Archivo de la etiqueta: Guerra Civil

Exposición: La guerra infinita. Antoni Campañà, en el MNAC

Hoy os presentamos en Culturalia la exposición La guerra infinita en el MNAC, que descubre las diferentes facetas de la obra del fotógrafo Antoni Campañà (Arbúcies, 1906-Sant Cugat del Vallès, 1989), poniendo el foco en las fotografías que realizó durante la Guerra Civil Española, fotografías que la familia encontró fortuitamente en 2018. Este conjunto de imágenes, de gran calidad artística y relevancia histórica, fueron escondidas por el propio artista en una caja, y en ella permanecieron durante más de setenta años, desde el final de la Guerra Civil hasta su hallazgo.

Esta caja, con centenares de imágenes inéditas, es ahora conocida como “la caja roja” y supone una nueva aportación de gran relevancia para el patrimonio fotográfico del país, especialmente en lo que concierne a la Guerra Civil, al mismo tiempo que resitúa a Campañà como uno de los grandes nombres de la fotografía catalana y española del siglo XX. La muestra descubre un número importante de estas fotografías inéditas, jamás positivadas ni por el propio fotógrafo.

Campañà se puede definir como un fotógrafo de contrastes. Se inició muy pronto en la fotografía y se convirtió en uno de los fotógrafos pictorialistas más premiados en todo el mundo. De hecho, su obra ya formaba parte de la colección del museo como representante del pictorialismo catalán. Se integró bien pronto en las corrientes estéticas de la vanguardia europea y utilizó las técnicas pigmentarias del pictorialismo pero con una mirada que bebe de la Nueva Visión. Las diagonales, los picados y unos encuadres atrevidos pasan a ser su manera de plasmar la realidad. El fotógrafo mantuvo esta mirada durante la Guerra Civil, a pesar de que la crudeza de la realidad que le rodeaba hizo que su fotografía fuese más directa y rápida.

Campañà realiza más de 5.000 fotografías durante los años de la guerra, capturando todo lo que ve en un intento de superar el trauma del conflicto a través del visor de la cámara. Fotografía la complejidad de su tiempo sin autocensura ni concesiones a ninguna causa determinada.

Las milicianas, los refugiados que llegan de Málaga a Barcelona en enero de 1937, las ruinas después de los bombardeos, los comedores populares, el entierro de Durruti o la exhibición de las momias de las monjas de las Salesas en el paseo de Sant Joan estuvieron bajo su objetivo. Campañà recoge escenas de la vida diaria, entre lo cotidiano y la violencia de la guerra y, finalmente, en 1939, la retirada del ejército republicano y los desfiles franquistas. Es entonces cuando el fotógrafo decide encerrar la guerra en una caja para intentar comenzar de nuevo, a pesar del contexto.

La postguerra supondrá para Antoni Campañà una adaptación traumática, y la recuperación y dedicación intensa a temas como los deportes, los paisajes o escenas de la modernidad, cuando ésta empezó a llegar al país.

Vista en su globalidad, la obra de Campañà recorre el siglo XX en su complejidad y con sus contradicciones. La exposición descubre a un artista incansable que intentó llegar a todos los ángulos del mundo de la fotografía.

La Guerra Infinita_Antoni Campañà

Exposición: La Guerra infinita. Antoni Campañà
Espacio: MNAC
Fechas: del 19 de marzo al 18 de julio de 2021
Organiza y produce: Museu Nacional d’Art de Catalunya
Comisarios: Toni Monné, Arnau Gonzàlez i Vilalta, Plàcid Garcia-Planas.
Comisaria del Museu Nacional: Roser Cambray
Diseño: L’estudi de la mirada, S.L.
Intervención artística: Jesús Galdón
Horario y precio: web MNAC

Exposición: Azaña. intelectual y estadista, En la Biblioteca Nacional

La Biblioteca Nacional (BNE) programa la exposición Azaña: intelectual y estadista. A los 80 años de su fallecimiento en el exilio, que realiza un recorrido vital y político sobre una de las figuras más relevantes de la historia contemporánea de España.

La figura y el legado político de Manuel Azaña ha siso y es tan admirado como vilipendiado. Fue uno de los defensores de la causa aliada durante la Gran Guerra. Tuvo un papel destacado en el Ateneo de Madrid, del que fue secretario y presidente. Colaboró en diferentes periódicos, dirigió la revista España y fundó La Pluma. Recibió el Premio Nacional de Literatura en 1926 por un trabajo sobre Juan Valera y fue un notable traductor del inglés y del francés.

La Exposición pretende proporcionar una imagen completa de Manuel Azaña, en su triple dimensión: humana, intelectual y política, subrayando, además de su labor como Ministro, Jefe del Gobierno y Presidente de la República, su condición de intelectual de prestigio, así como las duras condiciones de su exilio, que concluyó con su fallecimiento en la ciudad francesa de Montauban, donde su recuerdo sigue presente ochenta años después.

Siguiendo una secuencia cronológica que permite entender su trayectoria en diferentes periodos: su infancia y juventud en Alcalá, su posterior desarrollo en Madrid, la exposición se adentra en tres etapas cruciales de la historia de España: la Segunda República, la Guerra Civil y el Exilio. En la muestra se exhiben unas doscientas obras procedentes tanto de la BNE como de otras instituciones españolas y extranjeras. Para esta conmemoración se han rescatado fotografías y vídeos, muy poco conocidos, que permiten acercarse no sólo a la figura y a la obra de Azaña, sino también a la memoria de su tiempo.

En su dimensión política, Azaña es uno de los principales promotores de la llegada de la República en abril de 1931. Los grandes debates del periodo cuentan con su destacada, y a veces controvertida, intervención: el Estatuto de Cataluña, la Reforma Agraria, la cuestión religiosa o el voto de la mujer. No en vano, se identificó a la República con Azaña y a Azaña con la República y se le culpó del desenlace de la Guerra Civil, cuando no de su mismo comienzo.

La inauguración de la exposición el pasado 17 de diciembre contó con la presencia del rey Felipe VI.

Exposición: Azaña: intelectual y estadista. A los 80 años de su fallecimiento en el exilio
Organizan: BNE, Secretaria de Estado de Memoria Democrática y AC/E
Comisaria: Ángeles Egido León
Comisario Adjunto: Jesús Cañete Ochoa

INFORMACIÓN PRÁCTICA:

Novedad editorial: Largo pétalo de mar, Isabel Allende, ed. Plaza & Janés

Largo pétalo de mar_Isabel AllendeVale la pena hablar hoy del regreso literario de Isabel Allende, una de las autoras de más éxito de la literatura hispanoamericana actual. En su nueva novela Largo pétalo de mar la autora chilena recorre el trágico camino del exilio español tras la Guerra Civil y su integración en las sociedades americanas que los recibieron.

En plena Guerra Civil española, el joven médico Víctor Dalmau, junto a su amiga pianista Roser Bruguera, se ven obligados a abandonar Barcelona, exiliarse y cruzar los Pirineos rumbo a Francia. A bordo del Winnipeg, un navío fletado por el poeta Pablo Neruda que llevó a más de dos mil españoles rumbo a Valparaíso, embarcarán en busca de la paz y la libertad que no tuvieron en su país. Recibidos como héroes en Chile -ese «largo pétalo de mar y nieve», en palabras del poeta chileno-, se integrarán en la vida social del país durante varias décadas hasta el golpe de Estado que derrocó al doctor Salvador Allende, amigo de Victor por su común afición al ajedrez. Víctor y Roser se encontrarán nuevamente desarraigados, pero como dice la autora: «si uno vive lo suficiente, todos los círculos se cierran».

Un viaje a través de la historia del siglo XX de la mano de unos personajes inolvidables que descubrirán que en una sola vida caben muchas vidas y que, a veces, lo difícil no es huir sino volver.

Título: Largo pétalo de mar
Autora: Isabel Allende
Sello: Plaza & Janés
Colección: Exitos
Fecha publicación: Mayo de 2019
Número de páginas: 384
ISBN: 9788401023392

Precio:
• Ebook epub: 12.99 €
• Tapa dura con sobrecubierta: 22.90 €
• Audiolibro: 21.99 €

Crítica teatral: La Plaza del Diamante, en el Teatre Goya.

La plaza del diamante_Goya_cartelAsí, a primera vista, sorprende que en Barcelona se estrene una obra de teatro en castellano basada en La Plaça del Diamant, clásico de la literatura catalana del siglo XX escrito poer Mercè Rodoreda. Aunque la cosa se comienza a aclarar cuando descubrimos que la única protagonista es Lolita y que el director es Joan Ollé, con experiencia previa en la adaptación teatral de la novela.

«La plaza del Diamante, de Mercè Rodoreda, se desarrolla en los años de la posguerra. Cuenta la historia de Natalia «La Colometa» una chica que se siente perdida en el mundo. Huérfana de madre, verá partir y morir a sus seres queridos, pasará hambre y miseria y se verá muchas veces incapaz de sacar adelante a sus hijos. Lolita Flores interpreta, con su característica fuerza en los escenarios, este duro monólogo interior, costumbrista y desgarrador, lleno de simbolismos».

Aunque la primera reacción del espectador, como digo, puede ser de sorpresa, todo se explica si analizamos los ingredientes de la obra y vemos el resultado del esfuerzo de producción. Lo primero que hemos de tener en cuenta es que Ollé, como he dicho, tiene experiencia en la adaptación de la obra, ya que en el año 2004 versionó con éxito la obra de Rodoreda en el Festival Castell de Peralada. De aquí que el proyecto quede en manos de un director capaz en sintonía con la novela. A ello se suma el que la obra está construida enteramente para Lolita, que se transfigura a sí misma para dar vida a la Colometa y lo hace con gran acierto, en lo que podría considerarse la clave del éxito del proyecto.

La plaza del diamante_Goya_1La obra se nos presenta como un monólogo, en el que una Colometa ya madura nos narra su vida. Aquí se puede observar el trabajo de filigrana que tanto Carles Guillén como Joan Ollé han realizado en la adaptación, y que da como resultado, también, la transfiguración del texto. La puesta en escena, si bien algo estática, provoca que la atención del público se centre en Lolita y en su narración: sobre el escenario lo único que veremos es un banco de calle y una simple guirnalda de luz que se enciende y apaga acompañando el relato de la historia. Una disposición escénica que recuerda a la anterior versión de la obra realizada por Ollé y que si bien consigue enfocar la atención del público, resulta excesivamente minimalista para el escenario en el que está.

Y por lo que respecta a la historia poco se puede añadir a lo sabido. La novela de Rodoreda nos narra el advenimiento de la Segunda República, la Guerra Civil y los años de la posguerra a través de los ojos y de la sensibilidad de una mujer, la Colometa, que padece los giros de la época en un carácter que suma a la fragilidad emotiva la solidez de un espíritu que respira la vida a bocanadas. Y es aquí donde se observa mejor el esfuerzo de Lolita, con una imagen física muy diferente, casi opuesta, a la Colometa mostrada en la novela, y su transformación para encajar en la piel del personaje y hacernos sonreír y padecer los episodios más felices y tristes de su vida, una culminación debida, sin duda, al duro trabajo de creación interpretativa de Ollé/Lolita.

La Plaza del diamante es, así, una muestra de lo bien que se pueden hacer las cosas cuando hay una idea y se poseen las aptitudes necesaria para llevarla a cabo. Muestra de lo cual es el inmenso aplauso al final de la representación el día del estreno, que sin duda, se repite al cierre de cada actuación.

«La plaza del diamante» se representa en el Teatre Goya del 9 de abril al 3 de mayo de 2015.

Autora: Mercè Rodoreda
Adaptación: Carles Guillén y Joan Ollé
Traducción: Celina Alegre y Pere Rovira
Dirección: Joan Ollé
Reparto: Lolita Flores
Espacio escénico y vestuario: Ana López Cobos
Iluminación: Lionel Spycher
Música original: Pascal Comelade
Producción: Teatro Español
Basada en el espectáculo original La Plaça del Diamant de Bitó Produccions

Horarios: de miércoles a sábado a las 20:30 horas y los domingos a las 18:00 horas.
Precio: 29 €
Idioma: catalán

NOTA CULTURALIA: 8,5
——

Jorge Pisa

Crítica teatral: Goodbye Barcelona, al Teatre del Raval

Goodbye Barcelona_01

De la guerra civil (1936-1939) se n’ha parlat molt, se n’han fet pel·lícules i escrit novel·les des del punt de vista de cadascun dels bàndols, però en poques ocasions hem pogut veure una ficció basada en aquells homes que van venir des de l’estranger a ajudar el front republicà: els Brigadistes Internacionals, personatges de fortes conviccions morals i ideològiques que es van incorporar al servei de les tropes rojes per a intentar aturar els revoltats. Ara, el Teatre del Raval ha decidit esmenar aquest greuge històric i ha programat Goodbye Barcelona, un bonic musical estrenat exitosament a Londres l’any 2011 i en què s’atorga tot el protagonisme a aquells soldats que van arribar amb bona voluntat a terres espanyoles.

Goodbye Barcelona presenta la història del Sammy (Pau Quero), un noi del barri jueu de Londres que assisteix, aterrit, com la seva ciutat s’està tornant un indret poc segur per a ell i els seus amb l’aparició –allà i a la resta d’Europa– dels simpatitzants feixistes. Així, quan s’assabenta que es busquen voluntaris per a lluitar a la guerra civil espanyola, el jove no ho dubta ni un instant: els seus ideals són més forts que els desitjos de la seva mare, la Rebecca (Carme Mateu), qui l’alerta dels perills d’una decisió tan arriscada. Amb el convenciment de lluitar per un món millor, Sammy i els altres voluntaris britànics arriben a Barcelona, on coneixerà la Pilar (Carol Rovira), una jove que intenta desesperadament sobreviure als estralls de la guerra. Per la seva part, la Rebecca no es quedarà tranquil·la veient marxar el seu fill, i s’unirà als serveis mèdics amb la intenció de trobar-lo, una tasca titànica en aquella bogeria que és la guerra.

Els autors d’aquest relat, Judith Johnson i KS Lewkowicz, van realitzar una feina de recerca de sis anys en què es van documentar sobre aquells herois anònims, i el resultat és la visió que podria haver tingut un anglès de 18 anys que arriba a un país en conflicte carregat de bones intencions; així, Johnson i Lewkowicz signen una trama amb La República (Manuela Nieto) convertida en un personatge que esdevé el fil conductor, i s’agraeix l’esforç dels autors per a explicar què va passar en aquells temps de guerra, les divisions dins el grup republicà –les divergències entre membres dels partits republicans, PSOE, POUM, anarquistes i el moviment obrer impedien anar tots a una–, els problemes amb l’armament obsolet que rebien els brigadistes, les dificultats per a trobar aliment per part de la població civil, …, i tot això explicat en format musical, amb divuit cançons d’estils ben diferents, des de música espanyola a marxes militars, i amb bons intèrprets defensant els seus personatges (menció a part per a Carme Mateu, Pep Papell interpretant a Jack i Antonio del Valle en el paper d’Esteve).

Així, l’espectacle que podem veure a la sala del Raval és un bon muntatge malgrat la sensació final que, amb un material tan extremadament sensible com el que els autors tenien entre mans, hi ha pocs instants realment emotius, i potser aquest desencís també el podem explicar per alguns problemes tècnics que llastren en excés la funció –sovint els músics eclipsen els cantants i es fa realment difícil escoltar amb claredat les cançons–, o potser perquè el protagonisme de la història d’amor entre els dos joves ens fa deixar de banda el que realment importa aquí: que estem enmig d’una circumstància tan extrema com és una guerra civil. En aquest sentit, el muntatge guanya en intensitat durant la segona part de l’obra, quan la situació entre els brigadistes ja s’ha tornat dramàtica, els ideals ferms que vèiem al principi s’han perdut en el camí, els homes acusen el desgast del moment i les esperances del grup van minvant, mentre observem la desesperació de la mare en la seva recerca.

I la resta? Bé, la resta és història: el novembre de l’any 1938, els Brigadistes Internacionals abandonaven el país davant la impossibilitat de guanyar la guerra contra les tropes revoltades, i cinc mesos després finalitzava el conflicte amb una evidència clara, les ferides no cicatritzarien amb facilitat, ni tan sols amb el temps. Per això, i ara més que mai, les paraules de la darrera cançó de Goodbye Barcelona prenen una importància cabdal: “No podem oblidar, no perdem la memòria”, un objectiu que els responsables d’aquest musical han tingut molt present en aquest merescudíssim homenatge a aquelles persones de ferms ideals que van venir de països llunyans amb la lloable intenció de preservar la llibertat del nostre poble.

Goodbye Barcelona es representarà al Teatre del Raval a partir del 26 de setembre de 2013.

Autors: Judith Johnson i KS Lewkowicz
Supervisió musical, orquestració i arranjaments: Mark Smith
Direcció Escena: Fran Arráez
Direcció Musical: Dani Campos
Intèrprets: Pau Quero, Carme Mateu, Pep Papell, Joan Vázquez, Carol Rovira, Antonio del Valle, Manuela Nieto, Gara Roda, David Mauricio
Músics: Dani Campos, Quico Pugés Suárez, Miquel Biarnés Masip
Dramatúrgia: Carlos Be
Traducció cançons: David Pintó
Traducció text: Eva Rosell
Disseny de llums: Pedro Guerrero
Disseny de so: Rafel Febrer
Escenografia: Abdón Alcañiz
Vestuari: Giovanna Ribes
Maquillatge i perruqueria: Ana Maria Balsera Garcia

Horaris: dijous, divendres i dissabte a les 21:30 hores, i diumenge a les 18:30 hores
Preu: 22 €
Idioma: català
Durada: Dues hores

____________________
Escrit per: Robert Martínez

Crítica cinematogràfica: El bosc, d’Óscar Aibar

poster_el_bosc

La guerra civil que va patir el nostre país en el segle XX és una font inesgotable d’inspiració per a escriptors i directors de cinema, creadors que veuen en aquells anys devastadors el context ideal per a desenvolupar-hi les seves històries. L’any 2000, l’escriptor Albert Sánchez Piñol va escriure un conte de tan sols vuit pàgines ambientades en aquella època, un relat que va fascinar el director Óscar Aibar, que va creure en les enormes possibilitats que aquells personatges del Matarranya (Baix Aragó) podrien tenir en una futura versió cinematogràfica, i dit i fet: El bosc és la seva darrera pel·lícula, un film que barreja el drama de la guerra civil (tot i que podria tractar-se de qualsevol altra guerra) amb elements propis del gènere fantàstic en què Aibar manté l’essència del conte original i que va presentar en la darrera edició del Festival Internacional de Sitges, on va rebre una bona acollida per part del públic i la crítica.

El bosc mostra la difícil convivència entre els amos d’un mas (Ramon i Dora) i el líder dels anarquistes del poble més proper (‘Lo Coixo’), una relació a tres que va més enllà dels idearis polítics de cadascun d’ells ja que amaga l’odi de ‘Lo Coixo’ envers l’home que li va prendre la dona que sempre ha estimat. L’esclat de la guerra a l’any 1936 serà l’ocasió anhelada per l’anarquista, que intentarà desfer-se del seu enemic acusant-lo de feixista. D’aquesta manera, Ramon no tindrà cap altra opció que fugir, i aprofitarà un secret que la seva família amaga des de temps immemorials: a les seves terres hi ha un petit bosc on dues vegades l’any, per Sant Llorenç i Sant Blai, hi apareixen unes misterioses llums que són una porta dimensional cap a un altre món; així, Ramon preferirà endinsar-se en l’aventura del desconegut que esperar la mort segura si es queda al mas, i només en tornarà dos cops l’any per a veure la seva dona i explicar-li com és el seu llunyà refugi, on l’acolliran unes simpàtiques i entranyables criatures, els besugots.

Fotograma de la pel·lícula
Fotograma de la pel·lícula

Qui esperi una pel·lícula convencional sobre la guerra civil s’equivoca: en cap moment s’aprofundeix en els fets històrics malgrat que la zona del Matarranya va patir especialment amb el conflicte (la seva era una zona controlada pels anarquistes), perquè el que realment interessava a Óscar Aibar era utilitzar una situació bèl·lica com aquella per mostrar la vilesa dels humans ja que, inevitablement, la guerra sempre aconsegueix treure el pitjor de les persones. Per això és més encertat parlar d’una història d’amor, o potser millor una triple història d’amor amb una dona com a protagonista de totes elles: la de la Dora amb el seu marit (un matrimoni que conviu sense estar enamoraments), la de la Dora amb ‘Lo Coixo’ (un amor adolescent en què ell no va acabar d’acceptar-ne el final) i la de la Dora amb l’oficial dels Brigadistes que s’instal·len al mas (per primera vegada un home tracta la Dora d’igual a igual i amb respecte). I tot això sense oblidar l’element fantàstic: la porta dimensional que porta a un indret desconegut –un món que Aibar prefereix suggerir– no només salva la vida del Ramon, també servirà per a canviar-li el caràcter, ell serà l’únic que farà una autèntica revolució perquè, al principi, és incapaç de tenir empatia amb els seus veïns més propers, però sí ho aconseguirà amb uns éssers tan diferents a ell com els besugots, segurament una metàfora dels nostres temps, en què no hauríem de desconfiar d’aquell que és diferent a nosaltres i sí acollir-lo amb generositat i sense pors ni recels.

L’element que fa d’El bosc una excel·lent pel·lícula no és només el seu magnífic argument –amb un punt de tendresa malgrat la difícil conjuntura social en què s’ambienta–, sinó que ho són els seus fantàstics intèrprets: Àlex Brendemülh (Ramon) i Pere Ponce (‘Lo Coixo’) mantenen un intens duel (amb un Ponce estel·lar fent de dolent), Tom Sizemore (Picket) deixa momentàniament les grans produccions per a interpretar el brigadista que fa tornar el somriure a la Dora, i Josep Maria Domènech (‘Lo Fusteret’) arrenca somriures amb un personatge que és tot bondat, tots ells actors d’extens currículum que aquí queden eclipsats per la gran protagonista de la història: Maria Molins interpreta la Dora, una dona que, d’un dia per l’altre i en un context tan dur com és una guerra, ha de tirar endavant el mas tota sola, criar la seva filla sense el seu home no serà gens fàcil, ni tampoc esquivar l’assetjament de ‘Lo Coixo’, una veritable supervivent amb un coratge extraordinari que serveix com a merescudíssim homenatge a totes aquelles dones que, durant la guerra civil, es van veure obligades a continuar amb les seves vides i a treballar dur pel futur mentre els seus marits i fills lluitaven arreu del nostre país.

L’estranya combinació de guerra civil i gènere fantàstic amb l’amor i els mons utòpics fan d’El bosc una proposta original, fascinant i imprescindible, un exemple de bon cinema en català que cal veure en versió original, on s’aprecia l’esforç dels actors per a expressar-se amb l’accent propi del Matarranya.

Títol: El bosc
Director: Óscar Aibar
Intèrprets: Àlex Brendemülh, Maria Molins, Pere Ponce, Tom Sizemore, Josep Maria Domènech, Benjamin Nathan-Serio, Andrés Herrera
Guió: Albert Sánchez Piñol
Música: Albert García Demestres
Any: 2012
Durada: 98 minuts

____________________
Escrit per: Robert Martínez Colomé

Crítica cinematogràfica: Pa negre, d’Agustí Villaronga

El pa negre era el tipus de pa que menjaven les classes més pobres en temps de postguerra, és a dir, la major part de la població. Pa negre és també el títol de la novel·la que Emili Teixidor va ambientar en la Catalunya de la dècada dels anys quaranta, aquella població que amb dificultats intentava superar el trauma que va significar la Guerra Civil, una història que, degut al seu extraordinari èxit de vendes, des del passat 15 d’octubre és també una de les estrenes cinematogràfiques més importants dels darrers anys al nostre país.

Les primeres escenes de la pel·lícula són brutals, Villaronga utilitza una crueltat gens dissimulada per descriure un fet transcendental en el desenvolupament de la història: un assassinat al bosc que acaba amb l’home mort, el seu fill, el seu carro i el seu cavall caient per un barranc. Els cossos els descobreix l’Andreu, un nen fill d’un militant del bàndol republicà, que serà acusat de l’assassinat. Empresonat el pare, i amb la mare dedicada en cos i ànima a la feina per tal de sobreviure a la dura postguerra, l’Andreu és enviat a casa de l’àvia perquè se’n faci càrrec, on conviurà amb els seus cosins, i allà s’enfrontarà als decisius moments en què deixarà de ser un infant per entrar en un món de societat convulsa on la repressió, la violència i les venjances dels poderosos són el pa de cada dia.

 

Escena del film

Definir Pa negre no és una feina senzilla, ja que Agustí Villaronga construeix una excel·lent història que entrellaça elements de diversos gèneres: és un drama rural de postguerra, sí, però el que la fa especial i la diferencia d’altres pel·lícules amb la mateixa temàtica és que aquí també hi trobem pinzellades de faula infantil, amb pors i presències fantasmagòriques, intrigues i venjances, llegendes obscures, fins i tot hi ha lloc pel despertar sexual dels joves protagonistes, i tot combinat de forma magistral. Aquesta barreja de gèneres, amb la Guerra Civil i els seus efectes com a teló de fons, recorda a pel·lícules tan prestigioses com El espinazo del diablo o El laberinto del fauno, èxits de crítica i públic quan van ser estrenades, fet que augura a Pa negre un gran futur comercial. A l’hora de realitzar el guió, Villaronga es basa principalment en la novel·la homònima de Teixidor, però la combina amb dos contes escrits pel mateix escriptor, Retrat d’un assassí d’ocells i Sic transit Gloria Swanson. A més, el director català s’ajuda d’una acurada fotografia per donar aquest ambient fosc, gèlid i en ocasions fantasmagòric que en cada moment demana la història.

Un altre dels grans èxits de Pa negre el trobem en els seus intèrprets, cares ben conegudes pel gran públic: Sergi Lòpez, Eduard Fernández, Roger Casamajor, Mercè Arànega, Laia Marull, … Entre tots aquests magnífics actors cal destacar dos nens desconeguts, convertits en els autèntics descobriments de la pel·lícula: Francesc Colomer és el protagonista absolut d’aquesta història, mentre que Marina Comas fa les funcions del seu contrapunt femení. Menció especial mereix Nora Navas, la mare de l’Andreu, personatge que esdevé un merescut homenatge a aquelles sofertes dones que, en temps de postguerra, van haver de fer el cor fort i tirar endavant sense la presència de cap home al seu costat, un paper interpretat de forma extraordinària i que va merèixer el premi a la millor actriu del passat Festival de Sant Sebastià.

Així, doncs, Pa negre no és una altra obra de postguerra, és molt més que això: és una sòlida història rodada amb acurada senzillesa i on hi trobarem alguns dels millors actors catalans de l’actualitat. Per tot això, Pa negre és una de les pel·lícules imprescindibles de l’any.

Títol: Pa negre
Director: Agustí Villaronga
Intèrprets: Nora Navas, Francesc Colomer, Roger Casamajor, Marina Comas, Laia Marull, Sergi López
País: Catalunya
Duració: 120 minuts
———————————-
Escrit per: Robert Martínez Colomé