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Crítica teatral: L’Inframón, en el Teatre Lliure

Como es bien sabido, los avances tecnológicos comportan cambios en las vidas de aquellos que los utilizan y, a la larga, modificaciones a la hora de valorar nuestra propia existencia. He aquí una de las claves de L’Inframón, obra estrenada en el Teatre Lliure de Gràcia el pasado 21 de septiembre, escrita por Jennifer Haley y dirigida por Juan Carlos Martel Bayod, y que nos propone una reflexión sobre el límite entre lo que es legal y lo que no en el mundo virtual de internet.

L’Inframón es una thriller de ciencia-ficción con un adn muy cinematográfico en el que Haley reflexiona sobre el impacto de las nuevas tecnologías e internet en el mundo actual. Así, la obra nos presenta una investigación policial en el inframundo, el internet del futuro, que el agente Morris (Mar Ulldemolins) lleva a cabo con el objetivo de desarticular un negocio virtual vinculado con el abuso de menores y la violencia regentado por Sims (Andreu Benito).

Este supuesto permite a Haley no solo crear una trama de intriga policial al estilo hollywoodiense, con giros e insinuaciones falsas en la trama, sino hacernos reflexionar también sobre el uso que le damos a la tecnología que tenemos a nuestro alcance, presentándonos “el inframundo”, una red de conexión a internet evolucionada que permite integrar las sensaciones en la experiencia virtual. De esta forma, la obra nos hace dudar y, por lo tanto reflexionar, sobre la naturaleza de la realidad que percibimos, y sobre qué vidas son más reales, aquellas que nuestros avatares pueden llevar a cabo en internet o las nuestra propias.

La trama se ubica en un futuro cercano pero indefinido y se estructura en un doble relato escénico. Por un lado seremos testigos de la investigación policial que se está realizando en el plano real, mientras que por otra parte podremos presenciar la investigación que se lleva a cabo en el ámbito virtual, todo ello exquisitamente resuelto con la utilización combinada de audiovisuales y juegos de luces y superficies, que permiten hacer aparecer y desvanecer espacios sobre el escenario, permitiendo a los espectadores, así, situarse a la perfección en la doble realidad de la que nos habla la historia.

l_inframon_teatre-lliureLa obra, como ya he comentado, trata además temas sensibles en la actualidad como son la actividad maliciosa en el mundo virtual de internet, la violencia y, sobre todo, el abuso de menores. Aún así, Haley y Martel Bayod examinan estas temáticas con gran elegancia, algo que potencia, además, el alcance y el acierto de la propuesta.

Por lo que respecta a las interpretaciones, Benito, Ulldemolins y Carreras dan vida a los personajes principales de la trama. Benito acierta, como siempre, en la composición del personaje oscuro sobre el que gira la trama y el mundo virtual que nos es presentado; Carreras, aunque de forma secundaria, muestra su destreza interpretativa, si bien Ulldemolins no acaba de encontrar su lugar a la hora de dar vida a la investigadora policial del inframundo que lleva a cabo la investigación del negocio de Sims. Y, cabe destacar por su frescura y pericia, la jovencísima Carla Schilt que da vida a Iris, seguramente el personaje clave de la obra.

L’Inframón en una reflexión que hace uso de los géneros de la ciencia-ficción y de la intriga en el teatro de forma firme e intensa, pero que no acaba de ser un producto redondo, ya sea debido a su naturaleza próxima al episodio televisivo o al thriller cinematográfico de éxito, que la asemejan a tantas otras propuestas ya conocidas, o porqué, y siendo muy puristas, no acaba de rizar el rizo en lo que respecta a la conclusión de la historia.

En lo que sí que destaca la propuesta del Lliure es en su voluntad de hacernos meditar sobre temas importantísimos en nuestra vida cotidiana y que cada vez lo serán más a medida que evolucione la tecnología y con ella nuestra forma de comprender la realidad. L’Inframón es, pues, una excelente oportunidad para ver el teatro de otra forma e intuir hacia dónde nos puede llevar el avance tecnológico, y algunos de los dilemas legales y morales que, seguro, este generará.

L’Inframón” se representa en el Teatre Lliure de Gràcia hasta el 16 de octubre de 2016.

Autora: Jennifer Haley
Dirección: Juan Carlos Martel Bayod
Reparto: Andreu Benito, Joan Carreras, Carla Schilt, Víctor Pi y Mar Ulldemolins
Traducción: Neus Bonill
Escenografía y vestuario: Alejandro Andújar
Caracterización: Eva Fernández
Iluminación: David Bofarull (a.a.i.)
Sonido: Damien Bazin
Producción: Teatre Lliure  y GREC 2016 Festival de Barcelona

Horarios: de miércoles a viernes a las 20:30 horas; sábados a las 17:30 y a las 21:00 horas y domingos a las 18:00 horas
Precios: de 15 a 29€
Idioma: catalán
Duración: 1 hora y 20 minutos sin pausa

NOTA CULTURALIA: 8.5
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Jorge Pisa

Crítica teatral: El Principi d’Arquimedes, en La Villarroel.

El principi arquimedes_3El pasado 4 de abril La Villarroel estrenó El Principi d’Arquimedes, una propuesta valiente que analiza la espinosa cuestión del «abuso a menores» desde una óptica abierta y poco victimista. Una obra escrita y dirigida por Josep Maria Miró e interpretada por Albert Ausellé, Roser Batalla, Rubén de Eguia y Santi Ricart.

Existen pocos temas que puedan afectar tan de lleno a cualquier persona y/o espectador como lo es el tema del abuso a menores, un asunto sobre el cual cada vez estamos más acostumbrados a ver noticias en los medios de comunicación, y que nos afecta y repugna de pleno porque amenaza a los más indefensos, los niños. Aún así, Josep Maria Miró se aventura a crear y dirigir una pieza generadora de debate, como ya lo fuera Gang Bang hace un par de años, en la que la polémica y la incomprensión (de los demás y de uno mismo) está muy presente.

La trama de El Principi d’Arquimedes es muy sencilla. Jordi, un joven monitor de un club de natación, es una persona a la que no le gusta demasiado cumplir las normas. Hace varios años que se dedica a enseñar a nadar a los niños, con los que mantiene una trato amable y cercano. Hasta que un día un rumor se extiende entre los padres de los alumnos. Jordi ante la negativa de un niño a lanzarse a la piscina sin protecciones, ha optado por abrazarlo y darle un beso.

El principi arquimedes_2El miedo y las sospechas han provocado que unos de los padres se presente en la piscina para pedir explicaciones de lo que ha pasado. ¿Qué tipo de profesional es Jordi? ¿cuáles son sus preferencias sexuales? ¿representa una amenaza para los alumnos?

Como ven la trama es peliaguda y la representación de la obra avanza con poca intención de dejar las cosas claras. Toda la acción transcurre en los vestidores de la piscina, sin duda un espacio de intimidad, que como arte de magia irán cambiando en su distribución escénica para dejarnos claro las diversas ópticas y apariencias de lo que está pasando. Algo que se acentúa con el avance no lineal de la obra, esto es, no veremos una representación de las diversas escenas organizadas siguiendo un orden temporal, sino que seremos testigos de un avance irregular donde los finales y los arranques de cada escena se irán sucediendo, superponiendo y repitiendo en orden discontinuo.

Será la atención del espectador la que irá uniendo temporalmente las diversas escenas para crear su propio montaje, y para formar su opinión sobre el asunto. Una estrategia que obligará al público a estar muy atento a lo que se dice y lo que se hace a lo largo de la representación, ya que la voluntad principal de la obra es generar debate a partir de la situación que se desarrolla sobre el escenario, de los rumores y de las dudas que se irán suscitando a través de los diálogos entre los protagonistas… ¿Tienen los padres de los alumnos motivos para estar preocupados por sus hijos o se han dejado llevar por el miedo y la histeria fomentada por los medios de comunicación? En este debate están bien presentes los nuevos hábitos fomentados por las nuevas tecnologías e internet, ya sean las redes sociales, el comportamiento de los más jóvenes en el ciberespacio y los continuos peligros y amenazas que todo ello puede conllevar.

El principi arquimedes_1Josep Maria Miró crea un texto potencialmente ambiguo. Con situaciones muy bien definidas y diálogos directos nos presenta una realidad cercana y actual en la que destaca la actuación de Rubén de Eguia, que da vida al confundido profesor sobre el que recaen los rumores y recriminaciones y Roser Batalla, que interpreta a la directora de la piscina que, bien bien, no sabe cómo actuar ante una situación de este tipo. Ambos están acompañados por Albert Ausellé, el otro monitor de la piscina compañero de Jordi y Santi Ricart, que interpreta a uno de los temerosos padres.

El Principi d’Arquimedes pone el acento en los miedos y las enfermedades de la sociedad y nos obliga a reflexionar sobre cómo hemos de tratar o proteger a los más pequeños. ¿Cuál es el límite del contacto y la relación entre adultos y menores? ¿Hemos de confiar en los demás? ¿Vivimos en una sociedad que sufre un alto grado de histerismo? ¿Sobreprotegemos a nuestros hijos? Todo ello lo tendrán que decidir ustedes, aunque supongo que todos creemos saber donde reside la bondad y cuando se traspasan los límites. Aunque como nos recuerda el principio de Arquímedes, en una traducción totalmente libre y personal, toda acción comporta una contra-acción de igual calibre… Lo que tendrán que discernir ustedes es quién pone en movimiento los «empujes» en la obra y quién está a merced de ellos, como atropellado por una realidad, que sin duda, siempre es peor/mejor (tachen a conveniencia) de lo que nosotros mismos pensamos.

«El Principi d’Arquimedes» se representa en La Villarroel del 4 de abril al 5 de mayo de 2013.

Autor i Director: Josep Maria Miró i Coromina
Reparto: Roser Batalla, Rubén de Eguia, Albert Ausellé y Santi Ricart
Escenografía: Enric Planas
Iluminación: David Bofarull (aai)
Vestuario: Albert Pascual
Sonido: Damien Bazin

Horario: martes, miércoles y jueves a las 20:30; viernes a las 21:00 horas; sábados a las 18:00 y a las 20:30 horas y domingos a las 18:00 horas
Precio: 22 €

Idioma: catalán
Duración: 75 minutos

Escrito por Jorge Pisa