traicionaron, Ulises se hace acompañar de Neoptólemo, hijo de Aquiles, que había sido el mejor amigo del guerrero abandonado. El joven aspira a formar parte de la élite por lo cual tendrá que arrebatar su arma a Filoctetes. Pero en esta operación tendrá que enfrentarse a sus propios escrúpulos».

Filoctetes nos habla de principios y de poder y de cómo los primeros se ven presionados y atormentados por el segundo. La última tragedia escrita por Sófocles nos permite reflexionar sobre cómo los principios de los ciudadanos de una polis o (de un país) pueden caer en saco roto ante los intereses de los poderosos. Los primeros están encarnados en la conducta de Neoptólemo (Félix Gómez), hijo de Aquiles y los segundos por el astuto y sin escrúpulos Ulises (Pepe Viyuela) que en sus ansias de vencer en la guerra recurrirá a una de sus argucias para hacerse con el arma que posee Filoctetes, implicando en ella al joven y bienintencionado Neoptólemo.

Filoctetes_teatre grecHe aquí la clave con la que Antonio Simón y Jordi Casanovas actualizan la trama de Filoctetes, interpelando al público sobre cuáles son los límites del poder y hasta qué grado los poderosos imponen su voluntad sobre los ciudadanos. Por tanto la figura clave la hallamos en Neoptólemo, cuya misión le hará dudar sobre lo correcto de su afán de hacerse con el arco de Hércules que está en posesión de Filoctetes y de si los fines justifican los medios.

La propuesta no acaba de acertar en todos los aspectos. Si por una parte las interpretaciones están a un buen nivel, en las que destacan por su centralidad las de Pedro Casablanc (Filoctetes) y Félix Gómez (Neoptólemo), la adaptación de Casanovas no acaba de ser del todo comprensible para un espectador actual. Por su parte la escenografía tampoco ayuda en demasía a esta comprensibilidad, pues se basa en un espacio de naufragio, que hace referencia al abandono de Filoctetes por parte del ejército griego (y posiblemente también a la tragedia de la migración actual en el mediterráneo)  y una iluminación algo escasa.

Es más interesante, por otra parte, la conceptualización del coro, que la obra mantiene pero que transforma conscientemente en femenino, y con el que Casanovas y Simón incorporan la crítica de género a la trama, haciendo constante referencia al comportamiento masculino y sus consecuencias para el ciudadano y la comunidad.

Filoctetes es, pues, otro intento de reflejarnos en los clásicos para observar a través de ellos la actualidad que nos rodea, si bien falla en su concepción como obra y en su relato. Una oportunidad, sin embargo, para ver a Pepe Viyuela en una faceta menos televisiva y para rememorar una tragedia de Sófocles menos conocida.

«Filoctetes» se representó en el Teatre Grec el 31 de julio de 2018.

Versión: Jordi Casanovas
Dramaturgia: Jordi Casanovas y Antonio Simón
Dirección: Antonio Simón
Reparto: Pedro Casablanc, Pepe Viyuela, Félix Gómez, Samuel Viyuela y la colaboración especial de Miguel Rellán
Coro: Arantxa Aranguren, Sandra Arpa, Marina Esteve, María Herrero, Sara Illán, Nahia Láiz y Mónica Portillo
Escenografía: Paco Azorín
Vestuario: Sandra Espinosa
Coreografía: Moreno Bernardi
Música: Lucas Ariel Vallejos
Iluminación: Pau Fullana
Caracterización: Lolita Gómez
Técnico de sonido: Fernando Díaz
Producción: Bitò y el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida

Idioma: castellano
Duración: 90 minutos

NOTA CULTURALIA: 7

Crítica teatral: Assaig sobre la lucidesa, en el Teatre Lliure

assaig.sobre.la.lucidesa_Teatre lliureEl Festival Grec va tocando ya a su fin este año, y en Culturalia nos disponemos a reseñar algunos de los últimos espectáculos programados. En esta ocasión analizamos Assaig sobre la lucidesa, obra de teatro basada en la novela de José Saramago, adaptada por Jumon Erra y que nos permite reflexionar sobre la relación del ser humano y la política y los derechos y obligaciones de la ciudadanía.

«En una ciudad se convocan elecciones y la mayor parte de la población decide votar en blanco. Este hecho, que se suma a un extraño episodio de ceguera que ya vivió la ciudad años atrás, sitúa a los políticos a la ofensiva con el objetivo de averiguar qué está pasando y quien es el culpable. Para ello no dejarán de recurrir a los métodos más arbitrarios, poniendo en riesgo los derechos e incluso la vida de los ciudadanos».

Assaig sobre la lucidesa posee dos valores principales. El primero no es otro que adaptar una obra de Saramago, algo ya de por sí meritorio, y que sigue la estela de la adaptación cinematográfica de Ensayo sobre la ceguera (A ciegas, Fernando Meirelles, 2008). El segundo es la reflexión que propone la obra, ya que indaga sobre la relación entre gobernados y gobernantes y sobre el desgaste de las democracias en el mundo actual.

Jumon Erra opta por un espectáculo de pequeño formato en el que concentrar toda la reflexión de Saramago. Cuenta con la base de un buen relato y con la complicidad de los cinco actores y actrices que integran el elenco: Elena Fortuny, Xavier Frau, Òscar Intente, Maria Ribera y Jacob Torres, que dan vida a los diferentes personajes de la historia. Una dirección de actores que si bien muestra una cierta premura en los inicios de la representación, se va consolidando a medida que pasan los minutos.

El resto es dejado a la imaginación del público, ya que aparte de mínimos elementos de atrezo y la utilización de rotuladores con el que se marca la acción sobre el escenario, el espacio escénico se mantiene vacío a lo largo de la representación.

Y el relato de la obra, que podemos hacer nuestro muy fácilmente, nos propone reflexionar sobre cómo la política y los políticos gestionan a los gobernados. Que la mayoría de la población de una ciudad se atreva a votar en blanco sin respeto a las leyes democráticas de convivencia, pondrá a los políticos de la ciudad y del país en una situación complicada, que les forzará a tomar medidas cada vez más drásticas para descubrir quién está al frente de la «revuelta» ciudadana.

Es aquí donde hallamos la pluma más afilada de Saramago, al proponer un inicio de crisis en el sistema y detallarnos cómo el propio sistema pretende solucionarlo, sin tener en cuenta las libertades y los derechos de los ciudadanos y las ciudadanas. Algo hacia lo que podría dirigirse la política mundial en un mundo de cambio y de pérdida de autoridad de los poderes establecidos.

La compañía La danesa da en el clavo con esta propuesta, que si bien casi entra más en el ámbito de la ciencia-ficción, como ya le paso en parte a Ensayo sobre la ceguera (en la que Saramago nos mostraba la violencia ejercida por la propia población en un momento de crisis) nos permite especular sobre cómo respondería la política y los políticos ante una revolución ciudadana.

«Assaig sobre la lucidesa» se representó en el Teatre Lliure el viernes 27 y el sábado 28 de julio de 2018.

Autoría: José Saramago
Versión / Adaptación: Jumon Erra
Interpretación: Elena Fortuny, Xavier Frau, Òscar Intente, Maria Ribera y Jacob Torres
Dirección escénica: Roger Julià
Dramaturgia: Jumon Erra, Roger Julià
Escenografía y vestuario: Clàudia Vilà
Espacio sonoro: Enric Monfort
Diseño de la iluminación: Sylvia Kuchinow
Producción ejecutiva: Cia. La Danesa, Elena Fortuny

Idioma: catalán
Duración: 80 minutos

NOTA CULTURALIA: 8
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Calígula, en el Teatre Grec

Este año BlogCulturalia ha estado algo ausente del Festival Grec, debido en parte a la programación y en parte a la fuerte carga de trabajo pendiente. Prueba de ello es que la crítica de Calígula, programada en el Teatre Grec los días 20 a 23 de julio, la publicamos el 23 de agosto (vaya, que tarde!!).

En esta ocasión, criticamos una obra con un claro adn culturalia, esto es, una pieza teatral ambientada en la Roma imperial, escrita por Albert Camús, dirigida por Mario Gas e interpretada, entre otros, por Pablo Derqui, Borja Espinosa, Pep Ferrer y Mónica López, y que reflexiona sobre el poder y  la tiranía.

Suetonio dejó para la posteridad un retrato del tercer emperador romano, Cayo Julio César Augusto Germánico, más conocido como, Calígula. El escritor Albert Camus, uno de los autores imprescindibles de la Francia del siglo XX y premio Nobel de Literatura en 1957, partió de este retrato para crear una pieza teatral que es, de hecho, un conjunto de obras integradas en una sola. Su protagonista se enfrenta al absurdo de la existencia (uno de los temas clave en la obra de Camus) tras la muerte de su hermana y amante, Drusila, y en un intento de demostrar la mortalidad e infelicidad humanas, somete a sus súbditos a todo tipo de horrores y persecuciones.

La versión de Calígula de Mario Gas tiene elementos a favor y elementos en contra. Entre los primeros está el envejecimiento del texto, una reflexión sobre la naturaleza humana y el poder que profundiza en estos temas posiblemente en demasía para los gustos del público actual. Camús analiza la figura del emperador Calígula, de la que extrae un caso sobre el que dilucidar el límite del poder y la naturaleza de la tiranía, en un contexto, el del Imperio romano, ejemplo por antonomasia del poder absoluto. Una reflexión plasmada sobre el escenario con un ritmo pesado, que a veces parece que más que avanzar se extiende en espiral, volviendo una y otra vez a las mismas reflexiones. Mario Gas no ha sabido, por tanto, insuflarle a la representación la vitalidad necesaria, lo que hace que la obra padezca por ello.

Calígula_Grec_2017Un elemento que tampoco ayuda demasiado es la escenografía, que representa en plano inclinado lo que podría ser la porción de la fachada de un coliseo o teatro romano. Si bien la apuesta sorprende inicialmente, provee a la representación de un grado de frialdad que contagia al espectáculo.

Por el contrario, en el ámbito de las interpretaciones la cosa mejora. Y en este apartado destaca la figura de Pablo Derqui, cuya fisonomía y capacidad interpretativa se amolda a la perfección a la del emperador romano loco por excelencia. Derqui afina su interpretación para dar vida a un emperador afectado por la muerte de su hermana Drusila, hecho este que afecta a su buen juicio y su capacidad para juzgar la realidad que le rodea, y que lo convierte en el tirano que el cine y las novelas, y la obra de Suetonio, nos han dado a conocer, que actuará con la intención de conocer el límite del poder y de la propia existencia humana.

A su lado el resto del reparto interpreta a los cortesanos cercanos a Calígula, entre ellos Pep Ferrer, Borja Espinosa y Mónica López, que dan vida a los principales personajes secundarios, destacando entre ellos la actuación de esta última como Cesonia, la última mujer de Calígula.

Y por fin, el elemento que más polémica y comentarios negativos ha generado en esta nueva versión del Calígula de Camús, y que no es otro que la inclusión de la música de David Bowie y de personajes cinematográficos como The Joker y La Máscara en la escena de la performance llevada a cabo por el propio Calígula y sus más allegados. Pues bien, esta es posiblemente la escena de la obra que más energía provee a la representación, acertada tanto en referencia a las fuentes antiguas, que ya nos hablan de las “actuaciones afeminadas” del emperador, como por la actualidad musical del momento, con la reciente muerte de David Bowie. Un claro acierto, sí señor, a pesar de las valoraciones negativas que ha recibido la apuesta.

Calígula es una obra que reflexiona sobre el poder y sus límites, pero que lo hace fuera de perspectiva, una apuesta atrevida en algunos momentos, pero que se hace demasiado lenta y sesuda para el público del siglo XXI, o al menos para una parte de él y que podremos volver a contemplar, aquellos que no han tenido la oportunidad durante este Festival Grec, a partir de l0 de noviembre en el teatre Romea.

«Calígula» se representó en el Teatre Grec en el marco del Festival Grec de Barcelona del 20 al 23 de julio de 2017.

Autor: Albert Camus
Traducción: Borja Sitjà
Dramaturgia y dirección: Mario Gas
Interpretación: Pablo Derqui, Borja Espinosa, Pep Ferrer, Mónica López, Pep Molina, Anabel Moreno, Ricardo Moya, Bernat Quintana y Xavier Ripoll
Escenografía: Paco Azorín
Iluminación: Quico Gutiérrez
Espacio sonoro y composiciones musicales: Orestes Gas

NOTA CULTURALIA: 7
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Jorge Pisa