Si hay algo impuesto de forma ultrajante y abrumadora en la sociedad occidental en la que vivimos es la omnipresente idea del éxito, el que debe alcanzar cualquier persona en la vida arriesgándose, sino, a ser considero por los demás un desdichado o, algo incluso peor, un fracasado. El Lliure nos ofrece, con el estreno de Somni americà, una reflexión sobre el sueño americano, una ilusión originada en la década de los años 20 en los Estados Unidos y que ha cristalizado con el paso de los años en nuestro mundo occidental.
«Les Antonietes y La Kompanyia Lliure se han unido para emprender la travesía de los grandes autores dramáticos norteamericanos del siglo XX. En América todo el mundo puede triunfar, si no le despiertan del sueño. ¿Pero qué ocurre con todos los que rechazan este sueño de éxito individual y persiguen un sueño más pequeño y colectivo, a medida, un sueño en el que creer sin la necesidad de estar eternamente dormidos? ¿Existe un lugar para ellos en nuestro mundo?»
Somni americà representa un mix de la obra de varios autores americanos, entre ellos Erskine Caldwell, Woody Guthrie, Arthur Miller, Eugene O’neill, Ben Reitman, William Saroyan, John Steinbeck y, sobre todo, Tennessee Williams, por lo que el resultado escenográfico no puede ser otro que diverso y multifocal. Tarrasón, el director, especializado últimamente en la creación de proyectos escénicos a partir de la versión de las obras de autores clásicos como Withman, Ibsen o Chejov, apuesta en un nuevo esfuerzo creativo que permite al público observar las similitudes entre la época en la que vivimos, marcada en los últimos años por la crisis, los recortes y el regreso del capitalismo «puro y duro» y la realidad socioeconómica de la primera mitad del siglo XX en Estados Unidos. Pero en su intento, válido en la coyuntura actual, Tarrasón y, bajo sus órdenes, los actores y actrices de La Kompanyia Lliure y Les Antonietes, no acaban de lograr, por desgracia, el éxito completo.
Somni americà es una obra coral basada, más que en una historia o una trama, en una situación como suspendida en el tiempo, en la que las convicciones y los personajes creados por los autores antes citados regresan al escenario reanimados por los tiempos en los que vivimos. De ahí que todo parezca inmóvil y que el espectador no tenga nunca la sensación de que la obra avance. No solo eso, sino que la creación ampliamente coral del espectáculo comporta que el público no llegue a conocer realmente los motivos y la auténtica naturaleza de los personajes, lo que provoca un efecto de superficialidad en el relato. Sabremos, pues, lo que une a todos los personajes, esto es, la idea de fracaso y de incapacidad ante un mundo exterior al que temen y que amenaza con acabar con ellos tal como son, aunque no podremos indagar mucho más al respecto.
A favor de la obra, sin embargo, vale la pena remarcar el esfuerzo interpretativo de los componentes de La Kompanyia Lliure i Les Antonietes, que proveen al proyecto de su elemento más destacado, y en el cual es difícil señalar a unos sobre otros. Por otra parte, aunque la escenografía encaja con la historia que se nos cuenta, su disposición extendida no permite al público observar grácilmente el natural desarrollo de la acción y los personajes. A la obra, además, le falta algo de ritmo, sobre todo al conectar un microrelato con el siguiente, lo que provoca que haya momentos en los que el espectador bien bien no sepa dónde mirar.
Aunque alguno de los ingredientes de la obra puede no estar todo lo bien que debiera, Somni americà provoca en el espectador una reflexión emotiva acerca del fracaso, tanto del propiamente americano que se nos muestra sobre el escenario, como del que podemos llegar a experimentar nosotros mismos. La obra nos habla, también, de los sueños, aquellos que poseemos y aquellos que tuvimos alguna vez, y que nos acaban convirtiendo en las personas que realmente somos. Unos sueños que deberíamos mantener siempre vivos fueran cuales fueran las circunstancias que nos rodean en el mundo exterior.
¿Dónde se refugian, pues, aquellas almas que, por una razón o por otra, quedan truncadas debido a las exigencias emocionales, económicas y sociales que nos impone la vida? Seguramente en espacios suspendidos como el creado por Tarrasón en el escenario del Lliure de Gracia.
«Somni americà» se representa en el Teatre Lliure de Gràcia del 29 de enero al 1 de marzo de 2015.
Obra creada a partir de la obra de: Caldwell, Woody Guthrie, Arthur Miller, Eugene O’Neill, Ben Reitman, William Saroyan, John Steinbeck y Tennessee Williams
Autoría y dirección: Oriol Tarrasón, La Kompanyia Lliure y Les Antonietes
Reparto: Pep Ambròs, Laura Aubert, Paula Blanco, Javier Beltrán, Annabel Castan, Mireia Illamola, Pol López, Arnau Puig, Bernat Quintana, Mima Riera y David Verdaguer
Imagen y escenografía: Assad Kassab
Vestuario: Maria Armengol
Caracterización: Ignasi Ruiz y Montse Sanfeliu
Iluminación: Iñaki Garzón
Sonido: Roger Julià
Asesora de movimiento: Fátima Campos
Horarios: de miércoles a viernes a las 20:30 horas; sábados a las 17:30 y a las 21:00 horas y domingos a las 18:00 horas.
Precio: 23 € / Descuentos disponibles
Idioma: catalán
Duración: 1 hora y 35 minutos
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Jorge Pisa