Llega a las pantallas española y a NetflixCielo de medianoche, el nuevo thriller de ciencia-ficción postapocaliptica dirigido por George Clooney, basado en la novela Good Morning, Midnight de Lily Brooks-Dalton.
Un futuro incierto. En un centro de investigación en el Ártico, Augustine (George Clooney), un brillante y solitario astrónomo, estudia el cielo en busca de evidencia de cómo comenzó el universo. Mientras, la astronauta Sully (Felicity Jones) está a bordo de la nave espacial Aether en su vuelo de regreso desde Júpiter. Hasta ahora el viaje ha sido un éxito, pero de pronto surge un problema, y Sully y su tripulación no saben si podrán regresar a la Tierra. Desde el Ártico Augustine tratará de contactar con la nave, y las historias de ambos se entrelazarán de forma inesperada.
Título original: Cielo de medianoche Año: 2020 Dirección: George Clooney Reparto: George Clooney, Felicity Jones, Kyle Chandler, Demián Bichir, David Oyelowo, Tiffany Boone, Caoilinn Springall, Sophie Rundle, Ethan Peck Guión: Mark L. Smith (Basado en la novela de Lily Brooks-Dalton) Música: Alexandre Desplat Fotografía: Martin Ruhe Productora: Anonymous Content, Netflix, Syndicate Entertainment, Smoke House Pictures, Truenorth Productions (Distribuidora: Netflix) Género: Ciencia ficción | Thriller Duración: 118 min. País: Estados Unidos ESTRENO: Estreno limitado en Cines España: 11 diciembre 2020 Estreno en Netflix: 23 de diciembre 2020
Hoy valoramos en CulturaliaLa Niebla, otra serie cancelada de la plataforma Netflix basada, en este caso, en la novela corta del mismo título de Stephen King escrita en el año 1980 y que ya había tenido una adaptación cinematográfica en el año 2007.
«Una aterradora tormenta eléctrica arrasa un pequeño pueblo. Al día siguiente, una densa y extraña niebla comienza a entenderse por la localidad. Este fenómeno antinatural deja a sus habitantes aislados, pero lo peor es que parece que hay algo más: comienzan a entreverse numerosas criaturas que no dudan en atacar a cualquier persona que se atreva a moverse a través de la niebla».
La serie de Netflix, creada por Christian Torpe y que consta de diez capítulos, adapta y expande la novela de King en un intento fallido de generar diversas tramas para dar contenido a una serie de recorrido. Sin embargo, parece que la audiencia no respondió de la forma deseada por la producción de la serie.
Primero, esta es una serie non grata, seguro, para los más puristas, ya que su desarrollo se desvía muy pronto del canon de la novela de King. Si en esta la niebla hacía referencia al contacto fortuito de nuestra realidad con la naturaleza y los seres de otra dimensión provocado por un experimento militar y la angustia del confinamiento, ¡que curioso!, de parte de la población en las instalaciones de un supermercado, la serie respeta inicialmente esta base para luego avanzar sobre otras temáticas y situaciones no contempladas por King.
La niebla no solo responde a la contaminación de otra dimensión, sino que parece, a veces, más vinculada a un apocalipsis moral y/o espiritual, en el que la niebla interactúa con la consciencia de cada uno de los protagonistas, enfrentándoles a sus terrores y sus miedos.
Por lo que respecta al confinamiento, la serie se divide en tres historias vinculadas. La primera es la que sigue más la novela de King, mostrando el encierro de una parte de la población en el supermercado de la localidad, con todas las tensiones y problemas que esta puede provocar, salpimentado todo ello con la presencia en el mismo confinamiento de Alex Copeland(Gus Birney), una joven violada; Eve Copeland (Alyssa Sutherland), su madre traumatizada y Jay Heisel (Luke Cosgrove) su presunto violador. La segunda veta argumental se sitúa en la iglesia del pueblo, en la que otro grupo de supervivientes se ha resguardado y en la que una de las confinadas (Frances Conroy) comienza a mostrar un comportamiento cada vez más extraño. La tercera trama la protagoniza un pequeño grupo de supervivientes, liderado por Kevin Copeland (Morgan Spector), que lo arriesgará todo para volver a reunir a su familia.
Vistos los diez capítulos de la primera y única temporada, la valoración no puede ser muy positiva. Las tres tramas progresan poco a poco, como es habitual, complicándose y ampliándose a medida que avanzan, pero la serie no acaba nunca de definir qué es la niebla y qué diablos pasa en ella.
El desarrollo de la serie se centra en la evolución de los dos confinamientos, el del supermercado y el de la iglesia, y en los progresos del grupo liderado por Spector, mostrándonos escenas de auténtico terror y a veces escenas de thriller opresivo, sugiriéndonos, además, que no todas las cosas son lo que parecen. Todo ello envuelto en un halo de misteriosa niebla presente en todo momento.
Si la tensión de las situaciones está conseguida, el avance de las tramas y, sobre todo, el avance del conocimiento de lo que está pasando deja al espectador en una bruma de ignorancia que provoca frustración.
La dirección que como es habitual está en manos de diferentes directores (Guy Ferland, Nick Murphy, Adam Bernstein, David Boyd, James Hawes, Richard Laxton, Matthew Penn y T.J. Scott), mantiene un pulso común, si bien las subtramas que se van generando, en algunos casos algo tópicas, ralentizan demasiado el avance de las tramas principales sin darles mayor substancia. La interpretación de los actores y actrices es correcta, aunque la trama más religiosa, presente de alguna forma en la novela de King, avanza de una forma poco creíble fuera de Estados Unidos. El protagonismo de la serie se lo llevan los mienbros de la familia Copeland, a la que iremos conociendo poco a poco y de la que iremos descubriendo su historia anterior.
La Niebla de Netflix, hubiera necesitado algo más de concreción y menos artificio, pero, que se le va a hacer, esto es el pan nuestro de cada día en la ficción televisiva actual. La serie tendría que haber permitido al espectador concretar algo más sobre la naturaleza de la misteriosa niebla invasora, ya que las tramas de confinamiento son correctas. Pero el juicio de la audiencia lo es todo en la televisión, malas audiencias y la serie se acabó.
Título:La niebla Año: 2017 Duración: 1 temporada (10 capítulos) País: Estados Unidos Dirección: Christian Torpe (Creador), Adam Bernstein, David Boyd, Nick Murphy, T.J. Scott, Richard Laxton, James Hawes, Matthew Penn y Guy Ferland Guión: Christian Torpe, Amanda Segel, Andrew Wilder, Daniel Talbott, Noah Griffith, Daniel Stewart, Peter Biegen (basada en la novela La niebla de Stephen King) Música: Giona Ostinelli Fotografía: André Pienaar Reparto: Morgan Spector, Alyssa Sutherland, Gus Birney, Danica Curcic, Okezie Morro, Luke Cosgrove, Darren Pettie, Russell Posner, Frances Conroy, Romaine Waite, Dan Butler, Isiah Whitlock Jr., Irene Bedard, Christopher Gray, Erik Knudsen, Greg Hovanessian, Bill Carr, Alexandra Ordolis, Holly Deveaux, Jennifer Kydd Productora: Emitida por Spike. Distribuida por Netflix Género: Intriga, Fantástico, Terror, Drama, Sobrenatural
NOTA CULTURALIA: 5,9 NOTA IMDB: 5,4 NOTA ROTTENTOMATOES:
• Crítica: 46%
• Audiencia: 49%
No podía faltar en Culturalia un especio dedicado a la crítica de series. Por este blog han pasado series naciones e internacionales como Hispania la leyenda, The Walking Dead, Hijos de la Anarquía, El Ministerio del tiempo, Turno de noche o la más reciente Ascension. Hoy os hablamos de otra serie de ciencia-ficción, Otra vida, producida por Netflix y que, de momento, dispone de 10 capítulos de la primera temporada y tiene confirmada una segunda.
«La comandante Niko Breckinridge (Katee Sackhoff) debe dirigir la primera misión interestelar de la humanidad en busca del planeta de origen de un misterioso artefacto alienígena que ha aterrizado en la Tierra, mientras que su marido (Justin Chatwin) intenta establecer contacto con él».
Antes que nada, lo primero es deciros que Otra vida tiene el valor añadido de hacer regresar a Katee Sackhoff a una serie de ciencia-ficción galáctica, después de su participación en el remake de Battlestar Galactica (2005 – 2009). Un reclamo este con peso, seguro, en el mundo fandom.
Por lo que respecta a la trama esta se divide, algo cada vez más habitual, en dos subtramas principales. La primera es la que transcurre en la nave Salvare, cuya tripulación ha sido enviada al planeta Canis majoris para investigar el origen de la señal de comunicación que parte de la nave extraterrestre que ha llegado a la Tierra. La segunda se centra en la investigación llevada a cabo por los científicos de la Tierra para descubrir la naturaleza del artefacto alienígena y comunicarse con sus ocupantes.
Ya desde un buen principio vemos que la trama galáctica flaquea, ya que tiende a centrarse más en las relaciones personales establecidas entre los miembros de la tripulación de la Salvare que en el avance mismo de la misión espacial. Algunos, muy ácidamente y no sin razón, hablan de ella comparándola con una Beverly Hills, 90210 en el espacio, por el interés que la serie muestra por las relaciones personales post o re-adolescentes.
En este contexto una de las subtramas es la del liderazgo de la capitana Breckinridge (Sackhoff) en la nave espacial, el cual será puesto en duda por la tripulación desde el minuto uno. Por desgracia, la temática del avance de la misión queda, normalmente, en segundo plano. Sorprende, además, el comportamiento poco técnico y científico de la tripulación en algunos momentos, hecho este que hace perder seriedad a esta parte de la trama.
La acción que transcurre en la tierra tiene otro cariz. Aquí los esfuerzos por acceder al artefacto alienígena y comunicarse con él, los problemas de seguridad que su llegada provoca y las continuas interferencias del periodismo, encarnadas en la figura de la influencer global Harper Glass, interpretada por Selma Blair, le dan a la serie un enfoque algo más serio y formal. A ello se suma también el tratamiento de la relación familiar rota con la marcha de la Salvare, que provoca la separación de la familia compuesta por Katee Sackhoff, Justin Chatwin y la hija de ambos, interpretada por la joven Lina Renna.
El registro de interpretaciones de la serie no es para lanzar cohetes. El equipo de casting ya buscó toda una serie de actores y actrices jóvenes con los que desarrollar la aventura espacial y la gestión de las emociones. No esperéis, pues, interpretaciones intensas, tan solo correctas y adecuadas a las necesidades del guión. A destacar, sin embargo, las interpretación quebrada y frágil de Sackhoff como capitana contestada de la Salvare y la interpretación de Samuel Anderson, que da vida al ordenador de a bordo, sí como oyen, en un toque de originalidad de la serie.
Los decorados son irregulares, esto es, el interior de la nave es adecuadamente espacial y asfixiante, pero los exteriores y/o superficies de los planetas pecan de un aspecto demasiado terráqueo. Los efectos especiales están bien, sobre todo cuando nos muestran la aventura espacial, no tanto los que nos narran lo acontecido en la Tierra.
Netflix, la reina actual de la series de televisión, nos propone una aventura espacial que no lo es tanto, una trama de invasión que no lo es tanto y una trama de relaciones juveniles fuera de contexto y que a veces hace despistar o abruma al espectador.
Aún así, Otra vida merece un visionado, al menos una oportunidad, sobre todo por parte de aquellos que disfrutan con las tramas de misterio y ciencia-ficción, en este caso salteada, a veces excesivamente, con los exabruptos y sinsabores de las emociones de una tripulaciónespacial amenazada, cuando el futuro de la vida en la Tierra está en juego.
Título:Otra vida Año: 2019 País: Estados Unidos Dirección: Aaron Martin (Creador), Omar Madha, Sheree Folkson, Allan Arkush, Metin Hüseyin, Mairzee Almas Guión: Aaron Martin, Sabrina Sherif, Amanda Fahey, Naledi Jackson, Alejandro Alcoba, Jackie May, Romeo Candido, Gorrman Lee, Lucie Pagé, Lauren Gosnell Música: Trevor Morris Fotografía: Ryan McMaster Reparto: Katee Sackhoff, Justin Chatwin, Samuel Anderson, Selma Blair, Alexander Eling, Tyler Hoechlin, Blu Hunt, Elizabeth Ludlow, Alex Ozerov, Jayr Tinaco, Lina Renna, Greg Hovanessian, Katerina Katelieva, Mathias Retamal, Jake Abel, Dion Riley, Parveen Dosanjh, Chanelle Peloso, Cassandra Cavalli, Jessica Camacho Productora: Halfire-Core Entertainment Distribución: Netflix Género: Ciencia ficción, Aventura espacial
NOTA CULTURALIA: 5,9 NOTA IMDB: 4,9 NOTA ROTTEN TOMATOES:
• Crítica: 6%
• Audiencia: 60%
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Hoy vamos a escribir en Culturalia sobre The Haunting of Hill House, una serie de terror que antes de ser una serie fue un libro y dos películas, que tiene sus orígenes en la novela del mismo título escrita por Shirley Jackson en el año 1959 y que ha alcanzado su mayor éxito el año pasado de la mano del director Mike Flanagan y de la plataforma Netflix.
La maldición de Hill House, Shirley Jackson, 1959.
El origen de todo está, como suele ser, en una novela, que no es otra que La maldición de Hill House, escrita por Shirley Jackson en el año 1959 y considerada una de las mejores historias de fantasmas literarias publicadas durante el siglo XX. La novela, que narra el intento de documentar los acontecimientos sobrenaturales que acontecen en la Casa de la Colina, está escrita de una forma minimalista en la que el miedo y el terror se sugieren más que se explican, en la que se insinúa más que se revela, y en la que la autora se centra más en la psicología de los personajes que en la acción misma.
Jackson escribió varias novelas pero fue sobre todo conocida por sus relatos cortos. La maldición de Hill House fue muy bien recibida por la crítica y fue un éxito de ventas, a la que siguió cuatro años más tarde la primera versión cinematográfica.
La primera película basada en la novela de Jackson fue dirigida por Robert Wise y los papeles principales estuvieron interpretados por Julie Harris, Claire Bloom, Richard Johnson y Russ Tamblyn.
Wise se interesó por la historia al leer un reportaje sobre la novela. Durante el proceso de producción el número de personajes fue reducido y modificado y la acción se situó principalmente en el interior de la casa, con el objetivo de crear un ambiente más claustrofóbico.
La película, vista hoy en día, resulta algo tediosa por la falta de acción (paranormal) y por el contenido en gran parte psicológico, al menos en relación a su personaje principal, debido a la fiel adaptación de la novela por parte de Wise. Por esa misma razón la historia sigue sugiriendo más que mostrando, y deja al espectador en la duda de lo que verdaderamente ha pasado en la casa.
En el año 1999 se estrenó una nueva versión de The Haunting of Hill House, producida por DreamWorks Pictures, dirigida por Jan de Bont e interpretada en los roles principales por Lili Taylor, Liam Neeson, Catherine Zeta-Jones, Owen Wilson, Bruce Dern y Marian Seldes.
La versión de de Bont se ha de analizar en su época, en la que el terror sobrenatural y los efectos especiales se imponen a un relato original altamente psicológico. El grupo que se instala en la casa forma parte de un estudio sobre el insomnio, aunque realmente el doctor Marrow (Liam Neeson) que dirige la investigación está interesado en estudiar la respuesta del grupo ante una situación de miedo.
La propuesta resultó una película más en la que la naturaleza del relato original se pierde en una trama de supuesto terror que vincula a una de las protagonistas con la historia familiar de la casa. Los efectos especiales se imponen para crear un blockbuster en el que la acción se hace por momentos incongruente y poco interesante y las interpretaciones no destacan por su intensidad ni su acierto.
Lo poco que destaca en la película es la banda sonora de Jerry Goldsmith. Aunque no es uno de sus mejores trabajos, la magia y la intensidad del compositor, como en todos sus trabajos, se dejan notar a lo largo de la película.
Es seguramente en 2017 cuando se creó la propuesta más interesante sobre el legado Hill House. La plataforma Netflix estrenó la serie The Haunting of Hill House creada y dirigida por Mike Flanagan, una trama de terror sobrenatural que narraba la historia de la familia Crain y su trágica relación con la casa de la colina a lo largo del tiempo.
El relato en este caso se enriquece sobremanera, situando la acción en dos momentos temporales diferentes: el primero, la llegada de la familia Crain a la casa con el objetivo de restaurarla y venderla; el segundo en la actualidad, cuando los miembros de la familia han crecido y se enfrentan a las secuelas que la maldición de la casa ha dejado en ellos.
La serie de diez capítulos en su primera temporada, es un magnífico exponente del terror sobrenatural en el que Flanagan, con experiencia en el género, ha sabido hacer evolucionar una historia más psicológica que terrorífica en su formato original: casa encantada, espíritus y almas en pena, madres protectoras, hijos afectados, una familia disfuncional, misterio constante y una trama que vincula los dos momentos temporales de una forma que sorprende al espectador. Todo ello con una técnica de rodaje que conmociona.
Como espectador poco habituado al visionado de series, os he de confesar que esta, recomendada por un buen amigo, ha resultado un auténtico gustazo, en el que la tensión, el miedo y también los sobresaltos me han dejado, a veces, sin habla, sin dejar de banda, claro está, la calidad en la realización, en el aspecto técnico, en la dirección y en la interpretación.
En definitiva, una propuesta, la de Hill House, que tiene un poco de todo en un mundo, como el de hoy, en el que la diversidad y la multipantalla es la norma.