Comencemos por el principio. Aurora, de Kim Stanley Robinson, es una obra que además de tratar un tema interesante para mí como es el de los viajes interestelares y la colonización espacial, me había sido recomendada por los responsables de la editorial. De Stanley Robinson conocía su trilogía marciana y su interés en tocar temas culturales, políticos y sobre todo ecológicos. De ahí que una vez en mis manos decidiera empezar a leer el libro lo más rápido posible.
“Una nave preparada para contener a varias generaciones de tripulantes viaja fuera del sistema solar por primera vez en la historia de la humanidad. Su destino es un planeta en el sistema Tau Ceti, a doce años luz, llamado Aurora en honor de la diosa romana del amanecer. Pero ¿será realmente este viaje un nuevo comienzo para la humanidad o nuestro fin?”
Stanley Robinson envuelve un relato ecológico y socio-político en una novela de viajes interestelares que nos lleva al espacio profundo para hablarnos de nosotros mismos y de los sueños de supervivencia que atesoramos en nuestro interior. La narración sigue los pasos de los últimos momentos de un viaje de colonización espacial del futuro, cuando una nave-arca, en la que han vivido generaciones de exploradores, está a punto de llegar a su destino final, una de las lunas de uno los planetas de la estrella Tau Ceti. Los esfuerzos de colonización comenzarán poco después de la llegada a su destino, empeño este que llevará a los colonizadores a darse cuenta de que los mayores sueños se convierten, a veces, en las peores pesadillas.
Aurora tiene un poco del adn de Stanislaw Lem, autor de ciencia-ficción polaco que defendía, entre otras cosas, la incapacidad de llegar a contactar y entender a otras inteligencias galácticas, claro elemento que está en la mente se Stanley Robinson a la hora de escribir su novela. A esto se suma la reflexión ecológica, no solo la principal, los problemas que se plantean en los diversos biomas de la nave a la hora de hacer sostenible la vida humana, animal y vegetal durante el largo viaje espacial, sino también la secundaria, al hablarnos de los daños que la humanidad ha provocado en el planeta Tierra, y que ha llevado al deshielo de los casquetes polares y al trágico alzamiento del nivel del mar.
Asímismo, Stanley Robinson nos plantea un análisis político de la humanidad exploradora que, a medida que avanzamos en la lectura, se va convirtiendo en el asunto principal de la trama. Hemos de pensar que un grupo de unas 2.000 personas ha estado conviviendo en la misma nave durante generaciones, lo que ha provocado no solo problemas físicos a resolver sino también incidencias socio-políticas que han marcado el avance de la misión. De ahí que la reflexión del autor no tan solo se reduzca a la consideración sobre la posible colonización espacial humana sino también a los problemas de sostenibilidad y de organización política de los exploradores.
Por lo que respecta a los personajes, Stanley Robinson se centra de nuevo en los científicos y en sus círculos de convivencia para que sean ellos los que lideren la acción de la novela, si bien lo hace de una forma laxa. De esta manera será Freya, la hija de Devi, la ingeniera jefe de la nave, el personaje que prevalezca sobre el resto. Otro de los personajes que destaca en la novela es el del ordenador cuántico de a bordo, que además será, a lo largo de gran parte del relato, el narrador principal. Así, pues, seremos conscientes de algunos de los problemas de “personalidad” del ordenador y de sus esfuerzos para completar con éxito la misión que, sin embargo, en algunos casos, hará algo incomprensible el avance del relato. A lo que se suman elementos de ciencia-ficción dura que irán apareciendo de tanto en tanto en la narración.
Aurora es una novela que nos sorprenderá a medida que avancemos en su lectura. Si inicialmente el lector asistirá a un episodio más de la colonización espacial y será consciente de las dificultades que esta puede conllevar, la narración le irá dirigiendo hacia otros problemas más acuciantes y trascendentes de la humanidad, para acabar con una reflexión sobre el origen, sobre el mundo humano y los esfuerzos que, por desgracia, estamos llevando a cabo en los últimos siglos para destruirlo. Posiblemente sea este el principal problema del que trate el libro y sea la causa, en el futuro, de que tengamos que abandonar nuestra nave terráquea para vislumbrar la aurora de un mañana algo mejor.
Título: Aurora
Editorial: Minotauro
Colección: Biblioteca Kim Stanley Robinson
Fecha de publicación: 12/04/2016
Páginas: 448
ISBN: 978-84-450-0306-0
Presentación: Rústica con solapas
Formato: 15 x 23 cm.
Traductor: Miguel Antón
NOTA CULTURALIA: 8
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Jorge Pisa