El verano (esta crítica se escribió en verano) es también un periodo de lectura que nos permite sumergirnos en aquellos mundos y géneros literarios que más nos gustan sin demasiadas procupaciones. Ahora que disponemos de un poco más de tiempo son bienvenidas las horas de lectura.
Hoy os recomendamos La ciudad del horizonte, una novela histórica escrita por Anton Gill en el año 1991 y que daba inicio a una serie titulada Misterios egipcios que sigue las aventuras y las investigaciones de Huy, escriba caído en desgracia tras la caída del régimen de Akenatón. Tras ser expulsado del cuerpo de escribas oficiales Huy es contratado por un antiguo amigo que ha recibido varias amenazas, lo que le obligará a viajar a Tebas, la capital del sur, e iniciar sus pesquisa.
La novela se sitúa cronológicamente tras la muerte del faraón Akenatón y el final de su régimen “hereje”. Su sucesor, el joven Tutankamón, acaba de ser nombrado faraón y los funcionarios más cercanos al poder están jugando sus cartas para ganar ascendencia sobre el nuevo régimen.
El autor ha escogido para ambientar su novela un periodo muy atractivo de la historia del Egipto faraónico, que es aquel que significa el paso del régimen monoteísta de Akenatón al tradicional de Tutankamón. Un periodo de la historia muy transitado por los escritores de novela histórica ya que abarca a diversos de los personajes más famosos del Antiguo Egipto.
Gill urde una trama de misterio que incluye un cierto grado de fantasía religiosa y algo más compleja de lo habitual. La intriga se centra en las investigaciones de Huy, que tendrá que descubrir quién amenaza la vida de su amigo. Unas investigaciones no protocolarias que llevarán al escriba a reencontrarse con personajes de su pasado. Sin embargo, el desarrollo de la investigación es algo complejo y difícil de reseguir, por lo que en determinados momentos parece que la trama no avanzara al ritmo que debiera.
Las investigaciones de Huy se realizan en un contexto de cambio de régimen político, personificado en la proclamación del joven faraón Tutankamón y el ascenso del general Horemheb, verdadero hombre fuerte del nuevo régimen. Una trama esta que se desarrolla en segundo plano y que tampoco acaba de cubrir las expectativas.
En el apartado de los personajes Gill nos presenta a unos protagonistas con trazos muy reales, si bien se nota a faltar la intensidad de la acción, lo que puede provocar decepción en el lector en la resolución final de la investigación. Al menos es lo que me provocó a mí.
El resultado de todo ello es una novela que no llama demasiado la atención, a pesar de que tiene elementos que podrían hacer de ella una novela histórica más que destacable.
Título: La ciudad del horizonte
Autor: Anton Gill
Editorial: Plaza & Janés
Temática: Novela histórica / Antiguo Egipto
Número de páginas: 254
Fecha de publicación: 1991
Formato: Tapa blanda
NOTA CULTURALIA: 6
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Jorge Pisa