El pasado domingo 31 de enero se celebró en el Palau de la Música catalana el concierto del violonchelista Mischa Maisky y la Orquestra Sinfónica Camera Musicae en el que se interpretaron las obras El Idilio de Sigfrido de Richard Wagner y el Concierto para violonchelo y orquesta, op. 104 de Antonín Dvořák, una velada dedicada al deleite de la música clásica y más en concreto al disfrute de uno de sus instrumentos solistas, en este caso el violonchelo, dominado por la maestría del intérprete Mischa Maisky.

Lo primero que sorprendía el día del concierto era la amplia presencia el público infantil en el Palau acompañado de sus familiares, expectantes ante el inicio del concierto. Algo por otra parte entendible debido a las ganas tanto de los más jóvenes como de los mayores de disfrutar de la maestría de Mischa Maisky al violonchelo, intérprete nacido en Letonia y educado en Rusia, alumno de Mstislav Rostropóvich y de Gregor Piatigorsky y que ha alcanzado el éxito internacional.

El concierto dio inicio con la interpretación del El Idilio de Sigfrido de Richard Wagner, obra que entró en el repertorio en el último momento sustituyendo a las piezas inicialmente programadas Daphnis et Chloé y el Bolero de Ravel.

En esta parte del concierto se pudo disfrutar de las diversas tonalidades musicales de la obra de Wagner, una composición-regalo de cumpleaños que el autor realizó a su mujer Cósima en el año 1870 y cuya interpretación musical atraviesa por diversos compases y tempos interpretados de forma formal y solvente por los músicos de la Orquestra Sinfónica Camera Musicae, dirigida en esta ocasión por el director Tomàs Grau.

La segunda parte del concierto dio inicio con el acceso al escenario de Maisky, sin duda la estrella de la velada. Ya su presencia, con túnica corta y cabello blanco permitía comprender que en la segunda parte del concierto el foco residía en su interpretación. Y la promesa se cumplió. Maisky dio una lección de maestría con su dominio del violonchelo. El solista, sin partitura y con los ojos cerrados, se fusionó con el instrumento para interpretar el Concierto para violonchelo y orquesta, op. 104 de Dvořák. Un lujo para los oídos y una experiencia visual contemplar como el solista y el violoncelo se fundían en una interpretación única.

Las ovaciones, se lo pueden imaginar, estuvieron a la altura de la maestría de Maisky, lo que obligó al violonchelista a realizar hasta tres bises que hicieron las delicias del público asistente.

De nuevo una velada digna de permanecer en la memoria de los espectadores y espectadoras del concierto y un nuevo mérito y distinción para el Palau de la Música Catalana, un escenario poético para la música, y el hacer de la Orquestra Sinfónica Camera Musicae, que estuvo a la altura de las circunstancias interpretando una obra sinfónica coral en la primera sección del concierto y transformándose en un perfecto acompañamiento para la excelencia interpretativa con el violonchelo de Mischa Maisky.

Concierto: Concierto de Dvořák + el Idilio de Sigfrido, Mischa Maisky & La OCM
Dónde: Palau de la Música Catalana
Cuándo: 31 de enero de 2021 / 20:00 horas

NOTA CULTURALIA: 9,5
——

Jorge Pisa