La publicación de una novela histórica siempre es una buena noticia. Y la publicación de una buena novela histórica lo es más. Y este es el caso de La subasta de Roma, de Alberto Monterroso(editorial Almuzara), que nos traslada al siglo II d.C., al periodo de luchas políticas que se iniciaron tras la muerte del emperador Cómodo, hijo del emperador Marco Aurelio y último representante de la dinastía Antonina.
«Tras el asesinato del sórdido emperador Cómodo (180–192 d.C.), se produce la llegada al poder de Pértinax, uno de sus generales de confianza, antiguo comandante de Marco Aurelio, que intenta reconducir la situación siguiendo el camino trazado por el emperador filósofo, pero a quien le resultó imposible enderezar el rumbo del Imperio. Después de él vendrá la «Subasta del Imperio», la puja ganada por el riquísimo senador Didio Juliano, que gobernó por la fuerza de su dinero, pero a quien los pretorianos también traicionaron cuando Severo se levantó en armas. En esta novela se narran, con extremo rigor histórico no exento de pulso literario, los reinados de estos dos emperadores, Pértinax y Juliano, que ocuparon el trono 87 y 66 días respectivamente, personajes clave de la historia de Roma porque están en el origen de la lenta e inexorable decadencia del Imperio».
La novela de Monterroso comienza en el momento en el que una conspiración política acaba con la vida del emperador Cómodo y nos relata de una forma ágil y vigorosa los hechos que llevaron a uno de los episodios más insólitos de la historia de Roma, que no es otro que la subasta al mejor postor del poder imperial por parte de las fuerzas pretorianas
El autor ha llevado a cabo una importante e intensa labor de documentación para ubicarse en un período no del todo conocido por el amplio público. No por otra es autor de diversas novelas ambientadas en la época comoEl emperador impasible (2000) o El amo de Roma (2021) que abarca los gobiernos de Marco Aurelio y de su hijo Cómodo.
Monterroso ha conseguido entretejer una historia dinámica y con tensión en la que conoceremos los principales hechos y a los principales protagonistas del período y en la que seremos testigos de los vaivenes de la política imperial, el juego de conspiraciones contra la autoridad de los emperadores, la ambición que representaba el poder en Roma, una historia de amor o, incluso, alguna trama fantástica.
Para ello el autor ha sumado a los personajes reales toda una serie de personajes ficticios muy bien perfilados a los que ha dotado de un alma «muy clásica» que proveen a la trama de una mayor intensidad histórica y una traza muy literaria.
Por último, ya sabéis que en Culturalia nos gustan mucho las novelas históricas y sobre todo aquellas que esquivan a los personajes o los períodos más frecuentes tanto en la literatura como en el cine de romanos. Y este es uno de estos casos, en que el lector no solo disfrutará de la trama y del dinamismo de la novela, sino que conocerá un periodo y unos personajes históricos ampliamente desconocidos hasta el momento.
De ahí que la publicación de Almuzara sea un acierto que provee al lector de lo que podríamos considerar casi una aventura histórica ambientada en el siglo II d.C.
Título:La subasta de Roma Autor: Alberto Monterroso Editorial: Almuzara Precio: 21,00 € ISBN: 978-84-11315-74-6 Páginas: 480 Formato: 15 x 23 cm / Encuadernación: rústica con solapas Publicación: 23/06/2023 Colección: Novela Histórica NOTA CULTURALIA: 8 ——
Mary Beard publica Emperador de Roma, una nueva mirada sobre el pasado imperial romano centrada en las vidas de los emperadores. ¿Fanáticos del control, adictos al trabajo o adolescentes malcriados? ¿Cómo eran realmente los emperadores de Roma?
En SPQR, Mary Beard narró la historia milenaria de la antigua Roma. En este nuevo libro centra su atención en los emperadores que gobernaron el Imperio romano para darnos una versión matizada y más precisa de estas glorificadas figuras clásicas. Desde Julio César (asesinado en el 44 a.C.) hasta Alejandro Severo (asesinado en el 235 d.C.), pasando por el loco de Calígula, el monstruoso Nerón y el filósofo Marco Aurelio, Mary Beard recorre la vida y los mitos de los grandes gobernantes romanos y nos plantea grandes preguntas: ¿qué poder real ostentaban los emperadores?, ¿quién movía los hilos entre bambalinas?, ¿cómo se gobernaba un imperio tan vasto?, ¿realmente estaban las paredes de palacio tan manchadas de sangre?
Para darnos respuesta y acercarnos un poco más a la realidad imperial, Beard sigue los pasos del emperador de cerca: en su hogar y en las carreras, en sus viajes e, incluso, de camino hacia el cielo; nos presenta a sus esposas y amantes, a sus rivales y esclavos, a los bufones y soldados de la corte y a la gente corriente que le entregaba cartas de súplica. Emperador de Roma nos lleva directamente hasta el corazón de Roma, y de nuestras fantasías sobre lo que era ser romano, a través de un relato como nunca antes se había contado.
Mary Beard es catedrática de Clásicas en el Newnham College, Cambridge. Es editora en The Times Literary Supplement y autora del blog «A Don´s Life». Es miembro de la Academia Británica y de la Academia Americana de Artes y Ciencias. Entre sus libros publicados se incluye El triunfo romano (2008); Pompeya (2009); La herencia viva de los clásicos (2013); SPQR. Una historia de la antigua Roma (2016); Mujeres y poder (2018); La civilización en la mirada (2019) y Doce césares (2021), todos ellos publicados en Crítica. Fue galardonada con el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales en 2016.
Título: Emperador de Roma Autora: Mary Beard Editorial: Crítica Publicación: 25 octubre 2023 Colección: Tiempo de Historia Presentación: Tapa dura con sobrecubierta Formato: 15.5 x 23 cm ISBN: 978-84-9199-582-1 Páginas: 592 Temáticas: Historia antigua, Historia, Roma
Hoy os presentamos en Culturalia Hotel Roma, de Fernando Lillo Redonet, una obra que nos habla del turismo en la antigua Roma y de cuáles eran los destinos turísticos más populares en la Antigüedad romana.
¿Sentían los romanos el impulso de dejar su casa para conocer distintos parajes? ¿Cuáles eran sus lugares de vacaciones favoritos? ¿Qué maravillas suscitaban su interés? Hotel Roma. Turismo en el Imperio romano propone una experiencia única: viajar a los destinos turísticos que apasionaban a los antiguos romanos. Las villas de recreo en las afueras de Roma o las situadas en el golfo de Nápoles ofrecían lugares de reposo frente al ajetreo urbano. Un poco más allá Sicilia y Grecia eran destinos culturales muy atractivos, aunque nada comparable con el misterioso y exótico Egipto. Había quienes deseaban contemplar las maravillas del mundo, sin saber que la propia Roma era una de ellas. En otras ocasiones el turista buscaba sitios vinculados con las reliquias de los héroes o personajes históricos. Visitar un santuario en busca de curación para los males del espíritu y del cuerpo, viajar a Olimpia para contemplar sus famosos juegos o acudir a los espectáculos del anfiteatro o el circo eran otros motivos para dejar el hogar. Al terminar de leer es muy posible que el lector comprenda que después de tantos siglos seguimos siendo muy «romanos» en nuestros gustos turísticos.
Fernando Lillo Redonet es Doctor en Filología Clásica por la Universidad de Salamanca y catedrático de Latín en el IES San Tomé de Freixeiro (Vigo). Lleva treinta años investigando y divulgando el Mundo Clásico a través de numerosos libros, artículos y conferencias. Entre sus obras más recientes destacan Héroes de Grecia y Roma en la pantalla (2010), Gladiadores: mito y realidad (2011), Fantasmas, brujas y magos de Grecia y Roma (2013) y Un día en Pompeya (2020). Es colaborador habitual de Historia National Geographic y Arqueología e Historia Desperta Ferro.
Título: Hotel Roma. Turismo en el imperio romano Autor: Fernando Lillo Redonet Editorial: Confluencias Colección: Entre piedras Encuadernación: Rústica / 130 x 210 mm Páginas: 328 Publicación: 30 mayo 2022 ISBN: 978-84-124559-9-1 Precio: 22,90€
El libro que reseñamos hoy en Culturalia, Sangre en el foro, fue todo un descubrimiento. La primera vez que lo vi en el espacio de novedades de la librería no le presté demasiada atención, seguramente por el título, pues parecía una de aquellas novedades muy vistosas pero con poco contenido. Cuando me fijé un poco más en la editorial, Pasado & Presente y en la autora, Emma Southon, el interés fue cogiendo forma, algo que se confirmó al leer las primeras páginas del libro.
Lo primero que he de hacer es felicitar a la editorial por aventurarse a publicar el libro y por hacerlo con una edición tan cuidada. Lo segundo es centrarme en la autora, una joven historiadora inglesa que ha sabido no solo escoger un tema interesante y atrevido, sino que lo ha tratado desde una perspectiva de difusión muy acertada.
El libro, como os podéis suponer, trata sobre el asesinato en la Roma antigua y lleva a cabo su análisis desde una perspectiva nada académica (o aburrida) sino todo lo contrario, coloquial, apta para todos los públicos y con un acertadísimo grado de humor histórico y claridad de ideas.
La autora se centra principalmente en una época que abarca desde el siglo II a.C. al siglo II d.C., esto es desde el apogeo republicano al alto Imperio. Southon comienza su libro con una breve reflexión sobre el concepto de asesinato en la Roma antigua para luego pasar a analizar casos y episodios en concreto, ordenados por temáticas que abarcan desde el asesinato político, en el foro, nunca mejor dicho, el asesinato en familia, el homicidio de género, los asesinatos en el ámbito de la esclavitud o la magia, el homicidio dentro de la familia imperial o el asesinato en el anfiteatro, esto es, en los juegos gladiatoriales y la ejecución de las penas de muerte en la arena.
Emma Southon
Como veis un aspecto original en un libro de historia antigua de Roma que merece, os lo aseguro, una compra resuelta. No es habitual el tratamiento de este tipo de temas desde una perspectiva de difusión realizada, además por una historiadora. Southon hace las cosas muy fáciles, no se complica con introducciones o contextualizaciones grandilocuentes y académicas, sino que intenta explicar los casos y las circunstancias desde una perspectiva actual, coloquial y esclarecedora. Sin duda, todo un acierto. He disfrutado mucho con la lectura del libro, como hacía tiempo que no disfrutaba con un libro de historia, e incluso me he reído con el tono y el estilo jovial de la autora.
Como lector, he de destacar varios apartados. El primero el análisis sobre el asesinato en el anfiteatro, en el que la autora construye un relato intenso y humano de la situación de los gladiadores y de los condenados a luchar en la arena. Otra sección a tener en cuenta es el análisis de la violencia de género que realiza la autora, algo que nos acerca, por desgracia, a la actualidad. También ha sido interesante la lectura del apartado dedicado al uso criminal de la magia y las referencias de la autora a las tablillas de maleficio, un aspecto este último vinculado a la magia negra y al culto a los muertos.
El libro de Southon es muy completo, ya que la autora consigue atrapar al lector con su estilo fácil pero clarificador manteniendo el rigor histórico, como no puede ser de otra forma con una doctora en historia que investiga sobre temáticas como el sexo, la familia, el género y la religión. Una propuesta que cambiará, seguro, vuestra visión sobre la Roma antigua.
Título: Sangre en el foro. Los asesinatos de la Antigua Roma Autora: Emma Southon Editorial: Pasado y Presente ISBN: 978-84-121383-5-1 Fecha de publicación: 19 de octubre de 2020 Páginas: 304 Precio: 25 € Formato: Rústica / 14,5 x 22,5 cm NOTA CULTURALIA: 9 —— Jorge Pisa
El próximo día 22 de abril el centro de Girona deLa Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) programa la charla online Las grandes mentiras de la historia antigua (Roma), realizada por el historiador Jorge Pisa Sánchez, en la que se analizarán algunas de las falsedades más comunes de la historia de la Roma antigua.
Como no podría ser de otra forma, la historia está repleta de mentiras que se han acabado imponiendo en la cultura popular, sobre todo a raíz del éxito de la literatura y el cine y por el desconocimiento de los mismos medios de comunicación. En esta charla estudiaremos algunas de las mentiras más famosas y consolidadas referentes a la historia Antigua para ver si superan un escrutinio histórico y científico.
Conferencia:Las grandes mentiras de la historia antigua (Roma) Organiza: Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Salt/Girona Conferenciante: Jorge Pisa Sánchez, Historiador. Licenciado en Historia. Máster en Gestión Cultural Formato: Online. Asistencia online en directo, sin necesidad de ir al centro asociado Extensión Universitaria Fecha: 22 de abril de 2021 Horario: 18:00 a 19:30 horas
Más información UNED Girona 972 21 26 00 / secretaria@girona.uned.es C/ Sant Antoni 1 (Factoria Cultural Coma Cros). 17190 Salt Girona
La historia comparte con la memoria humana toda una serie de mecanismos de creación y de transmisión de información que hacen que ambas estén muy ligadas. Uno de los acontecimientos históricos en el que este hecho llega a ser más evidente es la historia sagrada cristiana, en la que ambas, memoria e historia, han jugado un papel destacado en el registro, transmisión y llegada de la información a nuestro tiempo.
El libro que tratamos hoy en Culturalia, Poncio Pilato, Un enigma entre historia y memoria, es una novedad interesante al respecto, ya que analiza unos hecho muy concretos, el juicio de Jesús por parte de Poncio Pilato, prefecto de Judea, centrándose en la figura de Pilato para poder entender qué es lo que verdaderamente pasó en esos momentos tan significativos de la historia religiosa cristiana.
El autor, Aldo Schiavone es uno de los historiadores italianos más traducidos a otras lenguas, está especializado en la historia del pensamiento jurídico romano y además enseña en diversas universidades europeas y norteamericanas, por lo que es la persona idónea para analizar unos hechos capitales en la historia del cristianismo.
Schiavone inicia su análisis presentándonos la época y el contexto histórico y geográfico para entender mejor la figura de Jesús y los hechos que marcaron su vida y su muerte. Cabe resaltar que es muy poco lo que conocemos de la vida de Poncio Pilato antes y después de su nombramiento como prefecto de Judea. Aún así Schiavone se esfuerza en presentar todos los datos conocidos del magistrado al que se enfrentó Jesús en el tribunal romano.
Tras la presentación de los personajes y del contexto histórico, el autor procede a analizar paso a paso, versículo a versículo, las diversas fases del interrogatorio al que fue sometido Jesús por parte de Pilato, analizando las preguntas del segundo, las respuestas del primero y el ambiente en el que se produce el interrogatorio, basándose en su amplio conocimiento del mundo romano y de sus estructuras jurídicas para analizar qué hay de cierto y que no en el relato que los evangelios hacen de ese capítulo de la historia sagrada.
De esa forma Schiavone intenta clarificar con argumentos algunas de las afirmaciones que se han hecho de ese momento desde época antigua hasta la actualidad, intentando recomponer el interrogatorio y las actitudes tanto del juez como del juzgado de forma histórica. Y es de esta confrontación entre tradición (o memoria) e historia (o perspectiva histórica) lo que permite al autor realizar una lectura histórica de la tradición cristiana y de uno de los capítulos trascendentales de la religión cristiana.
Schiavone se esfuerza sin duda en el empeño y su gran conocimiento del contexto histórico y jurídico de la época permite al lector conocer mejor qué es lo que posiblemente sucedió en el tribunal de Pilato. Sin embargo, en algunos momentos el autor deja volar su imaginación llegando, incluso, a introducirse en la mente del propio prefecto (… y de su interrogado), hecho este que afecta a la historicidad del análisis de Schiavone, que lo lleva más por el sendero de la psicología e incluso del misticismo que no por el del análisis histórico.
Aun así, el libro está dirigido a todos aquellos interesados en ampliar su conocimiento sobre este episodio de la historia desde una perspectiva más realista e histórica, aunque como digo con algunos excesos a tener en cuenta, en línea con otros estudios de historiadores e historiadoras cuyo objetivo no es otro que entender mejor la historia sagrada cristiana.
Schiavone consigue todo ello con un libro nada farragoso, todo lo contrario, y que con una extensión de 202 páginas consigue de una forma accesible para el lector interesado comprender algo mejor el tramo final de la vida de Jesús y el nacimiento de una religión que daría forma, a lo largo de la época medieval, al mundo actual.
Título:Poncio Pilato, Un enigma entre historia y memoria Autor: Aldo Schiavone Colección: Estructuras y Procesos. Religión ISBN: 978-84-9879-822-7 Páginas: 202 Fecha de publicación: marzo 2020 (1ª edición) Dimensiones: 145 x 230 mm, peso 285 g Materias: Historia y fenomenología de las religiones Precio: • Papel: 18€ • eBook: 10,99€ NOTA CULTURALIA: 8
Hoy os presentamos en Culturalia una novedad en el ámbito del estudio histórico que, si os tengo que ser sincero, me sorprendió al verla en el espacio reservado a las novedades de la librería. Y esta no es otra que Sangre en el foro, los asesinatos de la Antigua Roma, escrito por la historiadora Emma Southon y publicado por la editorial Pasado y Presente.
Cada vez que se da un episodio transformador en la historia de Roma, hay un asesinato. Una persona muere, en general de manera sangrienta, y allí donde vivía surge algo completamente nuevo. Roma se construyó sobre la sangre de Remo; la República nació con la muerte de Lucrecia; el Imperio apareció a partir del asesinato de César. Roma era un lugar con una extraña tendencia al asesinato. Pero, durante la mayor parte de la historia de Roma, el asesinato no fue un crimen. De hecho, durante toda la historia de Roma, la muerte en la arena de los gladiadores era un deporte, literalmente. Hay pocas sociedades que hayan venerado tanto como los romanos la muerte deliberada e intencionada de hombres y mujeres, y que se hayan deleitado tanto con ella. Si te he de ser sincera, a los romanos les chiflaba el tema.
Emma Southon es doctora en Historia Antigua por la Universidad de Birmingham e investiga sobre sexo, familia, género y religión. Mantiene una larga e intempestiva relación con los chicos malos del Imperio romano y otra gente extravagante, en especial con Calígula. Tiene una gata que se llama Livia. Presenta el podcast History is Sexy, tiene un blog en emmasouthon.com y twitea como @NuclearTeeth.
Título: Sangre en el foro. Los asesinatos de la Antigua Roma Autora: Emma Southon Editorial: Pasado y Presente ISBN: 978-84-121383-5-1 Fecha de publicación: 19 de octubre de 2020 Páginas: 304 Precio: 25 € Formato: Rústica / 14,5 x 22,5 cm
Os presentamos hoy en CulturaliaPoncio Pilato, Un enigma entre historia y memoria, de Aldo Schiavone, un análisis histórico actualizado de uno de los personajes más enigmáticos de la historia religiosa del cristianismo primitivo, realizada por el historiador italiano Aldo Schiavone.
La figura de Poncio Pilato se encuentra en la intersección entre la memoria y la historia. Por una parte, los Evangelios, grandes laboratorios de la memoria religiosa cristiana, que inauguran un nuevo modelo de comunicación literaria que combina composición escrita y tradición oral. Es a propósito de la muerte de Jesús, eje de su estrategia narrativa, como dan cuenta de Pilato, sobre todo el Evangelio de Juan. Por otra parte, dos intelectuales del siglo I, Flavio Josefo y Filón de Alejandría, que escribieron sobre Pilato en el contexto de los hechos acaecidos en la Judea romana durante los principados de Tiberio y Calígula.
A partir de estas fuentes, Aldo Schiavone elabora el retrato del prefecto de Judea reconstruyendo minuciosamente los hechos que condujeron a la muerte de Jesús. De los personajes históricos vinculados a este acontecimiento culminante de la narración cristiana, punto de contacto entre la rememoración evangélica y la historia imperial, fue Pilato el que desempeñó el papel decisivo. El juicio sobre su proceder, así como sobre el peso que en él ejercieron las contingencias del momento, ha provocado disputas sin término.
¿A quién se le atribuía la responsabilidad de la cruz? ¿Fueron los judíos —el pueblo «deicida» del cristianismo más intransigente— o los romanos quienes quisieron la muerte de Jesús? Y en consecuencia ¿cuál fue en verdad el papel de Pilato? ¿El de un déspota?, ¿un cómplice?, ¿un inepto?
Aldo Schiavone es uno de los historiadores italianos más traducidos a otras lenguas. Ha sido director y fundador del Instituto Italiano de Ciencias Humanas y ha enseñado en las universidades de Florencia, Pisa, París (Sorbona, EHESS), Berkeley y Los Ángeles. Es miembro del Institute for Advanced Study de Princeton y de la American Academy of Arts and Sciences. Actualmente dirige, en la Universidad de Roma La Sapienza, un proyecto financiado por el European Research Council sobre la historia del pensamiento jurídico romano.
Entre sus libros se cuentan: La storia spezzata. Roma antica e Occidente moderno (1996); Ius. La invención del derecho en Occidente(trad. esp., 2009); Spartaco. Le armi e l’uomo (2011); Historia y destino(trad. esp., 2014), y Eguaglianza. Una nuova visione sul filo della storia (2019).
Título:Poncio Pilato, Un enigma entre historia y memoria Autor: Aldo Schiavone Colección: Estructuras y Procesos. Religión ISBN: 978-84-9879-822-7 Páginas: 202 Fecha de publicación: marzo 2020 (1ª edición) Dimensiones: 145 x 230 mm, peso 285 g Materias: Historia y fenomenología de las religiones Precio:
• Papel: 18€
• eBook: 10,99€
Hoy os presentamos en nuestro blog El primer senador de Roma, de Juan Torres Zalbauna, una nueva novela histórica ambientada en el periodo de la República romana del siglo II a.C. y la luchas por el poder que se desataron en su seno tras la victoria sobre Aníbal el cartaginés y la expansión mediterránea.
En pleno siglo II a.C. Roma es la máxima potencia del Mediterráneo tras haber derrotado a la Cartago de Aníbal y a los poderosos reinos de Siria y Macedonia.
Sin embargo, pese a su posición dominante, ya nada es suficiente para los miembros de las familias senatoriales, sean Escipiones, Claudios, Fabios, Licinios, Fulvios o Sulpicios. Arrastrados por el ansia de incrementar su prestigio a través de gestas militares y la obtención del mayor número de honores y dignidades, no dudan en servirse de intrigas, alianzas y deslealtades para saciar apetitos y ambiciones personales.
Es el mundo, a la postre, de unos emergentes Escipión Emiliano y Apio Claudio Pulcro, o de unos jóvenes Tiberio y Cayo Sempronio Graco, nietos de Escipión Africano e hijos de Cornelia, la matrona ejemplar. Es, también, el tiempo de un anciano y ácido Marco Porcio Catón, quien en los estertores de su vida hará famoso el célebre Carthago delenda est, Cartago debe ser destruida.
Esta es la novela de todos ellos, esta es la formidable Historia de Roma.
Juan Torres Zalba se licenció en Derecho por la Universidad de Navarra. Actualmente ejerce como abogado en el despacho ARPA Abogados Consultores, donde dirige el área de Derecho Administrativo.
En esta su segunda novela, el autor, conducido por su pasión histórica, nos abre las puertas de una época poco explorada pero extraordinaria, trasladándonos a los acontecimientos bélicos, políticos y sociales de la Roma de mediados del siglo IIa.C., aquella que se encontró en la disyuntiva de acabar para siempre con su eterna rival, Cartago. Es el tiempo de la Tercera Guerra Púnica, pero también del germen de las guerras lusitanas y celtibéricas y de la propia autodestrucción de la república romana.
Título:El primer senador de Roma (Carthago delenda est) Autor: Juan Torres Zalba Editorial: La Esfera de los Libros Fecha de publicación: 22 de abril de 2020 Páginas: 836 ISBN: 9788491648130 Formato: Tapa dura / 15,5 x 23,5 cm Precio: 24,90 €
El descontento estalló, finalmente, a finales de marzo del año 238 en la ciudad de Thysdrus (El Djem), en la provincia de África proconsular, donde jóvenes pertenecientes «a nobles y ricas familias de Cartago» se rebelaron contra las duras exacciones impuestas allí por el procurador provincial. El incidente acabó con la muerte del magistrado imperial a manos de los siervos de los jóvenes amotinados. Los líderes de la revuelta conscientes de la gravedad de sus actos, que solo podían comportarles la represalia de las autoridades imperiales, optaron por nombrar emperador al gobernador de la provincia, Marco Antonio Gordiano (Gordiano I). Este era un senador perteneciente a una rica familia originaria seguramente de Asia Menor, de la provincia de Galatia o bien de Capadocia, cuya carrera política no había destacado demasiado hasta el momento, a pesar de su avanzada edad, que rondaba los 80 años.
Ciudad romana de Cartago en el siglo II d.C.
Aunque Gordiano fue reacio en un principio a aceptar la dignidad imperial, consciente del alto riesgo que esta acción comportaba, acabó por acceder a las demandas de la multitud, estableciéndose en la ciudad de Cartago y nombrando a su hijo, del mismo nombre, co-emperador (Gordiano II). Su situación, sin embargo, no era la más favorable, ya que los Gordianos no disponían de fuerzas militares a su cargo en la provincia, por lo que su candidatura a la púrpura imperial carecía de un apoyo militar sólido.
Gordiano I notificó al Senado y al pueblo romano, a través del envío de cartas, los sucesos que habían llevado a su proclamación como emperador. Poco después, a principios de abril del año 238, el Senado confirmó el nombramiento de los Gordianos y declaró a Maximinoy a su hijo enemigos públicos, tras lo cual nombró, de entre sus miembros, a un grupo de 20 senadores, los vigintiviri rei publicae curandae, para asegurar la defensa de Italia en ausencia de los Gordianos. En Roma la noticia de la proclamación de los nuevos emperadores provocó un gran desorden, durante el cual se dio muerte a varios de los hombres de Maximino, entre ellos a Vitaliano, el prefecto del pretorio y a Sabino, prefecto de la ciudad.
No sabemos con seguridad a favor de qué pretendiente se pronunciaron las diversas provincias romanas. Aún así parece que las orientales se decantarían por los Gordianos, mientras que la mayoría de las provincias de carácter militar optaron por Maximino. Una de ellas fue Numidia, gobernada por un tal Capeliano. Parece que este gobernador estaba enfrentado desde hacía tiempo con el mayor de los Gordianos por una cuestión legal. Para desgracia de este último Capeliano estaba al frente de la legión III Augusta, la única destacada en el litoral norteafricano, y de las tropas auxiliares asociadas a ella, con las que se dirigió hacia la ciudad de Cartago.
A mediados de abril del año 238 el ejército de Capeliano se enfrentó a las fuerzas reclutadas de forma apresurada por los Gordianos, constituidas por las milicias de la provincia, a las que venció ante las murallas de la ciudad. Gordiano II murió en el combate, mientras que su padre se suicidó ahorcándose al ser informado de la derrota y de la entrada de Capeliano en Cartago.
La desaparición de los Gordianos, sin embargo, no puso punto y final a la convulsa situación que su nombramiento como emperadores había propiciado, si bien dejaba al Senado romano en una posición extremadamente comprometida, ya que la cámara y con ella la población de Roma habían mostrado abiertamente su oposición a Maximino. De esta forma, cuando a finales de abril o principios de mayo llegó a la capital la noticia de la muerte de los dos Gordianos, el Senado optó por persistir en su actitud de rebeldía, deificando a los dos Gordianos y eligiendo de entre los vigintiviri, nombrados semanas antes, a dos de sus miembros, Marco Clodio Pupieno Máximo y Décimo Caelio Calvino Balbino, a los que nombró augustos, ambos con igual poder y rango, permaneciendo los restantes 18 candidatos como consejeros de los nuevos emperadores.
Pupieno y Balbino pertenecían ambos a las más alta aristocracia romana y tenían, en el momento de su nombramiento como augustos, más de 60 años, por lo que su elección se ha interpretado como una solución de compromiso entre las diversas facciones del Senado ante la amenaza que representaba Maximino. Según Herodiano y la Historia Augusta el mismo día que Pupieno y Balbino fueron proclamados augustos, el pueblo romano forzó a los nuevos emperadores a reconocer como césar a Marco Antonio Gordiano(Gordiano III), nieto del primer Gordiano y sobrino del segundo, un joven de 13 años que vivía en aquellos momentos en Roma. Parece que su proclamación se debería o bien a la intervención de los familiares y amigos de Gordiano I o a la actuación de una facción senatorial opuesta a los dos nuevos emperadores, Pupieno y Balbino.
Monedas de los emperadores Pupieno y Balbino
La situación vendría a complicarse todavía más ya que poco después del reconocimiento de Gordiano III como césar, se inició un enfrentamiento entre la plebe de Roma y la guardia pretoriana, provocado por el asesinato de diversos miembros de la guardia que atendían a una reunión del Senado. La lucha se prolongó durante diversos días y comportó la destrucción de gran parte de la ciudad. Aunque no sabemos cómo finalizó la contienda, parece que los pretorianos se acabaron atrincherando en su campamento (castra praetoria) situado en las afueras de Roma y que se rindieron después de que la plebe cortara su suministro de agua.
De esta manera la autoridad de Maximino, tras tres años de campañas militares en el norte, se veía desafiada no solo en las provincias sino también en la capital, en la que en poco más de un mes se habían reconocido hasta a cinco emperadores diferentes. Así, pues, cuando, a mediados de abril del 238, Maximino tuvo noticias de la proclamación de los Gordianos y de su reconocimiento por parte del Senado, decidió, tras reunirse con sus consejeros, marchar sobre Roma al frente de sus tropas.
La situación era aún potencialmente controlable por parte de Maximino, ya que hemos de recordar que ni en Roma ni en África sus adversarios disponían de tropas capaces de enfrentarse a las veteranas legiones que él mismo comandaba en el norte. Maximino, sin embargo, no lo tuvo fácil en su marcha hacia la capital ya que no solo se vio obligado a hacer frente a las duras condiciones en los Alpes en esa época del año, sino también a la falta de suministros, debido a que el Senado había ordenado almacenar en el interior de las ciudades todos los víveres y provisiones que hubiera en los campos para que Maximino no pudiera hacerse con ellos en su recorrido hacia Roma y había enviado magistrados a todas las regiones para defenderlas y dificultar su marcha a través de ellas.
Gordiano III
El acontecimiento que, sin embargo, sellaría el destino de Maximino fue la resistencia que opuso la ciudad de Aquilea ante su avance. Sus habitantes habían reparado apresuradamente las murallas de la ciudad para resistir a las fuerzas de Maximino y su defensa estaba a cargo de Rutilio Pudente Crispino y Tulio Menófilo, dos consulares elegidos y enviados allí por el Senado. Dirigida de esta forma la ciudad cerró las puertas ante la llegada de las tropas de avanzada enemigas.
Maximino, que aún estaba en camino con el grueso de sus fuerzas, envío una embajada constituida por un tribuno originario de la propia Aquilea y diversos centuriones para negociar la rendición de la ciudad. Los enviados, situados al pie de la muralla, comunicaron a los habitantes de Aquilea que Maximino«les ordenaba deponer las armas pacíficamente y recibirlo como amigo, no como enemigo». Parece que la proposición persuadió a parte de los habitantes de la ciudad y que solo el apremio de Crispino y Menófilo evitó que las puertas de Aquilea se abrieran a las tropas de Maximino.
La negativa de los aquileanos hizo enfurecer a Maximino que aceleró la marcha hacia la ciudad. Al llegar a ella decidió tomarla antes de proseguir su avance hacia Roma. Tras un breve descanso para las tropas dio inicio el asedio. Se produjeron varios asaltos, según Herodiano, prácticamente diarios. Aún así, los aquileanos resistían, defendiéndose con el uso de una substancia «mezcla de pez y aceite con azufre y asfalto» que caliente se lanzaba desde las murallas sobre los atacantes, y utilizando «antorchas empapadas igualmente con pez y resina, y provistas de una punta de flecha en el extremo» que una vez encendidas eran lanzadas contra los máquinas de asedio de Maximino y que al clavarse en ellas las incendiaban. La demora del emperador ante la ciudad de Aquilea permitió a Pupieno, encargado por el Senado de las operaciones militares contra Maximino, desplazarse hasta la ciudad de Rávena.
La firme resistencia de la ciudad de Aquilea hizo perder los estribos a Maximino que llegó a castigar a varios oficiales por su falta de ánimo e interés a la hora de atacar la ciudad. Las exigencias y la dura disciplina impuestas por Maximino acabaron afectando el ánimo de sus hombres, que tras cuatro semanas de infructuoso asedio y desmoralizados por el hambre y el cansancio se amotinaron. Según Herodiano y la Historia Augusta a principios de junio del año 238 diversos hombres de la II legión Pártica, preocupados por la seguridad de sus familias, que habían dejado en el campamento situado en el monte Albano cercano a Roma, se dirigieron a la tienda de Maximino, y arrancaron el retrato del emperador de los estandartes con ayuda de los pretorianos. «En el momento en que Maximino salía de la tienda en compañía de su hijo, seguramente con la intención de hablarles, les dieron muerte al instante», matando también al prefecto del pretorio y a todos los consejeros afectos a Maximino. «Finalmente, después de exponer sus cuerpos a los insultos y vejaciones de todo el que quiso, los dejaron para pasto de perros y aves. Las cabezas de Maximino y de su hijo, sin embargo, fueron enviadas a Roma».
Antigua Aquileya
No todas las unidades del ejército aprobaron, sin embargo, la acción, como fue el caso de las de origen panonio y tracio, las tropas que habían entregado el poder a Maximino en el año 235, aunque finalmente y a disgusto acabaron aceptando los hechos consumados. Poco después los soldados, en son de paz, se acercaron a las murallas de Aquilea para informar de la muerte de Maximino. Tras reconocer la autoridad de Pupieno, Balbino y Gordiano III se les abrieron las puertas de la ciudad y fueron abastecidos con todos los víveres que requerían.
La desaparición de Maximino no comportó, sin embargo, una mejoría en la situación política que vivía el Imperio. Pupieno y Balbino murieron meses después a manos de la guardia imperial y el reinado del joven Gordiano III tan solo perduró hasta el año 244, muriendo al ser derrotado por los persas o bien a manos de su sucesor Filipo el Árabe. De esta forma, con la muerte primero de Alejandro Severo (235) y más tarde de Maximino el Tracio (238), se iniciaba un periodo de inestabilidad política y de crisis económica y social en la historia de Roma que se prolongaría durante 50 años y que llevaría al Imperio romano a refundar sus estructuras políticas, sociales y económicas para hacer frente al nuevo contexto histórico al que se enfrentaba.
BIBLIOGRAFÍA ARTÍCULO Maximino el Tracio. El primer emperador soldado
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