La historia de Roma viene a ser también la historia de sus enemigos. Y si Roma tuvo un enemigo a lo largo de su historia, exceptuando, esos sí, el desafío de Aníbal el Cartaginés, no fueron otros que los imperios de Oriente, ya fueran estos el parto arsácida o el persa sasánida. De ahí que la editorial HRM Ediciones publicara en el año 2017 Imperios de las Arenas, Roma y Persia frente a frente, una obra que repasa las relaciones principalmente militares entre Roma y Persia en la Edad Antigua.
Aunque el libro se centra en las relaciones entre estos dos vastos imperios, inicia su análisis con un breve tratamiento del Imperio Seléucida, estado heredero de las conquistas de Alejandro Magno que tuvo una estrecha relación con el auge del los partos en Oriente. Así, pues, el primer capítulo analiza la geografía y las estructuras de gobierno seléucidas, para dar paso al análisis del ejército romano republicano.
A partir de allí los autores repasan la historia del imperio parto, dedicándole un capítulo al reino del Ponto y al enfrentamiento entre Mitridates VI Eupator con Roma, para pasar seguidamente a tratar, ahora sí, la contienda que confrontó durante siglos a Oriente y Occidente, una lucha primero entre romanos y partos y después entre romanos y persassasánidas.
La monografía de 384 páginas publicada por HMR Ediciones, editorial especializada en temas militares, está escrita por Javier Sánchez y Arturo Sánchez, el primero doctor en Ciencias de la Antigüedad y licenciado en filología clásica y el segundo licenciado en historia especializado en historia antigua, que han dado a la obra un toque de difusión en el relato que se agradece, acrecentado por la utilización de imágenes y de diversos mapas a todo color en las láminas centrales del libro.
Los autores se dividen la redacción de los nueve capítulos con una estructura pormenorizada. Es por ello que el libro se convierte en una introducción a un aspecto de la historia del Oriente antiguo a tener en cuenta.
Sin embargo la división de los capítulos entre ambos autores provoca una cierta repetición de temas entre los diferentes apartados y el índice revela una cierta incongruencia entre los temas escogidos y el propio título del libro. Por desgracia también, la edición del libro no es la más correcta y la redacción tampoco, provocando en diversos casos un desapego al lector.
Imperios de las arenas es una oportunidad para sumergirse en un periodo de la historia, el enfrentamiento entre persas y romanos, poco habitual en la bibliografía en español, si bien tiene diversas incoherencias y erratas que hacen que la propuesta no llegue a ser lo que podría.
Título:Imperios de las arenas: Persia y Roma frente a frente Autor: Javier Sánchez Gracia y Arturo Sánchez Sanz Editorial:HRM ediciones Género: Historia militar Fecha publicación: 3 de abril de 2017 Tema: Historia Antigua Páginas: 384 Formato: 21,5×14 cm, tapa blanda con solapas; incluye cuadernillo 8 páginas a color ISBN: 978-84-946070-5-9 Precio: 24,95€
De nuevo os informamos en Culturalia de una novedad relacionada con la Historia Antigua: Imperios de las arenas, de Javier Sánchez Gracia y Arturo Sánchez Sanz, publicado por HRM Ediciones, y que analiza la relación de algunos de los grandes imperios del Oriente Próximo antiguo, esto es, Macedonia, Roma, Bizancio y Persia.
El conflicto entre Occidente y Oriente no es nuevo, sino que hunde sus raíces en la Antigüedad. A la muerte de Alejandro Magno (323 a.C) el enfrentamiento se enquistó entre sus herederos, los seléucidas, y los partos, que libraron cruentas luchas. La llegada de Roma a Oriente aumentó dicha rivalidad, estallando un conflicto militar entre partos y romanos casi perpetuo, que conllevó grandes triunfos para Roma, pero también desastres de consideración. Mientras que Roma, en su guerra contra los partos, perdió en combate a un triunviro y a dos emperadores, ningún rey persa murió ni fue capturado en batalla. Poco a poco la hegemonía occidental sufrió un declive y los partos terminaron por volver a adueñarse de Oriente.
La monarquía sasánida construyó un imperio burocratizado y con un ejército profesional, por lo que Roma se enfrentó en Oriente con un enemigo mucho más parecido a sí misma y con unas particularidades que lo diferenciaban, con mucho, de los “bárbaros” del Rin o del Danubio.
Los persas no sólo libraban guerras contra seléucidas y romanos: hicieron frente a invasiones de tribus esteparias por el norte y de diversos pueblos árabes por el sur, mientras libraban un sinnúmero de guerras civiles. Por su parte, los romanos no sólo tuvieron que enviar sus águilas para controlar tan preciado territorio frente a seléucidas, partos y sasánidas, sino también para intentar frenar al que se convertiría en uno de sus enemigos más acérrimos y famosos, el poderoso Mitrídates, rey del Ponto.
El presente libro narra la historia de estos acontecimientos, en un enclave donde intrigas política, potencia militar, rivalidad, poder y ambición se convirtieron en los protagonistas perpetuos de un territorio, el Oriente Próximo antiguo, de contacto permanente entre civilizaciones.
Título:Imperios de las arenas: Persia y Roma frente a frente Autor: Javier Sánchez Gracia y Arturo Sánchez Sanz Editorial:HRM ediciones Género: Historia militar Fecha publicación: 3 de abril de 2017 Tema: Historia Antigua Páginas: 384 Formato: 21,5×14 cm, tapa blanda con solapas; incluye cuadernillo 8 páginas a color ISBN: 978-84-946070-5-9 Precio: 24,95€
Si algo caracteriza al pensamiento del ser humano es su gusto y su destreza a la hora de conceptualizar y crear categorías que aplicar a las situaciones por él vividas o estudiadas, sintetizando concepciones que le acompañan a lo largo de los siglos, ayudándole aunque también otras veces entorpeciendo su capacidad para entender la complejidad de la realidad que le rodea. Este es el caso de los conceptos muchas veces opuestos de Oriente y Occidente, cargados de juicios y sobre todo de prejuicios y que Gómez Espelosín trata de desentrañar al menos en su origen en época Antigua.
La nueva monografía de la editorial Akal dedica su primer capítulo a mostrarnos la progresiva fragmentación que a partir de época renacentista llevó al divorcio entre los estudios de la Antigüedad clásica (Roma y sobre todo Grecia) y el Oriente antiguo (que incluía también la historia del Egipto faraónico) y que marcó desde entonces la división académica entre ambos mundos. A partir de ahí Gómez Espelosín realiza un estudio histórico diacrónico de la evolución de las relaciones entre Oriente y Occidente desde época minoica y micénica (si tomamos el punto de vista propiamente griego), en el segundo milenio a.C. Un análisis que en su primer tramo se basa principalmente en el estudio del material arqueológico, los restos de la época más fácilmente recuperables, y la reflexión sobre los conductos comerciales que los llevaron de un lugar a otro y el trueque cultural que su intercambio comportaba, en el que predominaba el mayor desarrollo del mundo oriental.
A medida que avanzan las páginas del libro y el análisis alcanza las épocas arcaica y antigua de la historia helénica el autor incluye en su estudio el análisis de las noticias que sobre Oriente nos han transmitido los autores griegos, escritores como Hesíodo, Homero, Heródoto o Ctesias, una información de gran valor siempre que seamos conscientes de que el mundo oriental del que nos hablan la mayoría de ellos, encarnado en la amenaza persa, no dispuso de una tradición de narración histórica como la que nació y brilló en la Grecia antigua, y mucha de la información propiamente histórica que disponemos de él proviene del filtro subjetivo que los autores griegos reprodujeron sobre ellos.
La Real cacería del León, palacio de Asurbanipal en Nínive.
El estudio de Gómez Espelosín no se centra tan solo en el estudio del Oriente dominado por los aqueménidas sino que incluye también, algo lógico si tenemos en cuenta la cronología que abarca, el examen de las relaciones entre el Occidente helénico y otros importantes reinos y estados orientales como el de los hititas, los asirios, los pueblos del Levante mediterráneo, el Egipto faraónico o los estados establecidos en territorio de Asia menor, entre ellos el frigio o el lidio, grandes intermediarios entre las influencias orientales y el mundo griego. Todo ello da como resultado la constatación de las múltiples herencias y préstamos que el mundo occidental debe al ámbito oriental asiático del que en un principio no fue más que un apéndice comercial y que incluyen elementos como el alfabeto, los tipos de cerámica, el legado épico o incluso la reflexión sobre las estructuras estatales. Gómez Espelosín se detiene a examinar también las rutas comerciales que permitieron todos esos intercambios y los lugares más propicios donde estos contactos se produjeron, mostrando su amplio conocimiento de la época y de la geografía histórica del momento.
En los últimos capítulos de la monografía el autor analiza el origen del enfrentamiento entre griegos y persas durante las Guerras Médicas, a principios del siglo V a.C., sin duda alguna el crisol de la oposición entre los conceptos de Oriente y Occidente. Gómez Espelosín se interesa por el papel generativo de este conflicto tanto de la realidad helénica posterior basada en la democracia (en el caso de Atenas), la civilización o la ciudad-estado, como de la imagen que desde entonces (y en la actualidad) poseemos de Oriente.
Francisco Javier Gómez Espelosín
Por desgracia el autor no demuestra el mismo interés en su estudio por la época posterior al siglo IV a.C., por lo que su examen de la conquista de Oriente por parte de Alejandro Magno, o los periodos posteriores de dominación seléucida y romana quedan bastante excluidos de su monografía, debido a la propia especialización del autor en la historia del mundo griego y, me atrevo a afirmar, a la voluntad de publicar un libro de difusión manejable.
El libro finaliza con un último capítulo dedicado al análisis del proceso de invención del concepto de Oriente en la propia época antigua, una de aquellas nociones que de una forma u otra, ha sobrevivido hasta la actualidad y que contamina, sin lugar a dudas, nuestra percepción de la realidad cultural, política y social que predomina en aquellas latitudes.
Gómez Espelosín y la editorial Akal nos proveen de esta forma de una útil e interesantísima monografía con la que profundizar plácidamente en la conformación y evolución del mundo antiguo, derribando aquellos falsos puntos de vista que ven en el legado histórico europeo, materializado en la herencia de Grecia y Roma, una realidad pura y prístina desligada de los préstamos y las apropiaciones provenientes de otros focos culturales, en este caso orientales. El autor nos presenta un texto muy bien escrito, aunque un poco pomposo en determinados momentos, marca de fábrica del autor. Aún así el relato posee un ritmo sosegado y sobre todo didáctico y clarificador, una obligación exigible a un catedrático universitario de Historia. El libro incluye además, un amplio apartado de notas a pie de página, un increíblemente actualizado índice bibliográfico y varios mapas para situar al lector, algo que se agradece y más cuando hablamos de territorios no tan bien conocidos por los lectores.
Así pues Memorias perdidas, Grecia y el mundo oriental nos permite conocer las raíces de conceptos que nos pueden parecer muy actuales aunque tienen su origen en el pasado más remoto y que están basados normalmente en el «retorcimiento» de la historia y de la información que las más de las veces es llevado a cabo por intereses ajenos al progreso del conocimiento, supeditados a provechos personales e institucionales, algo esto último, que parece que nunca ha pasado ni pasará de moda.