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Crítica literaria: Última Roma, León Arsenal, Ed. Edhasa

Última Roma_portadaSiempre es grato escribir sobre una novela histórica, y más si su autor es León Arsenal, escritor especializado en este género y responsable de La boca del Nilo (Edhasa, 2005), una de las novelas históricas más impactantes que uno haya leído en los últimos tiempos. El pasado 2012 Arsenal publicó, también en la editorial Edhasa, la que es ahora su penúltima obra, Última Roma, un título que sugiere al potencial lector la idea de gran relato que solo la historia y las novelas que tratan de ella puede generar.

«Año 576. Roma ha caído, pero quedan hombres dispuestos a restaurar su poder. En Hispania combaten visigodos, suevos, la antigua nobleza romana, viejas tribus indígenas… En el norte de la península, un senado de terratenientes planea unirse al imperio de Oriente. Hacia allí viaja Basilisco, funcionario imperial, acompañado de caballería pesada al mando de Mayorio. Ambos sueñan con la Renovatio Imperii, la restauración de Roma. También acude desde la Suevia una columna de britones. Con ellos viaja Claudia Hafhwyfar, que tiene un sueño recurrente desde niña: la de un jinete que viene a ella a través de inmensidades desérticas. El rey godo Leovigildo debe actuar a su vez para salvar a su reino. La guerra es inevitable y en ese escenario, con todo en la balanza, se decidirá el futuro de Roma e Hispania«.

Última Roma es un intento, por parte de Arsenal, de trasladar a época tardoantigua y visigoda los éxitos literarios que le acompañan desde hace años. Y es un intento destacable en algunos aspectos, pero incierto en otros. Lo primero por lo que se le ha de valorar es por arriesgarse, de forma consciente, tal y como nos lo indica el mismo autor en el prólogo de libro, a ambientar su historia fuera de los ambientes más conocidos de la historia, lo que supone una osadía aunque también conlleva dejar al lector algo (o muy) desorientado en la lectura. De esta forma, la novela nos presenta un contexto histórico bastante desconocido para la mayoría que nos descubre la historia de la Spania bizantina, la Suevia y la presencia de britones, habitantes de la Britania romana que emigraron, tras la llegada a las islas de los invasores germánicos, al territorio del noroeste de la península Ibérica

León Arsenal
León Arsenal

Además, y esto puede ser negativo para muchos lectores, los eventos narrados en la novela no contienen, podríamos decir, ningún hecho destacable en sí, o al menos identificable, por lo que la decepción del lector puede aumentar, sobre todo si observamos la portada del libro y su pomposo título.

En relación a la trama y los personajes, Arsenal sabe crear el contexto novelesco en el que los diversos personajes y poderes se unirán con el objetivo de frenar el avance visigodo en la Península. Si bien en algunos momentos le falta credibilidad a la historia, ya que uno tiene la sensación de que el autor deforma demasiado lo poco que se conoce del periodo histórico para desarrollar la trama de su novela. De esta forma algo ficticia, el lector descubre la existencia de los britones en la Península; el débil equilibrio de las fuerzas bizantinas en el sur o la existencia de territorios que, como la provincia de Cantabria (una realidad histórico-política no del todo identificada por los historiadores), permanecían autónomas políticamente en un momento en el que no existía una clara soberanía sobre los territorios peninsulares, algo que el visigodo Leovigildo se esforzaría en remediar.

La historia nos es narrada por Arsenal de forma coral y episódica y nos presenta esa idea de final tan característica de la época en la que sitúa la trama, y como algo característico en él, nos la relata de una forma literaria atractiva, con unos personajes con los que el lector se puede identificar y con los que se puede poner de su lado en su esfuerzo por frenar el avance visigodo y dotar al poder imperial bizantino de nuevos bríos en Occidente. Un relato que, además, nos puede recordar el mundo artúrico, como el propio Arsenal ha reconocido.

Posiblemente los personajes más cautivadores de la novela sean los miembros del bandon de caballería pesada comandado por Mayorio, el último reducto, si bien caído en desgracia, de la otrora potencia militar bizantina. Arsenal, además, destaca a la hora de relatarnos las batallas en las que el bandon participa a lo largo de la trama, seguramente algunos de los momentos en los que mejor luce la pluma del escritor.

Conscientes de las posibles dificultades del lector a la hora de hacerse con el contexto histórico y los personajes de la novela, Edhasa ha decidido, muy sabiamente, incluir toda una serie de códigos QR, hasta un total de 24, que redirigen al lector a toda una serie de material multimedia que le permitirá comprender mejor una época algo oscura para la mayoría. Todo un acierto este que convierte la novela histórica en un elemento de aprendizaje. Asimismo el libro incluye dos mapas históricos, que aunque pueden situar geográficamente al lector, podrían ser mucho más ilustrativos.

Última Roma es un intento por explotar un periodo no habitual en las novelas históricas y menos en las escritas por autores españoles, aunque le falta el brillo que suelen aportan los hechos o los personajes destacados de la historia. Una novela que nos acerca al pasado de una península Ibérica que navegaba lenta pero inexorablemente hacia su estructuración medieval.

Título: Última Roma
Autor: León Arsenal
Editorial: Edhasa
Formato: Tapa dura c/sobrecubierta | 15 x 23.3 cm
Páginas: 640
Precio: 26 €
Fecha edición: 7 de noviembre de 2012

NOTA CULTURALIA: 6,5
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Jorge Pisa

Crítica literaria: El tesoro de Vulturia, de Francisco Galván, ed. Algaida.

El tesoro de VulturiaNo es demasiado habitual, al menos que yo sepa, que las novelas históricas de autores españoles tengan continuación, al estilo de los escritores o de las literaturas anglosajona o italiana. Este, sin embargo, es el caso de la novela De buitres y lobos escrita por Francisco Galván, de la que ya publicamos la crítica en Culturalia y de la que existe una secuela, El tesoro de Vulturia, ambas editadas por Algaida. La extrañeza aún es mayor si consideramos que la época en la que están ambientadas ambas novelas, la visigoda, no es la habitual en la novela histórica hispana.

Francisco Galván ha escrito una segunda entrega que engrandece los horizontes históricos de la primera. Si esta la podíamos considerar como una historia de capa y espada, en El tesoro de Vulturia el aspecto histórico está mucho más desarrollado y el horizonte narrativo se ensancha al incorporar un panorama político que abarca el Mediterráneo occidental.

Pero vayamos por lo primero. La acción de la novela se ubica, de nuevo, en las cercanías de Vulturia. Allí se ha establecido pacíficamente la colonia de leprosos que auxilió a los visigodos Wulfric y Sigebert en la anterior aventura. Últimamente algunos de sus miembros y diversos comerciantes han sido asesinados en las cercanías de la ciudad, lo que ha hecho que su actividad comercial se haya resentido. Cecilio, el líder de la colonia de leprosos, acude a pedir ayuda a Wulfric, desconociendo que existen misterios e intereses en Vulturia que superan, sin duda, su entendimiento. Por su parte Tarbalés, descendiente del linaje real alano, pretende viajar a Hispania con el objetivo de descubrir su verdadero origen, ligado a unos extraños tatuajes que muestra en uno de sus brazos.

El tesoro de Vulturia amplía, como decía, considerablemente el horizonte geográfico que nos mostraba la primera novela. Si esta se centraba principalmente en el ámbito hispano y eludía ampliamente el contexto político internacional de la época, El tesoro de Vulturia intenta dar la vuelta a este hecho implicando mucho más el horizonte mediterráneo en su trama. De esta forma el argumento de la novela avanza a partir de diversos focos de acción: los asuntos comerciales de Marpesio Silicio en Italia; la situación política en el África vándala; los luctuosos acontecimientos que acontecen en Vulturia; la iniciación mágica que Valentia, la esposa de Wulfric, recibirá de la mano del Boseildún o las propias aventuras que vivirá Wulfric, en un momento en el que los visigodos se están apoderando de los últimos reductos imperiales en la Península. Una variedad de subtramas que con el avance de la novela se irán unificando en una sola, entonces sí, presidida por la acción del propio Wulfric.

El autor reutiliza para esta segunda entrega a muchos de los protagonistas y secundarios de la primera novela, como el malvado y ruin obispo de Segovia, Boseildún, Valentia, la comunidad de leprosos liderada por Cecilio o el comerciante sin escrúpulos Marpesio Silicio. Con ellos y con otros de nueva creación consigue hilvanar una trama que finaliza en cierta forma lo acaecido en la primera novela, con lo que el lector se puede sentir más ligado a la trama general de la saga. Esta polivisión del argumento también provoca que los protagonistas principales de la primera novela, Wulfric y Sigebert, pierdan presencia, sobre todo el segundo, y que el ingrediente de política internacional gane espacio, haciendo de esta entrega una novela histórica con más fundamento. Otra de las mejoras de la novela es que nos muestra más de cerca el enfrentamiento militar entre visigodos y romanos, con la toma, por ejemplo, de la ciudad de Valencia por lo primeros, un aspecto este muy diluido en la primera entrega.

El estilo del autor continúa siendo ameno y asequible y provee a la historia de un cierto nivel de intriga, vinculado al tesoro al que hace referencia el título de la novela y a los asesinatos en el interior de la comunidad de leprosos de Vulturia, a lo que se suma un elemento de misterio y fantasía relacionado con los poderes “mágicos” de Boseildún o la extraña relación entre los lobos, Wulfric y su hijo recién nacido, algo que se me apetece muy apropiado para la época.

El tono de la acción, sin embargo, sigue siendo algo ingenuo, no tanto en la descripción de los asesinatos y los malvados sino en el retablo que el autor nos presenta de los “buenos” de la historia, que parece demasiado candoroso para la época en la que está ambientado y que le resta algo del realismo histórico que demanda una novela de este tipo.

El tesoro de Vulturia es una oportunidad para enriquecer y finalizar una historia que comenzó en la anterior novela y que concluye, hasta nuevo aviso, en esta entrega, por lo que está especialmente recomendada a aquellos a los que les interese la época y a los lectores que gozaron con las aventuras vividas por el héroe Wulfric en De buitres y lobos.

Título: El tesoro de Vulturia
Autor: Francisco Galván
Editorial: Algaida
Formato: Tapa dura | 17 x 24 cm.
Páginas: 528
Fecha de publicación: Mayo 2010
ISBN: 9788498774559
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Jorge Pisa