Hoy reseño en Culturalia un tipo de libro que no estoy acostumbrado a leer ni a criticar. Su título es Vorágine, está escrito por Alexander Drake y publicado este mismo año por la editorial Ediciones Irreverentes. El libro está constituido por 85 relatos de lo que podríamos definir como “realismo sucio”, una categoría literaria que incluye violencia, sexo, reflexión sobre la naturaleza humana, crítica social e itinerario intimista. Una variedad de temáticas que dan al libro un tono oscuro y sombrío y que tiñe las páginas de la mayoría de sus narraciones.
Drake, licenciado en psicopedagogía y autor de dos obras más, Surfers, una visión antropológica de la cultura y el surf (2006) y La Transformación (2009), nos presenta una serie de relatos cortos, cuya extensión varía desde unos pocos párrafos hasta las varias páginas, en los que la violencia y el sexo prevalecen por encima de todo. Un dominio, este, que dirige nuestra mirada hacia lo más hondo del alma humana que, envuelta por el contaminado horizonte urbano, nos habla de los instintos más brutales que se ocultan, más veces de las que estaríamos dispuestos a reconocer, entre las sombras que habitan en las grandes metrópolis.
Unos relatos que centran su atención en lo que podríamos considerar los “malos pensamientos” más que en las propias acciones reales, si nos atenemos, al menos en nuestro país, a las noticias de sucesos que ocupan parte de la prensa escrita y los minutos de muchos de los telediarios que, faltos de noticias, o de profesionalidad periodística, se apoyan en los actos forjados por los más bajos instintos y las venganzas más siniestras para llenar de noticias y a veces de titulares sus portadas.
Pues bien, los relatos de Drake transitan a lo largo de ese espectro de realidades más desconcertantes y oscuras que, aunque no estén, la mayor parte de las veces, cerca de nosotros, no por ello dejan de existir. Unas historias que nos hacen sentir la soledad interior que puede llegar a provocar la gran ciudad, el desasosiego y la violencia des-controlada generada a lo largo del día, y que se puede llegar a materializar cuando regresamos a nuestro hogar y somos conscientes de que nuestra realidad está muy lejos de ser aquella con la que habíamos soñado.
Los relatos que integran el libro poseen un estilo directo, se inician cuando comienza la acción, ni un minuto antes ni un minuto después. Los hechos nos son narrados desde un único punto de vista, principalmente masculino, y nos envuelven de esa atmósfera de perversión, violencia y sexo que les comentaba al principio. Un ambiente sucio que mancha todo lo que toca. Los diversos relatos nos muestran toda una serie de mentes perturbadas que explotan a lo largo de los párrafos escritos por Drake y que tienen como contrapartida a la mujer, a veces esplendorosamente sexual y voluptuosa y a veces convertida en la víctima indefensa de las necesidades y carencias afectivas y sociales de los diversos protagonistas. El resultado es, en la mayoría de los casos, una autopsia, o más bien dicho una vivisección, de la naturaleza humana teñida de la crudeza y la brutalidad del realismo terrorífico.
En muchos de los relatos que componen Vorágine también podemos intuir algunas reflexiones y situaciones autobiográficas del propio autor. Pero no se vayan a creer, debido a las temáticas protagonistas en muchos de sus relatos, que Drake es un escritor desalmado y trastornado a punto de precipitarse en una espiral de sadismo y ferocidad violenta. Al contrario, estas otras narraciones de Drake nos permiten reflexionar sobre la vida de un joven escritor que se abre camino en la industria editorial y como sus avances y sus retrocesos, más estos últimos que los primeros, afectan a su vida personal y profesional. El autor, además, no nos deja en ascuas, y en el último de sus relatos, el que lleva por nombre Los primeros años como escritor, nos resume cual ha sido su experiencia al respecto.
Vorágine nos propone toda una serie de relatos oscuros y violentos, que transitan por el alma impersonal de la vida en la ciudad. Una recopilación de historias no recomendada, eso sí, para aquellas almas más sensibles e impresionables. Como se indicaba en los rótulos de inicio de las películas de antaño, muchos de los relatos de Drake no están recomendados para aquellos que esperan encontrar sueños e ilusiones en las paginas de los libros que leen, sino para aquellos otros que no tienen miedo a mirar en el interior de las almas que viven en las metrópolis, de aquellos que quizá habitan en su mismo edificio o en la casa que queda en la esquina de su calle y a ver hasta dónde puede llegar la barbarie y la violencia de la sociedad urbana y capitalista en la que vivimos.
Título: Vorágine
Autor: Alexander Drake
Editorial: Ediciones Irreverentes
Número de páginas: 196
ISBN: 978-84-15353-33-1
Precio: 17 €
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Escrito por Jorge Pisa Sánchez
Una muy buen escrita critica del libro. Un libro de relatos directos y sin concesiones. No hay limite, ni censura. Sexo y perversión. Aquí no encontrareis ñoñerias de 50 sombras de Grey. No creo que en esa novela tan publicitada haya una sola página tan cachonda y sucia como la del relato“una conversación romántica” Hay relatos que te ponen a tono en un instante al presentar situaciones extremas y otros que provocan rechazo pero que están bien escritos y con furia. Como en una VORÁGINE de palabras que poseen al escritor que a veces traspasa los limites como unos tres pueblos. En algunos te hace hasta pensar si el autor esta bien de la azotea. La mujer se presenta en ocasiones como el objeto lascivo del deseo carnal, otras como el inalcanzable, el alcanzable, el usable y el tirable. No recomendado para almas cándidas.