La Peste Negra fue un desastre de tal magnitud que no sólo sacudió los cimientos económicos y sociales del Viejo Mundo, sino que cambió el curso de la historia humana. El presente libro constituye la primera historia y valoración exhaustiva de su desarrollo y de la muerte y devastación que dejó tras de sí en todos los países por donde pasó.
Los numerosos estudios locales sobre la Peste Negra publicados durante los últimos cuarenta años en diversos idiomas y en una multiplicidad de artículos han sido recopilados sistemáticamente y analizados a fondo por primera vez en esta obra, que expone con claridad y analiza en detalle las características médicas y epidemiológicas de la enfermedad, su origen geográfico, su difusión por Asia Menor, Oriente Medio, el norte de África y Europa, y la mortalidad sufrida en los países y regiones para los que existen estudios satisfactorios. El modo, ritmo y estacionalidad de la propagación, revelados mediante un examen atento de esos estudios, reflejan con exactitud los trabajos médicos actuales y los estudios clásicos sobre la epidemiología de la peste bubónica.
La extensa investigación de Benedictow permite ver con claridad que la verdadera tasa de mortalidad fue muy superior a la que se había pensado en el pasado. A la luz de sus descubrimientos, el análisis expuesto en la última parte del libro, donde se demuestra que la Peste Negra constituye una encrucijada de la historia, adquiere un nuevo significado.
Ole J. Benedictow es un historiador noruego. Estudió en la Universidad de Oslo, donde se doctoró, siendo especialista en Baja Edad Media. A lo largo de su carrera, ha trabajado como profesor de Historia Medieval. Es profesor emérito de Historia en la Universidad de Oslo.
Benedictow ha destacado por su trabajo de investigación y divulgación sobre las grandes plagas que asolaron Europa durante la Edad Media, con especial atención a la Peste Negra y a sus efectos en los países nórdicos.
Título:La peste negra (1346 – 1353), La historia completa Autor:Ole J. Benedictow Editorial: Akal Colección: Anverso Materia: Ciencias humanas y sociales, Ciencias naturales y técnicas, Historia, Biología, Medio Ambiente y Geología, Medieval Idioma: Castellano ISBN: 978-84-460-4978-4 Fecha publicación: 22 de junio de 2020 Páginas: 692 Formato: Cartoné, 14 cm x 22 cm Precio: 27€
No descubro nada al afirmar que una carrera universitaria, y sobre todo una carrera humanística, más que proveer de toda una serie de datos, nombres y fechas a la mente de los estudiantes, que también, ha de dotar a los mismos de un espíritu crítico y ha de abastecerle de las herramientas necesarias para realizar su trabajo como historiador, ya sea este el estudio, la investigación o la enseñanza. Pero también es cierto que en muchas ocasiones, si no todas, la práctica universitaria es justo al revés, centrándose en poco más que en tiranizar al despistado estudiante con una infinidad de datos y teorías mientras que el desarrollo de los recursos y las herramientas de carácter histórico queda siempre en un segundo plano.
Para subsanar esta situación la editorial Akal ha publicado un nuevo «manual» del estudiante (y futuro historiador) titulado El oficio de historiador, estudiar, enseñar e investigar, en el que Enrique Moradiellos expone y recapacita sobre los métodos de estudio e investigación histórica. La monografía de Moradiellos, sin embargo, va más allá y pretende ofrecer al estudiante un panorama de la ciencia histórica en su conjunto, útil para conformar un marco teórico de referencia de la profesión.
Enrique Moradiellos García es en la actualidad catedrático de Historia contemporánea de la Universidad de Extremadura y anteriormente ejerció como profesor de dicha materia en la Universidad de Londres y en la Universidad Complutense de Madrid.
El libro está dividido en dos partes. En la primera, de carácter más teórico, el autor reflexiona sobre la historia en el contexto de las ciencias y más concretamente en el marco de las ciencias sociales. Moradiellos también realiza en este apartado un repaso a la evolución de la ciencia histórica y de las diversas escuelas o tendencias historiográficas que abarca desde la Antigüedad hasta las escuelas y posiciones más recientes. En la última parte de esta sección el autor reflexiona sobre cómo se enseña la historia en la actualidad, analizando los métodos formativos universitarios como las clases teóricas y prácticas, la recogida de los apuntes o el estudio y la lectura individual.
Enrique Moradiellos
La segunda parte de la monografía está dedicada a los aspectos más prácticos del trabajo histórico. Así pues esta parte analiza las formas de búsqueda de bibliografía; examina algunos de los diversos sistemas de documentación y archivística; ofrece pautas para el correcto desarrollo de la lectura académica o el análisis de textos, mapas, estadísticas, imágenes o esquemas históricos; y provee de normas para la realización del trabajo histórico ya sea la reseña de un libro de historia, la elaboración de un trabajo de curso o la realización de exposiciones orales. Este apartado finaliza con recomendaciones para la consulta de archivos, el uso de contenidos en la web o recomendaciones para la elaboración de un currículum vitae.
Como ven, pues, el manual de Moradiellos es bastante completo tanto en lo que respecta a su contenido teórico como a sus apartados más prácticos. Si con el primero un estudiante puede conformarse un mapa de situación de qué es la historia y cómo ha evolucionado hasta hoy la ciencia histórica, en la segunda parte el autor ofrece a los estudiantes, los principales receptores de este manual, un arsenal de técnicas y recursos necesarios no solo para finalizar la carrera de la mejor forma sino también para desarrollar las competencias básicas necesarias en cualquier carrera profesional relacionada con la historia.
Moradiellos ofrece además al estudiante toda una serie de consejos que incluyen normas de estilo para la redacción de los trabajos o técnicas para hablar en público (un aspecto bastante abandonado, por cierto, en la educación actual). La obra cuenta en su haber con una redacción y un estilo muy cuidado, algo que, sin duda, ensalza la calidad de la monografía. Esta cuenta también con un índice detallado, algo que facilita, y más en un manual como este, la consulta posterior del mismo y ofrece al lector multitud de ejemplos prácticos sobre cada uno de los apartados que no solo hacen la lectura más amena sino que, a la vez, nutren de contenido específico al libro.
Por último, y como no podía ser de otra forma, el manual ofrece al lector un cuantioso aparato bibliográfico ordenado por capítulos, lo que completa el contenido del mismo y permite al estudiante/lector interesado profundizar en las temáticas que más le puedan interesar o necesitar en el futuro.
Es así que El oficio de historiador, estudiar, enseñar e investigar se convierte en un manual actualizado de referencia para cualquier estudiante que quiera completar la carrera universitaria con éxito, esto es, no solo aprobando todas y cada una de las asignaturas sino formándose como profesional, algo, esto último, que en definitiva será el caudal más importante que un alumno de historia pueda obtener tras su paso por las aulas.
Título:El oficio de historiador. Estudiar, enseñar, investigar Autor: Enrique Moradiellos García Editorial:Akal Colección: Textos Materia: Historiografía y teoría de la Historia ISBN: 978-84-460-3865-8 Dimensiones: 17×24 N.° páginas: 480 Año edición: 2013 Precio: 22,00 €
Hoy os presentamos una novedad muy interesante de la editorial Akal dirigida a los estudiantes de Historia que permite reflexionar sobre Qué es la Historia y provee de herramientas necesarias para culminar con éxito los estudios y trabajar en el ámbito de la investigación histórica.
El oficio de historiador de Enrique Moradiellos García es una guía didáctica actualizaday destinada a los estudiantes que emprenden sus estudios universitarios en las disciplinas históricas. Pretende servir como manual auxiliar para introducirse en el conocimiento y la comprensión de los conceptos básicos de la Historia y en los métodos de enseñanza, estudio y aprendizaje que son habituales en el ámbito educativo de la Universidad. En consonancia con ese objetivo didáctico fundamental, el libro se estructura en dos apartados diferentes pero conexos.
La primera partede la obra es de naturaleza teórica y ofrece una presentación de tres aspectos esenciales de la materia: a) los rasgos característicos de la historia como ciencia humana; b) la evolución de la historiografía desde su origen en la Antigüedad hasta la actualidad; y c) las formas de enseñanza de la historia en el ámbito universitario.
La segunda partede la obra es de naturaleza práctica y trata de orientar y ayudar a los estudiantes en la realización efectiva de las actividades, ejercicios y tareas que exige el trabajo y los estudios universitarios en este campo (búsquedas y lecturas bibliográficas, redacción de trabajos escritos, comentarios de documentos históricos variados, exposiciones orales, consultas archivísticas, recursos digitales y virtuales, confección del currículum vítae, etcétera).
Enrique Moradiellos García (Oviedo, 1961) es en la actualidad catedrático de Historia contemporánea de la Universidad de Extremadura y anteriormente ejerció como profesor de dicha materia en la Universidad de Londres y en la Universidad Complutense de Madrid. Entre su producción histórica publicada destacan los siguientes libros: La perfidia de Albión: el gobierno británico y la guerra civil española (Siglo XXI de España, 1994); La España de Franco, 1939-1975. Política y sociedad (2000); Las caras de Clío. Una introducción a la historia (Siglo XXI de España, 2001); El reñidero de Europa. Las dimensiones internacionales de la guerra civil española (2001); Francisco Franco: crónica de un caudillo casi olvidado (2002); 1936. Los mitos de la guerra civil (2004); Franco frente a Churchill. España y Gran Bretaña en la Segunda Guerra Mundial (2005); Don Juan Negrín (2006);La semilla de la barbarie. Antisemitismo y Holocausto (2009); La historia contemporánea en sus documentos (2011); y La guerra de España, 1936-1939. Estudios y controversias (2012).
Título:El oficio de historiador. Estudiar, enseñar, investigar Autor: Enrique Moradiellos García Editorial:Akal Colección: Textos Materia: Historiografía y teoría de la Historia ISBN: 978-84-460-3865-8 Dimensiones: 17×24 N.° páginas: 480 Año edición: 2013 Precio: 22,00 €
Si algo caracteriza al pensamiento del ser humano es su gusto y su destreza a la hora de conceptualizar y crear categorías que aplicar a las situaciones por él vividas o estudiadas, sintetizando concepciones que le acompañan a lo largo de los siglos, ayudándole aunque también otras veces entorpeciendo su capacidad para entender la complejidad de la realidad que le rodea. Este es el caso de los conceptos muchas veces opuestos de Oriente y Occidente, cargados de juicios y sobre todo de prejuicios y que Gómez Espelosín trata de desentrañar al menos en su origen en época Antigua.
La nueva monografía de la editorial Akal dedica su primer capítulo a mostrarnos la progresiva fragmentación que a partir de época renacentista llevó al divorcio entre los estudios de la Antigüedad clásica (Roma y sobre todo Grecia) y el Oriente antiguo (que incluía también la historia del Egipto faraónico) y que marcó desde entonces la división académica entre ambos mundos. A partir de ahí Gómez Espelosín realiza un estudio histórico diacrónico de la evolución de las relaciones entre Oriente y Occidente desde época minoica y micénica (si tomamos el punto de vista propiamente griego), en el segundo milenio a.C. Un análisis que en su primer tramo se basa principalmente en el estudio del material arqueológico, los restos de la época más fácilmente recuperables, y la reflexión sobre los conductos comerciales que los llevaron de un lugar a otro y el trueque cultural que su intercambio comportaba, en el que predominaba el mayor desarrollo del mundo oriental.
A medida que avanzan las páginas del libro y el análisis alcanza las épocas arcaica y antigua de la historia helénica el autor incluye en su estudio el análisis de las noticias que sobre Oriente nos han transmitido los autores griegos, escritores como Hesíodo, Homero, Heródoto o Ctesias, una información de gran valor siempre que seamos conscientes de que el mundo oriental del que nos hablan la mayoría de ellos, encarnado en la amenaza persa, no dispuso de una tradición de narración histórica como la que nació y brilló en la Grecia antigua, y mucha de la información propiamente histórica que disponemos de él proviene del filtro subjetivo que los autores griegos reprodujeron sobre ellos.
La Real cacería del León, palacio de Asurbanipal en Nínive.
El estudio de Gómez Espelosín no se centra tan solo en el estudio del Oriente dominado por los aqueménidas sino que incluye también, algo lógico si tenemos en cuenta la cronología que abarca, el examen de las relaciones entre el Occidente helénico y otros importantes reinos y estados orientales como el de los hititas, los asirios, los pueblos del Levante mediterráneo, el Egipto faraónico o los estados establecidos en territorio de Asia menor, entre ellos el frigio o el lidio, grandes intermediarios entre las influencias orientales y el mundo griego. Todo ello da como resultado la constatación de las múltiples herencias y préstamos que el mundo occidental debe al ámbito oriental asiático del que en un principio no fue más que un apéndice comercial y que incluyen elementos como el alfabeto, los tipos de cerámica, el legado épico o incluso la reflexión sobre las estructuras estatales. Gómez Espelosín se detiene a examinar también las rutas comerciales que permitieron todos esos intercambios y los lugares más propicios donde estos contactos se produjeron, mostrando su amplio conocimiento de la época y de la geografía histórica del momento.
En los últimos capítulos de la monografía el autor analiza el origen del enfrentamiento entre griegos y persas durante las Guerras Médicas, a principios del siglo V a.C., sin duda alguna el crisol de la oposición entre los conceptos de Oriente y Occidente. Gómez Espelosín se interesa por el papel generativo de este conflicto tanto de la realidad helénica posterior basada en la democracia (en el caso de Atenas), la civilización o la ciudad-estado, como de la imagen que desde entonces (y en la actualidad) poseemos de Oriente.
Francisco Javier Gómez Espelosín
Por desgracia el autor no demuestra el mismo interés en su estudio por la época posterior al siglo IV a.C., por lo que su examen de la conquista de Oriente por parte de Alejandro Magno, o los periodos posteriores de dominación seléucida y romana quedan bastante excluidos de su monografía, debido a la propia especialización del autor en la historia del mundo griego y, me atrevo a afirmar, a la voluntad de publicar un libro de difusión manejable.
El libro finaliza con un último capítulo dedicado al análisis del proceso de invención del concepto de Oriente en la propia época antigua, una de aquellas nociones que de una forma u otra, ha sobrevivido hasta la actualidad y que contamina, sin lugar a dudas, nuestra percepción de la realidad cultural, política y social que predomina en aquellas latitudes.
Gómez Espelosín y la editorial Akal nos proveen de esta forma de una útil e interesantísima monografía con la que profundizar plácidamente en la conformación y evolución del mundo antiguo, derribando aquellos falsos puntos de vista que ven en el legado histórico europeo, materializado en la herencia de Grecia y Roma, una realidad pura y prístina desligada de los préstamos y las apropiaciones provenientes de otros focos culturales, en este caso orientales. El autor nos presenta un texto muy bien escrito, aunque un poco pomposo en determinados momentos, marca de fábrica del autor. Aún así el relato posee un ritmo sosegado y sobre todo didáctico y clarificador, una obligación exigible a un catedrático universitario de Historia. El libro incluye además, un amplio apartado de notas a pie de página, un increíblemente actualizado índice bibliográfico y varios mapas para situar al lector, algo que se agradece y más cuando hablamos de territorios no tan bien conocidos por los lectores.
Así pues Memorias perdidas, Grecia y el mundo oriental nos permite conocer las raíces de conceptos que nos pueden parecer muy actuales aunque tienen su origen en el pasado más remoto y que están basados normalmente en el «retorcimiento» de la historia y de la información que las más de las veces es llevado a cabo por intereses ajenos al progreso del conocimiento, supeditados a provechos personales e institucionales, algo esto último, que parece que nunca ha pasado ni pasará de moda.
Hoy os dejamos en la sección de Historia de Culturalia con una novedad de la editorial Akal, Memorias perdidas. Grecia y el mundo oriental, de Francisco Javier Gómez Espelosín, un interesantísimo análisis de las relaciones entre el Oriente y el Occidente en época antigua y de la creación de unos paradigmas culturales que han llegado hasta nuestra época.
Las historias del mundo griego y de las civilizaciones orientales han constituido habitualmente dos universos paralelos e independientes sin apenas relación. La imagen de una Grecia ideal, fuente y origen de las características definitorias de la civilización occidental, ha constituido también un obstáculo importante a la hora de contemplar la relación estrecha y constante que a lo largo de la historia mantuvieron ambos mundos. Oriente y Occidente son, en realidad, dos categorías conceptuales puramente artificiales e ideológicas que se construyeron en un momento determinado de la historia, que se consolidaron después y que han acabado configurando el imaginario colectivo a la hora de estructurar el mundo.
En este ameno e iluminador libro se estudian las fases principales de todo este proceso, desde las estrechas relaciones que se produjeron entre estos dos espacios geográficos desde la edad del Bronce hasta la época posterior a las conquistas de Alejandro al análisis de los principales obstáculos que han lastrado, en el terreno historiográfico, un estudio más global y coherente de estas relaciones, lo que nos ha impedido obtener una visión más real y compleja de dos mundos profundamente interrelacionados, diferenciados pero condenados en definitiva a entenderse, de manera amistosa u hostil, por los imperativos dictados por la geografía de los recursos físicos y por la inevitable tendencia a la movilidad de los seres humanos.
El imperio grecorromano, de Paul Veyne, de editorial AKAL.
La separación de las cátedras de griego y de latín en el seno de la universidad perpetúa el mito de una distinción, incluso de una oposición, entre «Grecia» y «Roma». Sin embargo, el Imperio llamado «romano» fue en realidad grecorromano por más de una razón. En primer lugar por la lengua: sin duda la lengua vehicular que se practicaba en su mitad occidental era el latín, pero lo era el griego alrededor del Mediterráneo oriental y en el Próximo Oriente. Igualmente, la cultura material y moral de Roma surgió de un proceso de asimilación de esa civilización helénica que comunicaba Afganistán con Marruecos. Por último, el Imperio era grecorromano en un tercer sentido: la cultura era helénica y el poder romano; ésa es la razón por la cual los romanos helenizados pudieron continuar creyéndose tan romanos como lo habían sido siempre. El presente volumen sugiere una visión de conjunto y un análisis certero de esa primera «universalización» que constituye los cimientos de la Europa actual.
Paul Veyne nació en 1930 en Aix-en-Provence. Alumno de l’École Normal Supérieure y más tarde la l’École Française de Rome, fue nombrado profesor de Historia romana en el Collège de France en 1975. Ha publicado, entre otras obras, Cómo se escribe la historia (1972), ¿Creyeron los griegos en sus mitos? (1987), La sociedad romana (1991) y El sueño de Constantino (2008). En Akal ha publicado Los misterios del gineceo (2003) con Françoise Frontisi-Ducroux y François Lissarrague.
Índice de materias:
Prólogo I. ¿Qué era un emperador romano? II. Los presupuestos de la ciudad griega o por qué Sócrates se negó a huir III. ¿Existía una clase media en aquellos tiempos lejanos? IV. La identidad griega contra y con Roma: «colaboración» y vocación superior V. Palmira y Zenobia entre Oriente, Grecia y Roma VI. El arte de Palmira: «universalización», semejanza, frontalidad, ojos alucinados VII. Objetivos del arte, propaganda y fasto monárquico VIII. Culto, piedad y moral en el paganismo grecorromano IX. Paganos y caridad cristiana ante los gladiadores X. Los problemas religiosos de un pagano inteligente: Plutarco XI. Pasión, perfección y alma material en la utopía estoica y en san Agustín XII. La toma de Roma en el año 410 y las grandes invasiones XIII. ¿Por qué el arte grecorromano llegó a su fin?
Título:El imperio grecorromano Autor: Paul Veyne Editorial:Akal Colección: Universitaria Traductor: Elena Del Amo Materia: Historia Dimensiones: 13,5×22 N.° páginas: 816 Año edición: 2009 Precio: 60 € ISBN: 978-84-460-2465-1
Pocos son los libros que se publican a lo largo del año que por su características y peculiaridades, se diferencian del resto de novedades bibliográficas, y menos aún en el campo de la historia. Por eso la publicación el año pasado del libro 428 después de Cristo. Historia de un año de Giusto Traina, editado por Akal, es una novedad digna de destacar por varios motivos.
El libro, como su nombre indica, está dedicado a la historia de un año, o mejor dicho, a la historia de un periodo corto de tiempo que se ubica en el 428 y en los años inmediatamente anteriores y posteriores, y pretende realizar una «instantánea» de un momento concreto de la historia del Imperio romano, por lo que se aleja de la narración diacrónica de la historia, para ofrecernos un estudio sincrónico de la misma. O lo que es lo mismo, el autor no pretende estudiar la fase histórica que conocemos como Antigüedad tardía, sino que pretende analizar un momento histórico preciso y concreto de ella.
Lo más curioso del intento es que la fecha escogida no es una de esas que «pretendidamente» marcan un antes y un después en la historia, o en los que piensan que la historia depende de momentos y de acciones singulares, sino que es un año «en blanco», casi lo podríamos considerar un año vacío o con poca transcendencia, sino es porque fue precisamente ese año, el 428, cuando el reino de Armenia, una de las causas principales de la lucha entre Roma y Persia, dejó de ser un estado independiente en manos de un rey de la dinastía arsácida, y se constituyó como un marzbanato o provincia dentro del imperio persa sásanida.
Si bien éste es un hecho de notable relevancia para el Oriente romano, algunos lectores de esta reseña se preguntarán en qué afectó este suceso a la historia del Imperio romano, que es el tema principal al que está dedicado el libro. Yo, por mi parte, considero la selección de Traina una excusa, como otra cualquiera, para analizar una época histórica apasionante como es la Antigüedad tardía, y más concretamente el siglo V d.C., de una forma global e interrelacionada. Es, posiblemente, más interesante para el lector conocer la historia de un Estado como el romano durante un año «cualquiera», que en una fecha «crítica» en la que parece que todo ha de cambiar, que todo está en transformación «de un estado a otro». Hemos de tener presente, además, que Giusto Traina es un autor especializado en la historia de Armenia, por lo que no es de extrañar que sea un hecho «armenio» el que escoja como punto de partida para analizar un momento histórico en concreto.
Pues bien, a través de las páginas del libro nos trasladaremos al año 428 d.C., e iniciaremos un viaje por los territorios que formaban parte de Roma, de su imperio, y aunque de forma secundaria, por los territorios de Armenia e incluso del Imperio persa, al que el autor dedica un último capítulo. Y la visión sincrónica que les comentaba nos permitirá observar las interconexiones y las relaciones que existían no tan solo entre regiones y lugares, sino entre personajes, entre procesos y entre acontecimientos históricos, unos nexos que podían pasar algo desaparecido a través del estudio diacrónico de los hechos al que estamos acostumbrados. Y es seguramente este punto de vista estático y global el que le da al libro su baza bibliográfica más importante.
A todo ello hay que sumar el especial interés que el autor muestra a lo largo de la obra por los temas religiosos cristianos; a los obispos, y a las herejías; a las luchas por el poder en la Iglesia y por establecer la ortodoxia cristiana, un contenido que viste la mayoría de los capítulos del libro. Un peso que, en algunos momentos, puede ser algo desmesurado si pensamos que el objetivo del libro no es el estudio de la Iglesia cristiana sino del Imperio romano del siglo V d.C. Si bien, es un claro recuerdo del protagonismo cada vez mayor que el cristianismo, y sobre todo, la Iglesia, iba acumulando en esa época.
Giusto Traina
El estudio es, como decía, un análisis histórico global, si bien se divide en diversos capítulos que van avanzando geográficamente por las diversas regiones que constituían el Imperio romano. En este aspecto funciona más como una breve introducción a las diversas «piezas» territoriales del imperio, aunque desde una perspectiva ampliamente académica. Traina tiende a presentarnos al Imperio romano de la segunda década del siglo V d.C. aún como una unidad «conceptual» de funcionamiento, aunque administrativamente estaba dividido en dos partes (o en dos «Estados») en aquellos momentos, la Occidental y la Oriental. Una visión, la suya, en la que no están de acuerdo todos los especialistas.
El autor demuestra un amplio conocimiento de la realidad histórica del momento, sobre todo de la zona oriental del Imperio. De esta forma, podremos constatar cuales eran las condiciones y las problemáticas de los diversos territorios sobre los que gobernaba aún Roma (y Constantinopla) en el año 428, que, como es normal, dependían muchas veces de acontecimientos y características locales, como podían ser, por ejemplo, los efectos de las migraciones germanas en el limes del norte, o la relación con el reino persa en la frontera oriental. Elementos que diferenciaban grandemente las derivas históricas de ambas partes del imperio.
El texto está acompañado, además, de una extensa batería de notas a pie de página y de una amplia bibliografía, que le dan a la obra un relevante perfil académico y que permiten al lector no solo conocer las fuentes de las afirmaciones del autor, sino también las obras donde hallar cualquier información relacionada. Es por tanto un libro no demasiado útil para una primera aproximación a la época (atención lectores menos avezados!!) sino más bien una obra que proporciona una visión estructuradora y ordenadora de conocimientos previos.
Si en una cosa destaca el libro es en la rica galería de personajes tratados en el texto, lo cual resulta en un relato más cercano, más humano y más cotidiano del que estamos acostumbrados a leer, sobre todo en lo referente a esta época dominada por las grandes personalidades políticas y religiosas y por los grandes hechos. Hallaremos a personajes como los generales Flavio Constancio y Aecio, a la emperatriz Gala Placidia, al emperador Teodosio II, o a los religiosos San Agustín, Nestorio, Cirilo de Alejandría, Hidacio, o el anacoreta Simeón el Estilita, que irán pasando, junto a otros, a lo largo de las páginas escritas por Traina.
Todo lo cual nos provee de un corte estratigráfico y cronológico de primera magnitud de una época infravalorada durante mucho tiempo pero que, con obras como las de Giusto Traina, es cada vez más conocida por el amplio público y valorada en su justa medida, ni más ni menos, rompiendo, así, ese odioso velo que la situaba como el primer acto de la mal llamada Edad Media, considerado, indecorosamente, como uno de los períodos más oscuros de la historia europea.
Título:428 después de Cristo. Historia de un año Autor: Giusto Traina Editorial:Akal Año edición: 2011 Colección: Universitaria Traductor: Manuel J. Parodi Álvarez Materia: Historia ISBN: 978-84-460-2791-1 Dimensiones: 14 x 22 N.° páginas: 208 Precio: 19,50 €
—————————