El guerrero a la sombra del cerezo_destacado

Entrevista: David B. Gil, escritor que publica El guerrero a la sombra del cerezo.

¿Qué hacer cuando has escrito una novela, pero ninguna editorial se atreve a publicarla? David B. Gil (Cádiz, 1979) lo tenía muy claro: confiaba mucho en ese manuscrito al que había dedicado diez años de su vida, por lo que decidió autopublicarlo y ver cómo lo recibían los lectores. Esa novela era El guerrero a la sombra del cerezo, y muy pronto empezó a despuntar en Amazon hasta convertirse en un éxito sensacional que ahora llega a nuestras librerías de la mano de la editorial Suma. Culturalia ha querido hablar con él sobre este libro que tantas alegrías le está aportando, de sus memorables personajes, de la autopublicación como recurso para debutantes y, por supuesto, de ese Japón feudal que tanto le fascina.

Decidiste autopublicar El guerrero a la sombra del cerezo en formato digital. ¿Por qué? ¿Tu primera opción fue esa?

En realidad, no. Escribí la novela con las editoriales tradicionales en mente. De hecho, es un libro muy poco “amazon”: largo (más de setecientas páginas) y de un género que no es el habitual entre los autopublicados, la novela histórica. Pero cuando comencé a moverlo en la industria editorial, el mensaje recurrente era que se trataba de una novela demasiado arriesgada. En España no se suelen publicar novelas históricas ambientadas en Japón, y mucho menos si vienen de un autor desconocido para el gran público. Al final, me tuve que rendir a la evidencia y autopublicarla.

Muy pronto la novela recibió críticas muy positivas de los lectores de Amazon. ¿Esperabas ese buen recibimiento?

No tenía ni idea de qué esperar, la verdad. En Amazon es extremadamente difícil despuntar: el catálogo, solo en España, es de varios cientos de miles de novelas. Cuando en los medios aparecen autores que triunfan con su novela autopublicada, debemos tener muy en cuenta que se trata del “sesgo del superviviente”, la inmensa mayoría de autoeditados no llegan a vender ni un solo eBook. A eso debemos sumar que las novelas que triunfan en Amazon suelen tener entre 200 y 300 páginas, principalmente romántica o thrillers, con lo que El guerrero a la sombra del cerezo no encajaba para nada en el perfil. Sin embargo, los lectores comenzaron a llegar. Y con las primeras reseñas, bastante entusiastas, la verdad, las ventas aumentaron. Actualmente se trata de una de las diez novelas más leídas de la tienda y la ficción histórica con mejor valoración media (más de 350 reseñas, el 80% de 5 estrellas). ¿Cuál es el secreto? No creo que lo haya. Solo puedes ofrecer al lector el producto más pulido posible, a partir de ahí todo depende de que la novela encuentre a sus lectores y que el boca a oreja tire de ella hacia arriba en las listas de ventas.

Afirmas que te hiciste escritor precisamente para explicar esta historia, incluso llegó a convertirse en una obsesión. ¿Cuándo empezaste a modelar este relato?

Ni siquiera lo recuerdo. Era una historia que llevaba muchísimos años conmigo, pero en la que nunca me decidía a trabajar porque, primero, hasta entonces solo había escrito relatos y algún intento de novela abandonada. Y, segundo, porque era muy consciente del esfuerzo y energía que conllevaría ponerla en pie. Solo a nivel de documentación y recreación costumbrista es un verdadero quebradero de cabeza, a lo que hay que sumar su estructura narrativa, sustentada en un delicado equilibrio de historias alternas. La verdad es que, echando la vista atrás, aún me sorprende que lograra sacarla adelante. Entre planificación, escritura y las múltiples revisiones y reescrituras, ha sido un proyecto de más de diez años. Demasiado ambicioso para una primera novela, quizás.

El guerrero a la sombra del cerezo es mucho más que una novela de venganza: se inicia como el relato de supervivencia de Seizo Ikeda, pero pronto vira a una historia de aprendizaje vital y, más adelante, centrada en su formación como samurái, al mismo tiempo que narras el periplo del médico Ekei Inafune y su subtrama de género negro. ¿Todas estas temáticas ya estaban en el primer esbozo del libro o fue tomando forma a medida que avanzabas en la escritura? ¿Piensas que esa mezcla es la clave para su buena aceptación entre los lectores?

Tenía claro desde un principio que quería mostrarle al lector distintos aspectos de la sociedad japonesa de la época, no solo la típica historia de samuráis a la que estamos habituados. Por eso necesitaba dos protagonistas muy diferentes que se movieron en narraciones y contextos distintos. Además, quería que la historia de Seizo comenzara como un viaje de venganza al uso, algo que le resultara familiar al lector, pero que fuera divergiendo hacia algo más insólito. Por un lado, tenemos a un muchacho cuyo destino ha sido decidido por otros de antemano, abocado a un camino de venganza que le resulta ajeno. Una historia de venganza atípica, no movida por el odio, sino por la ley y la tradición, por el giri, ese profundo concepto del deber inherente a la tradición japonesa. Por otra, un médico atípico, casi un pionero en la aplicación de técnicas médicas extranjeras. Los dos personajes me dieron el tono de cada historia: un relato de aventuras y de viajes por una parte, una historia de conspiraciones e investigación, casi un noir como bien dices, por la otra. Al final las dos historias se complementan y equilibran, y creo que es uno de los aciertos de la novela, que ofrece dos géneros diferentes en un mismo contexto histórico, y que el lector pasa de uno a otro con naturalidad, buscando las conexiones entre ambos relatos. Mi preocupación fue que la novela quedara descompensada, que una de las tramas fuera más potente que la otra; pero aunque a cada lector le tire más una u otra en función de sus gustos, por lo general el feedback que recibo es que ambas se leen con bastante interés.

El guerrero a la sombra del cerezoPara mí, el secreto del éxito está en sus personajes, no solo en los dos protagonistas, también en el resto que se cruzan en sus caminos y que merecerían una novela por sí mismos (pienso en el samurái Asaemon Hikura, la guerrera Yukie Endo, la doctora O-Ine Itoo o los maestros Kenzaburo Arima y Fuyumaru). ¿Estás de acuerdo? ¿Te has planteado algún spin-off?

Me alegra mucho escuchar eso. Una mis obsesiones como escritor es crear buenos secundarios, personajes potentes, carismáticos, que dejen al lector con ganas de más. También me sucedió con Hijos del dios binario, donde muchos lectores reclamaban más “metraje” de esos personajes, así que supongo que algo debo estar haciendo bien. Intento que todos los personajes significativos del relato tengan su propia historia, un trasfondo que justifique su forma de ser y su visión del mundo, aunque estos no siempre se expliciten en el relato. Respecto a lo de los spin-off, te dejo una exclusiva: en breve, Flash, el sello digital de Penguin Random House, publicará un relato inédito protagonizado por cierto médico de extrañas artes. Y hasta ahí puedo leer 😉

La trama está ambientada en el Japón feudal de principios del siglo XVII, una época poco conocida para nosotros. ¿Qué tiene ese periodo para fascinarte tanto?

Siempre digo que el Japón feudal es un escenario narrativo portentoso. En un entorno geográfico muy delimitado, con escasas injerencias externas, tienes todo lo que puede desear un escritor: batallas épicas, conspiraciones palaciegas, amores prohibidos, guerreros vagabundos, espías y asesinos en la sombra, revueltas sociales, religiosas… Siempre me ha sorprendido lo poco aprovechado que está desde la literatura occidental, tan etnocéntrica en muchos aspectos. El paso del siglo XV al XVI, en concreto, añade además una serie de ingredientes al caldo que lo hacen aún más sabroso: por una parte, la supremacía, por primera vez en siglos, de un señor feudal que comienza a imponerse sobre el resto, dando paso a un incipiente periodo de paz en el que abundaron las conspiraciones de aquellos disconformes con el régimen que surgía. Por otra, el contacto con los occidentales: portugueses y españoles que llegaron a Japón trayendo consigo una nueva ciencia, nuevas armas, una nueva forma de comercio y una nueva religión.

Es evidente que El guerrero a la sombra del cerezo está rigurosamente documentada. Háblanos de este trabajo. ¿Fue muy largo y complicado? ¿Qué trama te hizo sudar más: el proceso de transformación en samurái de Seizo o el día a día del médico Ekei?

Ambas. Cada una tenía sus dificultades. Todo lo referente a la documentación médica fue muy complicado, debía establecer claramente las diferencias entre la medicina kanpo japonesa y la medicina occidental, muy rudimentaria aún por aquel entonces, pero con procedimientos quirúrgicos que para los japoneses eran revolucionarios, como la sutura. Intenté averiguar qué aspectos de la medicina europea llamarían la atención de un médico japonés, cuáles estaría dispuesto a adoptar; era fundamental para definir al personaje de Ekei Inafune de manera verosímil. Pero más allá de eso, me encontré muchos escollos, sobre todo a la hora de describir el costumbrismo. Los pequeños detalles eran los más difíciles de conseguir: cómo se vestía cada clase social, cuáles eran los nombres de pila habituales en aquella época, qué se servía en las posadas de caminos, qué productos se usaban para el aseo diario, qué precio tenían las cosas, cuánto cobraba una prostituta por un servicio sobre una estera a orillas del camino… Intentaba que todo lo que se mostraba en la novela fuera fidedigno. Afortunadamente, conté con la colaboración de japoneses que me ayudaron a buscar la información que no conseguía desde aquí; de lo contrario, me hubiera resultado imposible averiguar muchos de estos detalles.

Tengo entendido que viajaste a Japón tras escribir tu novela. ¿Qué te pareció conocer los lugares que habías imaginado previamente en tu relato? ¿Se asemejaban a tus descripciones? ¿Tuviste que modificar algún pasaje?

¡Fue toda una experiencia! Cuando planifiqué la novela traté de apoyarme en documentos de la época: grabados ukiyo-e de las localizaciones que me interesaban, descripciones literarias como las que encontramos en la obra de Matsuo Basho (especialmente en Sendas de Oku), el seinen manga histórico de Osamu Tezuka o Kazuo Koike, y fotografías del siglo XIX donde aún se encuentra un Japón rural muy genuino, apenas occidentalizado. Pensaba que viajar a dichas localizaciones no me aportaría mucho desde el punto de vista documental, pues a día de hoy los paisajes que yo describía se encontrarían profundamente transformados. Pero me equivocaba: los japoneses son muy conscientes del valor de sus tradiciones y de sus paisajes naturales, y en el interior del país quedan muchos templos, caminos rurales y bosques que apenas difieren de su aspecto siglos atrás. Recorrer los caminos de la ruta Nakasendo que previamente habían recorrido mis personajes, los templos de montaña o las hospederías samuráis que aparecen en la novela fue una experiencia muy emocionante, casi sobrecogedora. Al regresar tuve que reescribir algunos pasajes; no por los errores de documentación, que no eran especialmente graves, sino, sobre todo, porque ahora podía describir más vívidamente aquellos ambientes, los podía imaginar con más fuerza.

Tras la buena acogida del libro en nuestro país, ¿te gustaría que El guerrero a la sombra del cerezo se publicara en Japón? ¿Lo ves posible?

No sé si es posible. Cuando puse la novela en Amazon creí que era la renuncia a que algún día fuera publicada por una gran editorial y, sin embargo, aquí la tenemos. Para colmo, con 2ª edición en tan solo una semana, que es algo que nos ha sorprendido a todos. Así que ya no tengo claro hasta dónde puede llegar esta historia. No sé si los japoneses estarían interesados en una novela sobre su país escrita por un gaijin. Sé que allí llamó la atención cuando se convirtió en la ficción histórica más vendida de Amazon España: un medio japonés se puso en contacto conmigo y publicó una extensa entrevista sobre el libro. Pero de ahí a que un editor apueste por su traducción hay mucho camino. De suceder, solo espero que los japoneses perciban el cariño y el respeto hacia su historia y tradiciones con que el libro está escrito, y que me perdonen cualquier posible error.

En tu tercera novela (la segunda, Hijos del dios binario, fue publicada en 2016, también en Suma) volverás al Japón feudal. ¿Puedes avanzarnos algo más sobre ella?

Sí, volvemos a Japón, en este caso a las misiones jesuitas establecidas en el país durante el siglo XVI. Pero que nadie espere una novela espiritual, vuelve a ser una novela de viajes, de aventuras y de misterio. Con un toque más de thriller, si el término se puede aplicar a una época tan mesurada y contenida como aquella. En esta ocasión tendremos una serie de extraños asesinatos y un peculiar investigador que deberá recorrer el país, en pleno periodo de los Estados en Guerra, para intentar desentrañar el misterio. Una investigación que arrastrará a los protagonistas a descubrir mucho de sí mismos, también. Estoy deseando que los lectores se encuentren con estos nuevos personajes, más algún otro que ya les resultará familiar.

Esperaremos impacientes.

Título: El guerrero a la sombra del cerezo
Autor: David B. Gil
Editorial: Suma
Fecha de publicación: Abril de 2017
ISBN: 9788491291411
Páginas: 731 páginas
Precio: 18,90 €
____________________
Escrito por: Robert Martínez

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