Pocos escritores actuales retratan tan bien el lumpen de baja estofa y la miseria que le acompaña como Carlos Zanón (Barcelona, 1966). En 2015 fue premiado de forma merecidísima con el Dashiel Hammett a la mejor novela negra en castellano por Yo fui Johnny Thunders (podéis leer la crítica aquí), pero ya antes había demostrado su capacidad para diseccionar con mano firme los bajos fondos de Barcelona en No llames a casa (RBA, 2014), un relato narrado en toda su crudeza y protagonizado, igual que en su premiada novela posterior, por perdedores que, día a día, buscan su porción de gloria en los rincones más insalubres de la ciudad.
En sus obras, Zanón busca mostrar la parte más social de la novela negra, aquella que las piezas más comerciales ocultan para otorgar el protagonismo a ladrones encantadores, afortunados y con grandes dosis de glamur. En No llames a casa habitan delincuentes que llegan a su actividad impulsados por las circunstancias de la sociedad y del momento (nos remontamos a la Barcelona de 2012, con la crisis en plena ebullición, esa ciudad residual que nunca aparecerá en las guías turísticas), sin lugar para la glorificación de esos criminales; aquí encontramos parejas que dormitan en coches desvencijados, buscavidas de medio pelo y mano muy larga, mujeres con brazos mordidos por la droga, bares de garrafón, tipos que frecuentan unos comedores sociales cada vez más concurridos…

Así, Bruno, Raquel y Cristian intentan que la realidad no termine por devorarlos mientras capean el temporal gracias a las actividades extramatrimoniales de otros; al mismo tiempo, Max y Merche viven su relación a escondidas, una situación difícil de soportar incluso antes de toparse con esos chantajistas. El relato muestra las aristas morales de cada uno de nosotros, de la gente normal, sin personajes libres de culpa, sin poder hacer una distinción simplista entre buenos y malos, un argumento incómodo que en ocasiones te removerá las tripas y en el que la traición es el salvoconducto a la felicidad, una novela sólida y con una solución narrativa final excelente: Zanón se reserva el clímax para las últimas páginas, antes prefiere desvelar qué fue de algunos personajes tras la noche de autos para, de esta manera, dejar que el lector saque sus propias conclusiones, muy probablemente erróneas.
Título: No llames a casa
Autor: Carlos Zanón
Editorial: RBA
Fecha de publicación: Noviembre de 2014
ISBN: 9788490564042
Páginas: 296 páginas
Precio: 9,95 €
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Escrito por: Robert Martínez