El asesino de presentadores es el título del último libro de Xavier Sardà, quien, tras publicar Eros, Thanatos y su puta madre, parece haberle cogido el gusto a la escritura.
Un asesino en serie pone en jaque a todo el país con sus crímenes, cuyas víctimas tienen como característica común que son presentadores de informativos. Mientras el presidente del gobierno, un adicto a la papiroflexia, intenta proteger a las futuras víctimas reuniéndolas bajo un mismo techo, provocando así una situación de difícil sustento, una serie de hilarantes personajes iniciarán la búsqueda del criminal, entre ellos un comisario cincuentón enamorado de su ayudante, un espía del CNI, un cura rojillo, una prostituta especializada en prácticas sadomasoquistas y un forense con la jubilación a la vuelta de la esquina.
Se podría decir que con esta novela Sardà se ha subido al carro de la novela policíaca, tan de moda en los últimos tiempos, muy a su pesar a tenor de las palabras con las que abre el libro: «No me gusta la novela negra. No me gustan las novelas malas, va y me sale una novela negra y mala«. Sin ánimo de contradecir al autor, quizás esto no sea del todo cierto: El asesino de presentadores no es una novela mala, sí tiene un argumento sencillo, pero con ello consigue que sea fácil de devorar, además es divertida, protagonizada por unos personajes peculiares, algo surrealistas, que entronca, salvando las distancias, con aquellos autores que han hecho de la mezcla de novela negra y humor la principal característica de algunas de sus mejores novelas, como por ejemplo Eduardo Mendoza o Pablo Tusset. Además, El asesino de presentadores se puede interpretar como una crítica a esta sociedad que mitifica la figura del presentador de TN, una figura que en los últimos años ha ido cogiendo peso dentro del mundo periodístico hasta dejar de lado el papel de meros informadores para convertirse en creadores de opinión. Por poner algún pero a la novela, posiblemente su final (¿o deberíamos hablar de finales?) resulte algo precipitado, y quizás no del todo bien resuelto.
Muchos afirmarán que el autor se aprovecha de su fama, lograda tras una intensa carrera en los medios (todos recordamos Crónicas Marcianas, pero no podemos obviar su magnífica labor periodística en programas radiofónicos como La bisagra o La ventana) para publicar sus obras; el mismo autor es consciente de que esa popularidad juega a su favor: si no fuera quién es, seguramente El asesino de presentadores no hubiera visto la luz. Además, gracias a su fama Sardà ha podido hacer el libro que le ha dado la gana: ¿qué otro autor se hubiera permitido la licencia de interrumpir la novela, en su momento álgido, para hacer algo parecido a una columna de opinión? En esas páginas el autor explica lo que piensa acerca de la política («… decir que uno es de derechas… sería como aquel que porque tiene halitosis un día se presenta como halitósico»), la muerte («Estar vivo parece la excepción. Vamos a estar muertos mucho más tiempo que vivos»), la televisión actual (especialmente acertada es su disquisición sobre las teleseries actuales, un producto totalmente sobrevalorado)…
En definitiva, El asesino de presentadores consigue algo para lo que Sardà se encuentra sobradamente cualificado: divierte y entretiene, y es recomendable para aquellos que quieran leer novela negra, con toques de humor, huyendo de extensas trilogías.
Título: El asesino de presentadores
Autor: Xavier Sardà
Editorial: Planeta (marzo de 2010)
Páginas: 261
Precio: 19,50 €
ISBN: 9788408092667
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Robert Martínez Colomé