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Crítica literaria: La luz de Egipto, León Arsenal, Ed. Edhasa

La luz de Egipto_leon Arsenal_1Hablar de León Arsenal es hablar de novela histórica y es hablar también de aventura y misterios históricos. De Arsenal ya os reseñamos Última Roma (Edhasa, 2012) y ahora nos centramos en La luz de Egipto, una novela ambientada en el antiguo Egipto que nos narra la búsqueda de un antiguo tesoro funerario.

«Durante el llamado Tercer Período Intermedio, Egipto fue un territorio objeto de la codicia de nubios, asirios, del faraón Psamético, de los sacerdotes de Amón en Tebas, y de los pequeños principados y jefaturas.

Este es el escenario en el que se desarrolla la azarosa historia de Snefru, un prometedor «uetuti nesu» (mensajero del faraón) cuyo pasado parece envuelto en tinieblas pero que tiene ante sí un prometedor futuro. Las convicciones religiosas de Snefru, apegado a la tradición de la maat, a cuya decadencia atribuye los males que asolan su tierra, se enfrentarán a una dura prueba y le llevarán a verse inmerso en una peligrosa y arriesgada trama cuyo centro parece ser la sepultura (y los tesoros) del Innombrable«.

De nuevo Arsenal escoge un contexto histórico no habitual en el género de novela histórica para ubicar las aventuras de sus protagonistas. Lejos de optar por la grandeza de los reinados de los Ramsés o de los Tutmosis o del omnipresente Tutankamón, Arsenal opta por el Tercer Periodo Intermedio (c. 1070 – 650 a.C.) y por la figura de un futuro faraón, Psamético I (664 – 610 a.C.), que dio origen al último periodo de historia independiente de Egipto.

Arsenal plantea su historia como una mezcla entre novela histórica, elemento este que le da la consistencia debida a la narración, y aventura de descubrimiento, trama esta que será la principal en la novela. Y esta última no es otra que la búsqueda de los tesoros de la tumba del faraón Innombrable (por si alguien no lo ha captado, la Tumba Real de Akenatón en el Valle Real de Amarna) para financiar la política unificadora del faraón Psamético. De ahí que la novela de Arsenal se asemeje en algo, aunque muy poco, a la trama de La Boca del Nilo, en la que el elemento de investigación y descubrimiento, eran las fuentes del Nilo.

En esta ocasión, sin embargo, la trama potencia el componente de aventura, sin profundizar demasiado, por desgracia, en la investigación que llevan a cabo los protagonistas principales. Una auténtica lástima.

El autor sabe crear, sin embargo, a una serie de personajes marcados por la época en la que viven. Snefru, el personaje principal es un oficial del faraón Psamético marcado por la pérdida de su familia y por la pérdida de los valores antiguos que hicieron grande a Egipto. Snefru es acompañado por Petener, amigo de la infancia y superior suyo, que dirige la expedición. A estos se suman Bakenamon, otro amigo de la infancia y constructor de tumbas y Tamit, una rica viuda favorable a la causa oficialista.

Arsenal nos ofrece, como ya he dicho, una trama en la que no profundiza por exceso. Sí que nos muestra el contexto histórico de la época, un Egipto dividido entre diversos poderes, entre ellos asirios y nubios, y dibuja a la perfección los rincones y las escenas de acción, pero no acaba de perfilar la trama principal, la búsqueda de la tumba de Akenatón, que queda, por ello muy laxa, hecho este que hace que la historia en sí pierda parte de su interés.

Y esto se muestra sobre todo en la búsqueda de la tumba real. Los avances de la investigación quedan tan en el aire y se narran a una velocidad tal que uno no llega a saber nunca cómo se descubre su ubicación. De esta forma, La luz de Egipto se convierte en una novela de aventuras históricas, muy lejos de la detallada narración de la expedición de la novela La boca del Nilo.

El estilo del libro es el correcto para la novela que se nos presenta. Arsenal sabe recrear en su narración los espacios del pasado, en este caso antiguo, e insufla tensión y, a veces, dramatismo, a las escenas de acción, con lo que consigue trasladar al lector a otros lugares y a otros tiempos, algo mucho más que necesario en la novela histórica.

Aún así, La luz de Egipto, se queda a medias a la hora de relatarnos la aventura de Snefru y la búsqueda de la tumba del faraón Innombrable, si bien la novela nos insufla de los perfumes, los escenarios y la calidez tórrida del Egipto faraónico.

Título: La luz de Egipto
Autor: León Arsenal
Editorial: Edhasa
Nº de páginas: 384 págs.
Encuadernación: Tapa dura
Formato: 15.0×23.0cm.
ISBN: 9788435061940
Año edición: 2009

NOTA CULTURALIA: 6.5
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Jorge Pisa

Crítica literaria: Última Roma, León Arsenal, Ed. Edhasa

Última Roma_portadaSiempre es grato escribir sobre una novela histórica, y más si su autor es León Arsenal, escritor especializado en este género y responsable de La boca del Nilo (Edhasa, 2005), una de las novelas históricas más impactantes que uno haya leído en los últimos tiempos. El pasado 2012 Arsenal publicó, también en la editorial Edhasa, la que es ahora su penúltima obra, Última Roma, un título que sugiere al potencial lector la idea de gran relato que solo la historia y las novelas que tratan de ella puede generar.

«Año 576. Roma ha caído, pero quedan hombres dispuestos a restaurar su poder. En Hispania combaten visigodos, suevos, la antigua nobleza romana, viejas tribus indígenas… En el norte de la península, un senado de terratenientes planea unirse al imperio de Oriente. Hacia allí viaja Basilisco, funcionario imperial, acompañado de caballería pesada al mando de Mayorio. Ambos sueñan con la Renovatio Imperii, la restauración de Roma. También acude desde la Suevia una columna de britones. Con ellos viaja Claudia Hafhwyfar, que tiene un sueño recurrente desde niña: la de un jinete que viene a ella a través de inmensidades desérticas. El rey godo Leovigildo debe actuar a su vez para salvar a su reino. La guerra es inevitable y en ese escenario, con todo en la balanza, se decidirá el futuro de Roma e Hispania«.

Última Roma es un intento, por parte de Arsenal, de trasladar a época tardoantigua y visigoda los éxitos literarios que le acompañan desde hace años. Y es un intento destacable en algunos aspectos, pero incierto en otros. Lo primero por lo que se le ha de valorar es por arriesgarse, de forma consciente, tal y como nos lo indica el mismo autor en el prólogo de libro, a ambientar su historia fuera de los ambientes más conocidos de la historia, lo que supone una osadía aunque también conlleva dejar al lector algo (o muy) desorientado en la lectura. De esta forma, la novela nos presenta un contexto histórico bastante desconocido para la mayoría que nos descubre la historia de la Spania bizantina, la Suevia y la presencia de britones, habitantes de la Britania romana que emigraron, tras la llegada a las islas de los invasores germánicos, al territorio del noroeste de la península Ibérica

León Arsenal
León Arsenal

Además, y esto puede ser negativo para muchos lectores, los eventos narrados en la novela no contienen, podríamos decir, ningún hecho destacable en sí, o al menos identificable, por lo que la decepción del lector puede aumentar, sobre todo si observamos la portada del libro y su pomposo título.

En relación a la trama y los personajes, Arsenal sabe crear el contexto novelesco en el que los diversos personajes y poderes se unirán con el objetivo de frenar el avance visigodo en la Península. Si bien en algunos momentos le falta credibilidad a la historia, ya que uno tiene la sensación de que el autor deforma demasiado lo poco que se conoce del periodo histórico para desarrollar la trama de su novela. De esta forma algo ficticia, el lector descubre la existencia de los britones en la Península; el débil equilibrio de las fuerzas bizantinas en el sur o la existencia de territorios que, como la provincia de Cantabria (una realidad histórico-política no del todo identificada por los historiadores), permanecían autónomas políticamente en un momento en el que no existía una clara soberanía sobre los territorios peninsulares, algo que el visigodo Leovigildo se esforzaría en remediar.

La historia nos es narrada por Arsenal de forma coral y episódica y nos presenta esa idea de final tan característica de la época en la que sitúa la trama, y como algo característico en él, nos la relata de una forma literaria atractiva, con unos personajes con los que el lector se puede identificar y con los que se puede poner de su lado en su esfuerzo por frenar el avance visigodo y dotar al poder imperial bizantino de nuevos bríos en Occidente. Un relato que, además, nos puede recordar el mundo artúrico, como el propio Arsenal ha reconocido.

Posiblemente los personajes más cautivadores de la novela sean los miembros del bandon de caballería pesada comandado por Mayorio, el último reducto, si bien caído en desgracia, de la otrora potencia militar bizantina. Arsenal, además, destaca a la hora de relatarnos las batallas en las que el bandon participa a lo largo de la trama, seguramente algunos de los momentos en los que mejor luce la pluma del escritor.

Conscientes de las posibles dificultades del lector a la hora de hacerse con el contexto histórico y los personajes de la novela, Edhasa ha decidido, muy sabiamente, incluir toda una serie de códigos QR, hasta un total de 24, que redirigen al lector a toda una serie de material multimedia que le permitirá comprender mejor una época algo oscura para la mayoría. Todo un acierto este que convierte la novela histórica en un elemento de aprendizaje. Asimismo el libro incluye dos mapas históricos, que aunque pueden situar geográficamente al lector, podrían ser mucho más ilustrativos.

Última Roma es un intento por explotar un periodo no habitual en las novelas históricas y menos en las escritas por autores españoles, aunque le falta el brillo que suelen aportan los hechos o los personajes destacados de la historia. Una novela que nos acerca al pasado de una península Ibérica que navegaba lenta pero inexorablemente hacia su estructuración medieval.

Título: Última Roma
Autor: León Arsenal
Editorial: Edhasa
Formato: Tapa dura c/sobrecubierta | 15 x 23.3 cm
Páginas: 640
Precio: 26 €
Fecha edición: 7 de noviembre de 2012

NOTA CULTURALIA: 6,5
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Jorge Pisa