Crítica teatral: 2050, en el Teatre del Raval.

2050 - Cia El desván 1No es muy habitual ver anunciada en las carteleras una obra de teatro de ciencia-ficción, y menos aún que una misma sala, en este caso el Teatre del Raval, estrene durante la misma temporada dos obras de ciencia-ficción distópica. La primera, 1984, la programó a finales del 2013 y principios del 2014, todo un éxito respecto a la calidad artística del montaje. Desde el pasado 2 de julio le toca el turno a 2050, una corta obra de teatro (tan solo 55 minutos de duración), producida por El Desván Teatro en coproducción con Samarkanda Teatro que insiste algo más en el tipo de historia narrada por Orwell.

Nos hemos de situar en el año 2050. La sociedad está regida por un sistema político represor que controla todos y cada uno de los aspectos de la vida de sus ciudadanos. Cada uno posee un trabajo y una vida personal que realiza en favor del bienestar de la comunidad y, sobre todo, del sistema. Iván trabaja en una antigua cisterna eliminando los cadáveres de todos aquellos que se oponen al sistema. Pero últimamente su trabajo no ha sido tan eficiente, por lo que se ha enviado a un inspector con el objetivo de descubrir qué es lo que pasa.

2050 sigue la estela de las grandes obras de ciencia ficción distópica entre las que sobresalen, Un mundo felizde Huxley; 1984de Orwell y Fahrenheit 451de Bradbury, y posee elementos de cada una de ella. El sistema todopoderoso y controlador nos remite a 1984; la prohibición de leer libros a Farenheit 451 y 1984; y los elementos de sexualidad puede que hagan referencia a Un Mundo Feliz. La acción, además nos sitúa en algo parecido al interrogatorio final de 1984, cuando el protagonista ya ha sido descubierto y no puede más que autoacusarse a sí mismo.

Este es el meollo de la obra, que se estructura en una conversación-interrogatorio entre Iván y el inspector, en el que no solo conoceremos las ideas y la visión de la vida poco ortodoxa del primero, sino que también comprenderemos el funcionamientos del sistema y sus herramientas de control de la sociedad. Por lo que la obra está dirigida a aquellos apasionados por la ciencia ficción y por el análisis de la realidad político-social que solo este género sabe tratar de forma tan fría y realista.

2050 reflexiona de esta forma sobre la capacidad de un sistema político por controlar qué piensa y cómo piensa la población, y hace un guiño a la actualidad, situando el origen del sistema en la crisis de valores que vivimos hoy en día, un momento en el que, según la obra, se llega a especular con todo, con la comida, con la vivienda e incluso con las vidas humanas. Tras lo cual se impone un sistema de orden y eficiencia que ha acabado, según parece, llevando a la sociedad, o a parte de ella, a un abatimiento personal y moral y a otros muchos a luchar contra un sistema político opresor, los cadáveres de los cuales son los que elimina Iván.

Imagínense, pues, la reflexión que nos permite 2050. E imagínenselo todo en tonos grisáceos, y sobre una construcción escenográfica que nos muestra, de forma minimalista, un mundo oscuro y desalmado que ha optado por la seguridad despreciando para ello las emociones y la genialidad creativa del alma humana.

La obra, por otra parte, está construida a partir de la interpretación de sus dos protagonistas, Diego Ramos, que da vida al eliminador de cadáveres que pone en duda su trabajo y el propio funcionamiento del sistema social y Fermín Núñez que interpreta al inspector que ha de valorar la situación. Un duelo escénico en el que parece vencer este último, que encarna a un funcionario distópico con una naturalidad y frialdad electrizantes.

Una reflexión social y política de la Compañía El Desván Teatro que nos habla del futuro para referirse a nuestro presente, pero que juega una baza escénica que ya triunfó en el Teatre del Raval no hace tanto, lo que, seguro, que le resta la eficiencia en la taquilla que sería de esperar.

«2050» se representa en el Teatre del Raval del 2 al 13 de julio de 2014.

Autor: Ricardo Prieto
Versión y dirección: Domingo Cruz
Reparto: Diego Ramos y Fermín Núñez
Música: Álvaro Rodríguez
Escenografía y vestuario: Diego Ramos
Iluminación: Jesús Sánchez Avís (Lenda)
Vídeo: Alberto Calvo
Producción: Cia El Desván Teatro en coproducción con Samarkanda Teatro

Horarios: de miércoles a sábado a las 20:30 horas y domingos a las 18:00 horas.
Precio: 18 €
Duración: 55 minutos
Idioma: castellano
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Jorge Pisa Sánchez