Crítica: El Gran Vázquez

“Este es un País de miserables. Nadie hablará de nuestros tebeos, aquí lo único que interesa es que Superman se case o que un autor la palme. Verás cuando me muera. Todos, todos van a decir que ha muerto un genio, el creador de las hermanas Gilda, de Anacleto, de la familia Churumbel, de lo que sea…  Seguro que me dedican una página entera en los periódicos…” Vázquez

Extraído de una introducción de Joan Navarro en el catálogo del XI Salón Internacional de Cómic de Granada.

Hay infinidad de personas que no saben ni quien fue Vázquez en el mundo de la historieta, y eso que está considerado uno de los más grandes del cómic español en el género del humor. Pero habrá muchos menos que no han leído nunca una historieta de Anacleto agente secreto, Ángel Siseñor, la abuelita Paz, los casos del inspector O´Jal, Angelito, o de la familia Cebolleta, entre muchas otras. Efectivamente Vázquez era un genio y cuando murió en octubre de 1995 ocurrió lo que había vaticinado.

Sus personajes, como muchos de otros dibujantes, quedaron antes de tiempo en un segundo plano ante el apabullante éxito de Mortadelo y Filemón de Francisco Ibáñez. Sin embargo la vida que llevó fue digna de una película y esto es precisamente lo que es “El gran Vázquez”.  El primer biopic de un guionista y dibujante español. Algo que seguramente el autor jamás soñó que ocurriera.

Oscar Aibar director de “Atolladero”,“Platillos volantes”,“La máquina de bailar” y antiguo guionista de cómics conoció personalmente al autor cuando trabajaron juntos en la revista Makoki. Afirma que era todo “un hombre de principios”: jamás firmó un contrato de alquiler y dejaba sin pagar múltiples facturas. El empeño de Aibar en llevar a la pantalla al “admirado maestro” ha dado buenos frutos. Una película en que se nota el cariño por el autor que tantas buenas horas nos hizo pasar con su Anacleto o Gu-Gu entre otros, aunque mostrando que fue un moroso y sableador sin demasiados remordimientos. Un vividor: 3 años se pasó de hotel en hotel con Aurora, una de sus mujeres, sin pagar en ninguno.

La película esta ambientada en la Barcelona de los 60 en la época que Manuel Vázquez ya trabajaba para Bruguera y vemos su peculiar estilo de vida. La ambientación de esta Barcelona esta conseguida al plagar las calles de carteles, publicidad, a través de los quioscos, o las calles más pobres llenas de prostitutas. En aquellos años no es que la vida fuese fácil pero Vázquez se las ingenia con morro, estafas y engaños para vivir bien sin tener que pagar mucho. Y en el campo sentimental igual, se podía enamorar aún teniendo ya pareja e hijos con otras. Pero por encima de todo esto cuando se ponía a los lápices sus historias rebozaban esplendor creativo e innovación del encorsetamiento Brugueriano.

El papel del dibujante recae en las manos de Santiago Segura que hace una acertada y comedida interpretación de cómo debía de ser el personaje. Y eso que según sus propias palabras en algunas antiguas fotos ya parecía un calco de Torrente y por algunas antiguas entrevistas en blanco y negro que circulan por ahí. Como muchos el actor también disfruto de pequeño con sus divertidas historietas.

A los que nos gustan los cómics disfrutaremos con la recreación de la redacción de la antigua Editorial Bruguera a escala pequeña con su redactor jefe Rafael González interpretado por el eficiente Enrique Villén y algunos dibujantes, el cajón con los originales… A destacar la interpretación de Ibáñez por Manolo Solo, muy parecida al original físicamente y en la forma de hablar. Aunque hubiese sido un puntazo que de mayor hubiese sido el propio Ibáñez el que se interpretara así mismo. Escobar también se  parece al original. Como siempre Álex Angulo esta genial.

La película es divertida y te hace sonreír sin caer en la carcajada. Es una película agridulce al igual que su vida que estuvo llena de luces y sombras. Se toca muy bien la amargura y rabia del autor de no tener los derechos de sus personajes y ver como eran dibujados por otros sin cobrar un duro. Hay muchas anécdotas que han quedado relegadas porque con él nunca sabías donde empezaba la realidad y la ficción como en el caso de su propio personaje de historieta “los cuentos del Tío Vázquez”. Como bien dice bromeando Julia Galán primero vivía la experiencia y luego hacia el guión. Hay una de bien jugosa en la que Vázquez al volver para su casa se da cuenta de que hay un acreedor esperándole en el descansillo de la misma. El propio dibujante, como no se conocen personalmente, se hace pasar por otro acreedor que espera al moroso. Al cabo del rato al ver que no va a llegar el impresentable bajan los dos al bar y Vázquez encima consigue que le invite a comer. La picaresca fue su estilo de vida.

Es original la animación de sus famosos personajes como Anacleto, Las hermanas Gilda, la familia Cebolleta y su alter ego el Tío Vázquez. Y bueno el detalle del típico color bitono de los primeros tebeos Bruguera. La música de Mastretta recrea el tono de comedia de muchas situaciones. Y los colores apagados recrean ese ambiente triste y serio de la época aunque cuando Vázquez dibuja hay más color. Y es que Vázquez creaba en cualquier lugar menos en el lugar de trabajo. Esto es cierto.

Los 90 fueron duros para él, según Joan Navarro (editor de Glenat). Bruguera había desaparecido, y las cosas no le iban muy bien. Ya apenas existían revistas de humor. Y lo que le publicaba Glenat (gente peligrosa, agente del fisco…) le daba lo justo para ir viviendo. Esto se intuye un poco en el epilogo de la película y te queda la curiosidad por saber si la última y fuerte anécdota del film es cierta o no.

Una película española atípica para descubrir la inusual vida de este genio de la historieta. Ahora con motivo de la misma se han editado varias obras del autor. Lecturas recomendadas: A destacar el magno y recomendadísimo tomo: Lo peor de Vázquez de Glénat, los dedicados por RBA Clásicos del humor a Anacleto, las hermanas Gilda, Angelito, y la familia Cebolleta. También los dos Super Humor de Ediciones B. En octubre aparecerán más novedades editoriales.

Otras curiosidades de la película: En la última escena en que Vázquez abraza a Ibáñez en el Stand de firmas unos 20 de los figurantes son nietos del fallecido autor. Cuando la mujer del dibujante da a luz, el médico que asiste el parto es el autentico hijo (uno de ellos) de Vázquez.

UN POCO MÄS DE HISTORIA

El artista había empezado a publicar en Bruguera en el lejano 1948 con obras como “la mansión de los espectros”. Con un dibujo irreconocible al de su madurez, pero igualmente bueno. Para esta Editorial creó infinidad de portadas y personajes, algunos de muchísimo éxito como los mencionados. Y esto fue así hasta casi su cierre en 1986. También publicó a posteriori en Víbora o Makoki historietas más picantes. Pero mucho antes ya había dibujado historietas eróticas humorísticas con el seudónimo de Sappo pero con su estilo altamente reconocible. En la etapa posterior al cierre de Bruguera colaboró en varias editoriales regalando autenticas perlas de autor ya consagrado.

El mismo se hizo una leyenda dibujándose a si mismo y creando “los cuentos del Tío Vázquez”. En los que aparecía como un sableador, liante, jugador profesional del Bingo, amante de la belleza femenina (los que le conocieron afirman que les podía soltar alguna gorda a cualquier chica guapa pero con una gracia tan natural que estas no se enfadaban… se sonreían…) No en vano se dice que estuvo casado con siete mujeres y tuvo once hijos. Su propio hijo en una reciente entrevista en La Contra de La Vanguardia cuenta lo siguiente de cuando vivían juntos: “Trajo a casa una novia de 18 años, casi de mi edad, y me encantaba besarla por la mañana: ¡qué bien olía!”

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Escrito por: Taradete

Publicado originalmente en: El rincón del taradete

Crítica teatral: Lottegoesliquid

La Nau Ivanow propone una nueva experiencia escénica y teatral con la programación de Lottegoesliquid, una instalación escénica creada por la compañía Los resilentes que materializa las teorías sociológicas de Zygmunt Bauman.

Una experiencia escénica y casi una aventura teatral ya que Lottegoesliquid no es, ya desde su inicio, una obra de teatro en su sentido más canónico. Los espectadores son invitados a entrar en una sala con una construcción escenográfica muy característica. Una serie de espacios diseñados con unas estructuras efímeras nos sitúan en el mundo actual, en la vida de los personajes rasgados que nos presenta la obra.

El espectáculo, que no tiene inicio ni final, o mejor dicho, tiene una clara y comprometedora esencia cíclica, nos presenta a toda una serie de personajes individuales que, como en cualquier sociedad, interactúan en algún momento entre ellos, pasan de la individualidad a la colectividad a través de su comportamiento social.

Y es en esta relación donde se hace presente el pensamiento de sociólogo polaco Zygmunt Bauman, donde los roles y los lazos sociales se hacen líquidos, se degradan para dar paso a una crítica de la sociedad capitalista, se halle esta en el lugar donde se halle, en la cual valen más las posibilidades y la agilidad vital para adaptarse a ellas, que los lazos emocionales y sentimentales que los hombres y las mujeres han desarrollado desde los inicios de la historia para hacer frente a una realidad salvaje y agresiva.

Lottegoesliquid nos permite reflexionar y interactuar con la obra. Reflexionar sobre la tosca realidad afectiva, psicológica y emocional que el capitalismo más audaz (sin duda el que vivimos en la actualidad y que ha perpetrado la mayor crisis mundial después del Crack del 29, y lo que es peor, que parece que va ha salir indemne de ello) nos depara en la vivencia diaria. Palabras como lealtad, emoción, institución, fidelidad o comunidad dejan paso al homo consumista, aquel que solo debe preocuparse de saciar sus ansias de consumo. Interactuar porque la obra no tiene una única perspectiva ya que el público puede y debe cambiar de posición para seguir la multiplicidad de tramas individuales que dan esencia al espectáculo.

Todo un reto para el espectador no acostumbrado a participar de esta forma en el planteamiento escénico. Una multiplicidad de tramas que no permite al público captar su totalidad ni en el espacio ni el tiempo, sino solo centrar su atención en una parte de la realidad, aquella que pueden captar sus sentidos, fiel reflejo del exceso de información de que disponemos en la actualidad, lo que no permite al ciudadanos conocer nada, tan solo poseer una parte de la verdad, la necesaria para seguir consumiendo hasta el último de sus días.

Una aventura escénica un tanto arriesgada la que nos presenta la compañía Los resilentes en la Nau Ivanow, solo apta para aquellos que posean una mentalidad abierta y a los que les guste experimentar en general y en particular en el teatro. Un buen ejemplo de cómo el discurso y el trabajo teatral también evoluciona hacia ideas y concepciones diferentes a las puestas en escena tradicionales.

LOTTEgoesLIQUID” se representa en la Sala Abaco de la Nau Ivanow del 23 de septiembre al 3 de octubre de 2010.

Concepto y dirección: Eleonora Herder
Dramaturgia: Lucía Carballal
Intérpretes: Joan Casas, Laura López, Lluna Pindado, Ramon Rojas, Anahí Setton, Arne Koehler y Albert Alemany
Escenificación: Eleonora Herder, Falk Roessler y Arne Koehler
Escenografía e iluminación: Enric Naudi y Elena Vitarelli
Espacio sonoro: Falk Roessler y Arne Koehler

Horarios: De jueves a sábado a las 21:00 horas y domingos a las 19:00 horas. Los domingos habrá una charla con los artistas después de la función.
Precio: 12 €; Amics de la Nau, 10€

Duración del espectáculo: 1 hora y 30 minutos

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Escrito por: Jorge Pisa Sánchez

Publicado originalmente en: http://www.indienauta.com