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Crítica teatral: Avui no sopem, en el Teatre Condal

Comienza la temporada teatral y con ella las primeras críticas en nuestro blog. El pasado jueves se estrenó en el Teatre Condal Avui no sopem, una comedia de sofá y puertas abiertas escrita por Jordi Sánchez y Pep Antón Gómez, dirigida por este último e interpretada por Jordi Banacolocha, Maife Gil, David Bagés, Susanna Garachana y Mercè Martínez y que nos muestra, de forma agridulce, las tensiones existentes en el seno de una familia barcelonesa.

Maria Teresa (Maife Gil) y Vicenç (Jordi Banacolocha) son un matrimonio de clase media residente en Barcelona. Están jubilados y hace tiempo que se plantean irse de la ciudad e ir a vivir a la masía del pueblo, pero nunca se acaban de decidir. ¿Por qué? Una hija de casi cuarenta años que aún vive con ellos y un hijo con cara de pocos amigos se lo impiden…”.

Avui no sopem comienza con el pequeño accidente que sufre Vicenç, el jerarca de la familia, en la casa del pueblo. Como consecuencia se produce una reunión apresurada en la casa familiar donde coincidirán los abuelos, una hija funcionaria pero no emancipada (Mercè Martínez); un hijo aprovechado (David Bagés ) y una nuera algo histérica y controladora (Susanna Garachana). Como ven, los ingredientes necesarios para cocinar una comedia disparatada.

Avui no sopem_Teatre Condal_2Pero Avui no sopem no lo es. Tiene sus momentos pero es una comedia familiar que no acaba de explotar. La propuesta de Pep Antón Gómez y Jordi Sánchez posee una trama bien desarrollada que nos revela pronto el talante de cada uno de los personajes. Y nos va mostrando poco a poco los diversos intereses entretejidos en una familia muy normal, tanto que podría ser cualquier familia de clase media barcelonesa. Si bien el ritmo cómico de la representación aún no está tomado y la obra tarda mucho en coger ese tono frenético de comedia “de sofá” que requiere, para acabar explotando en un final algo más parecido a un alegato en favor de la familia tradicional.

Aún así, es de esperar que Avui no sopem vaya cogiendo fuerza con el paso de las sesiones, hecho este que comparten, cada vez más, las comedias del género, ya que la obra tiene una incontestable vis cómica que reside en las capacidades de los actores principales (sobre todo Jordi Banacolocha y Maife Gil) y en la naturaleza de la situación, que además nos puede llegar a parecer muy cercana, algo que sin duda atraerá al público.

Uno de los elementos que destaca de la obra es, asimismo, la escenografía, que potencia la idea de proximidad y voyerismo desarrollada a lo largo de la representación, permitiendo al espectador tener la sensación de estar espiando lo que pasa en el interior de una vivienda situada en cualquier bloque de edificios cercano a su lugar de residencia.

Pep Antón Gómez y Jordi Sánchez han creado una obra de comicidad algo blanca, aunque no del todo, que requiere de un cierto rodaje, pero que satisface, de una forma muy próxima, las ganas de reírse de uno mismo y de los intereses existentes en cualquier familia. Una comedia relajada que nos permite reír de las cosas “de cada día”.

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Avui no sopem” se representa en el Teatre Condal hasta el 30 de octubre de 2016.

Autores: Pep Antón Gómez y Jordi Sánchez
Dirección: Pep Antón Gómez
Intérpretes: Jordi Banacolocha, Maife Gil, David Bagés, Susanna Garachana y Mercè Martínez

Duración: 1 hora y 30 minutos aproximadamente
Idioma: catalán
Horarios y precio:  Web del Teatre Condal

NOTA CULTURALIA: 6
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Jorge Pisa

Crítica teatro: Maria Estuard, en el Teatre Lliure

Hasta el próximo 5 de junio el Teatre Lliure de Gràcia programa Maria Estuard, una de las obras escritas por el dramaturgo e historiador alemán Friedrich Schiller, que repasa los últimos días de la vida de la reina de Escocia Maria Estuardo y el entramado de intrigas e intereses políticos que llevaron a su muerte.

“Con la ayuda de nobles de su séquito, María Estuardo, reina de Escocia y prisionera en el castillo de Talbot por orden de su prima Isabel I de Inglaterra, conspira para salvar su vida y recuperar el poder político. Un enfrentamiento entre dos reinas, dos religiones, dos naciones, pero también, y sobre todo, entre dos mujeres con poder.

Veinticinco años después del montaje de Josep Montanyès en el Teatre Lliure, con las espléndidas Anna Lizaran y Maife Gil a la cabeza, queremos revisitar una pieza capital de la literatura dramática europea. Sílvia Bel y Míriam Alamany serán María e Isabel, respectivamente”.

La propuesta del Lliure, liderada por Sergi Belbel, nos plantea un entorno político-histórico clásico, que no es otro que el de la lucha por el poder, en el caso de la obra de Schiller, el disputado por dos grandes reinas, la escocesa María Estuardo y la inglesa Isabel I.

La obra, que posee una marcada influencia shakesperiana, está planteada en una nueva lectura que contempla tan solo la presencia de siete de los personajes originales. De esta forma Maria Estuard, nos lleva des del principio a la raíz del conflicto político y humano que se vierte sobre el escenario, y que no es otro que el enfrentamiento entre dos reinas, y dos mujeres, por la idea del poder y de la legalidad, en un momento, el siglo XVI, en el que la lucha por la imposición de la autoridad real y la disputa religiosa entre católicos y protestantes se extendía por Inglaterra y por gran parte de Europa.

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Este conflicto entre reinas desatado sobre el escenario nos permite, asímismo, reflexionar sobre el contexto político que vivimos actualmente tanto en Cataluña como a nivel nacional, ya sea la situación que ha llevado a la repetición de las elecciones en el Parlamento español, como sobre la tentativa en Cataluña de crear un nuevo estado independiente, desacreditada desde su mismo inicio por su propia naturaleza claramente partidista.

Maria Estuard es un acierto por muchas razones. La primera de ellas, por la elección de un texto escrito por Schiller, no solo dramaturgo, sino también historiador, lo que permite realizar una lectura más profunda y enriquecedora del conflicto que nos es narrado. La segunda es la de la dirección. Belbel versiona y dirige la obra de forma competente y con un tono acorde con los importantes temas que se debaten sobre el escenario. La tercera, por el excelente trabajo actoral en el que destacan las dos actrices que dan vida a las reinas enfrentadas, la bella Silvia Bel que encarna a una emotiva e infortunada María Estuardo intrigando para salvar su vida, y la esplendida Miriam Alemany, que da el do de pecho para encarnar a Isabel I de Inglaterra, dubitativa pero implacable a la hora de defender sus derechos al trono inglés. A Bel y Alemany les acompañan Alex Casanovas, el único miembro del reparto que no muestra un tono interpretativo adecuado; Carles Martínez, que encarna al despiadado enemigo de Estuardo; Jordi Banacolocha; Fina Rius y Marc Rius.

También se ha de destacar la realización de una escenografía minimalista que potencia la efectividad de la obra, y que nos muestra tanto el encierro de María Estuardo, como la vacuidad que recorre las venas de la política de “alto” nivel, tanto la de antes como la de ahora.

Por último, en la obra la rivalidad entre María Estuardo e Isabel no se nos muestra solo como una lucha entre dos reinas, sino también como el enfrentamiento entre dos mujeres y el empeño de cada una de ellas por sobrevivir en un mundo dominado por hombres. Algo que también pone en contacto la representación con la estructuración política y social que vivimos en la actualidad, afectada de desigualdad y de episodios de violencia de género cada vez más habituales.

Maria Estuard es una nueva muestra de lo acertado, a veces, de la programación del Teatre Lliure, y de la capacidad de los clásicos de proporcionarnos elementos y cavilaciones válidas para interpretar la realidad que rodea nuestras existencias.

Maria Estuard” se representa en el Teatre Lliure de Gràcia del 5 de mayo al 5 de junio de 2016.

Autor: Friedrich von Schiller
Versión y dirección: Sergi Belbel
Reparto: Míriam Alamany, Jordi Banacolocha, Sílvia Bel, Àlex Casanovas, Carles Martínez, Fina Rius y Marc Rius
Escenografía: Max Glaenzel
Vestuario: Mercè Paloma
Caracterización: Toni Santos
Iluminación: Kiko Planas
Sonido: Jordi Bonet
Producción: Teatre Lliure

Horarios: de miércoles a viernes a las 20:30 horas; sábados a las 17:30 y a las 21:00 horas y domingos a las 18:00 horas
Precio: 15 – 29 €Idioma: catalán
Duración: 2 horas sin pausa

NOTA CULTURALIA: 8.5
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Fedra, en el Teatre Romea.

image El teatro es, como ya saben, una suma de emociones: las sufridas por los autores y directores, que se transportan a través del texto y de las interpretaciones de los actores hacia un público que las recibe con el objetivo de cerrar él mismo su significado. Y si hablamos de pasiones, seguramente pocos las han sabido plasmar de forma tan brillante como los autores clásicos, aquellos que en los inicios del teatro supieron captar sus raíces vitales y comunicarlas de forma apasionada, no tan solo a los públicos de entonces, sino también a los futuros.

Y uno de sus frutos más representativos es, seguramente, Fedra, obra adaptada en 1677 por Racine a partir de las tragedias de Eurípides y Séneca, y que nos muestra las fatales consecuencias de la pasión enfermiza y descontrolada de una mujer que afectan trágicamente a todos aquellos que la rodean.

«Fedra, enamorada de su hijastro Hipólito y empujada por su confidente, Enona, confiesa su pasión. Herida por el rechazo de Hipólito, ella no puede esconder sus sentimientos ante su esposo y rey de Atenas, Teseo. Azotada por un profundo sentimiento de culpa, Fedra se adentra en un infierno personal. Su pasión desbordante e irrefrenable la conducirá, a ella y al resto de personajes, a un trágico destino».

Con la Fedra de Racine, dirigida por Belbel y acompañada por un nutrido cuerpo de contrastados actores y actrices, asistimos al atropello de pasiones, deseos y tumultos que tan del gusto era de los antiguos, y que a los espectadores del siglo XX les queda, puede, algo lejos, si no es en lo que se refiere a la creatividad artística, la puesta en escena y el registro de las interpretaciones. En el caso que nos toca, no todo está a la misma altura.

image(6)Hablemos primero de una puesta en escena que alcanza unos altos valores estéticos, con un escenario que comunica con la platea y que nos muestra un territorio desolado, como los sentimientos y los efectos de las pasiones que se desarrollarán sobre él, iluminado por la mortecina luz de una gran esfera solar que se irá eclipsando, como indicando la fatalidad de la acción, y un juego de luces que provee a la obra de un tamiz casi apocalíptico. Sobre este inquietante escenario es donde falla una parte importantísima de la obra, que no es otra que el de las interpretaciones y con ellas la dirección. Aunque el reparto de actores y actrices es magnífico, solo hay que citarlo para darse cuenta de ello (Emma Vilarasau, Mercè Sampietro, Lluís Soler, Xavier Ripoll y Jordi Banacolocha entre otros), algo no funciona. Vilarasau compone una interpretación demasiado impostada y artificial, que le roba magnificencia a su papel, primordial en la obra. Su yerro solo es equilibrado, en parte, por la actuación de otros actores, como Soler, Banacolocha o Ripoll, que sí que saben impregnar sus intervenciones con la soberbia e intensidad que el texto y las pasiones que este mueve se merecen.

Hay que ser conscientes, por otra parte, de que la interpretación de la obra se embellece, a la par que se dificulta, con la plasmación de los originales versos alejandrinos escritos por Racine, adaptados por el propio Belbel, que parecen aún no asumidos en la declamación por los actores, algo comprensible la noche del estreno, y que a veces complica la comprensión de un texto riquísimo y complejo por sí mismo.

De todo ello podemos resumir que, si bien la forma es muy bella, al espectáculo le falta precisión y aroma interpretativos. Esperemos que su propia desenvoltura en el tiempo sea lo necesariamente corregidora para llegar a la simbiosis dramática que requiere el espectador, no por otra Fedra nos habla de las pasiones, en este caso la amorosa y la sexual, del sentimiento de culpa, del amor no correspondido, de los tabús que acompañan a la civilización y de las consecuencias trágicas de nuestros hechos, sean estos los que sean, algo que desde siempre y por siempre acompañarán al ser humano en su singladura existencial.

Así, pues, a la Fedra de Belbel y Vilarasau le queda aún recorrido por hacer. Esperemos que lo alcance y nos muestre la radiación que un trágico elaborado en las manos de Eurípides y Séneca, urdido en la pluma de Racine y adaptado en el Romea en este siglo XXI se merece.

«Fedra» se representa en el Teatre Romea del 20 de enero al 15 de marzo de 2015.

Autor: Jean Racine
Traducción y dirección: Sergi Belbel
Reparto: Emma Vilarasau, Mercè Sampietro, Lluís Soler, Xavier Ripoll, Jordi Banacolocha, Queralt Casasayas y Gemma Martínez
Escenografía: Max Glaenzel
Iluminación: Kiko Planas
Vestuario: Mercè Paloma
Espacio sonoro: Jordi Bonet
Caracterización: Toni Santos
Producción: Teatre Romea

Horarios: de martes a sábado a las 20:30 horas y domingos a las 18:00 horas.
Precio: 18 – 28 €
Duración: 2 horas y 15 minutos
Idioma: catalán
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Jorge Pisa

Crítica teatral: Liceistes i cruzados, en el TNC.

liceistes4El TNC re-estrena Liceistes i cruzados, una obra de teatro sobre teatro (de ópera) escrita por Serafí Pitarra e interpretado por Pep Sais, Anna Moliner, Francesc Ferrer, Camilo García, Jordi Banacolocha y Marc Pujol. La propuesta, que el año pasado se representó en el marco del Epicentre Pitarra y que obtuvo un gran éxito de crítica y público, nos traslada a la Barcelona de mediados del siglo XIX, con la voluntad de ironizar sobre las riñas burguesas que se producían en la ciudad y que tenían como protagonistas a dos de sus teatros más destacados, el Teatre Principal, que había ostentado el monopolio de las representaciones teatrales en la ciudad condal hasta el año 1833 y el Liceu, que comenzaba una singladura que lo llevaría a ser el teatro de ópera barcelonés por excelencia.

Los jóvenes Dolores (Anna Moliner) y Don Ricardo (Francesc Ferrer) están enamorados, aunque el padre de ella, Don Ambròs (Pep Sais), está decidido a casar a su hija con Don Lluís (Jordi Llordella), un miembro acaudalado de las clases altas de la ciudad. Para poder hacer efectivo su amor Dolores y Don Ricardo se verán obligados a poner en marcha una estratagema para desenmascarar a Don Lluís, que se está haciendo pasar por cruzado (partidario del Teatre Principal) aunque es un declarado liceista, con el objetivo de ganarse la estima de Don Ambròs.

Liceistes i cruzados es una comedia, en parte musical, muy ligada a la historia de Barcelona y a la de sus instituciones culturales y teatrales, que coincide además con la reciente reobertura del Teatre Principal, uno de los teatros protagonistas de la obra. Pitarra, con un texto de carácter popular tan propio del autor, nos propone un divertimento que nos obliga a hacer un viaje en el tiempo, en el teatro y en el uso de la lengua.

La naturaleza original del texto de Pitarra ha sido salvaguardada en la adaptación y dirección de Jordi Prat i Coll, que ha respetado su estructuración poética en verso heptasílabo y su plasmación en el catalán popular que se hablaba a mediados del siglo XIX en las calles de Barcelona. De esta forma, el texto de Pitarra nos muestra la rivalidad social y cultural que existía en aquel momento entre las clases altas barcelonesas, caricaturizando a los personajes principales que aparecen sobre el escenario. Pitarra escogió para ello el modelo de la commedia dell’arte italiana que bien se podía adaptar a la realidad burlona que el autor quería darle a su obra, en la que veremos a los representantes de las elites barcelonesas discutir hasta la saciedad sobre las bonanzas musicales y teatrales de las obras representadas en el Principal y el Liceo.

liceistes2Prat i Coll ha decidido mantener un formato decimonónico en lo que respecta al vestuario, la escenografía y el desarrollo de la obra, si bien ha optado, de forma poco acertada, en mantener a los actores sobre el escenario a lo largo de la representación, eliminando para ello los espacios ocultos tras las «bambalinas» y rompiendo la integridad artística del proyecto, lo que lo puede hacer algo extraño y chocante para el público asistente.

Aún así la propuesta mantiene la ironía y el atribulado estilo de la comedia italiana, y para ello no son ajenos los afanes interpretativos del reparto de la obra. Veremos, pues, sobre el escenario a una compañía de actores y actrices que han hecho un meritorio esfuerzo para darle a la representación ese toque popular y «pitarra» que la ocasión requiere, convirtiendo la propuesta en una comedia resolutiva y de «muchos decibelios». Así, tanto Pep Sais, Anna Moliner, Francesc Ferrer, Camilo García y Jordi Banacolocha, entre otros, se transforman en actores de «teatro popular» de hace dos siglos para proveer a la obra de la fuerza y la naturaleza que debió de tener en el momento de su estreno. Todo ello amenizado, en diversas ocasiones, con algunas de las áreas de ópera más conocidas, interpretadas por el reparto de la obra.

Liceistes i cruzados es, asimismo, una pieza arqueológica de teatro que nos permite acercarnos a los usos sociales y lingüísticos de la Barcelona de mediados del siglo XIX, y nos muestra que el catalán del momento no era, ni mucho menos, la lengua tan pura que muchos creían que era, y que el uso de coloquialismos y sobre todo, castellanismos, era algo habitual, al menos por las calles de Barcelona.

Liceistes i cruzados es, como he indicado, un divertimento y una oportunidad para asomarnos, a través del teatro, a la Barcelona de otros tiempos, y observar cuál era el día a día de aquellos miembros de las clases altas de la ciudad que podían permitirse el lujo de discutir hasta el sinsentido sobre la programación de los teiatrus barceloneses, y cuyas cuitas más destacadas residían en discernir si la «bufa» o la «prima dona» eran los términos adecuados para referirse a la soprano o actriz principal en una representación de ópera.

«Liceistes i cruzados» se representa en la Sala Petita del TNC del 9 de octubre al 9 de noviembre de 2014.

Dirección y adaptación: Jordi Prat i Coll
Asesoramiento escenográfico: Ricard Prat i Coll
Asesoramiento vestuario: Míriam Compte
Iluminación: Ignasi Camprodon
Dirección musical y pianista: Andreu Gallén
Reparto: Pep Sais, Anna Moliner, Francesc Ferrer, Jordi Llordella, Marc Pujol, Camilo García, Jordi Banacolocha, Berta Giraut y Oriol Guinart
Producción: Teatre Nacional de Catalunya

Horarios: miércoles, jueves y viernes a las 20:00 horas; sábados a las 17:00 y a las 21:30 horas y domingos a las 18:00 horas.
Precio: 23 €. Posibilidad de descuentos varios
Idioma: catalán
Duración: 1 hora y 20 minutos
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Jorge Pisa