Crítica teatral: Urna 321, una tragicomedia ambientada en un mundo futurista en el Teatre Riereta.

La Companyía Maniquís presentó el fin de semana pasado la obra Urna 321, ambientada en un futuro en el que la democracia totalitarista se ha apoderado de todos y de cada uno de los ámbitos de la vida humana.

Una vez subido el telón nos vemos transportados unos cuantos años (el tema de las fechas queda, si no recuerdo mal, oculto tras la trama) en el futuro, en el que la sociedad está controlada, hasta su más mínima expresión, por un régimen democrático totalitarista en el que la imagen, la belleza, la juventud, el sexo y el pensamiento único domina la conducta cívica de ciudadanía. En este contexto conoceremos a las habitantes de la Urna 321, a Maria, Guadalupe y Micaela, y sus ansias por conducir sus vidas a través de las reglas establecidas o, dado el caso, romper con ellas y disfrutar de una vida más emocional y verdadera.

La trama propuesta por Cia. Les Maniquís, es una fiel heredera catalana de las mejores novelas de carácter distópico publicadas desde finales del siglo XIX, y de las que los ejemplos más conocidos son Un mundo feliz de Aldous Huxley, 1984 de George Orwell o Fahrenheit 451 de Ray Bradbury y nos presenta a la población mundial del futuro viviendo en urnas (de votación) y no en viviendas, controladas por sistemas televisivos de control y escucha, donde poseer ideas propias, sobre todo relacionadas con la reproducción, la imagen o la belleza y no practicar el sano ejercicio de la votación compulsiva puede acarrear la desgracia a sus habitantes.

La idea de arranque de Urna 321 es buena y su desarrollo tiene diversos aciertos. Uno de ellos es el trío de actrices (Aina Tomàs, Karina Gomila y Núria Granell) que llevan el peso de la interpretación. Se nota, desde la platea, una energía que aúna a las tres jóvenes actrices y a los respectivos personajes. El tono de comedia que fluye a través de todo el espectáculo permite al público disfrutar de las contradicciones y concordancias entre el sistema de vida impuesto por un consejo superior (compuesto de santas) y las necesidades vitales de Maria, Guadalupe y Micaela. En este aspecto la interpretación de Núria Granell como la residente de la Urna más débil y atormentada por el consumo de pastillas adictivas es un claro ejemplo. A esto se suma la arrogancia y voluntad de éxito social de Guadalupe y a la voluntad de sentir un mundo más real de Maria.

Todas las contradicciones posibles presentes en la obra se plasmarán con la llegada y actuación de los roles masculinos: un vota-vota (David Blanco) que debido a su fidelidad democrática consigue obtener una cita con las damiselas de la casa, y un Escollit (Jared Grange) que gracias a un programa televisivo es ganado por Micaela como acompañante temporal y padre de su hijo (clon).

Aún así, a la obra le falta, en algunos momentos de su desarrollo, un ritmo argumental que no le permite avanzar en la trama de forma segura y mantiene al público en una situación de suspensión argumental. A esto hay que sumarle un final algo incompleto que puede dejar a más de uno fuera de juego (como creo que le pasó al que estas líneas escribe).

Aún así, es fácil detectar en Urna 321 un gran esfuerzo creativo que se deja ver, en parte en una escenografía, sobria pero más que suficiente, en un lienzo argumental irregular pero interesante y en una suma de interpretaciones que permiten al espectador disfrutar de una sátira política, social, intelectual y visual que nos ha de hacer reflexionar sobre el futuro y sobre el presente que nos dirige hacia él.

Dramaturgia y dirección: Iván Romero Varo
Intérpretes: David Blanco, Karina Gomila, Núria Granell, Jared Grange y Aina Tomàs Martorell
Técnico iluminación: Elfrisco
Técnico de sonido: Xavi Alloza
Escenografía: Javi López, Santi Ponce y Laura Sabat
Vestuario y caracterización: Giulia Grumi, Alberto Merino y Eli Siles
Música: Àngel Galmés

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Jorge Pisa Sánchez

Publicado originalmente en http://www.indienauta.com

Estreno teatral: The Spanish Trip

El próximo 10 de junio el Teatre Gaudí de Barcelona estrena The Spanish Trip un periplo a través de los parajes musicales de España de la mano de la música de Isaac Albéniz.
The Spanish Trip es algo más que un simple viaje de la mano del maestro Isaac Albéniz. Con este montaje malucos Danza logra una vez más acercarnos a uno de los clásicos españoles del siglo XX y fusionarlo con los compases más innovadores del siglo XXI.

Al sentarse en su butaca el público iniciará un largo e intenso viaje al compás de instrumentos tan nuestros como puedan serlo la guitarra española o las grallas catalanas o los compases castellanos… pero también tendrá la oportunidad de dejarse llevar por sonidos tan lejanos, exóticos y evocadores como los del armonio indio, el laúd árabe, etc., sin por ello olvidar las partituras originales del maestro.

Se rinde así un tributo al artista más universal y adelantado a sus tiempos de la Música. El clasicismo, el nacionalismo, el folclore español y las nuevas tendencias musicales y técnicas escénicas conforman The Spanish Trip, donde se nos invita a viajar a un mundo lleno de humor, formas y colores.

En este espectáculo el público podrá disfrutar de un imaginativo recorrido por algunos de los parajes españoles más hermosos de nuestra geografía, -desde Cataluña hasta el sur de España, saboreando a su paso los ritmos de Aragón y Castilla-, pero también adentrarse en el alma de este gran compositor y en la danza de uno de los coreógrafos más brillantes en estos momentos de la danza española más vanguardista.

“The Spanish Trip” se representará en el Teatre Gaudí Barcelona de 10 al 13 de junio de 2010.

Dirección Artística y coreografía: Carlos Chamorro
Dirección producción y coordinación: Lidia Lechado
Dirección musical: Guillermo González
Bailarines: Lola Blanco, Pepa Sanz, Raquel Lamadrid, Carlos Chamorro, Pedro Monje y Pedro Navarro
Arreglos musicales: Guillermo González, Alfredo Anaya, J. Manuel Montoya
Diseño de vestuario: Ana Ortega y Carlos Chamorro
Diseño de iluminación: Pepe Bau
Escenografía: malucos Danza

Música (Isaac Albéniz)

“La Vega”: Alicia de Larrocha
“Cataluña”: Josep Oriol Nicolau (grallas)
“Aragón”: Guillermo González (armonio indio) Juanjo Melero (guitarra y mandolinas)
“Castilla”: Alfredo Anaya (marimba)
“Córdoba”: Julian Bream
“El Albaicín”: Guillermo González (piano y tambura) Juanjo Melero (laúd árabe)
“Malagueña”: José Manuel Montoya (guitarra española)

Música (Folclore Popular)

– Cataluña

Grallas, inxa, flauta: Josep Oriol Nicolau
Soprano, flabiol: Remei Tell
Violoncello: Alberto Ferrés
Flabiol: Jordi Nicolau
Silbidos: Josep Maria Nicolau

– Aragón

Percusión: David Hyam
Voz: Luis Escobar
Aperos de labranza: Josep Maria Nicolau
Percusión en estudio: Mr Soul

– Granada

Laúd árabe: Juanjo Melero
Tambura: Guillermo González
POEMA “A LA SABIKA” (Ibn Zamrak 1333-1392)
Recita A la Sabika (árabe): Waleed Saleh
Recita A la Sabika (castellano): Naima

– Málaga

Música original: Paco Cruz
Percusión: Sergio Martínez
Cante: José Anillo
Violín: Raúl Márquez
Guitarra: Paco Cruz

Horarios: De jueves a sábado a las 20:45 horas y el domingo a las 19:30 horas.
Precio: 18 €
Duración aproximada del espectáculo: 1 hora y 15 minutos.

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Publicado originalmente en http://www.indienauta.com

Crítica literaria: El asesino de presentadores, de Xavier Sardà

El asesino de presentadores es el título del último libro de Xavier Sardà, quien, tras publicar Eros, Thanatos y su puta madre, parece haberle cogido el gusto a la escritura.

Un asesino en serie pone en jaque a todo el país con sus crímenes, cuyas víctimas tienen como característica común que son presentadores de informativos. Mientras el presidente del gobierno, un adicto a la papiroflexia, intenta proteger a las futuras víctimas reuniéndolas bajo un mismo techo, provocando así una situación de difícil sustento, una serie de hilarantes personajes iniciarán la búsqueda del criminal, entre ellos un comisario cincuentón enamorado de su ayudante, un espía del CNI, un cura rojillo, una prostituta especializada en prácticas sadomasoquistas y un forense con la jubilación a la vuelta de la esquina.

Se podría decir que con esta novela Sardà se ha subido al carro de la novela policíaca, tan de moda en los últimos tiempos, muy a su pesar a tenor de las palabras con las que abre el libro: «No me gusta la novela negra. No me gustan las novelas malas, va y me sale una novela negra y mala«. Sin ánimo de contradecir al autor, quizás esto no sea del todo cierto: El asesino de presentadores no es una novela mala, sí tiene un argumento sencillo, pero con ello consigue que sea fácil de devorar, además es divertida, protagonizada por unos personajes peculiares, algo surrealistas, que entronca, salvando las distancias, con aquellos autores que han hecho de la mezcla de novela negra y humor la principal característica de algunas de sus mejores novelas, como por ejemplo Eduardo Mendoza o Pablo Tusset. Además, El asesino de presentadores se puede interpretar como una crítica a esta sociedad que mitifica la figura del presentador de TN, una figura que en los últimos años ha ido cogiendo peso dentro del mundo periodístico hasta dejar de lado el papel de meros informadores para convertirse en creadores de opinión. Por poner algún pero a la novela, posiblemente su final (¿o deberíamos hablar de finales?) resulte algo precipitado, y quizás no del todo bien resuelto.

Muchos afirmarán que el autor se aprovecha de su fama, lograda tras una intensa carrera en los medios (todos recordamos Crónicas Marcianas, pero no podemos obviar su magnífica labor periodística en programas radiofónicos como La bisagra o La ventana) para publicar sus obras; el mismo autor es consciente de que esa popularidad juega a su favor: si no fuera quién es, seguramente El asesino de presentadores no hubiera visto la luz. Además, gracias a su fama Sardà ha podido hacer el libro que le ha dado la gana: ¿qué otro autor se hubiera permitido la licencia de interrumpir la novela, en su momento álgido, para hacer algo parecido a una columna de opinión? En esas páginas el autor explica lo que piensa acerca de la política («… decir que uno es de derechas… sería como aquel que porque tiene halitosis un día se presenta como halitósico»), la muerte («Estar vivo parece la excepción. Vamos a estar muertos mucho más tiempo que vivos»), la televisión actual (especialmente acertada es su disquisición sobre las teleseries actuales, un producto totalmente sobrevalorado)…

En definitiva, El asesino de presentadores consigue algo para lo que Sardà se encuentra sobradamente cualificado: divierte y entretiene, y es recomendable para aquellos que quieran leer novela negra, con toques de humor, huyendo de extensas trilogías.

Título: El asesino de presentadores
Autor: Xavier Sardà
Editorial: Planeta (marzo de 2010)
Páginas: 261
Precio: 19,50 €
ISBN: 9788408092667

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Robert Martínez Colomé